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De cercaCon buena marchaYa sabíamos que hay mucho deportista oculto entre las filas de Helvetia Seguros. En este casohemos reunido a varios que “le dan fuerte” a la carrera. Aunque de forma amateur, son aguerridosy se atreven con maratones y medias maratones, logrando además marcas más que competentes.Sabemos que, al menos con ellos, Helvetia Seguros siempre avanza con buena marcha.No vamos a descubrir aquí las bondadesdel ejercicio físico y del hábito de correr.Es bueno para el cuerpo y para la mentey, además, es un eliminador natural delestrés y un segregador de bienestar a travésde la liberación de endorfinas.Estamos seguros de que nuestro compañeroMiguel Ángel Monge tenía pocaidea de esos beneficios naturales cuandoempezó a darle a las piernas. Másque nada porque se inició en el hábitomuy pequeño, con sólo 9 años. Corríatodos los días casi una hora antes de entrara clase por las tardes en el colegio.Empezó por un motivo muy simple: tansimple como que le hacía sentirse bien yle ayudaba a encarar con más energíalas tardes de colegio y estudio.Son 34 años los que Miguel Ángel llevaen Helvetia Seguros en Sevilla, peroson muchos más los que lleva corriendo.Le motivaba tanto correr que empezó aapuntarse a distintas carreras escolares.Cuando cumplió 18 años, además dejugar al fútbol, como la mayoría de chavalesde su edad, también se animó aparticipar en medias maratones y maratonespopulares, competiciones en lasque ha continuado corriendo hasta queuna lesión en la rodilla derecha se loimposibilitara hace unos meses. Para surecuerdo queda el “palmarés”, inaccesiblepara la mayoría de los mortalessedentarios: 1 hora y 30 minutos en laMedia Maratón de Sevilla y 3 horas 24minutos y 45 segundos en la MaratónCiudad de Sevilla. Aunque son logrosde juventud, Miguel Ángel Monge aúnconsigue completar todas las carrerasen las que continúa participando.Tantas carreras dan para muchas anécdotas.Así, Miguel Ángel recuerdaDe izqda. a dcha: Marc von Wartburg. Miguel Ángel Monge y Javier Prado.Tantas carreras dan paramuchas anécdotas. Así,Miguel Ángel recuerda queen su primera maratón, en elkilómetro 39 se desplomó.después de beber un sorbo deagua con azúcar, se repusoinstantáneamente y logróllegar muy emocionado a lameta.que en su primera maratón, a la quese presentó con muchísima ilusión, enel kilómetro 39 se desplomó. Sólo lequedaban 3 kilómetros para llegar ala meta. Así es que, después de beberun sorbo de agua con azúcar, se repusoinstantáneamente y logró llegar muyemocionado a la meta con una muybuena marca.Plácido Cote, empleado del Departamentode Control de Agencias de HelvetiaSeguros, también le cogió el gustoa correr, aunque su iniciación no fue tantemprana, y no estuvo motivada por lasbuenas sensaciones que, al menos inicialmente,le reportaba. “Primero vino lanecesidad y después, la afición”, sostienePlácido, al recordar que empezó acorrer a los 21 años para reducir peso.Y es que todavía recuerda sus años deinstituto, cuando en clase de gimnasiasiempre quedaba rezagado. Sin embargo,años después comenzó a correr parareducir el sobrepeso, y poco más tardeya participaba en su primera carrera po-30 en buena compañía