ella se concentran los ideales de modernización fundados por el Iluminismo y la RazónInstrumental.En los discursos de Bolívar aparece con frecuencia, para argumentar la necesidad deinculcar en la sociedad venezolana los principios de justicia e igualdad; en especial esteúltimo, pues se entiende que es requisito para expandir los ideales de libertad, los cualesse asumían como la condición para alcanzar los avances que, en su tiempo, mostrabanya las sociedades europeas. Realizaciones estas casi siempre entendidos en términos decrecimiento económico y mercadeo; expectativas que, por cierto, se han mantenidohasta hoy en día, como sustento de los planes y programas oficiales en los que laeducación forma parte de la promesa de la modernización del país.En todos los discursos políticos, cualquiera que sea su base filosófica o su procedenciapartidista, la constante es ofrecer educación porque pueblo educado es pueblo libre,promesa que ha sido el fundamento principal en el que se apoya el sistema democrático.El fomento de la educación en Venezuela ha sido siempre obra de élites modernizadorasque creyeron tener como misión lograr que "al pueblo llegasen esas ideas demodernidad" (Piñango, 1991, p:309). Es por tanto una práctica discursiva que tienecomo compromiso la reproducción de la oferta educativa como vía para alcanzar lamodernidad ahora expresada a través de los avances científicos y tecnológicos.En Venezuela la educación ha sido un símbolo de búsqueda, optimismo y esperanza deconstruir un Estado moderno, pero ese Estado "no coincide con lo que somos"(Cabrujas, 1987: 21). Se trata de una visión que la concibe como la instancia salvadora,como el trampolín que ayudará a dar el gran salto hacia la modernización, cuando logreconcretarse.La cultura política venezolana asumió la categoría educación, junto con la riquezaproveniente de la explotación petrolera, como los factores capaces de motivar a losvenezolanos a prodigar ciertas lealtades hacia los oferentes de administrar tales patrimonios.En este sentido, ambos factores se perciben más como fetichismo que comoprocesos reales para la construcción de la democracia que se prometía amplia, deentendimiento nacional y participativa a través de la educación. Una promesa que haresultado constantemente violada en la práctica, y en ocasiones hasta con ciertodramatismo, como por ejemplo en octubre de 1970, cuando el gobierno nacional allanala Universidad Central de Venezuela, o cuando en el período de la "Gran Venezuela" sepotencia la fe de los venezolanos en el proceso educativo con la creación de laFundación Gran Mariscal de Ayacucho, que suponía la formación profesional de losjóvenes que transformarían la estructura productiva del país, pero que en verdadregresaron a engrosar las filas del desempleo.En la década de los ochenta y parte de los noventa el sector educativo no escapa a lascontradicciones en que vive la sociedad, y que son expresadas en los discursos políticos,reflejo de la decadencia y el desgaste de un esquema de funcionamiento del Estadodemocrático populista y corrompido. La oferta de educación igualitaria y gratuita sediluye con la proliferación de instituciones educativas de carácter privado, antecedentepróximo a las privatizaciones que prometían una participación en la construcción de unasociedad capaz de ser competitiva en todos los ámbitos. Paralelamente a este proceso seentonaban nuevos cantos de sirena: la educación venezolana es una de las mejores deLatinoamérica, lo que pasa es que no se ha administrado con responsabilidad. Llegadoel año 1998 reaparece la renovada falacia de la educación para todos los venezolanos,con la inauguración del programa de las "escuelas bolivarianas", que indudablementesignifica un neopopulismo en ciernes.
En resumen, el proyecto a largo plazo de la modernidad venezolana encarnada en unEstado democrático basado en un modelo económico exitoso y una dimensión de losocial justa, igualitaria, administrada con sensibilidad, está irremediablemente reñidocon el discurso político que impide la construcción de instituciones sólidas que seanrepresentaciones de un colectivo constituido por sujetos pensantes, independientes,dueños de sus decisiones, capaces por tanto de ser parte importante de la construcciónde un discurso político reflejo de sus posibilidades y potencialidades de ciudadanos conideas propias sobre el progreso, el futuro y la modernidad.BIBLIOGRAFÍACABRUJAS, J. 1. (1987). "El Estado del Disimulo". En : Heterodoxia y Estado.Caracas: Edición Espacial COPRE, pp: 5-35.GONZÁLEZ O. E. (1991). Diez Ensayos de Cultura Venezolana. Caracas: FondoEditorial Tropikos.GONZÁLEZ S. B. (1991). "El Cuerpo Salvaje de la Nación. Ciudadanías Desplazadas".En: Venezuela Tradición en la Modernidad. Caracas: Ediciones de la Fundación Bigott.HERLINHAUS, H. y Mónika Walters (1991). Posmodernidad en la Periferia: enfoqueslatinoamericanos de la nueva teoría cultural. Berlín: Editorial Langer.LECHNER, N. (1994). "La Democratización en una cultura Postmoderna". En:HERLINHAUS, H. y Mónika Walters (1991). Posmodernidad en la Periferia: enfoqueslatinoamericanos de la nueva teoría cultural. Berlín: Editorial Langer.LARROSA, J. (2000). "Inventar un Pueblo que Falta". Ponencia en Seminario:Ciudadanía , Democracia y Diferencia. Mérida, enero 2000.LÓPEZ O., A. (1991). "Agentes de Intervención Cultural en Venezuela: AdministraciónPública, Sector Privado y Tercer Sector". En: Venezuela Tradición en la Modernidad.Caracas: Ediciones de la Fundación Bigott.MONETA, C. J. (1996). "La Discusión Cultural: El Eslabón Perdido de laGlobalización" En: Revista Capítulos, N° 47 Julio-Septiembre, 1996. Santiago de Chile:Editado por Sela.MORIN, E. ( 2000). "Ciencias y Pasiones". Entrevista realizada por Claudio Martyniukpara el Diario Clarín. Domingo 30/04/2000. Pag. Web. Diario Clarín.ORTIZ, R. (2000). "América Latina: De la Modernidad Incompleta a la ModernidadMundo". En : Revista Nueva Sociedad (Procesos y Transiciones En El Cambio deSiglo), N° 166, marzo-abril, 2000. Pp 45-61. CaracasPIÑANGO, R. (1991). "Notas Sobre Cultura Popular, Élites y Educación". En:Venezuela Tradición en la Modernidad. Caracas: Ediciones de la Fundación Bigott.PRECIADO C, J. A. (2000). "La Modernidad No Resuelta de América Latina". En: Redde Investigadores Latinoamericanos por la Democracia y Autonomía de los Pueblos.http// mail.ufg.edu//red /modernidad.PUERTA, J. (2000). Pistas de la Modernidad Venezolana y Otros Ensayos. Valencia:Editorial Paidos.