12.07.2015 Views

Eduardo Galeano - Bocas Del Tiempo

Eduardo Galeano - Bocas Del Tiempo

Eduardo Galeano - Bocas Del Tiempo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Eduardo</strong> <strong>Galeano</strong><strong>Bocas</strong> del tiempoLa pobrezaLas estadísticas dicen que son muchos los pobres del mundo, pero los pobres del mundoson muchos más que los muchos que parece que son.La joven investigadora Catalina Álvarez Insúa ha señalado un criterio útil para corregir loscálculos:–Pobres son los que tienen la puerta cerrada –dijo.Cuando formuló su definición, ella tenía tres años de edad. La mejor edad para asomarse almundo, y ver.La puerta cerradaDesde las perdidas comunidades de El Gran Tunal, Pedro y su burro, el Chaparro,marcharon a la ciudad de Méxicoo.Pedro iba más a pie que montado. Montaba de a ratos nomás, por no atormentar la cansadaespalda del Chaparro. Ya estaban, los dos, pasaditos de años; y era largo el viaje.Caminando los días, poco a poco, llegaron por fin a la gran plaza del Zócalo. Y se plantarona las puertas del Palacio Nacional, donde vive el poder.Esperando audiencia, se quedaron. Pedro y el Chaparro venían a contar lo que pasaba y aexigir justicia: acorralados en tierras de pedrerío y polvareda, que les daban de comer un menúfijo de piedra y polvo, los indios de las comunidades de El Gran Tunal, oficialmente extintos, nofiguraban ni en las estadísticas; y allá la justicia estaba más lejos que la luna porque la luna, almenos, se ve.No hubo manera de echarlos. Los sacaban de la plaza, y volvían. Ni modo. Ni por lasbuenas, ni a palos. El Chaparro ponía cara de burro y Pedro ponía cara de no te gastes, que yallevamos cinco siglos en esto.A fines del año 1997, a los ochenta y siete años de su edad, casi muerto de tanto respirarlos aires envenenados de la ciudad de México, Pedro tuvo que aceptar la primera inyección de suvida. Y siguió acampado, como si tal cosa, mientras el Chaparro hacía oídos sordos a lascalumnias de la prensa, que lo llamaban medio de transporte.Pedro y el Chaparro residieron en la intemperie, frente al Palacio Nacional, durante un año,dos meses y quince días. Entonces, emprendieron el regreso.La puerta no se había abierto, pero algo habían conseguido estos dos porfiados: habíanconseguido que su gente dejara de ser invisible.A poco de volver, tras la extenuante caminata, el Chaparro murió. O quizá se dejó morir,humillado, porque en el viaje comprobó que el poder era un señor más burro que él. Desdeentonces, comparte una nube, allá en el alto cielo, con el caballo blanco de Emiliano Zapata.Una clase de DerechoEstán haciendo cola los pobres de absoluta pobrecía. La ley se despierta temprano, hoyatiende el doctor a primera hora.83

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!