Inhibidores de bomba de protones y riesgo de osteoporosis Proton ...
Inhibidores de bomba de protones y riesgo de osteoporosis Proton ...
Inhibidores de bomba de protones y riesgo de osteoporosis Proton ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Actualizaciónprazole”, o “lansoprazole” o “histamine H2 antagonists”.De igual manera, se invirtieron las palabrasclave para la búsqueda, es <strong>de</strong>cir, “proton pump inhibitors”y “calcium” y “<strong>osteoporosis</strong>”. Adicionalmentese investigaron revisiones sobre IBPs utilizando losMESH “proton pump inhibitors” o “omeprazole”o “proton pump” poniendo como límites los mismosaños y el ítem “reviews” y “update”. También sehicieron revisiones manuales utilizando las referencias<strong>de</strong> los artículos que consi<strong>de</strong>ramos relevantes. Nose hizo exclusión <strong>de</strong> ningún idioma.Des<strong>de</strong> su introducción, a finales <strong>de</strong> los 80, los inhibidores<strong>de</strong> la <strong>bomba</strong> <strong>de</strong> <strong>protones</strong> (IBPs), han sido lapiedra angular en el tratamiento <strong>de</strong> la enfermedadpor reflujo gastroesofágico, úlceras pépticas, en laprofilaxis <strong>de</strong> los efectos adversos <strong>de</strong> los antiinflamatoriosno esteroi<strong>de</strong>os (AINES) y más recientementeen el tratamiento <strong>de</strong> la infección por Helicobacterpylori (H. pylori) (2).Existen revisiones sistemáticas incluyendo más <strong>de</strong>150.000 pacientes reportando que el uso <strong>de</strong> IBP esaltamente efectivo en el tratamiento <strong>de</strong> la enfermedadpor reflujo gastroesofágico (ERGE) tanto erosivacomo no erosiva (NERD) (3, 4), úlcera péptica (5),dispepsia funcional (6), dispepsia no investigada (7) yprofilaxis <strong>de</strong> lesión gástrica inducida por AINES (8).Varias <strong>de</strong> estas indicaciones usualmente requierenun tratamiento a largo plazo y en muchas ocasionespor tiempo in<strong>de</strong>finido como en el caso <strong>de</strong> la ERGE.A pesar <strong>de</strong> que los IBPs pue<strong>de</strong>n generar <strong>de</strong> maneracolateral síntomas molestos para el paciente comosequedad <strong>de</strong> boca, cefalea, alteraciones gastrointestinales,hipersensibilidad, angioe<strong>de</strong>ma y broncoespasmo,se consi<strong>de</strong>ran medicamentos bien toleradoscon un a<strong>de</strong>cuado perfil <strong>de</strong> seguridad. Sin embargo,en los últimos años se ha publicado extensa literaturaque asocia el uso crónico <strong>de</strong> IBPs con <strong>riesgo</strong>aumentado <strong>de</strong> pa<strong>de</strong>cer neumonía adquirida en lacomunidad (9), diarrea enteroinvasiva e infecciónpor Clostridium difficile (10) y más recientemente<strong>osteoporosis</strong> y fracturas secundarias (11-14). Aunqueexiste controversia y hay consenso en que la evi<strong>de</strong>nciano apoya complicaciones como neumonía e infecciónpor Clostridium difficile, las recientes publicacionescon respecto a la <strong>osteoporosis</strong> y fractura <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ra ameritan comentarios especiales, teniendo encuenta la alta prevalencia <strong>de</strong> la <strong>osteoporosis</strong> y fracturasrelacionadas, así como el amplio uso <strong>de</strong> los IBPen las personas mayores <strong>de</strong> 50 años, que son las quetienen el mayor <strong>riesgo</strong> (15, 16).La <strong>osteoporosis</strong> fue <strong>de</strong>finida en 1991 como “unaenfermedad esquelética sistémica, caracterizada porbaja masa ósea y <strong>de</strong>terioro en la microarquitectura<strong>de</strong>l tejido óseo, que origina fragilidad ósea aumentadacon el consecuente aumento en el <strong>riesgo</strong> <strong>de</strong>fractura” (15). Esta <strong>de</strong>finición implica un conceptocualitativo <strong>de</strong> alteración <strong>de</strong> la arquitectura ósea yuno cualitativo relacionado con la <strong>de</strong>nsidad ósea.Se entien<strong>de</strong> por baja masa ósea una disminución <strong>de</strong>ltejido óseo respecto al volumen total <strong>de</strong>l hueso. Enrelación a la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la enfermedad antes mencionada,una baja masa ósea (o baja <strong>de</strong>nsidad mineralósea, DMO) es aquella que, cuantificada medianteel examen <strong>de</strong> <strong>de</strong>nsitometría ósea <strong>de</strong> la columna lumbary/o <strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>ra, se encuentra por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> -2,5<strong>de</strong>sviaciones estándar respecto al promedio <strong>de</strong> los20 años <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> la población normal (masa óseamáxima), lo que se ha <strong>de</strong>nominado el puntaje T (<strong>de</strong>langlicismo T-Score) (17).El <strong>de</strong>terioro <strong>de</strong> la microarquitectura <strong>de</strong>l hueso serefiere a la conformación estructural <strong>de</strong>l tejido óseo,especialmente <strong>de</strong>l número y <strong>de</strong>l grosor ya sea <strong>de</strong> lastrabéculas o <strong>de</strong> las láminas concéntricas sobrepuestasque forman tanto el hueso trabecular como el cortical,respectivamente (17). A modo <strong>de</strong> ejemplo, unniño y un anciano pue<strong>de</strong>n poseer la misma DMO,pero el hueso <strong>de</strong>l anciano tendrá un menor númeroy grosor tanto <strong>de</strong> las trabéculas como <strong>de</strong> las láminasóseas, por lo que será menos resistente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> elpunto <strong>de</strong> vista mecánico (15).Como consecuencia <strong>de</strong>l cambio en la expectativa<strong>de</strong> vida los grupos <strong>de</strong> personas con mayor edad hanvenido incrementándose progresivamente. Esta ten<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong>mográfica ha traído consigo el aumento enla inci<strong>de</strong>ncia e impacto socioeconómico <strong>de</strong> patologíascaracterísticas <strong>de</strong> la senectud como la <strong>osteoporosis</strong>.Actualmente en los Estados Unidos esta enfermedadafecta diez millones <strong>de</strong> personas y se estima170Rev Col Gastroenterol / 24 (2) 2009