12.07.2015 Views

Ecología nutricional y flexibilidad digestiva en anfibios

Ecología nutricional y flexibilidad digestiva en anfibios

Ecología nutricional y flexibilidad digestiva en anfibios

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

capítuloEcología <strong>nutricional</strong>y <strong>flexibilidad</strong><strong>digestiva</strong> <strong>en</strong> <strong>anfibios</strong>Bufo spinolosus, foto Mariana Acuña Retamar.Daniel E. Naya, Francisco Bozinovic y Pablo SabatEl estudio de los procesos digestivos posee importantes implicancias <strong>en</strong> ecología, ya que las restricciones<strong>digestiva</strong>s pued<strong>en</strong> influ<strong>en</strong>ciar características de historia de vida tales como el crecimi<strong>en</strong>to, la reproducción y lasobreviv<strong>en</strong>cia. Estudios realizados <strong>en</strong> varias especies de vertebrados han mostrado que el sistema digestivo es altam<strong>en</strong>tes<strong>en</strong>sible y que responde a cambios <strong>en</strong> las variables bióticas y abióticas del ambi<strong>en</strong>te. Sin embargo, los <strong>anfibios</strong>, querepres<strong>en</strong>tan un modelo estándar para el estudio de muchos procesos fisiológicos, han sido pobrem<strong>en</strong>te consideradosdesde el punto de vista de la <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong>. En este capítulo, revisamos y analizamos la información actual <strong>en</strong>esta materia y revisamos los ejemplos exist<strong>en</strong>tes para especies de <strong>anfibios</strong> de Chile. En este int<strong>en</strong>to, id<strong>en</strong>tificamos trescuerpos mayores de evid<strong>en</strong>cia empírica, incluy<strong>en</strong>do cambios estacionales <strong>en</strong> el desarrollo del tracto digestivo, aus<strong>en</strong>ciade modulación dietaria de los atributos del tracto <strong>en</strong> individuos adultos de varias especies y una asociación significativa<strong>en</strong>tre la frecu<strong>en</strong>cia de alim<strong>en</strong>tación y la magnitud de la regulación de los procesos y desempeño digestivos. Una vez quelas características de historia natural son consideradas, toda la evid<strong>en</strong>cia apoya las predicciones de la teoría <strong>digestiva</strong>.Sin embargo, desafortunadam<strong>en</strong>te sólo poseemos información parcial para varias hipótesis y los datos de la mayoríade los atributos digestivos se restring<strong>en</strong> a unas pocas especies, repres<strong>en</strong>tando sólo unos pocos grupos taxonómicos.Proponemos que la fisiología evolutiva y comparada podrá b<strong>en</strong>eficiarse <strong>en</strong>ormem<strong>en</strong>te del estudio de la <strong>flexibilidad</strong>fisiológica <strong>en</strong> <strong>anfibios</strong>.Resum<strong>en</strong>257


258 Cap. X. Ecología <strong>nutricional</strong> y <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> <strong>en</strong> <strong>anfibios</strong>


En la actualidad es evid<strong>en</strong>te que la dieta constituye una de lasfuerzas selectivas más pot<strong>en</strong>tes de la evolución f<strong>en</strong>otípica, existi<strong>en</strong>donumerosos ejemplos de adaptaciones fr<strong>en</strong>te a cambios dietarios, tantoa nivel “macroevolutivo” –e.g., cambios <strong>en</strong> el tamaño corporal o <strong>en</strong> lad<strong>en</strong>tición– como “microevlutivo” –e.g., organelos blanco de <strong>en</strong>zimascatabólicas– (Birdsey et al. 2005). En este s<strong>en</strong>tido, es teóricam<strong>en</strong>teesperable que los atributos del tracto digestivo se hayan <strong>en</strong>contradoy se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tr<strong>en</strong> bajo fuertes presiones selectivas, ya que éstosrepres<strong>en</strong>tan el lazo funcional <strong>en</strong>tre la ingesta de <strong>en</strong>ergía y la <strong>en</strong>ergíadisponible para las funciones vitales, tales como el crecimi<strong>en</strong>to, lasuperviv<strong>en</strong>cia y la reproducción (Karasov 1990; Secor 2001). A pesarde que esta idea ya fue notada por Alfred Wallace <strong>en</strong> la segundamitad del siglo XIX (citado <strong>en</strong> Cochran 1987), durante la mayorparte del siglo XX la importancia de los procesos postingestivos <strong>en</strong>ecología fue relativam<strong>en</strong>te olvidada. El gran auge de la teoría deforrajeo óptimo desde su primera formulación hasta mediados de losaños 80 determinó que la mayoría de los trabajos sobre utilización delos recursos alim<strong>en</strong>ticios se <strong>en</strong>focaran <strong>en</strong> el análisis de los procesospreingestivos, como ser la abundancia de presas y sus tiempos demanipulación (e.g., Mangione & Bozinovic 2003). No obstante,durante las décadas de los años 60 y 70 nuevas evid<strong>en</strong>cias empíricaspusieron <strong>en</strong> claro la importancia de considerar los procesos y ajustesdigestivos. Estas evid<strong>en</strong>cias pued<strong>en</strong> agruparse <strong>en</strong> tres grupos:I.Los procesosdigestivos <strong>en</strong>ecología(1) diversos trabajos que mostraron la exist<strong>en</strong>cia de una correlación<strong>en</strong>tre los cambios ambi<strong>en</strong>tales estacionales y los atributos del tractodigestivo (Myrcha 1965; Juszczyk et al. 1966; Moss 1972);(2) los modelos de programación lineal utilizados para explicarla selección de dieta demostraron la importancia de considerarlas características de diseño de los organismos (e.g., su anatomía<strong>digestiva</strong>) junto a las características <strong>nutricional</strong>es del alim<strong>en</strong>to(Belovsky 1978);(3) trabajos experim<strong>en</strong>tales que demostraron la exist<strong>en</strong>cia de“cuellos de botella” digestivos sobre las tasas de consumo dealim<strong>en</strong>to (K<strong>en</strong>ward & Sibly 1977; 1978).Con la finalidad de explicar de forma integrada las evid<strong>en</strong>ciasarriba m<strong>en</strong>cionadas, se desarrolló, a comi<strong>en</strong>zo de los años 80’, la teoríade digestión (Sibly 1981). Esta teoría postula, de forma análoga ala teoría de forrajeo, que la estrategia <strong>digestiva</strong> que maximice laLos procesos digestivos <strong>en</strong> ecología259


asimilación de <strong>en</strong>ergía y nutri<strong>en</strong>tes, una vez que un alim<strong>en</strong>to fueingerido, será favorecida por selección natural. En su versión original,la teoría de digestión está basada <strong>en</strong> un modelo de optimización querelaciona la ganancia de <strong>en</strong>ergía por unidad de alim<strong>en</strong>to ingerido y eltiempo por el cual el alim<strong>en</strong>to es ret<strong>en</strong>ido <strong>en</strong> las cámaras <strong>digestiva</strong>s.Las predicciones básicas de este modelo son:(1) Si la ingesta es limitante, se debe maximizar el tiempo por elcual el alim<strong>en</strong>to es ret<strong>en</strong>ido <strong>en</strong> las cámaras <strong>digestiva</strong>s;(2) Para una cantidad dada de alim<strong>en</strong>to ingerido existe un tiempoóptimo de ret<strong>en</strong>ción de la ingesta;(3) Cuando se ingier<strong>en</strong> alim<strong>en</strong>tos de baja calidad se debe aum<strong>en</strong>tarla cantidad de alim<strong>en</strong>to consumido y concomitantem<strong>en</strong>te elvolum<strong>en</strong> de las cámaras <strong>digestiva</strong>s.Bufo spinulosus, foto Marcela Vidal Maldonado.Texto para que el autordefina. Texto para que elautor defina. Texto paraque el autor defina. Textopara que el autor defina.Texto para que el autordefina. Texto para que elautor defina.Pocos años después de este primer planteo, la teoría dedigestión se vio <strong>en</strong>riquecida por la inclusión de la teoría de reactoresquímicos prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te de la ing<strong>en</strong>iería química (P<strong>en</strong>ry & Jumars 1986;1987). El objetivo de los modelos basados <strong>en</strong> la teoría de reactoreses id<strong>en</strong>tificar la configuración intestinal (reactor) y las estrategias<strong>digestiva</strong>s (operaciones) que maximizan la tasa de producción de<strong>en</strong>ergía y nutri<strong>en</strong>tes a partir del alim<strong>en</strong>to. La principal v<strong>en</strong>taja deestos modelos es que las variables estructurales y funcionales delsistema pose<strong>en</strong> un significado biológico claro, como ser la arquitecturaintestinal, la capacidad intestinal, el nivel de ingesta, la composiciónde la dieta y la tasa de pasaje de la ingesta. De esta forma se logró,mediante modelos mecanicistas relativam<strong>en</strong>te s<strong>en</strong>cillos, un mayorrefinami<strong>en</strong>to de los planteami<strong>en</strong>tos originales de la teoría de digestión(Martínez del Río et al. 1994). En base a estas dos teorías quedóconstituido el marco conceptual sobre el cual se ha investigado <strong>en</strong><strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> <strong>en</strong> las últimas dos décadas y media.260 Cap. X. Ecología <strong>nutricional</strong> y <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> <strong>en</strong> <strong>anfibios</strong>


Sigui<strong>en</strong>do la definición de <strong>flexibilidad</strong> f<strong>en</strong>otípica (ver recuadro1), la <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> podría definirse como cualquier ajuste<strong>en</strong> los atributos digestivos (e.g., morfología, histología, fisiología)desarrollado fr<strong>en</strong>te a cambios <strong>en</strong> las condiciones ambi<strong>en</strong>tales. Alpres<strong>en</strong>te la <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> ha sido estudiada <strong>en</strong> diversasespecies animales, principalm<strong>en</strong>te d<strong>en</strong>tro de los vertebrados (verKarasov & Diamond 1983; Piersma & Lindstrom 1997; Starck 1999;McWilliams & Karasov 2001). Si se considera <strong>en</strong> forma conjuntatodos estos trabajos queda claro que:II.La <strong>flexibilidad</strong><strong>digestiva</strong>(1) Un g<strong>en</strong>otipo particular posee el pot<strong>en</strong>cial de producir distintosatributos digestivos <strong>en</strong> respuesta a la variación <strong>en</strong> las condicionesambi<strong>en</strong>tales físicas y bióticas (Piersma & Lindstrom 1997; Starck1999);(2) La <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> surge de un compromiso <strong>en</strong>tre losb<strong>en</strong>eficios de procesar el alim<strong>en</strong>to con un tracto digestivo condeterminados atributos y el costo de mant<strong>en</strong>erlo y cargarlo (Moss1974; Sibly 1981);(3) La <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> puede observarse <strong>en</strong> distintos nivelesde organización, como ser el tiempo de ret<strong>en</strong>ción del alim<strong>en</strong>to(e.g., Derting & Bogue 1993; Lopez-Calleja et al. 1997) y ladistribución del alim<strong>en</strong>to <strong>en</strong> las distintas cámaras <strong>digestiva</strong>s (e.g.,Loeb et al. 1991; Dykstra and Karasov 1992), la actividad de las<strong>en</strong>zimas hidrolíticas (e.g., Sabat et al. 1995; Sabat & Bozinovic2000) y transportadores de membrana (e.g., Toloza et al. 1991;Konarzewski & Diamond 1994), y la morfometría del tractodigestivo (e.g., Gross et al. 1985; Gre<strong>en</strong> & Millar, 1987);(4) Los factores causantes de los cambios digestivos más estudiadoshan sido la cantidad y calidad del alim<strong>en</strong>to, la temperaturaambi<strong>en</strong>tal y el estatus reproductivo (Starck 1999; McWilliams& Karasov 2001);(5) Varios trabajos apoyan la idea de una secu<strong>en</strong>cia progresiva deajustes desde los niveles <strong>en</strong>ergéticam<strong>en</strong>te más económicos (i.e.,cambios <strong>en</strong> la materia exist<strong>en</strong>te) a los niveles <strong>en</strong>ergéticam<strong>en</strong>temás caros (i.e., síntesis de nueva materia; Derting & Bogue 1993;Nagy & Negus 1993);La <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong>261


(6) Para organismos ectotermos existe una correlación <strong>en</strong>tre lafrecu<strong>en</strong>cia de alim<strong>en</strong>tación <strong>en</strong> la naturaleza de distintas especies yla capacidad de regular sus atributos digestivos (Secor & Diamond2000; Secor 2005a).Sin embargo, debe ser notado que la mayor parte delconocimi<strong>en</strong>to sobre la <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> arriba m<strong>en</strong>cionadoprovi<strong>en</strong>e de dos situaciones particulares: (1) los ajustes realizadospor pequeños <strong>en</strong>dotermos (mayoritariam<strong>en</strong>te roedores y avespaseriformes) fr<strong>en</strong>te a cambios <strong>en</strong> la temperatura ambi<strong>en</strong>tal y/o lacalidad de la dieta y/o el estatus reproductivo, (2) los ajustes realizadospor vertebrados ectotermos de medio o gran tamaño (principalm<strong>en</strong>tevíboras) después de una ingesta (Karasov & Diamond 1983; Piersma& Lindstrom 1997; Starck 1999; McWilliams & Karasov 2001).Más alla de las razones prácticas, exist<strong>en</strong> varias razones teóricaspara explicar este sesgo <strong>en</strong> nuestro conocimi<strong>en</strong>to. Por un lado, lospequeños <strong>en</strong>dotermos son interesantes para estudiar la <strong>flexibilidad</strong><strong>digestiva</strong> dado que: (1) Pose<strong>en</strong> altos costos de libre exist<strong>en</strong>cia dadassus elevadas tasas metabólicas peso específicas, (2) Muchas especiesconsum<strong>en</strong> dietas de baja calidad y/o dietas que varían marcadam<strong>en</strong>te<strong>en</strong> calidad a lo largo del año, (3) La forma por la cual la tasa deingesta y el volum<strong>en</strong> del tracto digestivo se escalan con la masacorporal (M 0.75 y M 1.0 , respectivam<strong>en</strong>te; Hume 1989), determina quela capacidad “buffer” del tracto digestivo (i.e., el volum<strong>en</strong> del tracto/ la tasa de ingesta) sea proporcional a M 0.25 . Dado que la síntesisde tejido digestivo es <strong>en</strong>ergéticam<strong>en</strong>te cara (McBride & Kelly 1990;Wang et al. 2001) –es decir, los animales sólo deberían recurrira sintetizar más tejido digestivo cuando la capacidad “buffer” esagotada– se espera que la <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> aum<strong>en</strong>te al disminuirel tamaño corporal. Por otro lado, los animales ectotermos de grantamaño son interesantes desde el punto de la <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong>dado que pres<strong>en</strong>tan gastos metabólicos específicos muy bajos, i.e.,son considerados sistemas de bajo flujo de <strong>en</strong>ergía (s<strong>en</strong>su Pough1980). Consecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, muchas especies son capaces de pasarlargos periodos de tiempo sin consumir alim<strong>en</strong>to, reduci<strong>en</strong>do eltracto digestivo a su mínima expresión y volviéndolo a reconstruiruna vez que una presa es capturada (Secor & Diamond 1995; Starcket al. 2004; Lignot et al. 2005). Por este motivo, algunas especies dereptiles (e.g., Phyton molurus) han sido consideradas como excel<strong>en</strong>tesmodelos animales para el estudio de la regulación fisiológica (Secor262 Cap. X. Ecología <strong>nutricional</strong> y <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> <strong>en</strong> <strong>anfibios</strong>


La <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong>263


& Diamond 1998; Anders<strong>en</strong> et al. 2005). Además, el hecho de quedistintas especies pres<strong>en</strong>t<strong>en</strong> distintas frecu<strong>en</strong>cias de alim<strong>en</strong>tación <strong>en</strong>la naturaleza constituye un experim<strong>en</strong>to natural para el estudio dela evolución de los mecanismos de regulación y reconstrucción deltracto digestivo (Secor & Diamond 2000; Secor 2005a).III.Evid<strong>en</strong>ciaexist<strong>en</strong>te paralos <strong>anfibios</strong>De acuerdo a la aproximación metodológica seguida, losfactores experim<strong>en</strong>tales evaluados y el nivel de organización al cualla respuesta <strong>digestiva</strong> fue analizada, hemos agrupado la evid<strong>en</strong>ciasobre <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> exist<strong>en</strong>te para los <strong>anfibios</strong> <strong>en</strong> la TablaX.1 (modificada de Naya & Bozinovic 2004). Dos cosas sonimportantes de resaltar al respecto. En primer lugar, con la excepciónde Bufo spinulosus, existe una car<strong>en</strong>cia importante de estudios <strong>en</strong><strong>anfibios</strong> chil<strong>en</strong>os. En segundo lugar, la evid<strong>en</strong>cia exist<strong>en</strong>te puede seragrupada <strong>en</strong> tres categorías, las cuales pasamos a describir <strong>en</strong> detallea continuación.III.1. Cambios estacionales <strong>en</strong> los atributos del tracto digestivoJuszczyk et al. (1966) analizaron la variación estacional <strong>en</strong>la masa y la histologia (i.e., la estructura de la mucosa estomacale intestinal) para cinco clases de edades y ambos sexos de Ranatemporaria. Los principales resultados de este estudio son: (1) Losinviduos exibieron una notoria variacion estacional <strong>en</strong> el desarrollodel tracto digestivo, la cual se correlaciona con el ciclo annual dealim<strong>en</strong>tación, (2) Durante el periodo de alta alim<strong>en</strong>tación las hembrasalcanzaron tamaños intestinales mayores que los machos, (3) Laregresión del tamaño del tracto comi<strong>en</strong>za antes de que empiece laestación de inactividad, lo que sugiere un control <strong>en</strong>dóg<strong>en</strong>o de loscambios del tracto digestivo. A partir de este trabajo, Naya et al.(2003) evaluaron la variación intestinal <strong>en</strong> el largo del tracto digestivo<strong>en</strong> la rana común sudamericana (Leptodactylus ocellatus). En este casotambién se <strong>en</strong>contró que dicha especie ajusta las dim<strong>en</strong>siones de susórganos digestivos fr<strong>en</strong>te a cambios estacionales relacionados con laalim<strong>en</strong>tación y la reproducción. Este trabajo también indica que losajustes realizados por las hembras son de mayor magnitud que losrealizados por los machos.264 Cap. X. Ecología <strong>nutricional</strong> y <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> <strong>en</strong> <strong>anfibios</strong>


Bufo spinolosus, foto Mariana Acuña Retamar.Texto para que el autordefina. Texto para que elautor defina. Texto paraque el autor defina. Textopara que el autor defina.Texto para que el autordefina. Texto para que elautor defina.En relación a los ajustes digestivos durante la hibernación,Geuze (1971a; b) describió los cambios histológicos de la mucosagástrica <strong>en</strong> Rana escul<strong>en</strong>ta, reportando un claro decrem<strong>en</strong>to <strong>en</strong> sudesarrollo durante el periodo de invierno. Nuevam<strong>en</strong>te, el hechode que la activación de la mucosa com<strong>en</strong>zó antes que el final dela hibernación sugirió que el control de los cambios digestivos se<strong>en</strong>contraría bajo un control <strong>en</strong>dóg<strong>en</strong>o. Posteriorm<strong>en</strong>te, se analizó lavariación <strong>en</strong> la flora bacterial que se localiza <strong>en</strong> el intestino grueso deindividuos de R. pip<strong>en</strong>s durante la hibernación. Este trabajo mostróque, tanto <strong>en</strong> la naturaleza como <strong>en</strong> el laboratorio, ocurre un clarocambio <strong>en</strong> la abundancia y <strong>en</strong> la composición de la flora intestinaldurante la hibernación (Goslling et al. 1982a). Más aun, resultadosobt<strong>en</strong>idos por los mismos autores, sugier<strong>en</strong> que el decrem<strong>en</strong>to <strong>en</strong> latemperatura, más que la aus<strong>en</strong>cia de comida, es el factor que determinalos cambios observados (Goslling et al. 1982b). En los últimos años seha evaluado el efecto de la estivación sobre la morfometría e histologíaintestinal <strong>en</strong>contrándose que largos periodos de inactividad resultan<strong>en</strong> un marcado decrem<strong>en</strong>to del desarrollo del tracto digestivo (Cramp& Franklin 2003; 2005; Cramp et al. 2005).III.2. La hipótesis de rigidez <strong>digestiva</strong> <strong>en</strong> individuos adultosToloza & Diamond (1990a; b) evaluaron los cambiosontogénicos a nivel de los transportadores de membrana y de lamorfometría intestinal <strong>en</strong> R. catesbeiana. Luego, estos autoresanalizaron la <strong>flexibilidad</strong> de ambos rasgos bajo distintos tratami<strong>en</strong>tosdietarios, <strong>en</strong>contrando que, a difer<strong>en</strong>cia de los individuos premetamórficos,los ejemplares adultos no poseían la capacidad deEvid<strong>en</strong>cia exist<strong>en</strong>te para los <strong>anfibios</strong>265


ajustar sus atributos digestivos al cambiar la calidad de la dieta.Posteriorm<strong>en</strong>te, Sabat & Bozinovic (1996), usaron estos resultadospara formular la hipótesis de rigidez <strong>digestiva</strong> <strong>en</strong> <strong>anfibios</strong> adultos,la cual pusieron a prueba <strong>en</strong> la especie chil<strong>en</strong>a Bufo spinulosus. Eneste caso se evaluó la actividad de tres <strong>en</strong>zimas <strong>digestiva</strong>s (sucrasa,maltasa y trealasa) y los resultados obt<strong>en</strong>idos fueron congru<strong>en</strong>tescon los publicados anteriorm<strong>en</strong>te, i.e., los individuos adultos fueronincapaces de modular los atributos digestivos <strong>en</strong> respuesta a cambios<strong>en</strong> la composición de la dieta.Sin embargo, reci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te se evaluó por vez primera lacapacidad de modulación <strong>en</strong>zimática fr<strong>en</strong>te a cambios dietarios<strong>en</strong> una especie de anfibio (X<strong>en</strong>opus leavis) que pres<strong>en</strong>ta una dietaomnívora (Sabat et al. 2005). De forma interesante se <strong>en</strong>contróque dicha especie si posee la capacidad de regular la actividad de laaminopeptidasa-N (la cual fue mayor <strong>en</strong> una dieta rica <strong>en</strong> proteínas),aunque no la actividad de la maltasa. Este resultado sugiere <strong>en</strong>toncesque la hipótesis de rigidez <strong>digestiva</strong> para <strong>anfibios</strong> adultos podría estarrelacionada con los hábitos tróficos de las especies estudiadas a lafecha, más que a una g<strong>en</strong>eralización válida para todo el grupo (Sabatet al. 2005).III.3. Frecu<strong>en</strong>cia de alim<strong>en</strong>tación y regulación <strong>digestiva</strong>.Probablem<strong>en</strong>te, los resultados más interesantes <strong>en</strong> cuanto ala <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> de los <strong>anfibios</strong> es la relación interespecífica<strong>en</strong>tre la frecu<strong>en</strong>cia de alim<strong>en</strong>tación <strong>en</strong> la naturaleza y la capacidad deregular los atributos digestivos. Secor (2001) analizó el increm<strong>en</strong>tofactorial <strong>en</strong> la capacidad de ingerir aminoácidos y azúcares (e.g.,L-prolina, L-leucina and D-glucosa) <strong>en</strong> siete especies de anuros,<strong>en</strong>contrando una clara relación <strong>en</strong>tre la frecu<strong>en</strong>cia de alim<strong>en</strong>tación<strong>en</strong> la naturaleza y la capacidad de modulación <strong>digestiva</strong>. De formasimilar cuando se estudió el efecto del ayuno sobre la morfometría yla histología <strong>digestiva</strong> de cuatro especies que estivan y cuatro que nolo hac<strong>en</strong>, se observó que las primeras ti<strong>en</strong><strong>en</strong> la capacidad de regularlos atributos <strong>en</strong> el corto plazo de forma mucho más notoria que lassegundas (Secor 2005b). Todos estos resultados son congru<strong>en</strong>tescon los obt<strong>en</strong>idos para distintas especies de reptiles (e.g., Secor &Diamond 2000; Secor 2001) y sugier<strong>en</strong> que los <strong>anfibios</strong> pued<strong>en</strong>repres<strong>en</strong>tar un modelo interesante de regulación <strong>digestiva</strong> (ver Secor& Diamond 1998).266 Cap. X. Ecología <strong>nutricional</strong> y <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> <strong>en</strong> <strong>anfibios</strong>


En esta sección se pres<strong>en</strong>tan los resultados de trabajosrefer<strong>en</strong>tes a la <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> del sapo de los Andes (Bufospinulosus). En particular, se int<strong>en</strong>ta mostrar cómo esta especiechil<strong>en</strong>a ha servido de modelo para poner a prueba distintashipotésis g<strong>en</strong>erales sobre <strong>flexibilidad</strong> fisiológica <strong>en</strong> <strong>anfibios</strong>.IV.El Sapo deLos Andes comocaso de estudioIV.1. ¿Rigidez o <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong>?Reci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, se utilizaron ejemplares de Bufo spinulosuspara poner a prueba las hipótesis de variación estacional y de rigidez<strong>digestiva</strong> <strong>en</strong> <strong>anfibios</strong> (Naya et al. 2005). En este trabajo se evalúola respuesta fr<strong>en</strong>te a cambios <strong>en</strong> la cantidad (ayuno vs. alim<strong>en</strong>to adlibitum) y la calidad del alim<strong>en</strong>to disponible (una dieta rica <strong>en</strong> proteínavs. una rica <strong>en</strong> carbohidratos) sobre la morfología <strong>digestiva</strong> (el largoy la masa de los órganos) y la actividad de dos <strong>en</strong>zimas <strong>digestiva</strong>s (lamaltasa y la aminopeptidasa-N). Con este diseño se pudo evaluar larelación <strong>en</strong>tre dos hipótesis previam<strong>en</strong>te aceptadas y que aparecíanpoco congru<strong>en</strong>tes <strong>en</strong>tre ellas. Específicam<strong>en</strong>te se planteó que:(1) Si los cambios estacionales <strong>en</strong> las dim<strong>en</strong>siones del tractodigestivo son producto de la cantidad de alim<strong>en</strong>to consumido,<strong>en</strong>tonces, debería ocurrir un increm<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el tamaño del tractodigestivo <strong>en</strong> los grupos con mayor cantidad de alim<strong>en</strong>to disponible(hipótesis de cambios estacionales);(2) Si los <strong>anfibios</strong> adultos no son capaces de regular la actividadde las <strong>en</strong>zimas <strong>digestiva</strong>s al cambiar la composición del alim<strong>en</strong>to,<strong>en</strong>tonces, no debería haber difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> la actividad <strong>en</strong>zimáticacuando los individuos se alim<strong>en</strong>tan con distintas dietas (hipótesisde rigidez <strong>digestiva</strong>).Los resultados obt<strong>en</strong>idos fueron congru<strong>en</strong>tes con ambashipótesis, <strong>en</strong>contrándose que la morfometría gruesa del tractodigestivo fue afectada por la cantidad de alim<strong>en</strong>to disponible, perono por la calidad del mismo, mi<strong>en</strong>tras que la actividad <strong>en</strong>zimáticano fue afectada ni por la calidad ni por la cantidad de alim<strong>en</strong>to. Elhecho de que la actividad <strong>en</strong>zimática no haya sido afectada por lacantidad de alim<strong>en</strong>to mi<strong>en</strong>tras que la morfometría sí, sugiere quela atrofia del intestino no está asociada a una degradación de lasvellocidades. Este resultado, que fue previam<strong>en</strong>te demostrado paraotros grupos taxonomicos (Secor & Diamond 1995; Karasov et al.2004), indica que los individuos pued<strong>en</strong> reducir los costos asociadosa la mant<strong>en</strong>ción del tejido digestivo, mant<strong>en</strong>iéndo cierta capacidadEl Sapo de Los Andes como caso de estudio267


para degradar y absorver alim<strong>en</strong>to de pres<strong>en</strong>tarse la ocación. Por otraparte, se <strong>en</strong>contró una correlación positiva <strong>en</strong>tre la actividad de lasdos <strong>en</strong>zimas <strong>digestiva</strong>s estudiadas, una implicada <strong>en</strong> la degradaciónde azúcares y la otra <strong>en</strong> la degradación de aminoácidos (Figura 1A).Este resultado, que también ha sido reportado para otros grupostaxonomicos –e.g., aves (Sabat et al. 1998), mamíferos (Naya et al.,manuscrito <strong>en</strong> revisión)– a la fecha no ti<strong>en</strong>e una explicación clara.Probablem<strong>en</strong>te, la correlación positiva sea una consecu<strong>en</strong>cia de la propiafalta de modulación <strong>en</strong>zimática. Es decir, al mom<strong>en</strong>to del sacrificiode los animales existe una variación aleatorea <strong>en</strong>tre individuos <strong>en</strong> eldesarrollo de los <strong>en</strong>terocitos, y este desarrollo difer<strong>en</strong>cial determinasimultáneam<strong>en</strong>te el nivel de las <strong>en</strong>zimas <strong>digestiva</strong>s. Por el contrario,cuando ocurre una modulación <strong>en</strong>zimática específica la producciónde la <strong>en</strong>zima que es regulada se hace indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te de la producciónde otras <strong>en</strong>zimas, y esto determina la aus<strong>en</strong>cia de correlación <strong>en</strong>tresus actividades (Figura 1B). Finalm<strong>en</strong>te, cabe m<strong>en</strong>cionar que datosFigura X.1.A. Correlación <strong>en</strong>tre la actividad específica de la maltasa y la aminopeptidasa-N (r =0.49, P = 0.01) para ejemplares de Bufo spinulosus consumi<strong>en</strong>do distintas cantidades y calidades de alim<strong>en</strong>to(modificado de Naya et al. 2005). (B) Repres<strong>en</strong>tación gráfica de una posible explicación para la correlación<strong>en</strong>tre la actividad de ambas <strong>en</strong>zimas. En aus<strong>en</strong>cia de modulación ezimatica (caso 1) la variación <strong>en</strong>treindividuos <strong>en</strong> el desarrollo de las vellosidades al mom<strong>en</strong>to del sacrificio de los mismos determina la cantidadde ambas <strong>en</strong>zimas, lo que resulta <strong>en</strong> una correlación positiva <strong>en</strong>tre la actividad de estas. Por el contrario,cuando ocurre modulación <strong>en</strong>zimática (Caso 2) la regulación de una <strong>en</strong>zima (<strong>en</strong> el ejemplo la <strong>en</strong>zima B) sehace indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te de la producción de otras <strong>en</strong>zimas <strong>digestiva</strong>s, lo que lleva a una perdida de la correlación<strong>en</strong>tre sus actividades.268 Cap. X. Ecología <strong>nutricional</strong> y <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> <strong>en</strong> <strong>anfibios</strong>


preliminares para ejemplares de Bufo spinulosus prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes de unapoblación de altura (localidad de Farellones, 33° 30’ S, 70° 25’ W;2.800 metros sobre el nivel del mar) que hiberna durante varios meses,indican que la regulación <strong>en</strong> la morfometría <strong>digestiva</strong> reportada <strong>en</strong> ellaboratorio ocurriría también <strong>en</strong> la naturaleza (Naya, D.E., C. Veloso& F. Bozinovic, datos no publicados).IV.2. Variación interpoblacional <strong>en</strong> los atributos digestivos.Uno de los puntos para los cuales existe muy poca informaciónpara la <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong>, y para la <strong>flexibilidad</strong> fisiológica <strong>en</strong>g<strong>en</strong>eral, es el análisis de la variación <strong>en</strong>tre poblacionales de una mismaespecie. En este s<strong>en</strong>tido, la fisiología ha considerado históricam<strong>en</strong>te aVariación interpoblacional <strong>en</strong> los atributos digestivos269


la especie como el nivel fundam<strong>en</strong>tal de análisis (B<strong>en</strong>nett 1987). Sinembargo, es claro que <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der la variabilidad <strong>en</strong>tre poblaciones es devital importancia para compr<strong>en</strong>der la diversidad y evolucion de losrasgos fisiológicos.Las poblaciones de Bufo spinulosus que habitan el norte deChile constituy<strong>en</strong> un modelo ideal para investigar la variabilidad<strong>en</strong>tre poblaciones <strong>en</strong> los rasgos digestivos. Esto se debe a quedistintas poblaciones que habitan ambi<strong>en</strong>tes contrastantes d<strong>en</strong>trode una misma región pres<strong>en</strong>tan dietas muy difer<strong>en</strong>tes. Valiéndosede estas circunstancias, Núñez et al. (1982) analizaron los atributosdigestivos de individuos adultos prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes de la localidad de ElTatio, que consum<strong>en</strong> principlam<strong>en</strong>te algas cianofitas, y de individuosadultos prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes de las poblaciones de San Pedro de Atacama,los cuales consum<strong>en</strong> principalm<strong>en</strong>te artrópodos. Como era esperablede acuerdo a la teoría de digestión se <strong>en</strong>contraron mayores largosintestintales para los individuos de El Tatio que para los de San Pedrode Atacama. En la misma dirección, Naya (2006) comparó los largosdel tracto digestivo de indiviudous prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes de la poblacioncostera de Azapa, los cuales consum<strong>en</strong> un alto porc<strong>en</strong>taje de materialvegetal (Val<strong>en</strong>cia et al. 1982), contra individuos de poblaciones dealtura como Putre y Parinacota. Nuevam<strong>en</strong>te, los resultados obt<strong>en</strong>idosfueron congru<strong>en</strong>tes con lo predicho por la teoría de digestión, esdecir, los indiviuos prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes de Azapa pres<strong>en</strong>taron mayoreslargos intestinales que los prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes de las poblaciones de Putre yParinacota (Naya 2006).IV.3. ¿Flexibilidad f<strong>en</strong>otípica o adaptaciones locales?Como ya se ha m<strong>en</strong>cionado Bufo spinulosus pres<strong>en</strong>ta: (1) Lacapacidad de regular las dim<strong>en</strong>siones del tracto digestivo de acuerdoa la cantidad de alim<strong>en</strong>to ingerido, y (2) Los individuos prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tesde poblaciones donde ocurre un alto consumo de material vegetalti<strong>en</strong><strong>en</strong> largos intestinales mayores que individuos de poblacionesque consum<strong>en</strong> mayoritariam<strong>en</strong>te presas animales. Una preguntainteresante es si estas difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>tre poblaciones son totalm<strong>en</strong>teexplicadas por la <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> o se deb<strong>en</strong> más bi<strong>en</strong> aprocesos de adaptación local de las distintas poblaciones. A favor dela primera idea hay dos líneas de evid<strong>en</strong>cia. Por un lado, estudiossobre la difer<strong>en</strong>ciación g<strong>en</strong>ética <strong>en</strong>tre las poblaciones del norte deChile sugier<strong>en</strong> que hay una baja difer<strong>en</strong>ciación g<strong>en</strong>ética <strong>en</strong>tre lasmismas (M<strong>en</strong>dez et al. 2004). Por otro lado, el patrón de <strong>flexibilidad</strong>270 Cap. X. Ecología <strong>nutricional</strong> y <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> <strong>en</strong> <strong>anfibios</strong>


demostrado experim<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te es congru<strong>en</strong>te con las difer<strong>en</strong>ciasmorfométricas <strong>en</strong>tre las poblaciones (Naya et al. 2005). Es decir, laspoblaciones que consum<strong>en</strong> alim<strong>en</strong>to de m<strong>en</strong>or calidad probablem<strong>en</strong>tedeban comp<strong>en</strong>sar esta defici<strong>en</strong>cia ingeri<strong>en</strong>do mayor cantidad dealim<strong>en</strong>to, factor que puede determinar un increm<strong>en</strong>to del tamañointestinal. Sin embargo, cuando se hace un analisis cuantitativo delos datos disponibles la evid<strong>en</strong>cia a favor de la <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong>se hace débil. Esto se debe a que la relación <strong>en</strong>tre el largo intestinal yel largo corporal, al modificarse experim<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te la dieta, varía tansólo <strong>en</strong>tre 1,36 (<strong>en</strong> la dieta de alta proteína) y 1,46 (<strong>en</strong> la dieta de altocarbohidratos; Naya et al. 2005). Dado que este rango de variación esmucho más estrecho que el <strong>en</strong>contrado <strong>en</strong> el análisis interpoblacional(por ejemplo, de 1,22 <strong>en</strong> Parinacota versus 1,51 <strong>en</strong> Azapa; Naya 2006),parecería ser que gran parte de las difer<strong>en</strong>cias <strong>en</strong>tre poblaciones sondebidas a procesos de adaptación local a la dieta.El uso de los <strong>anfibios</strong> <strong>en</strong> el estudio de problemas fisiológicospredata la fundación de la fisiología moderna. Sólo a manera deejemplo se puede m<strong>en</strong>cionar que Marcello Malpighi <strong>en</strong> el siglo XVIIestudió la función r<strong>en</strong>al tomando estos organismos como modeloanimal. Más aún, durante el siglo pasado los <strong>anfibios</strong> se constituyeron<strong>en</strong> un grupo taxonómico estándar para el estudio de diversos procesosbiológicos (Feder 1992). Desde la perspectiva de la fisiologíadigestive, los <strong>anfibios</strong> pose<strong>en</strong> ciertas características que los conviert<strong>en</strong><strong>en</strong> un grupo muy interesante, como ser organismos de bajo flujo de<strong>en</strong>ergía y altas efici<strong>en</strong>cias de conversion (Pough 1980). Sin embargo,la mayor parte del conocimi<strong>en</strong>to actual sobre la <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong>no incluye a los <strong>anfibios</strong>. Apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, esta t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia parece estarcambiando ya que <strong>en</strong> lo que va de la pres<strong>en</strong>te década ha ocurridoun notable desarrollo del conocimi<strong>en</strong>to de la <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong>de pequeños vertebrados ectotermos. De hecho más de un tercio detodos los artículos exist<strong>en</strong>tes sobre el tema <strong>en</strong> pequeños reptiles y<strong>anfibios</strong> han sido publicados <strong>en</strong> los últimos cinco años (Naya 2006).En cuanto al cont<strong>en</strong>ido de estos trabajos se pued<strong>en</strong> distinguir trescuerpos principales de evid<strong>en</strong>cia (Naya & Bozinovic 2004). Primero,el estudio observacional de la <strong>flexibilidad</strong> de los atributos digestivosindica que los <strong>anfibios</strong> ti<strong>en</strong>e la capacidad de ajustar dichos rasgos <strong>en</strong>una base estacional. Esto es esperable ya que las especies estudiadashabitan zonas templadas donde ocurre una marcada estacionalidad<strong>en</strong> las variables bióticas y abióticas. Segundo, para la mayoría de lasV.ConclusionesConclusiones271


especies estudiadas no parece haber una modulación dietaria de losatributos digestivos. Esto también es esperable ya que la mayoríade los <strong>anfibios</strong> adultos pres<strong>en</strong>tan rangos pequeños de variación <strong>en</strong>la calidad de la dieta naturalm<strong>en</strong>te consumida. Más aun, cuando seevaluó una especie con una dieta relativam<strong>en</strong>te diversificada (X<strong>en</strong>opusleavis) se econtró que los individuos modificaron la actividad de<strong>en</strong>zimas <strong>digestiva</strong>s al cambiar la calidad de la dieta. Tercero, existeuna correlación <strong>en</strong>tre la frecu<strong>en</strong>cia de alim<strong>en</strong>tación <strong>en</strong> la naturalezay la capacidad de regulación <strong>digestiva</strong>, de forma tal que las especiesque pued<strong>en</strong> soportar largos periodos de inactividad (meses) sinforrajear pres<strong>en</strong>tan una <strong>flexibilidad</strong> mayor que las especies que sealim<strong>en</strong>tan frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te. En conclusión, los resultados sobre la<strong>flexibilidad</strong> fisiológica para los <strong>anfibios</strong> son –al ser interpretadosconjuntam<strong>en</strong>te con información sobre la historia natural de estasespecies– <strong>en</strong>teram<strong>en</strong>te congru<strong>en</strong>tes con lo propuesto por la teoría dedigestion (s<strong>en</strong>su Sibly 1981).VI.Direccionesa futuroPara finalizar este trabajo se desea puntualizar algunasdirecciones futuras que serían interesantes de considerar: (1) La ideade que los cambios estacionales <strong>en</strong> los atributos digestivos estaríabajo control <strong>en</strong>dóg<strong>en</strong>o es apoyada únicam<strong>en</strong>te por algunas evid<strong>en</strong>ciascircunstanciales. Por tanto, experim<strong>en</strong>tos que permitan separar lascondiciones naturales de las experim<strong>en</strong>tales son necesarios paravalidar esta hipótesis. (2) Algunos trabajos desarrollados <strong>en</strong> mamíferossugier<strong>en</strong> que los organismos ajustan sus atributos digestivos desdelos niveles <strong>en</strong>ergéticam<strong>en</strong>te más económicos a los <strong>en</strong>ergéticam<strong>en</strong>temás caros (Derting & Bogue 1993; Nagy & Negus 1993; Naya et al.2005). Sería interesante, <strong>en</strong>tonces, realizar experim<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> <strong>anfibios</strong>para evaluar la respuesta <strong>digestiva</strong> a distintos niveles de organizaciónfr<strong>en</strong>te a cambios <strong>en</strong> un factor cuya int<strong>en</strong>sidad pueda ser modulada(i.e., permita g<strong>en</strong>erar un gradi<strong>en</strong>te). (3) A pesar de que la diversidadtrófica de los <strong>anfibios</strong> puede considerarse baja, algunas especies seescapan a este patrón provey<strong>en</strong>do un sustrato interesante para ponera prueba la hipótesis de modulación dietaria. Más aun, a futuro seríainteresante ver el rol de ciertos compon<strong>en</strong>tes específicos de la dieta(e.g., la quitina) sobre los atributos digestivos; (4) Históricam<strong>en</strong>tela <strong>flexibilidad</strong> <strong>en</strong> rasgos pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>te a distintos niveles f<strong>en</strong>otípicos– e.g., morfología, fisiología, comportami<strong>en</strong>to, historia de vida – hasido estudiada de forma bastante aislada (Miner et al. 2005; Naya &Bozinovic 2006). Por tanto, a futuro sería muy interesante estudiar272 Cap. X. Ecología <strong>nutricional</strong> y <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> <strong>en</strong> <strong>anfibios</strong>


como la <strong>flexibilidad</strong> a nivel digestivo se relaciona con la flexbilidad <strong>en</strong>otros sistemas, lo que permita avanzar nuestro <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to sobrelos procesos de integración f<strong>en</strong>otípica (ver recuadro 2). (5) Como yahemos m<strong>en</strong>cionado, las poblaciones de Bufo spinulosus que habitan elnorte de Chile, junto con poblaciones de otras especies, constituy<strong>en</strong>un modelo ideal para el estudio de la variabilidad <strong>en</strong>tre poblaciones <strong>en</strong>los rasgos digestivos. A futuro sería interesante realizar experim<strong>en</strong>tosde jardín común donde individuos de las distintas poblaciones seanestudiados <strong>en</strong> dos o más ambi<strong>en</strong>tes fijos (e.g., dietas de distintacalidad).La clase de los Anfibios exhibe una extraordinaria diversidadbiológica, habi<strong>en</strong>do persistido a los desafíos ambi<strong>en</strong>tales de nuestroplaneta durante millones de años (Feder 1992). El reconocimi<strong>en</strong>toreci<strong>en</strong>te de ciertos f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os relacionados con la ecología de estegrupo, como ser su rol pívot <strong>en</strong>tre las comunidades terrestres yacuáticas (Duellman & Trueb 1994; Stebbins & Coh<strong>en</strong> 1995) o elf<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de decaimi<strong>en</strong>to global de las poblaciones (Wake 1991;Alford & Richards 1999) ha elevado el interes de investigar a estosorganismos. Aquí se propone que la fisiología ecológica y evolutivapodría <strong>en</strong>riquecerse <strong>en</strong> gran manera con el estudio de la <strong>flexibilidad</strong>f<strong>en</strong>otípica <strong>en</strong> los <strong>anfibios</strong>.Agradecimi<strong>en</strong>tosFinanciado por DIPUC-FCB (P. Universidad Católicade Chile) y CONICYT (Chile) a DEN y FONDAP 1501-0001(Programa 1) a FB y PS. DEN dedica este trabajo a Rodrigo VargasAnido y <strong>en</strong> él a todos aquellos, que sin saberlo, sigu<strong>en</strong> la ética de lavirtud aristotélica.Direcciones a futuro273


Recuadro 1:Plasticidady <strong>flexibilidad</strong>f<strong>en</strong>otípicaLa plasticidad f<strong>en</strong>otípica si bi<strong>en</strong> constituye un tópicomuy antiguo <strong>en</strong> biología, ha sido largam<strong>en</strong>te ignorado hasta hacerelativam<strong>en</strong>te poco tiempo (Pigliucci & Preston 2004). Woltereck (1909)fue el primero <strong>en</strong> hacer refer<strong>en</strong>cia a este concepto al analizar cómo elf<strong>en</strong>otipo de distintas especies de copépodos era afectado por cambios <strong>en</strong>las condiciones ambi<strong>en</strong>tales (e.g., cantidad de nutri<strong>en</strong>tes). Sin embargo,los dos investigadores más influy<strong>en</strong>tes sobre la visión actual del conceptofueron Ivan I. Schmalhaus<strong>en</strong> y Anthony D. Bradshaw. El primeroestableció que la plasticidad sería favorable bajo condiciones ambi<strong>en</strong>talesheterogéneas y que el objeto c<strong>en</strong>tral de la selección natural son las normasde reacción (Schmalhaus<strong>en</strong> 1949). El segundo postuló que la plasticidades un carácter <strong>en</strong> sí mismo, g<strong>en</strong>éticam<strong>en</strong>te controlado (i.e., que puedeevolucionar indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te de otros aspectos del f<strong>en</strong>otipo) y que laplasticidad no es una propiedad de un g<strong>en</strong>otipo <strong>en</strong>tero, sino que debe serconsiderada <strong>en</strong> refer<strong>en</strong>cia a un ambi<strong>en</strong>te y rasgos específicos (Bradshaw1965). A finales de los años 60 y particularm<strong>en</strong>te a partir de mediados delos años 80 el estudio de la plasticidad pasó a constituir una pieza c<strong>en</strong>tral<strong>en</strong> biología del desarrollo, g<strong>en</strong>ética, ecología y evolución. De acuerdocon Pigliucci & Preston (2004) la larga gestación que tuvo el conceptode plasticidad f<strong>en</strong>otípica se debe a que éste concierne con aspectoscomplejos de los organismos y por tanto, aun los primeros pasos para su<strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to requirieron de un sofisticado conjunto de herrami<strong>en</strong>tasconceptuales y analíticas.La plasticidad f<strong>en</strong>otípica se define de forma amplia como lapropiedad de un g<strong>en</strong>otipo de producir difer<strong>en</strong>tes f<strong>en</strong>otipos <strong>en</strong> respuesta acambios <strong>en</strong> las condiciones ambi<strong>en</strong>tales (Schmalhaus<strong>en</strong> 1949; Bradshaw1965). La forma más común de repres<strong>en</strong>tar la plasticidad es a través de unanorma de reacción, es decir, a través de una función g<strong>en</strong>otipo-específicaque relaciona cada f<strong>en</strong>otipo con el ambi<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el cual se produce(Figura R1-1). En otras palabras, una norma de reacción es la trayectoriadesarrollada por un g<strong>en</strong>otipo <strong>en</strong> el espacio ambi<strong>en</strong>te-f<strong>en</strong>otipo, mi<strong>en</strong>trasque la plasticidad es la desviación de dicha trayectoria con respecto a unarecta de p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te cero. Reci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, se ha sugerido el uso del término<strong>flexibilidad</strong> f<strong>en</strong>otípica para referirse a toda variación reversible <strong>en</strong> elf<strong>en</strong>otipo de un individuo que es iniciada por cambios ambi<strong>en</strong>tales (Piersma& Dr<strong>en</strong>t 2003). De esta forma, se difer<strong>en</strong>cia la <strong>flexibilidad</strong> f<strong>en</strong>otípicade otros f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os históricam<strong>en</strong>te incluidos d<strong>en</strong>tro del concepto deplasticidad f<strong>en</strong>otípica, como por ejemplo la plasticidad del desarrollo(i.e., cambios irreversibles que resultan como consecu<strong>en</strong>cia de variaciones<strong>en</strong> el ambi<strong>en</strong>te de desarrollo) y los polif<strong>en</strong>ismos (i.e., producción de unasecu<strong>en</strong>cia de g<strong>en</strong>eraciones con difer<strong>en</strong>tes f<strong>en</strong>otipos discretos).274 Cap. X. Ecología <strong>nutricional</strong> y <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> <strong>en</strong> <strong>anfibios</strong>


A pesar del rol c<strong>en</strong>tral de la <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> para<strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tar cambios <strong>en</strong> las condiciones ambi<strong>en</strong>tales, los organismospued<strong>en</strong> realizar ajustes <strong>en</strong> muchos otros rasgos (conducta, anatomíay fisiología de otros sistemas, etc) al cambiar el ambi<strong>en</strong>te. Una formas<strong>en</strong>cilla de repres<strong>en</strong>tar la interacción <strong>en</strong>tre estos ajustes es a travésdel “modelo del barril” (Wi<strong>en</strong>er 1992), el cual ilustra de formagráfica los procesos de <strong>en</strong>trada y salida de <strong>en</strong>ergía a un organismo(Figura R2-1). En este modelo un organismo es repres<strong>en</strong>tado por unbarril, el cual pres<strong>en</strong>ta: (1) Una serie de <strong>en</strong>tradas –forrajeo, digestión,absorción– repres<strong>en</strong>tadas por una serie de embudos dispuestos <strong>en</strong>serie, (2) Una serie de salidas –mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to, trabajo externo,síntesis de tejido– repres<strong>en</strong>tadas por una serie de llaves dispuestas<strong>en</strong> paralelo y (3) Una reserva repres<strong>en</strong>tada por una cantidad de fluidod<strong>en</strong>tro del barril. Cuando las condiciones ambi<strong>en</strong>tales cambian losorganismos puede responder modificando el tamaños de los embudos(e.g., forrajear más, increm<strong>en</strong>tar el tamaño del tracto digestivo), laabertura de las llaves (e.g., disminuir la actividad, el crecimi<strong>en</strong>to, o lainversión reproductiva), o simplem<strong>en</strong>te usando el fluido almac<strong>en</strong>ado(e.g., usar las reservas corporales).Recuadro 2:Integraciónf<strong>en</strong>otípicaA pesar de la s<strong>en</strong>cillez conceptual del modelo de Weiner(1992), el balance <strong>en</strong>ergético de un organismo dep<strong>en</strong>de de una grancantidad de vías intercorrelacionadas. Esta complejidad dificulta <strong>en</strong>gran manera el <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to proximal de cómo los organismosajustan sus <strong>en</strong>tradas y salidas de <strong>en</strong>ergía fr<strong>en</strong>te a cambios <strong>en</strong> lasRecuadro 2: Integración f<strong>en</strong>otípica275


condiciones ambi<strong>en</strong>tales. Además, debe considerarse que cadauno de estos ajustes f<strong>en</strong>otípicos que afectan el balance <strong>en</strong>ergéticoocurre d<strong>en</strong>tro de una v<strong>en</strong>tana temporal propia. Por ejemplo, sóloconsiderando los ajustes digestivos con demostrada implicancia <strong>en</strong>el metabolismo <strong>en</strong>ergético de un organismo se pued<strong>en</strong> id<strong>en</strong>tificarprocesos a corto plazo (e.g., degradación mecánica del alim<strong>en</strong>to ysecreción de <strong>en</strong>zimas;), mediano plazo (e.g., síntesis de proteínas dedetoxificación y reparación de tejido) y largo plazo (e.g., síntesis d<strong>en</strong>uevo tejido digestivo).La principal consecu<strong>en</strong>cia de la complejidad m<strong>en</strong>cionada<strong>en</strong> el párrafo anterior, ha sido una falta de trabajos que evalú<strong>en</strong> lospasos intermedios que conectan cambios <strong>en</strong> los factores externoscon la adecuación biológica de los organismos. En este s<strong>en</strong>tido,diversos autores han planteado que si bi<strong>en</strong> tanto los procesosfisiológicos subyac<strong>en</strong>tes a la asignación de <strong>en</strong>ergía (e.g., utilizaciónde distintas dietas), como los resultados de esta asignación sobre losrasgos de historia de vida (e.g., compromisos <strong>en</strong>tre rasgos) han sidoext<strong>en</strong>sivam<strong>en</strong>te estudiados, ambos procesos han sido consideradosg<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te de forma separada (Figura R2-2). Sin embargo, cabem<strong>en</strong>cionar que esta división ha empezado a disminuir <strong>en</strong> los últimosaños (ver Naya et al., 2007). El reconocimi<strong>en</strong>to de la importancia delos procesos de integración f<strong>en</strong>otípica para <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der la ecología deorganismos (y sus consecu<strong>en</strong>cias a escalas mayores), así como la propia276 Cap. X. Ecología <strong>nutricional</strong> y <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> <strong>en</strong> <strong>anfibios</strong>


evolución f<strong>en</strong>otípica, ha determinado que esta área de investigaciónadquiera un papel c<strong>en</strong>tral <strong>en</strong> ecología y evolución (Pigliucci & Preston2004)Recuadro 2: Integración f<strong>en</strong>otípica277


Refer<strong>en</strong>ciasAlford RA, Richards SJ (1999) Global amphibian declines: a problem in appliedecology. Annual Review of Ecology and Systematics 30: 133 - 165Anders<strong>en</strong>, J.B., Rourke, B.C., Caiozzo, V.J., B<strong>en</strong>nett, A.F. & Hicks, J.W. 2005.Postprandial cardiac hypertrophy in pythons. Nature 434: 37-38.Belovsky, G. E. 1978. Diet optimization in a g<strong>en</strong>eralist herbivore: the moose. TheoreticalPopulation Biology 14: 105-134.B<strong>en</strong>nett, A. F. 1987. Interindividual variability: An underutilized resource. pp. 147-169. In:New Directions in Ecological Physiology (M.E. Feder, A. F. B<strong>en</strong>nett, R.B. Huey, and W.Burggr<strong>en</strong> , eds.). Cambridge Univ. Press, New YorkBhattacharyya SK, Caki KK, Misra KK (2002) Effect of thyroxine on some diegestive<strong>en</strong>zymes of the adult male toad, Bufo melanostictus. Folia Biologica (Krakow) 50: 83-90Birdsey, G.M., Lewin, J., Holbrook, J.D., Simpson, V.R., Cunningham, A.A.& Danpure, C.J. 2005. A comparative analysis of the evolutionary relationship betwe<strong>en</strong>diet and <strong>en</strong>zyme targeting in bats, marsupials and other mammals. Proceedings of theRoyal Society B 272: 833-840.Boggs, C.L. 1992. Resource allocation: exploring connections betwe<strong>en</strong> foraging and life history.Functional Ecology 6: 508-518.Bradshaw, A.D. 1965. Evolutionary significance of ph<strong>en</strong>otypic plasticity in plants. Advancesin G<strong>en</strong>etics 13: 115-155.Churchill T.A. & Storey K.B. (1994) Effects of dehydration on organ metabolismin the frog Pseudacris crucifer –hyperglycemic response to dehydration mimicfreezing-induced cryoportectant production. Journal of Comparative Physiology B164: 492-498.Cochran, P.A. 1987. Optimal digestion in a batch-reactor gut: the analogy to partial preyconsumption. Oikos 50: 268-270.Cramp, R.L. & C.E. Franklin. 2003. Is re-feeding effici<strong>en</strong>cy compromise by prolongedstarvation during aestivation in the gre<strong>en</strong> striped burrowing frog, Cyclorana alboguttata?Journal of Experim<strong>en</strong>tal Zoology 300A: 126-132.Cramp, R.L. & C.E. Franklin. 2005. Arousal and re-feeding rapidly restores digestivetract morphology following aestivation in gre<strong>en</strong>-striped burrowing frogs. ComparativeBiochemistry and Physiology 142: 451-460.Cramp, R.L., C.E. Franklin & E.A. Meyer. 2005. The impact of prolonged fastingduring aestivation on the structure of the small intestine in the gree-striped burrowingfrog, Cyclorana alboguttata. Acta Zoologica (Stockholm) 86: 13-24.278 Cap. X. Ecología <strong>nutricional</strong> y <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> <strong>en</strong> <strong>anfibios</strong>


Derting, T.L. & Bogue, B.A. 1993. Responses of the gut to moderate <strong>en</strong>ergy demands in asmall herbivore (Microtus p<strong>en</strong>nsylvanicus). Journal of Mammalogy 74: 59-68.Duellman WE, Trueb L (1994) Biology of Amphibians. Baltimore: Johns HopkinsUniversity Press.Dykstra CR, Karasov WH (1992). Changes in gut structure and function of house wr<strong>en</strong>s(Troglodytes aedon) in response to increased <strong>en</strong>ergy demands. Physiological Zoology 65:422-442.Feder ME (1992) A perspective on <strong>en</strong>vironm<strong>en</strong>tal physiology of the Amphibians. In: Federand Burggr<strong>en</strong> (eds) Environm<strong>en</strong>tal Physiology of the Amphibians. Chicago and London:University of Chicago Press. pp: 1-6.Geuze JJ (1971a) Light and electron microscope observations on the gastric mucosa of the frog(Rana escul<strong>en</strong>ta): I. Normal structure. Zeitschrift fur Zellforschung 117: 87-102.Geuze JJ (1971b) Light and electron microscope observations on the gastric mucosa of thefrog (Rana escul<strong>en</strong>ta): II. Structural alternations during hibernation. Zeitschrift furZellforschung 117: 103-117.Goslling J, Loesche WJ, Nace GW (1982a) Large intestine bacterial flora ofnonhibernating and hibernating leopard frogs (Rana pip<strong>en</strong>s). Applied and Environm<strong>en</strong>talMicrobiology 44: 59-66.Goslling J, Loesche WJ, Nace GW (1982b) Response of intestinal flora of laboratoryrearedleopard frogs (Rana pip<strong>en</strong>s) to cold and fasting. Applied and Environm<strong>en</strong>talMicrobiology 44: 67-71.Gre<strong>en</strong> DA, Millar JS (1987). Changes in gut dim<strong>en</strong>sions and capacity of Peromyscusmaniculatus relative to diet quality and <strong>en</strong>ergy needs. Canadian Journal of Zoology 65:2159-2162.Gross JE, Wang Z, Wunder BA (1985). Effects of food quality and <strong>en</strong>ergy needs: changesin gut morphology and capacity of Microtus ochrogaster. Journal of Mammalogy 66: 661-667.Hume, I.D. 1989. Optimal digestive strategies in mammalian herbivore. Physiological Zoology62: 1145-1163.Juszczyk, W., Obrzut, K. & Zamachowski, W. 1966. Morphological changes inthe alim<strong>en</strong>tary canal of the common frog (Rana temporaria L.) in the annual cycle. ActaBiologica Cracovi<strong>en</strong>sia (Series: Zoologia) IX: 239-246.Karasov, W.H. 1990. Digestión in birds: Chemical and physiological determinants andecological implications. Pp. 391-415 in M. L. Morrison, C. J. Ralph, J. Verner, and J. R. Jehl,eds. Avian Foraging: Theory, Methodology, and Applications. Studies in Avian Biology No.13, Cooper Ornithological Society, Kansas.Refer<strong>en</strong>cias279


Karasov, W. H. and Diamond, J.M. (1983). Adaptive regulation of sugar and amino acidtransport by vertebrate intestine. American Journal of Physiology 245: G443-G462.Karasov, W. H., Pinshow, B., Starck, J. M., Afik, D. 2004. Anatomical and histologicalchanges in the alim<strong>en</strong>tary tract of migrating blackcaps (Sylvia atricapilla): a comparisonamong fed, fasted, food-restricted, and refed birds. Physiological and Biochemical Zoology77: 149–160.K<strong>en</strong>ward, R.E. & Sibly, R.M. 1977. A woodpigeon (Columba palumbus) feeding prefer<strong>en</strong>ceexplained by a digestive bottle-neck. Journal of Applied Ecology 14: 815-826.K<strong>en</strong>ward, R.E. & Sibly, R.M. 1978. Woodpigeon feeding behaviour at brassica sites. AnimalBehavior 26: 778-790.Konarzewski M, Diamond J (1994). Peak sustained metabolic rate and its individualvariation in cold-stressed mice. Physiological Zoology 67: 1186-1212.Lignot, J.H., Helmstetter, C. & Secor, S.M. 2005. Postprandial morphologicalresponse of the intestinal epithelium of the Burmese python (Python molurus). ComparativeBiochemistry and Physiology 141A: 280-291.Loeb SC, Schwab RG, Demm<strong>en</strong>t MW (1991). Responses of pocket ghophers (Thomomysbottae) to changes in diet quality. Oecologia 86: 542-551.Lopez-Calleja MV, Bozinovic F, Martínez del Río C (1997). Effects of sugarconc<strong>en</strong>tration on hummingbird feeding and <strong>en</strong>ergy use. Comparative and BiochemicalPhysiology 118A: 1291-1299.Mangione, A.M. & Bozinovic, F. 2003. Ecología <strong>nutricional</strong> y estrategias de digestión:compromisos <strong>en</strong>tre obt<strong>en</strong>ción de <strong>en</strong>ergía y eliminación de toxinas. In: Fisiología Ecológica yEvolutiva (ed. F. Bozinovic). Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile.Martínez del Río, C., Cork, S.J., & Karasov, W.H. 1994. Modelling gut function: anintroduction. In: The digestive system in mammals (eds. Chivers and Langer). CambridgeUniversity Press, Cambridge.McBride, B.W. & Kelly, J.M. 1990. Energy cost of absorption and metabolism in theruminant gastrointestinal tract and liver: a review. Journal of Animal Sci<strong>en</strong>ce 68: 2997-3010.McWilliams, S.R. & Karasov, W.H. 2001. Ph<strong>en</strong>otupic flexibility in digestive systemstructure and function in migratory birds and its ecological significance. ComparativeBiochemistry and Physiology 128A: 579-593.M<strong>en</strong>dez M.A., E.R. Soto, C. Correa, A. Veloso, E. Vergara, M. Sallaberry& P. Iturra. (2004) Morphological and g<strong>en</strong>etic differ<strong>en</strong>tiation among Chileanpopulations of Bufo spinulosus (Anura: Bufonidae). Revista Chil<strong>en</strong>a de Historia Natural77: 559-567.280 Cap. X. Ecología <strong>nutricional</strong> y <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> <strong>en</strong> <strong>anfibios</strong>


Miner, B.G., Sultan, S.E., Morgan, S.G., Padilla, D.K. & Relyea, R.A. 2005.Ecological consequ<strong>en</strong>ces of ph<strong>en</strong>otypic plasticity. Tr<strong>en</strong>ds in Ecology and Evolution 20:685-692.Moss, R. 1972. Effects of captivity on gut l<strong>en</strong>gths in red grouse. Journal of Wildlife Managem<strong>en</strong>t36: 99-104.Moss R (1974). Winter diets, gut l<strong>en</strong>gths, and interespecific competition in Alaskan Ptarmigan.Auk 91: 737-746.Myrcha, A. 1965. L<strong>en</strong>gth and weight of the alim<strong>en</strong>tary tract of Apodemus flavicollis (Melchior,1834). Acta Theriologica X: 225-228.Nagy, T.R. & Negus, N.C. 1993. Energy acquisition and allocation in male collaredlemmings (Dicrostonyx gro<strong>en</strong>landicus): effects of photoperiod, temperature, and diet quality.Physiological Zoology 66: 537-560.Naya, D. E., Maneyro, R., Camargo, A., Da Rosa, I., Canavero, A. 2003. Annualchanges in gut l<strong>en</strong>gth of the South American common frog (Leptodactylus ocellatus).Bioci<strong>en</strong>cias 11: 47-52.Naya, D. E., Bozinovic, F. 2004. Digestive ph<strong>en</strong>otypic flexibility in post-metamorphicamphibians: studies on a model organism. Biological Research 37: 365-370.Naya, D.E., Bacigalupe, L.D., Bustamante, D.M. & Bozinovic, F. 2005.Dynamic digestive strategies in response to increased <strong>en</strong>ergy demands: a study in the leafearedmouse. Journal of Comparative Physiology 175B: 31-36.Naya, D.E., Farfán, G., Sabat, P, Méndez, M.A. & Bozinovic, F. 2005. Digestivemorphology and <strong>en</strong>zyme activity in the Andean toad Bufo spinulosus: hard-wired or flexiblephysiology? Comparative Biochemistry and Physiology A 140: 165-170.Naya, D.E. & F. Bozinovic. 2006. The role of ecological interactions on the physiologicalflexibility of lizards. Functional Ecology 20: 601-608.Naya, D.E. 2006. Flexibilidad fisiológica <strong>en</strong> pequeños ectotermos: implicancias ecológicas yevolutivas. Tesis Doctoral. Pontificia Universidad Católica de Chile.Naya, D.E., M. A. Lardies & F. Bozinovic. 2007. The effect of diet quality in physiologicaland life history traits in the harvestman Pachylus paesleri. Journal of Insect Physiology 53:132-138.Naya, D.E., L.A. Eb<strong>en</strong>sperger, P. Sabat & F. Bozinovic. 2008. Digestive andmetabolic flexibility allows female degus to cope with lactation costs. Physiological andBiochemical Zoology 00: 00-00.Núñez, H., Labra, M.A. & Yánez, J. 1982. Hábitos alim<strong>en</strong>tarios de dos poblaciones andinasde Bufo spinulosus Weigmann, 1935 (Anura: Bufonidae). Boletín del Museo Nacional deHistoria Natural, Chile 39: 81-91.Refer<strong>en</strong>cias281


P<strong>en</strong>ry, D.L. & Jumars, P.A. 1986. ChemicalBioSci<strong>en</strong>ce 36: 310-316.Reactor analysis and optimal digestion.P<strong>en</strong>ry, D.L. & Jumars, P.A. 1987. Modeling animal guts as chemical reactors. AmericanNaturalist 129: 69-96.Piersma, T. & Lindstrom, A. 1997. Rapid reversible changes in organ size as a compon<strong>en</strong>tof adaptative behaviour. Tr<strong>en</strong>ds in Ecology and Evolution 12: 134-138.Piersma, T. & Dr<strong>en</strong>t, J. 2003. Ph<strong>en</strong>otypic flexibility and the evolution of organismal design.Tr<strong>en</strong>ds in Ecology and Evolution 18: 228-233.Pigliucci, M. & Preston K. 2004. Ph<strong>en</strong>otypic integration. Oxford University Press, NewYork.Pough, F. H. 1980. Amphibians and reptiles as low-<strong>en</strong>ergy systems. In: Behavioral Energetics:the Cost of Survival in Vertebrates (eds. P.A. Wayne & S.I. Lustick), Ohio State UniversityPress, Columbus.Sabat P, Bozinovic F (1996) Dietary chemistry and allometry of intestinal disaccharidasesin the toad Bufo spinulosus. Revista Chil<strong>en</strong>a de Historia Natural 69: 387-391.Sabat P, Bozinovic F (2000). Digestive plasticity and the cost of acclimation to dietarychemistry in the omnivorous leaf-eared mouse Phyllotis darwini. Journal of ComparativePhysiology B170: 411-417.Sabat P, Bozinovic F, Zambrano F (1995). Role of dietary substrates on intestinaldisaccharidases, digestibility and <strong>en</strong>ergetics in the insectivorous mouse-opossum (Thylamyselegans). Journal of Mammalogy 76: 603-611.Sabat P., F. Novoa, F. Bozinovic, and C. Martínez del Rio. 1998. Dietaryflexibility and intestinal plasticity in birds: a field and laboratory study. PhysiologicalZoology 71: 226-236.Sabat, P., Riveros, J.M. & López-Pinto, C. 2005. Ph<strong>en</strong>otypic flexibility in the intestinal<strong>en</strong>cimes of the African clawed frog X<strong>en</strong>opus laevis. Comparative and BiochemicalPhysiology A 140: 135-139.Schmalhaus<strong>en</strong>, I.I. 1949. Factors of Evolution. Blakiston, Philadelphia.Secor, S.M. & Diamond, J.M. 1995. Adaptive responses to feeding in Burmese pythons: paybefore pumping. Journal of Experim<strong>en</strong>tal Biology 198: 1313-1325.Secor SM, Diamond JM (1996) Adaptive responses of digestive physiology in frogs.American Zoology 36: 17A.Secor, S.M. & Diamond, J.M. 1998. A vertebrate model of extreme physiological regulation.Nature 395: 659-662.282 Cap. X. Ecología <strong>nutricional</strong> y <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> <strong>en</strong> <strong>anfibios</strong>


Secor, S.M. & Diamond, J.M. 2000. Evolution of regulatory responses to feeding in snakes.Physiological and Biochemical Zoology 73: 123-141.Secor, S.M. 2001. Regulation of digestive performance: a proposed adaptive response.Comparative Biochemestry and Physiology 128A: 565-577.Secor, S.M. 2005a. Evolutionary and cellular mechanisms regulating intestinal performance ofamphibians and reptiles. Integrative and Comparative Biology 45: 282-294.Secor, S.M. 2005b. Physiological responses to feeding, fasting and estivation for anurans. Journalof Experim<strong>en</strong>tal Biology 208: 2595-2608.Sibly, R. M. 1981. Strategies of digestion and defecation. In: Physiological Ecology: anEvolutionary Approach to Resource Use (eds. C.R. Tows<strong>en</strong>d & P. Calow). BlackwellSci<strong>en</strong>tific Publications, Oxford.Starck, J.M. 1999. Structural flexibility of the gastro-intestinal tract of vertebrates - Implicationsfor evolutionary morphology. Zoologischer Anzeiger 238: 87-101.Starck, J.M., Moser, P., Werner, R.A. & Linke, P. 2004. Pythons metabolize prey tofuel the response to feeding. Proceeding of the Royal Society 271B: 903-908.Stebbins RC, Coh<strong>en</strong> NW (1995) A Natural History of Amphibians. New Jersey: PrincetonUniversity Press.Toloza E.M. & Diamond J.M. (1990a) Ontog<strong>en</strong>etic developm<strong>en</strong>t of nutri<strong>en</strong>ttransporters in bullfrog intestine. American Journal of Physiology 258: G760-G769.Toloza E.M. & Diamond J.M. (1990b) Ontog<strong>en</strong>etic developm<strong>en</strong>t of nutri<strong>en</strong>ttransporters in bullfrog intestine. American Journal of Physiology 258: G770-G773.Toloza E, Lam M, Diamond J (1991). Nutri<strong>en</strong>t extraction by cold-exposed mice: atest of digestive safety margins. American Journal of Physiology 261: G608-620.Val<strong>en</strong>cia, J., A. Veloso & M. Sallaberry. (1982). Nicho trófico de las especies deherpetozoos del transecto Arica-Chungará. In: El ambi<strong>en</strong>te natural y las poblaciones humanasde los Andes del norte grande de Chile (Arica, Lat. 18 28’S), 269-291. Veloso, A. & Bustos-Obregón, E. (Eds.). Proyecto MAB-6, UNEP-UNESCO 1105-77-01, Montevideo.Wake DB (1991) Declining Amphibian Populations. Sci<strong>en</strong>ce 253: 860.Wang, Z., O’Connor, T.P., Heshka, S. & Heymsfield, S.B. 2001. The reconstructionof Kleiber’s law at the organ-tissue level. Journal of Nutrition 131: 2967-2970.Wi<strong>en</strong>er, J. 1992 Physiological limits to sustainable <strong>en</strong>ergy budgets in birds and mammals:ecological implications. Tr<strong>en</strong>ds in Ecology and Evolution 7: 384-388.283


Woltereck, R. 1909. Weitere experim<strong>en</strong>telle untersuchung<strong>en</strong> ubre artveranderung, speziellubre das wes<strong>en</strong> quantitativer artunterschiede bei daphnid<strong>en</strong>. Verhandlung<strong>en</strong> der Deutsch<strong>en</strong>Zooligisch<strong>en</strong> Gesellschaft 19: 110-172.284 Cap. X. Ecología <strong>nutricional</strong> y <strong>flexibilidad</strong> <strong>digestiva</strong> <strong>en</strong> <strong>anfibios</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!