VISIÓNToda lengua, como inventario<strong>de</strong> una cultura, es digno<strong>de</strong> preservarse, cultivarsey enriquecerse.Es como una atalaya abiertapara contemplar el mundoy cuanto hay en él.Tere Gil¿Y qué podríamos <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> las lenguas indígenasamericanas? Milagroso pareceque, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> casi cinco siglos <strong>de</strong> estararrinconadas y muchas veces <strong>de</strong>spreciadas–tenidas como “dialectos <strong>de</strong> los indios”–hayan perdurado y al presente vuelvan aser objeto <strong>de</strong> atención. ¿Su supervivenciay el limitado cultivo <strong>de</strong>l que ahora sonobjeto son un peligro para la unidad lingüística<strong>de</strong> la llamada comunidad iberoamericana<strong>de</strong> naciones? Mi respuesta esque toda lengua, como inventario <strong>de</strong> unacultura, es un tesoro digno <strong>de</strong> preservarse,cultivarse y enriquecerse. Toda lengua,con sus atributos propios, es como unaatalaya abierta para contemplar el mundoy cuanto hay en él <strong>de</strong> un modo único y, ala vez, con significación universal.Hasta aquí, po<strong>de</strong>mos sacar una primeraconclusión. En virtud <strong>de</strong> su lengua –españolo portugués–, y enriquecida con losidiomas indígenas que le confieren un carácterplural, la comunidad iberoamericana<strong>de</strong> naciones es a la vez una y múltiple.De nuevo sobresale en esto la importancia<strong>de</strong> la lengua, pero… ¿pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse algoparecido en virtud <strong>de</strong> su historia y suvisión <strong>de</strong>l mundo?Historia y visión <strong>de</strong>l mundoUn hecho histórico es que, con agradoo con disgusto, las naciones queconsi<strong>de</strong>ramos integrantes <strong>de</strong> Iberoaméricahan estado unidas en diversostiempos, política, social y económicamente.Ahora bien, aceptando que eltérmino <strong>de</strong> la unión <strong>de</strong> España y Portugalbajo una misma corona fue consi<strong>de</strong>radopor los portugueses como una bendición,ello no implica que su inevitablevecindad haya <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> estrecharse enlos años que duró esa unión. En lo queconcierne a la relación <strong>de</strong> esos países conlas tierras <strong>de</strong>l Nuevo Mundo, al menosdurante el reinado <strong>de</strong> los Austrias fueronconsi<strong>de</strong>radas como reinos, en tanto queel régimen <strong>de</strong> colonias sólo se consolidómás tar<strong>de</strong>.Me fijaré en las casos <strong>de</strong> México y Perú.En ambos, las poblaciones indígenas disminuyerongran<strong>de</strong>mente por las epi<strong>de</strong>miasy los trabajos que se les impusieron.En ambos se <strong>de</strong>sarrollaron intensos procesos<strong>de</strong> mestizaje biológico y cultural, nosólo entre europeos e indios, sino tambiéncon la participación <strong>de</strong> negros y cierto número<strong>de</strong> asiáticos. Más allá <strong>de</strong> las exaccionesy otras formas <strong>de</strong> injusticia, hubo convivenciaen el marco <strong>de</strong> la implantación <strong>de</strong>las instituciones virreinales.Entre las instituciones introducidas tuvolugar una <strong>de</strong> suma importancia: la religión.Ésta alteró radicalmente las antiguasformas <strong>de</strong> concebir el mundo, lascosmovisiones <strong>de</strong> los pueblos indígenas.Quedaron ellos por mucho tiempo <strong>de</strong>sorientados.Tan sólo la labor paciente <strong>de</strong>miles <strong>de</strong> frailes, principalmente franciscanos,dominicos y agustinos –y más tar<strong>de</strong>,<strong>de</strong> jesuitas– atemperó la violencia <strong>de</strong> laconfrontación cultural.Es cierto que hubo en el Nuevo Mundoimposiciones en muchos ór<strong>de</strong>nes (administrativo,económico y religioso) que alteraron<strong>de</strong> raíz el ser histórico <strong>de</strong> los nativosy su visión <strong>de</strong>l mundo. Pero tambiénes verdad que hubo palabras <strong>de</strong> <strong>de</strong>nunciaque propiciaron diferentes formas<strong>de</strong> acción. A la postre, en el Nuevo Mundola acción, sobre todo <strong>de</strong> los españolesque se mezclaron con los indígenas, fuefactor unificador y <strong>de</strong> transformación.Una respuestaMe atrevo ahora a respon<strong>de</strong>r a la preguntaque inicialmente me planteaba, <strong>de</strong>si existe una comunidad iberoamericana22integratec / oct-dic ‘04
<strong>de</strong> naciones. Diré que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los puntos<strong>de</strong> vista lingüístico, cultural e histórico,la hay, aunque con algunas salveda<strong>de</strong>s.Iberoamérica –que incluye a los paíseshispanoamericanos, los <strong>de</strong> la PenínsulaIbérica y Brasil– en modo alguno constituyeuna realidad homogénea. Es ellapluricultural y multilingüe. Iberoaméricaes entidad con gran<strong>de</strong>s afinida<strong>de</strong>s, pero ala vez múltiples diferencias.Los países iberoamericanos son en símismos naciones <strong>de</strong> naciones. Es ciertoque en la mayoría <strong>de</strong> ellos perduran lacrascomo la pobreza y la miseria, acompañadas<strong>de</strong> corrupción y <strong>de</strong> amenazascrecientes <strong>de</strong> sucumbir, víctimas <strong>de</strong> unarampante globalización cultural. Ahorabien, los remedios para recuperar su saludsocial, económica y política se hallanen su propio ser. Su pluralidad les poneal alcance gran<strong>de</strong>s legados <strong>de</strong> cultura.Podría referirme a múltiples expresionesculturales <strong>de</strong> sus poblaciones indígenas:su hondo sentido comunitario; el respetoy amor por la tierra; su solidaridad familiar;su creatividad artística, en la quese incluyen su antigua y nueva palabra,es <strong>de</strong>cir, sus literaturas.Y, volviendo la mirada a cuanto estospueblos comparten como herencia encomún, cabe i<strong>de</strong>ntificar asimismo a las literaturasen sus lenguas mayoritarias, españoly portugués. No estará fuera <strong>de</strong> lugar,a casi 400 años <strong>de</strong> la aparición <strong>de</strong> laprimera parte <strong>de</strong>l Quijote –preciada herenciaen común–, entrever cómo las fantasías<strong>de</strong>l caballero andante pue<strong>de</strong>n encaminarnoshacia un <strong>de</strong>stino compartido,en verdad alcanzable y promisorio:Dichosa edad y siglos dichosos aquellosa quienes los antiguos pusieron elnombre <strong>de</strong> ‘dorados’. No porque enellos el oro, que en esta nuestra edad<strong>de</strong> hierro tanto se estima, se alcanzaseen aquella venturosa sin fatiga alguna,sino porque entonces los que en ellavivían ignoraban estas dos palabras<strong>de</strong> ‘tuyo’ y ‘mío’. Eran en aquellaedad todas las cosas comunes.Si como edad <strong>de</strong> hierro tuvo don Quijotea su tiempo, ¿qué diremos nosotros <strong>de</strong>la edad en que vivimos?El mismo don Quijote consigue que susfantasías se transformen en intuiciones.Conducen ellas a una utopía que recuerdalas <strong>de</strong> Tomás Moro, Francis Bacon,Tomás Campanela, o la <strong>de</strong> nuestro donVasco <strong>de</strong> Quiroga, en Michoacán.Entrelazando nuestra visión <strong>de</strong>l mundo,lengua e historia en común, contodas sus variantes enriquecedoras, estacomunidad no será ya un mero <strong>de</strong>seoni una palabra sin sustancia. Podrá llegara ser manantial, don<strong>de</strong> el pensamientoy la imaginación florezcan, fincadosen el propio ser cultural, uno ymúltiple a la vez. Y si todo esto suena autopía, hagamos nuestro el mensaje <strong>de</strong>lingenioso hidalgo, y emprendamos conél la marcha.Miguel León-Portilla es autor <strong>de</strong> Visión <strong>de</strong> los vencidos,relaciones indígenas <strong>de</strong> la conquista y Códices: losantiguos libros <strong>de</strong>l Nuevo Mundo, entre otras publicaciones.Ésta es una versión editada <strong>de</strong> la conferencia magistralque impartió en el marco <strong>de</strong>l 15.º Congreso <strong>de</strong>la Asociación Internacional <strong>de</strong> Hispanistas, celebrado enel <strong>Tecnológico</strong> <strong>de</strong> Monterrey.