Parálisis Facial Post-traumática - Revista Dental de Chile
Parálisis Facial Post-traumática - Revista Dental de Chile
Parálisis Facial Post-traumática - Revista Dental de Chile
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Rev Dent <strong>Chile</strong> Vol 95 Nº3Christian Pe<strong>de</strong>monte y cols.la zona malar izquierda. Cuello, tórax,extremida<strong>de</strong>s superiores e inferiores ysistema genitourinario normales. Elneurocirujano solicita scanner don<strong>de</strong>se observan fractura <strong>de</strong> cavidadglenoi<strong>de</strong>a izquierda y múltiples fracturasfaciales, a<strong>de</strong>más constataotorragia izquierda. El paciente es hospitalizadopara controlar evolución.Interconsulta a servicio maxilofacialpara manejo <strong>de</strong> fracturas faciales.Al examen maxilofacial pacienteconciente, orientado, Glasgow 15. E<strong>de</strong>mazona cigomática izquierda,otorragia, escalón óseo en arcocigomático izquierdo.Dinámica mandibular restringida pordolor pretrageano izquierdo en aperturaEVA 4.En el TAC se observa fractura <strong>de</strong> la paredanterior <strong>de</strong>l seno maxilar izquierdo,fractura cuerpo malar izquierdo,fractura conminuta arco cigomáticoizquierdo y fractura <strong>de</strong> cavidadglenoi<strong>de</strong>a izquierda, se diagnosticó unafractura cigomatomaxilar izquierda ycavidad glenoi<strong>de</strong>a izquierda.El día 2-06-2003 el paciente permanecehospitalizado en espera <strong>de</strong> pase médicopara cirugía.El día 3-06-2003 previo pase médico einterconsultas con neurólogo, oftalmólogoy otorrino se realiza, bajo anestesiageneral y profilaxis antibiótica conclindamicina 600 miligramos, reducciónquirúrgica <strong>de</strong> arco cigomático medianteabordaje <strong>de</strong> Gillies. No se realizareducción <strong>de</strong>l cuerpo malar ya queéste no se encontraba <strong>de</strong>splazado, niinestable. Paciente evoluciona sincomplicaciones.El 4-06-2003 previo interconsultapostquirúgica con neurólogo (quienexamina al paciente sin encontrar alteraciones)el paciente es dado <strong>de</strong>alta. A las 22 horas <strong>de</strong>l mismo día,paciente consulta por parálisishemifacial izquierda que comprometetodas las ramas <strong>de</strong>l séptimo par(fotografías 1 y 2).Al estudiar la historia clínica <strong>de</strong>l pacientese pue<strong>de</strong> observar que durantetoda la estadía <strong>de</strong>l paciente en la clínicano se observaron signos <strong>de</strong>paresias faciales (ingreso, evoluciónprequirúrgica y evoluciónpostquirúrgica) por lo que se pensóque el daño nervioso no era producto<strong>de</strong> la cirugía, ya que <strong>de</strong> haberlo sidose hubiese presentado <strong>de</strong> forma inmediata<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ésta.Foto Nº 1 Foto Nº 2En conjunto con neurólogo se propusorealizar un nuevo TAC en busca<strong>de</strong> lesiones en la porción petrosa <strong>de</strong>ltemporal que pudiesen haber afectadoal nervio facial en su recorridointraoseo. Al realizar un minuciosoestudio con cortes <strong>de</strong> 0,75 milímetrosse constata una fractura longitudinal<strong>de</strong>l peñasco temporal (fotografías 3y 4).Se realiza tratamiento con corticoi<strong>de</strong>sal cual el paciente respon<strong>de</strong> con unabuena evolución recuperando la dinámicafacial en forma progresiva(fotografías 5 y 6).Foto Nº 3 Foto Nº 4Foto Nº 5 Foto Nº 634
Parálisis <strong>Facial</strong> <strong>Post</strong>-traumáticaDiscusiónNos parece importante revisar algunosaspectos sobre este tipo <strong>de</strong> fracturas ysus complicaciones. La bibliografíacon respecto al tema es extensa, sinembargo generalmente es manejada enel ámbito neuroquirúr gico yotorrinolaringológico. Sin bien estasfracturas se escapan al resorte <strong>de</strong>l cirujanomaxilofacial en cuanto a tratamientoes importante saber sus posiblescomplicaciones, signos y síntomascon el fin <strong>de</strong> sospechar <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong>lesiones, ante la aparición <strong>de</strong> alguno<strong>de</strong> ellos. Por otra parte la relativa cercaníay similitud etiológica que presentanestos cuadros con los traumatismoslaterales <strong>de</strong>l tercio medio, nos obligana saber <strong>de</strong>l tema. En un futuro don<strong>de</strong>los traumas serán cada vez más severosy extendidos y las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>diagnóstico y tratamiento serán día adía más amplias, es importante abordarel tema <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un ámbitomultidisciplinario.Aproximadamente el 30% <strong>de</strong> los pacientesvíctimas <strong>de</strong> traumacraneofaciales presentan fracturascraneanas y <strong>de</strong> estos últimos aproximadamenteel 18% se ve asociado a fractura<strong>de</strong> hueso temporal. (1,2)Sin embargo, sólo el 3 al 5% <strong>de</strong> lostraumatismos craneofaciales se asociaa este tipo <strong>de</strong> fracturas. (3)Con respecto a la etiología, aproximadamenteel 62-65% <strong>de</strong> los casos se relacionancon acci<strong>de</strong>ntes automovilísticos.(4,5)Dentro <strong>de</strong> las posibles clasificaciones<strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> fracturas, las más comúnmenteutilizadas son aquellas quediferencian a estas según la dirección<strong>de</strong>l rasgo con respecto al eje mayor <strong>de</strong>la porción petrosa <strong>de</strong>l temporal. Deesta forma existen fracturaslongitudinales, transversas y mixtas.Las fracturas longitudinales representanel 70-80% <strong>de</strong> las fracturas temporales.Las fracturas transversales porsu parte, se observan en sólo un 10 al20% <strong>de</strong> los casos y el restante 10% estárepresentado por fracturas mixtas (endon<strong>de</strong> existen rasgos longitudinalesa<strong>de</strong>más <strong>de</strong> rasgos transversales). (2,3,6)Entre el 10 y el 25% <strong>de</strong> las fracturaslongitudinales y el 50% <strong>de</strong> las fracturastransversales se asocian a parálisisfacial (PF). (2,6) Sin embargo, la mayoría<strong>de</strong> las PF secundarias a fracturastemporales se asocian a fracturaslongitudinales, ya que aunque la inci<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong> PF es 2 a 4 veces más frecuenteen las fracturas transversales,las fracturas longitudinales son 6 a 7veces más frecuentes que las transversales.Las parálisis faciales secundarias afracturas temporales pue<strong>de</strong>n ser inmediataso tardías, y completas o parciales.Las PF tardías tienen un mejor pronósticoque las inmediatas ya que enlas primeras la integridad anatómica(neuropraxia) <strong>de</strong>l nervio es segura loque conllevaría a una mejor recuperación.No obstante lo anterior, sumaimportancia adquiere lamonitorización seriada con el fin <strong>de</strong>pesquisar posibles <strong>de</strong>generaciones nerviosas.(4-8)Dentro <strong>de</strong> las parálisis faciales posttraumáticas,las <strong>de</strong> mejor pronósticoson aquellas tardías, incompletas oparciales, don<strong>de</strong> la electroneurografía(ENOG) no evi<strong>de</strong>ncie <strong>de</strong>generaciónnerviosa importante (mayor al 90%).Distintos autores por su parte restanimportancia al momento <strong>de</strong> aparición<strong>de</strong> la PF, otorgando gran relevancia ala ENOG en la elección <strong>de</strong>l plan <strong>de</strong> tratamiento(quirúrgico o médico) y alpronóstico. (2,9) Más allá <strong>de</strong> las posiblesdiferencias entre las distintas publicaciones,pareciera existir un consensocon respecto a que el criterio <strong>de</strong> elecciónentre tratamiento médico o quirúrgicose basa en el tiempo <strong>de</strong> aparición<strong>de</strong> la PF, grado clínico <strong>de</strong> la PF,grado y evolución <strong>de</strong> la <strong>de</strong>generaciónnerviosa monitorizada medianteENOG y grado y evolución <strong>de</strong> la regeneración.(2-15)Respecto al tratamiento <strong>de</strong> estas lesioneses importante establecer, en basea las características recién mencionadas,si será médico o quirúrgico; <strong>de</strong>cisiónque <strong>de</strong>be ser tomada porotorrinos y neurocirujanos en conjunto,ya que dicha cirugía se lleva a caboen combinación <strong>de</strong> ambos equipos médicos.El tratamiento médico se basaen la administración <strong>de</strong> corticoi<strong>de</strong>s(metilprednisolona 2mg/Kg/día) por 3semanas (4) en combinación confisioterapia. La evolución <strong>de</strong>l tratamientoserá controlada en formaseriada mediante ENOG con el fin <strong>de</strong>pesquisar <strong>de</strong>generación nerviosa queindique la necesidad <strong>de</strong> cirugía.En casos don<strong>de</strong> la PF fue inmediata,completa, no respon<strong>de</strong> a terapia médicao se ve asociada a un patrón <strong>de</strong><strong>de</strong>generación nerviosa (en ENOG), la<strong>de</strong>scompresión quirúrgica es el tratamiento<strong>de</strong> elección.El pronóstico <strong>de</strong> esta complicación <strong>de</strong>pen<strong>de</strong><strong>de</strong> la severidad <strong>de</strong>l daño nervioso(neuropraxia, axonotmesis,neurotmesis), <strong>de</strong> la evolución con respectoa la <strong>de</strong>generación nerviosa y <strong>de</strong>ltratamiento indicado.Este caso fue recibido y tratado en ClínicaAlemana. Con la publicación <strong>de</strong>lpresente caso esperamos aportar <strong>de</strong> algúnmodo a quienes puedan verse anteuna situación similar. Por otro lado,nos parece primordial <strong>de</strong>stacar la importancia<strong>de</strong> las interconsultas a distintasespecialida<strong>de</strong>s en casos don<strong>de</strong>la severidad <strong>de</strong>l daño implique la participaciónmultidisciplinaria, con elfin <strong>de</strong> darle una mejor terapia al paciente,así como evitar posiblesimplicancias <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vistamédico-legal.35
Rev Dent <strong>Chile</strong> Vol 95 Nº3Christian Pe<strong>de</strong>monte y cols.Referencias Bibliográficas1. Nelson EL, Melton L, Annegers JF, et al. Inci<strong>de</strong>nce ofskull fractures in Olmsted County, Minnesota. Neurosurgery1984; 15:318-24.2. Nosan DK, Benecke JE Jr, Murr AH. Current perspectiveon temporal bone trauma. Otolaryngol Head Neck Surg.1997 Jul; 117(1):67-71.3. Dahiya, Keller, Litofsky, et al. Temporal Bone Fractures:Otic Capsule Sparing versus Otic Capsule Violating Clinicaland Radiographic Consi<strong>de</strong>rations. J Trauma 1999 Dic;47(6):1079-83.4. Darrouzet, Duclos, Liguoro, et al. Management of facialparalysis result ingo from temporal bone fractures: ourexperience in 115 cases. Otolaryngol Head Neck Surg. 2001Jul;125(1):77-84.5. De Bonfils, Darrouzet, Mbarek, et al. Management ofpost-traumatic facial paralysis: Apropos of 83 cases. RevLaryngol Otol Rhinol (Bord) 1995;116(3):171-7.6. Adkins, Osguthorpe. Management of trauma of the facialnerve. Otolaryngol Clin N Am 1991;24:587-611.7. Brodie, Thompson. Management of complications from820 temporal bone fractures. Am J Otol 1997Mar;18(2):188-97.8. McKennan, Chole. <strong>Facial</strong> paralysis in temporal bone trauma.Am J Otol 1992 Mar;13(2):167-72.9. Chang, Cass. Management of facial nerve injury due totemporal bone trauma. Am J Otol 1999 Jan;20(1):96-114.10. Fisch U. <strong>Facial</strong> paralysis in fractures of the petrousbone. Laryngoscope 1974;84:2141-54.11. Goksu, Bayazit, Be<strong>de</strong>r, et al. <strong>Facial</strong> reanimation aftertemporal bone fracture. Rev Laryngol Otol Rhinol (Bord)1998;119(5):313-6.12. Davis, Telischi. Traumatic facial nerve injuries: reviewof diagnosis and treatment. J Craniomaxillofac Trauma 1995Fall;1(3):30-41.13. Alvi, Bereliani. Trauma to the temporal bone: diagnosisand management of complications. J CraniomaxillofacTrauma 1996 Fall; 2(3):36-48.14. Quaranta, Campobasso, Piaza, et al. <strong>Facial</strong> nerveparalysis in temporal bone fractures: outcomes after late<strong>de</strong>compression surgery. Acta Otolaryngol 2001Jul;121(5):652-5.15. Coker N. <strong>Facial</strong> electroneurography: Analysis oftechniques and correlation with <strong>de</strong>generating motoneurons.Laryngoscope 1992 Jul;102:747-59.36