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Nº 079 - COMEGUS

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En E"TEREOFonl~y FRECUEnCI~ ft\ODUL"D~,


." ;'1unmundama a illasapara IS rutar",1L,,,•CAMPING - TURISMO - MINITURISMOCAZA - PESCA - NAUTICA - ARMASTIRO - FAUNA - FLORA.. • y muchas Informaciones másen Revista WEEK END, lamás especializada en su género,que le hará conocer un mundodistinto a Ud. y su familia.1 ;, .,> '¡Además, la mejor y más actualizadaCARTOGRAFIA de' cadauna de las provincias de la·Argentina, en . un desplegablemensual para consultar cuandoUd. viaje o estudien 8US hiJos." Ij,'." .•.....,\')1,1," , '~124 Páginas para consultar toda la FamiliaAPARECE El ULTIMO JUEVES DE CADA MES


10'·' ,,--"~;-~~~i;5l; i~~? ' ·;[i;':,f."~:Jt;;2 .~.:i;:.JLM·',:~¡,(;2.,·;l,;Jd{\~"f.;:::~:,:¿(:s~~L, .," l:·.c'=\:)L~· .~:,.; .. ;:,,;;~jlj~9:\i:,:~,~;);{~~.;Y~~;~~~\=;';:·:!:,\:;~. ,'", ." :,~..1¿yen caza cómo andamos .. ?... nosotros andamos muy bien porque AGRO NUESTRO se especializaen CAZA MAYOR de noticias, para que toda la Familia AgrariaArgentina se actualice con respecto a lo que ocurre en nuestrocampo.y en casa también andamos muy bien porque AGRO NUESTROcon sus 63.000 ejemplares es la revista de mayor tiraje en AméricaLatina. (Por eso nuestros anuncios venden más).AG~La Revista Argentina del Hogar AgrarioEN ROSARIO:Gral, Mitre 1132 ~ T,E. 62779EN BUENOS AIRES,Av. J. B. Justo 839 - T.E. 772·6202La radIO eOIl lfIUJ 5 ... ·" .. ~"'L~~~~~~:1 0 '--J..,----, •


EolO •• al P.rlo que. vio Sormlonlo en1848: ciudad 'ucln.nlo, conlradlctorl. rHona d. .tracllvol p.r. el loven lud ..... •rlcano."Historia, émula del tiempo, depósito delas accIones, testigo de lo pasado, eJemplOy aviso de lo presente, advertencia delo por venir . .. "(CERVANT'ES, Qullolo, 1, IX)Prohibida la reprodúcclón total o peretaldel material contenido en esta -revista, encastellano u otro Idioma.ANO VII - N9 79 _ DICIEMBRE 1973EDITORIAL: TOR'S S.C.A. Redacción:México 4256DIRECTOR: Félix Luna T. E. 99·2323EDITORES RESPONSABLES:Alberto y Ricardo HoneggerTODO ES HISTORIA N9 79


SUMARIOLOS OlAS DE SARMIENTO EN PARIS. - Los cuadernos de notade Domingo Faustino Sarmiento permiten a E. M. S. Daneroreconstruir con precisi6n fotográfica algunas de sus jornadasen la ciudad que lo deslumbr6 y donde obtuvo algunos m6dicostriunfos ............................ '0' • • • • •• •• • • • •• pág. 8LA PRIMERA BUENOS AIRES SE FUNDO EN PARQUE PATRI­CIOS. - La vieja polémica sobre la exacta ubicaci6n de lafundaci6n realizada por don Pedro de Mendoza en 1536 adquiereuna nueva perspectiva a través de la tesis de GuillermoFurlong que la ubica en las cercanlas del actual ParquePatricios ................................... '" . . . . . .. pág. 24MARIANO MAZA, EL IMPLACABLE REPRESOR. - La imagen hist6ricadel coronel Mariano Maza es la de un degollador prolijoal servicio de las represiones rosistas en el interior. FernandoA. de Baldrich aporta datos que contribuyen a modificar estejuicio ............................................... pág. 32UN BANCO CORDOBES ENTRE EL FERROCARRIL Y LOS IN-DIOS. - Este mes el Banco de C6rdoba cumple un siglo' deexistencia. Alfredo Terzaga reconstruye los diffciles momentosque rodearon una fundaci6n cercada por innumerablesdificultades y sostenida por la fe de unos pocos cordobeses pág. 42ARGENTINA-BRASIL: EL EQUILIBRIO. - Cuarta y última secuenciade la serie que publica Miguel Angel Scenna. En este capitulofinal se describe el periodo que culmina con la caldade .Getullo Vargas en 1945 ............................. pág. 82y TAlVIBIENEL DESVAN DE CL,IO. - Curiosidades y rarezas en el desván dela Historia. Las dice Le6n Benar6s ...................... pág. 18LECTORES AMIGOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. pág. 5Pág. 7


lOS DIAS DESARmIEnT,OEn PARISporE. M. S.Danero,,".1I¡; "El Sarmiento de r 846,hambriento de Europa,dejó en .u cuorderno deanotaciones sabrosos de ..talle. de .u e.todla enPorl •.TODO ES HISTORIA N9 79_,·,:;:v··li !


Es ésta la relación circunstanciada de algu- de blografla o crónica novelada que se le hanas de las aotlvldades de Domingo Faustlno dado a esta obra. Los personajes, con axcep­Sarmiento en Parls, durante el lapso que va clón de cuatro, son reales, y fueron conocidosdel 9 de mayo al 12 de setiembre, de 1846. y tratados por Sarmiento. ' ,Puede pasar por una crónica biográfica. O En lo concerniente a cualquier similitudbien por una blografla hasta cierto punto que se encontrara en las expresiones, Ideas,novelada. Abonada está por al Diario de gas- sentimientos y descripciones heohos por el ~tos, las Obras completas, le Correspondencia biografiado, el autor se apresura a declarar . íy otros documentos recopilados por el pró- que a Sarmiento le pertenecen, y fueron ex- 1';cer, a los cuales se agrega la crónica diaria traldos o adaptados de sus escritos, crónicas ~$~jde aquel periodo y otros testimonios consul- de viajes y correspondencia. Era lo Justo. De 11tados por el autor, particularmente en la ca- otra manera no podla ser. ~pltal de Franela, en los anos 1955 y 1958. Este obra, dado su carácter, asl como por I.fLos lugares, episodios y circunstancias que su tono extraHb a todo alardeo de preclosls- ~, se mencionan son rigurosamente exactos, con mo literario, se presenta sin notas, acotaclo- ¡!!llI~:='::::~=:::::::;:'JPág. 9


lOS BIAS BEnTOEn PARlsAHORA, A PARIS . ..Domingo Faustlno SarmJentodesembarcó el 6 de mayo de 1846en el puerto de ,El Havre, deFrancia. Había salido de Valparalsoel 28 de octubre del añoanterior, permaneciendo brevestemporadqs en Montevideo yHlo de Janelro. ¡;.1 9 de mayo,desde Rouen, le escribió a suamigo Carlos Tejedor. "Avl..,usLed a los mios, que he tocaduUarra en Europa, que he abrazado,más ·blen dijera, estaP;rancla de nuestros sueños",Estaba a cuatro horas de Parls... "Sléntome, sin embargo-agrega- que no soy el huésped,ni el extranjero, sino elmiembro de la tamUla, que nacidoen otros climas, se acercaal hogar de sus antepasados,palpltándole el corazón con laanticipación de las sensacionesque le aguardan, dando una¡lsonomia a los que sólo denombre conoce, y tomando prestadosa la Imaginación, objetos,tormas y conjunto, que larealidad destruirá bien pronto,pero que son Indispensables alalma que, como la naturaleza,tiene horror al vacio ... "Pero, Sarmiento tenia prisapor seguir adelante. Visitó rápidamentela ciudad de Cornel­Ile y de Boleldleu y, aquel mismodía, con su pasaje del caminode hierro, en primera, saliópara la meta de su prolongadoviaje. Consigna aquel hel'hoen la misma carta, dondedice un lacónico: IIAhora, miamigo, ¡a Parisl"Fue en las primeras horas dela tarde y era su compañero,como lo habia' sido durante .elviaje a bordo del Ro ••, monsleurTandonnet, talansterlano,dlscipulo de Fourler, blenamadod,el IIPadre" Enfantin y, además,hasta su salida de BuenosAires, admirador de Rosas yrendido cortesano de Manuellta.Inconvenientes todos estos quela prolongada. tra vesla delAtlántico y las pláticas en lacámara del vapor trancés, muypronto obviaron. porque Tandonnetera, además de comucatlvoy servicial, representantede El Correo d. IDtra.mar, quepublicaba en Paris el ducho, camaleónicoy muy relacionadodon Xavler de Lasalle.Así, el para muchos insólitoconvoy terrovlarlo, bordeandoel coruscante Sena, pasó porVermon, hizo' alto en la pequeñay agraciada Nantes, describióun. amplia curva apartándosedel lecho del rio y, luegode la !loresta de Balnt Germaln,resoplando vapores· y con crujirde hierro, avanzó por lasblancas llanuras de Salnt Denls.El vlaj ero no reparó en detalles.Lo apremiaba la llt'gada.No miró siquiera la caracteristlcabutte de Montmartre, r·onsus caserios, molinos y vl1\edos;ni el macizo verdor del Bols deBoulogne; ni la amenaza belicosadel Mont Valerlen; niaquel mar 1l1mJtado de tejadosacrlb1l1ados por estrambóticas yretorcidas chimeneas.y es que llegaba anónimo, receloso,oscuro, aturdido por laestruendosa y silbante entradadel convoy bajo las arcadas dela flamante estación de SalntLazare.Debatiéndose entre las muchaspersonas que aguardabana los que, como él, echaron pies tierra, salvos de la rlesgosaprueba que Implicaba el viajaren aquel flamante y poco tranqu1l1zadorartilugio, slmbolo delos más modernos dlas, sarmientoa dur·as penas escuchóa Tandonnet, el cual, Instán


Vi.,a exlerlor de la Escuela de Medicina de Parls.•• I~B.ue Taffboul.- ......""..."'_-.;."!'..._........_........"""~___.."""_...""'~....,.,__.""...ToI1ooI. l\oe LlfllHe. ~ :, __ '1M le=" 1he.-¡ , """Ii''H ¡~~ .,~' ,- - '" . ,....._~~ - .~ i¡ .....,,..__.........,_""."•.•,,~~_.~_ - •••,. u..",. "."".,.,A".•,"'C ... F.•• ~_.·.·.",;".N.. ·.~~_•.. ~_ ....,..........,.


LOSSRRmEn PRRISla rue de Salnt Lazare. cargadaslas vaUjas, Tandonnet. leIndicó al auriga:-Hotel de la Pa.1x... Me pareceque la esquina de la Chausséed'Antln y la rue Neuve desMathurlns ...El cochero hizo restallar ellátigo y puso en movimiento elcargado calTlooche.Avanzaron por la calzada anchay animada. Caia la tarde.Cuando Jlegaron a una plazoleta,frente a un cuartel, sellalandola cane que a11l desembocaba,Tandonnet, ya en trende avezado cicerone, le expUc6a Sarmiento:~Esta es la rue de CHcby.Al tondo hay un hotel que conocenmuchos elegantes Y periodistasde Parla... Es la prisiónpara los que no pagan.Un alojamiento bueno y económico.La pensión la abonan losacreedores y uno disfruta detranquUldad, comodidades yhasta de ciertos lujos.-Pues... podemos Ir aJ1[ ...-sugirió Sarmiento.-Por el momento, no. Hayque comenzar por tener deudas...- arguyó Tandonnet,sentencioso.El carruaje, a los pocos metros,dobló hacia la derecha,enfilando pGr una avenida mejorpavimentada. En las esquinas,entre los árboles, habiacafés. Residencias lUJOSas. algunasde Imponente aspecto,flanqueadas por Jardines, alternábansecon porta.Jes coronadGspor escudos nob11larlos y pesadosadornGs y florones. Las verjasy los muros estaban coronadospor cuidada vegetación. Erala ciudad y la campalla amalgamadas,confundidas gratamentepara alOjar a gente acaudaladay de la noble,....-Hermoso blIrrlo ...-SI, pero bastante desacredldltadoen época no muy remota...Aqul ha vi vida la flor ynata -lo que nosotros decimosla crém ....... de la perdiCión y dela cGrtesanla galante. La aristocraciatran·sfonnó el pantanoque era. Aqul en lugar de esecuartel. por ejemplo, estaba 1.vlJI..... de. Porcherons ...-Con menos eufemismos. nosotrosdlrlamos el rincón de lo.,TODO ES HISTORIA NQ 79chancheros-, comentó Sarmiento.-1 Eso es 1 De todas maneras,cerdos, puercos y porquerizossiempre ha habido en este mundoInfame,- dijo el dlscipulode Fourler.-Está usted Insplrado ...-­comentó Sannlento, deseandollegar."':"'Es para abreviarle el trayecto... Ya estamos ... Ahi, enla acera de. enfrente, tiene lacasa donde murió Mlrabeau.·-Supongo que se encontrarlaa sus anchas entre la doradacortesania .. .-Bien... Ya Jlegamos.Descendieron. Acudió un valet,soUclto. En el vestlbuloapareCió monsleur Bourller, elpropietariO del Hotel de la Palx,que ocupaba un ampliO Inmueble,con frente a las dos caJles.A Sarmiento, le destinaron unahabitación en el segundo piso,con ventanas a la ochava de laesquina. Desde ellas se divisabala animación del cercano boulevardde los capUChinos. En laesquina de éste, otro café, muy!lumlnado, era un hervidero degente.-·Blen.. . Póngase usted encondiciones. ¿Le aguardó en elsalón, dentro de media hora¡ ... ?¿le parece?Sarmiento cerró la puertaque daba al alfombrado pasllJo.Fue la primera, una Impresiónde desconcierto, de intimo regocijo,de profunda emoción.¡ Al fin I Estaba en Parla. Frentea las ventanas bordeadas porespesos cortlnados, en la estanciaalfombrada y lujosa,sentado en el lecho ampUo ym uelle. bajo el ampuloso dosel,en aquella atmósfera un pocopesada. ·slntló que la' ciudadllegaba hasta él, penetrándole,h.cléndole suyo. AsI, sentado,apoyados los pullos sobre elsedoso acolchado, 10 gOlpeó unay otra vez, fuerte y acompasadamente,diciéndose en forma repetida:-¡Al fin! ¡Al fin! ¡Al fin!En un segundo lo abarcó todo,su vida Integra, sus ilusiones,sus luchas, sus amblclocnes. sus dolores, sus fracasos,sus rebeldlas, sus amores, susodios, sus treinta y cinco añosde exIstencia n6made, arrojadosiempre de un hogar querido,su viaje desde el otro lado delmundo. Y ahora, la realidadera ésta. Asi. Estaba alli, enParls.--¡Al fin! ¡Al fin! ¡Al fin!El ámbito lujoso y señorial,como nunca lo habla tenido. erasUYQ. Suyo era, también. la 11-be.tad de moverse, de desenvolverse,cual si hicIera meses,años, siglos, que estaba allf. Suyoera todo aquel mundo deposibilidades y de aventuras, deconocimientos y de realizaciones.Mentalmente, pensó en los famUlares,en los que quedaronen América. Pero, más que enninguno, pensó en el amigoMontt, el preslderite chileno,que, pese a habérsela proporcionadoa él, no habla disfrutadode esta Incomparable ventura.A la media hora, descendiendopor la alfombrada escalera,pasó por el primer piso dondeechó una Ojeada hacia el salóncomedor cuy·as mesas dlsponlanlos criados. En .la planta baja,en el despacho, se encontró conmonsleur BourUer, abundanteen reverencias y ademanes, hablandocon el eficiente Tandonneto-¿Estamos?·-Estamos.Salieron y echaron a caminarhacia la iluminada esquina delBoulevard. El a tardecer estabafresco, agradable. Se detuvieronante algunos escaparates.sarmiento. hasta entonces, nolos habla visto jamás, tan ilu_minados y atrayentes, envueltospor los amplios cristales.Le llamó partlcularménte laatención el de la tienda LaChaussée el' Antln, en el 9 dela misma. Lo examinó con detenimiento.Al reanudar la marcha,le dijo a su amigo:-Mallana o pasado tendréque hacer algunas comprasaqul... He de renovar mi guardarropasprovinciano .... -Ya 10 hará ... Ya verá porahi cosas mejores.... En parl.,no sólo hay que vestir conelegancla: e8 menester hacerloen casas elegantes. El perfectodandy huye de las grandes tiendas...·-Muy Infonn.do está usted ...-No 10 digo yo; lo recomiendaBruzac ...Asl llegaron al Boulevard.Orientarse no era fácil. Dieronunos pasos poco menos que ala deriva. Un tlacre seaproxlmóa la acera y qUedó Ubre.Tandonnet le hizo señas y ordenóque los condujera hastael Palals Royal.En el trayecto, mientras Sarmientomiraba hacia una y otraacera, su mentor prOSiguió:--En Parls encontrará ustedrestaurantes para todas las bolsas,pero también, y esto es loesencial. para todos los estadosdel alma. Además comprobaráque nadie, en absoluto. reparaen su presencia. Lujoso o ml$ero.el lugar donde usted se refugte.ya sea. para aUmentarse. ya


sea para estar a solas, siemprele resultará acogedor. Parls es,por excelencia, la ciudad dondela soledad r,esulta siempre grata.Impera aquí el esplrltu de,~uan Jacobo ... El maltre ceremoniosoo el patrón jovial yconfiado, ambos le acogerán austed Igual, para los dos será elcliente blen"enldo, y le recibiráncomo el fomoso Prevost delTortonl, diciéndole. "Monsieura-t-U eu la bonté de déslrerquelque chose?"Tandonnet se empefió, conprovecho también para él, enque Sarmiento conociera aquelaspecto tan esencial de la ciudad.El flacre se detuvo ante elperron del Palais Royal, por laparte en la calle de Beaujolais.Aunque las rejas del jardinya estaban cerradas, recorrIeronparte de las galeria., bien iluminadaspor ¡'as lámparas delas arcadas y las luces de losesraparates. No muy lejos. end. San C/oud.el 88, encontraron la entradade los TroI& Fr~res PrOven •• m:cuYOS propietarios, desde luego,no eran hermanos ni provenzales,aunque si' estaban casadoscon sendas hermanas de estaprocedencia. Barras y Bonaparte,se decla, hablan sido clientesde la casa y, por lo mtsmo,la habla frecuentado el rudoBlucher en los dlas de la ocupación,después de Waterloo.El menú era tentador y los precios,después de todo, no resultabanuna exorbitancia. En lacartela ponlan: Tete de veau entortue aux· truffes, 3 francos;un deml-poule truUé, 4; beefstake,1,50; Chou.route, 2,50;Homard, 5; media, 2,50.; ~boutelle de Beaune, 2; boutellIede Chiteau-Laftlte, 10 francos.Fue una cena pantagruélicay Sarmiento, aquella noche,anotó el Importante gasto dedoce francos.Al salir. recorrIeron todavíalas no muy concurridas galerla~.El FI.lais Royal estababastante decaldo. Ya no era loque en los dlas de Luis XV,cuando por alli desfilaba todoPáris. Habla perdido su febriclentevida, no ere. el palpitantecorazón de ,Paris del Imperio,cuando las jolies flUes de moeursalmables recorrlan las galerlasy bajo transparentes telas, exhibiendosus atractivos, Incitabana los paseantes a penetraren las casas de juego ylos lupanares. Luis Felipe, luegode usufructuar como prlnclpe,en todos sus escabrosos aspectos,aquél famoso lugar, al llegara rey creyó moralizarlo.En 1838, un decreto terminó conel juego, y las tiendas y lugaresde diversión comenzaron a declinar.La vida elegante y nocturnafue trasladándose al Boulevard.Esto lo Ignoraba Tandonnet,que habla estado ausentede París unos cuantosaños. De manera que al salir sr.Pág. 13


mostró un poco defraudado ymohino.IIl..' .1En PARIS¡i~"'~ !i!,:~t! '1-Una calle;u,,/a del vle/o Parl. hacia mediadosdel .iglo pasado.TODO ES HISTORIA N9 79ISOLO EN PARIS, y UNACENA EN EL BOULEVARDDesde luego -y experimentó,de inmediato, el deseo de comunicarloa sus amigos de Santiagode ChUe- no estaba EugenioSué en París. El dandy,novelista popular y fashionable,creador de tantos amantes apasionadosy de héroes byronescamenteperversos, cinicos yelegantes, hallábase ausente. EltrIunfo del autor de Los misteriosde París y de El judíoerrante perjudicó al creador deArturo y de "El gUano", dePlick et Plok y de Latréaumont,fantarrón de los vicios, como leacababa de llam'ar Balzac conun poco de envidia. Se habíapasado a la otra band:a, ofendiendoen su altivez al faubourgy al Jockey Club. El escritor deprocedencia burguesa arrivista._-"y tronado- al que madamede Rauzan llamada "mi buenamigo", de pronto, se volvió,no ya hacia los orleanistas, sinoque se mezclaba complacidocon los republiC'anos, los car~magnols, los ¡jacobinos! De lossalones saltó al arroyo, Sus personajes,vulgares y abyectos,exhibianse en grabados estatuiUasy hasta en las pastelerías,La Gousaleuse, Jacques Ferrand,Pipelet, madame d'Harville, ladySarah, y el rengo Tortillard.con la inquieta Rigolette, reinabanen el Mabille y en otros tab~adosdesde hacía cuatro años.El progenitor de tales monstruosera fabulosamente rico:los luises cDrrían a raudales porsus manos (jabonados previaviamente);en sus fiestas íntimaslas criadas "vestían a lamoda ateniense" y hasta algomenos, casi como las despechu~gadas del Palais Royal de losdías dorados y pecaminosos paraescribir sus nauseabundasnovelas populacheras, Decíanque Sue se calzaba Impolutosguantes de seda, mojando supluma en un tintero de oro justipreciadoen 11.000 francos; y,colmo de escándalo y ludibrio,las flores, derramadas a raudales,perfumaban el estudio ensu residencia de la rue Pépiniere.Desde luego, todo ~stoeran habladurías de sus colegasdespachados y desplazados, y delos aristócratas que no le perdonabanla afrenta. La realidadera que el !ion hermoso y esbelto,el supremo elegante de las


tribunas del Jockey Club, aquelde los ojos más Intel1gentes ydulces del mundo, se hablanpuesto un tanto grueso, aburguesándosey enriqueciéndose,y prefiriendo apartarse del Boulevardy de París.Además, en poco tiempo, pordisposición de Luis Fel1pe y suactivo colabor:ador el conde deRambuteau, París había cambiado.Con el agr·egado de queEugenio Sué había falseado latopografía y retrasado la crono~logia de la ciudad. En realidad,casi no existían las pocilgas ylos vericuetos donde Los miste"rios comienzan "al anochecerde un día frío y lluvioso de octubrede 1838, cuando un hombreLa Torre del Palacio deJusticia eon su reloj restauradoen 1846.Pág. 1


105 alAS DESARmiEnTOEn PARI5vestido con busa azul, pantalóndel mismo color y un sombrerode paja usado y de aja anchaen la cabeza cruza. el puentedel Cambio..... Elsto defraudóbastante al joven Sarmiento ...En la Cité, las callejas ya noeran tan angostas que casi setocaban los tejados de las casasopuestas, todas de color negruzcoy con ventanas de marcosviejos y carcomidos. Ni se veíanportales sucios y asquerosos,dando entrada a escaleras fé­Udas, tenebrosas y tan empinadasque sólo se podía subir pOI'ellas asiéndose a una cuerda sujetaa la pared mediante garabatosde enmohecido hIerro ..¡,IUna de la. l/picasler/a. entre religiosa.y galantes delParl. del siglo pasado.J ,I , 'III¡I,ji,l'TODO ES HISTORIA N° 79


11111;:¡Personajes,hechos,anécdotas,curiosidadesde laHistoria.LAS SALIDAS DEVELEZ SARSFIELDEl jurisconsulto Dalmacio Vélez Sársfield,autor del Código Civil Argentino, era conocidopor sus salidas de picardía provinciana, con lasque solía desorientar a su ocasional contend.or.En cierta ocasión cuando era ministro de Sarmiento,ocurrió en el Senado la anécdota queManuel M. Zorrilla relata así: "Una vez acababade dar en el senado unos informes que lehabían pedido, y, habiéndose tocado incidentalmenteotros asuntos, hizo ciertas declaracionesque sirvieron de base al general Mitre, queestaba al frente de la oposición, para pronunciarun discurso combatiendo las ideas del PoderEjecutivo. El mismo ministro comprendióque habia ido demasiado lejos y trató de retroceder.Interrumpió a su contend~r y le dijoque iba a evitarle un trabajo inútll declarandoque, llevado impensadamente por el sesgo inesperadodado a la cuestión, había hecho algunasafirmaciones que eran de su cuenta exclusivay personal, pues, no habiendo tenido ocasiónde hablar con el presidente de la Repúblicasobre los puntos tocados, no podía conocer suopiuión al respecto.'!Esta declaración quitaba naturalmente todofundamento a la cat1l1naria empezada.-Si bien el señor Ministro -dijo entonces elgeneral Mitre- tiene títulos sobrados para serescuchado con interés y respeto en todos losmomentos y en todas partes, sólo puede serconsiderado en este recInto como el órganooficial del Poder Ejecutivo, y si no nos ha traídola palabra del presidente de la Repúbl1ca,¿por qué ha hablado entonces?-De entrometido, nomás, señor -contestóel doctor Vélez.Con una respuesta semejante, no podía seguirla discusión en el tono con que había empezadoy el incidente terrnlnó en medio de la hilaridad~eneral, de la que no pUdo exceptuarse ni elIlustre contrincante del ministro ..."l''1II, ', 'l'',1ITODO ES HISTORIA No 79


El COlERA y lA GUERRA DEL PARAGUAYSobre la epidemia de cólera ,e~ Buenos Aires,hacia 1867, Informa Francisco Latzlna en su Dlc~clonarlo geográfico argentino (suplemento, prl·mera entrega), Buenos Airea, 1906: "En 108 27afios (1872/98) han muerto do cóler ••• Iátlco onla capital de la República 2.197 personas, o suael 8,2 por cIento de la mortalidad total de dichos27 aftos. De cólera Infantil murieron 403(1,5 por clonto) y de cólor. nostr •• 157 (0,8 porciento). De colarlns murieron sólo 25 en el arribamencionado laplo de tiempo. El 19 de mar ..zo de 1 B07 88 presentó el primer caso de cóle ..ra en el Rosario, el que fue Importado de Corrlentea,que lo habla recibido del ejército 11 ..1Iado del Paraguay. La epIdemia cesó a mediadosde Junio del mismo afio. El cólera del afio1867 apareció en febrero en Rla de Janelro ylIeg6 el 16 de marzo al Paso de la Patria, con108 contingentes brBslleros para el ejército aliadoy la marina Imperial, donde estalló Inmediatamentecon gran violencia. Entre laa tropas, quea la sazón se hallaban en Curuzú, se enfermaron4.000 hombres, y 2.400, Y entre ellos 87 oficiales,murieron. En el campamento de Tuyutino hIzo la epidemia tantoa estragos, y, sIn embargo,ya en mayo llegó el número de 108 que8e hablan enfermado de cólera a 11.000.INOCENTESUPERCHERIAEN BUENOS AIRES,EN 1790. UN LIBRITOSUPUESTAMENTEATRIBUIDOA CONFUCIOO A UN BRACMANEntre las curiosas y valiosaspublicaciones de la Imprenta deNiños Expósitos -colección quecasi llegó a completar entre nosotrosel escribano Osear Carbo~ne- figura un raro librito demoral práctica, que lleva eltitulo de "EcOnl()DÚa de la vida.Obra compuesta por unantiguo Bracmán, trad ucldasucesivamente a la lengua china,inglesa, francesa, y de éstaa la española. Por don José Méndezdel Termo. Reimpresa. y de-.dlcada al señor don Martín JoséAltolagulrre por don José deSilva y Agullar, Administradorde la Real Imprenta de NiñosExpósitos. Con licencia en BuenosAires, en la misma imprenta.Año 1790". Comenta sobrela obrita e1.critico e historiógrafoJuan Maria Gutlérrez: "Estepreciosollprlto, «cuanto Requeñoen su' volumen tanto mayoren la materia que trata>,según la expresión de su editorbonaerense, es un tratado desana moral, escrito en un lenguajeagradable y en un muypuro castellano. Su autor anónimosupone que fue halladoen el pais de los Lamas y queunos lo atribuyen a Confucio,y otros al Bracmá Dandamls,quien, según algunos historiadoreseuropeos, mantuvo relacionesepistolares con AlejandroMagno. Tradújole un inglés a esteidioma, y dirigió el manuscrito aun lord amigo suyo con una· cartadatada en Pekín a 12 de mayo de1749, Esta es la ficción ideadapara justiflcar el estllo orientaly forma sentenciosa de estaobra, escrita vlslblemente porun europeo versado en los librosde la Santa Escritura, muy especialmenteen los de Job, David,Salomón y de los Profetas.Más de un Siglo ha. pasado sobreeste llbro (aceptando comoreal la fecha de Pekín); pero noha .envejecldo aún, y no dudamos-corn:enta Gutiérrez- queupa nueva edición de él seríalucrativa para quien la emprendiesey provechosa para lectoresargentinos. No podemos menos. que mencionar aquí una circunstanciamuy Significativa,con respecto a la influencia quepuede tener un libro sobre ladicha de una famll!a que meditasus sabias páginas. Uno delos dos ejemplares que hemosexaminado de esta edición deBuenos Aires de la Economía dela vida humana, ha sido conservadoen una casa de campo, antigua,cuyos miembros se señalanpor su patriotismo, por suInteligente laboriosidad y por eldeseo de practicar buenas acciones.El Administrador de la imprentadedicó este libro al señordon Martín José de Altolaguirre... Altolagulrre era unamigo entusiasta de la agriculturay se esforzó por aclimataren el país el cultivo del cáñamoy del lino y de otras plantasexóticas igualmente útiles. TodoBuenos Aires conoce la quintaque conserva tradicionalmentesu apellido. Allí, en aquel parajepintoresco, deberíamos levantarnuestro «jardin de plantas>,adornándolo con las estatuasde Altolaguirre, de Belgrano, deVieytes, mancomunados entoncescon ardor sin igual para· elestudio práctico de la. agricultura,a fin de promover por mediode ella el desarrollo de lariqueza públlca".FELIPE IBARRA, GOBERNADOR DE SANTIAGODEL ESTERO. lA COMPETENCIA DE SU HERMANOFRANCISCO. TRETA PARA SER DECLARADOGOBERNADOR VITALICIOEn La Revista de BuenosAires, que dirigieron Vicente G.Quesada y Miguel Navarro Viola,en el NQ 73 (Buenos Aires,mayo de 1869, tomo XIX), JuanB, Muñoz da cuenta de la siguientetreta de Felipe Ibarrapara mantenerse en el cargo degobernador de Santiago del Estero:''Tocamos ya el año 1835,cuando Ibarra contaba ya 15años de gobierno, por reeleccionessucesivas, arrancadas maño Msamente de la titulada SalaProvincial."Acercábase el día de repetirla farsa y hacerse reelegir,pero esta vez tenía que luchareon un competidor fuerte, cualera su propio hermano que,ofendido por algunas injusticiasde que él mismo había sido víctima,resolvió disputar1e la elección.Parece indudable que laPág. 19


'111:PRfCIOS MAXIMOS PARASASTRES Y ZAPATEROS ENBUENOS AIRES: MITAD ENDINERO Y MITAD EN FRU­TOS DE LA TIERRA (1610)I11Ii Il'I ~Imayoría de los diputados estabanen favor de don Franciscoy que, de no haber sido descubiertoel capítulo, lbarra hubieraquedado fuera de la escena;pero nunca falta un Judas, comose dice vulgarmente, y losmanejos del coronel Ibarra fuerondescubiertos a su hermanopor un fraile que estaba en elsecreto."No atreviéndose Ibarra aproceder contra su hermanoque, otra parte, parecía teneralguna popularidad y cierto influjoentre los diputados, se resolvióa emplear la astucia ypreparar su golpe de estado. Dirigióseal efecto a la Legislaturamanifestándole muy respetuosamentela imposibilidad derendir las cuentas generales dewsu administración sin una pró •rroga de dos meses, que solicitóy que le fue concedida de lamejor buena fe."Durante esos dos meses seocupó Iharra en ponerse encontacto con los comandantesde campaña que, según su sistemabárbaro de gobierno, eranuna especie de caciques, conderecho de vida y muerte sobrelos habitantes de su jurisdicción.Encargóles sigilosamenteque cada uno por separado, porsí y a nombre de los habitantesde su partido, le dirigieseun oficio nombrándolo gobernadorvitalicio con facultadesextraordinarias, y declarandonulos todos los poderes dadosa sus representantes."Los cOl1lRndantes de campaña,hechuras todos del go-TODO ES HISTORIA N9 79bernador Ibarra, llenaron al piede la letra sus deseos, y antesque expiraran los dos meses yatenía en su poder los diplomasde su nombramiento.Grande fue la sorpresa de losrepresentantes de la Provinciacuando, reunidos para oír elmensaje del Ejecutivo y procedera la nueva elección, se presentóel escribano don José M.Gundian con los oficios de loscomandantes de campaña, que,abiertos, puso en manos del presidentede la Sala."El golpe era mortal, sobretodo para una Sala atemorizaday compuesta en su mayor partede hombres serviles y acostumbradosa la sumisión. A medidaque el presidellte iba leyendolas actas y las destituciones orevocaciones de poder de cadadepartamento, los diputadosdestituidos se iban retirando,de manera que la última actala oyó sólo el presidente, y lospocos,. vecinos que asistían a labarra.Debldo a los abusos en queparecian incurrir los sastres yzapateros d·e Buenos Aires en laépoca colonial, el Cabildo. reunidoel 30 de agosto de 1610.acordó un arancel "con la obligaciónde recibir la mitad deiprecio de las hechuras y obrasque hicieran con frutos de latierra, como es: h.rina, trigo.sebos, maíz, candelas, pan, vinoy tocino. y la otra mitad en plata".La tarifa fiJ.da fue i.siguiente:Para los sastres. "Un vestiduentero de hombre ll.no de pafioraja o rajeta, que se entiendecalzón, ropilla y capa. aunquelleve faja o pasamano, 10 pesos.Un Jubón. 3 pesos. Un capotillode dos fald.s, a,forrado. 3 pesos.Unas mangas de hombres, sInojales, 1 peso y de seda peso ymedio. Un gabán ll.no. 4 pesosy con ribete, 8 pesos. Un vestidode muchacho de 8 a 10 afias.llano con capa, seis pesos. Unaropa de mujer llana. de raja orajeta, con su ribete o pasamano,6 pesos. Una basquiña llana, 3pesos. Un Jubón de mujer, llanoo con molinillo, 4 pesos. Un faldellincon solo una faja. 2 pesos,y siendo a la francesa, 3 pesosDe lo cual no excedan, pena de4 pesos por tercias partes cámara,juez y denunciador. por laprimera vez, y por l. segunda lapena doblada; y que los frutosque se le diese sean a los preciosque corrieren con la plata en lamano,Para los zapateros: Zapatosde hechura, 1 peso. Botas llanas.2 pesos. Id. de camino, forradascon ribeve, 3 pesos. Zapatonesabrochados, 1 peso. Pantu!lascon corcho, peso y medio. Chinelasde mujer, peso y medio.Zapatillas de mujer, con so~oplantilla, 6 reales. Botinas, 1peso".1,'


SASTRES FRANCESES PARA JUAN MANUEL DE ROSAS. UNACHAQUETA QUE LE QUEDO CHICA. UN CHALECO CONPINTITAS y MUCHO PAf.¡O AZULLa natural repulsión que Juan Manuel de Rosas mostró a todo lo que fueraceleste no se extendió, por lo que parece, al paño azul. Así lo demuestran lasfacturas de "Lacombe y Dudignac", sastres franceses que vestían al Restaurador.Una factura del Importante cliente, de agosto 27 de 1aJO, dice asl:"SU EXCELENCIA DON JUIAN MIANUEL DE ROSASAgosto 27 de 1830a Lacombe y DudignacUn chaleco de lanilla color ante finísimoUn pantalón de paño azul con franjas bordadasUn chaleco de seda color pasas ................... .Una chaqueta de paño azul para su hijo ......... .Una ohaqueta" "" " más ..... .Un chaleco.............. ....... .Un pantalón de paño azul .... .. ..... .Un frac de paño azul ....Dos pantalones de paño azul ..................... .Un ohaleco cotonia color anteUn.. .. con pln ti tas ................... .DEBE$ 3514035707014501751552524Una Chaqueta de merino azul con 20 pesos de aumento sobre la anteriormente,se hizo y se me volvió por chica .... ,. .. . . ............ ' .. 20$ 812Buenos Aires, el 30 de octubre de 1830Reclbi el importeDUDIGNACVarias cosas llaman la atención en la factura: la chaqueta"para su hijo", al que el Restaurador mantuvo en un alejamientopoco menos que secreto, y el hecho de que los audacessastres franceses se atrevieran a cobrar a Rosas una chaquetaque les habla sido d.evuelta.ASPECTOS CIENTIFICOS DE LA CAMPAÑADE ROSAS AL SURLos libros de historia dan pocaImportancia al aspecto científicode la campaña, destacandosolamente el mUltar, como silos hechos ocurridos en el planosocial, religIoso o económico notuviera ningún valor,Por ello este trabajo esta destinadoa poner en claro que elaspecto clentlflco de la campañaposee un valor inapreciable.22 de marzO de 1aJ3. A las16.30 de este dia desde la Guardtade San Miguel del Monte, almando de Juan Manuel de Rosas,se pone en marcha haciael desierto la división denominadaIzquierda,Inicia el avance el Cuartel General,que es la custodia personalde Rosas, y lo sigue el batallónEscolta, m1l1clanos de infanteríamontada, un piquete de artllleríacon cinco piezas y 25 marinosque tripularán en el río Colorado,Completan esta expediciónde 2.000 hombres y 6.000 caballos,una nutrida Impedimenta de carretascon los abastecimientos,yeguadas, manadas de bueyes,mujeres y comerciantes.Acompañaron a los soldados,hombres de ciencia especialmentedesignados para efectuar observacIonesastronómicas, talescomo medición de longitudes ylatitudes, ocultación de estrellas,declinación del sol y comprobaciónde los eclipses del primersatélite de Júpiter, asi como registrosde temperaturas de lapresión atmosférica y de la direcciónde los vientos. Los accidentestopográfiCOS deblan ano·tarse cuidadosamente dla trasdi a, indicando ubicación de lasmontañas, el curso de los riosy la calidad de sus aguas, lascaracteristlcas del terreno, desus pastos y de su vegetación engener.al.Los objetivos de Interés parala historia natural que se encontraranen el camino debían serdescritos minuciosamente. Todoslos elementos que parecieran dePág, 21---- --------


, II,,'"1"I:!Importancia cientínca tales comopiedras, yesos, arcmas, sales,minerales o vegetales diversoshabrán de ser clasiticados convenientementey enviados a BuenosAires para su posterior análisisy estudio.Además, se explorarian palmoa palmo los flos Colorado y Negro,levantándose mapas sobreel recorrido de los mismos, suscostas, su caudal de. agua y suscondiciones de navegab111dad.Entre quienes participaron dela campafla para estos trabajosespeciaUzados se encontraban elerudito c1entifico itaUano NicolásDescalzl, el Ingeniero agrónomoFel1ciano Chiclana (h) algunospilOtos y marinos avezados comoTlhorne, Bathurst, Amores,Lynch, Elsegood, Sca111et y otros.E! célebre Darw1n, en su viajealrededor del mundo, estuvo enel campamento del Colorado,donde reaUz6 algunos trabajosde investigación que corisignómás tarde en una de sus obras,si bien a las observaciones delugares, fauna, flora de la regiónailadió da tos peregrinos, comodecir que Rosas y sus hombreseran soldados espaflol.s queestaban guerreando contra losindios ...La labor desempeñada en estascircunstancias por el DepartamentoTopográtlco de BuenosAires, a cuyo frente se encontrabapor entonces el teniente coroneldon José de Arenales fuedestacable. Las Instruciones fueronhechas con preCisión y detalley están fechadas en BuenosAires el 14-3-1833 y fIrmadaspor el astrónomo Ottavio F.Mossott!, sabio de renombremundial radicado temporarlamenteen nuestro país por aquellos"ños.En el aspecto cientí!1co, quienTODO ES HISTORIA NQ 79más se destacó fue el astrónomodon Ndcolás Descalz!, quien de'jóconsig,nadas sus observacionesnon toda rigurosidad en su DiarIode Viaje y en los cuadernosque puso a su disposición el DepartamentoTopográtlco.Por fortuna, las medidas precautoriastomadas han Impedidose perdieran tan vallosos testimonios.Las observaciones originales,ei¡Critos con letra más que aceptablefueron ·luego meticniosamentevolcadas al papel con lacomodidad conveniente en BuenosAires así, junto con aquellosescritos en una media lenguaitaloargentlna, figuran otros comolos diarios de Rosas, de P'a­"heco, de Lynch, asl como numerosadocumentación, todo locual permite rehacer buena partedel aspecto cientifico de lacampaña.El objetivo principal de las instruccionesen· las observacionesastronómicas era la determinaciónde las longitudes y latitudespor las cuales pasarla la expediciónde Rosas.Con respecto a éstas, calculadas,en dicha expedición, el examende los datos consignados enlos distintos diarios revela unanotable exactitud de las mismas,si bien debe aceptarse algúnmargen de error provenientemás que todo de la natural incomodidadpara efectuar observacionessobre la marca.Cada uno de los datos -temperatura,vientos, estado atmosrérico-debían ser anotados alamanecer, al mediodla y a lapuesta del sol. Lamentablemente,la rotura del barómetro impidióque se hiciera 10 propiocon la presión.La lectura de los partes diariosde la correspondencia públicay privada, tanto de los jefesentre sí como los amigos queestaban en Buenos Alres, demuestranel Interés especial deobservar, recoger y anotar cuantopudiera servir para un mejorconocimiento del sur, tanto en elaspecto topográfico como en elgeológico, hidrográ!ico, zoo ofitogeográf1co.A veces son simples de·finicionesempíricas, hechas sobre lamarcha, un ejemplo: Uesta esuna reglón de buenos pastos ll ;y otras veces, las anotacionesson más detalladas, y a menudoson referencIas a costumbres yhábitos de los indios, 10 que constituyeun valioso testimonio paralos estudiosos.otro de 100 propósitos cientí-!lcos de la expedición de 1333 fueel estudio prolijo de los cios Coloradoy Negro. 'Para ello secontrataron los servicios de algunoscapitanes y pllotos quienes,a bordo de gOletas y lanchonesefectuaron los trabajosasignados por el DepartamentoTopográfico u otros que las circunstanciasaconsejaran.Consistian prinCipalmente enrecorrer minuciosamente ambasvías fluviales para trazar unmapa exacto de los mismos, conindicaciones de latitudes y longitudes,descripCión de sus costas,de la profundidad y caudalde sus aguas y de cuantos elementospudieran servir parallustrar los mapas y cartas dela provincia y aumentar los conoclmlentosacerca de la región.El resultado de esta exploraciónfue publlcada porpel1egrlnien la Revista del Plata hacia elaño 1854.En cuanto al ingeniero agrónomodon Feliciano Chiclana,efectuó diversas mediciones, comolas que tomó entre Patagonesy la isla de Olloele Choel a lasdistancias que tomó por indicaciónde Rosas entre Patagones yel mar y luego por la costa deéste, hasta el Colorado.En la proclama que Rosas dirigióel 11 de marzo a los soldadosdel sur les expresaba, entreotros conceptos que la expedicióndaría como resultado la aperturade nuevas vias de comercio y ala actividad inteligente, riquezasno conocidas y bienes no sospechados"que la naturaleza guardaen los flos y en las montañas".Insistió en la necesidad depoblar la zona del rlo Colorado,única manera de asegurar eldominio efectivo de esa región.Aseguró un extraordinario porvenira la población del FuerteArgentino de la Bahia Blanca,fundado aflos antes de acuerdocon sus directivas.calculaba que en ambas márgenes,podrian establecerse 100estancias de nueve leguas cuadradascada una que entre todasse crlamn un millón de cabezasde ganado vacuno.Es evidente que Rosas, cuyaactlvidad personal habia estadoligada basta entonces a la producciónagropecuaria y muy especialmenteal trabajo de lossaladeros, atrlbuia una importanciafundamental a tales planespara la vida económica dela provincia. Es bueno notar laImportancia que le asegura aChile como mercado .consUR11dorde ganado en pie cuando la exportaciónde carne por via atlán-


CONDUCTA POPULAR AL ACERCARSE A BUENOS AIRESEL EJERCITO URQUICISTA. BURLAS AL LLEGAR A LAGUARDIA DE LUJAN. ESTUDIADA INDIFERENCIAEn sus Memorias (1842-1852), el generaluruguayo César Díaz describe, sorprendido,la actitud reticente o francamenterosista de los pueblos por que atravesabanlas tropas de U rquiza, antes de la campañaque cul¡ninó en la batalla de Caseros.Al llegar a' la Guardia de Luján, la situaciónes la que anota en sus apuntes: "Tresdias hacia que Pacheco la había abandonado;y del mismo modo que el pueblo dePergamino, había quedado entregada a lasmujeres, a los viejos y a unos cuantos extran'jeros.Cada familia de cuantos la habitabanhabía visto partir alguno de susdeudos, porque ningún hombre de los queeran capaces de manejar las armas habíapodido sustraerse a la obligación de sersoldado. Muchas de estas familias veíanamenazada su existencia o su futura suerteen los peligros en que iban a hallarseexpuestos sus padres, esposos o hijos y, sinembargo, es de notar que, con tan justosmotivos de aflicción, no se les veía derramaruna lágrima ni se los oía exhalar unaqueja. Al contrario, parece que estaban resignadosen su situación y que confiabanen su destino. Manifestaban hacia nosotrosla misma estudiada indiferencia que loshabitantes del Pergamino; y a los signosexteriores con que éstos habían hecho conocersu parcialidad por Rosas, agregabanotras acciones, que denotaban con hartaclaridad sus sentimientos. A varios oficialesque fueron en comisión, del servicioo con licencia, visitar el pueblo, les encargaban,como por burla, al pasar por laspuertas de sus casas, que si el ejército nuestroganaba una batalla tuviesen compasióna los vencidos. El hecho parecerá increíble,pero no por eso es menos cierto; yomismo lo he oído referir a uno de esosoficiales. Exageraban el número y calidadde las tropas de Rosas, y estaban persuadidosde que el ejército libertador era insuficientepara llevar a cabo la empresa,temeraria, según ellos, en que se habíaempeñado. Traían a la memoria tedas lastempestades políticas que aquel había deshechoo conjurado, durante el largo períodode su gobierno, ya sea que hubiesennacido en el interior, ya hubiesen tenidoorigen en el extranjero; y teman por cosaaveriguada que saldría también victoriosodel nuevo peligro que lo amenazaba.Yo creo que estas desdichadas gentessuponían a don Juan Manuel munido deun secreto talismán, que le daba el poderde dominar todas las situaciones de su vida,inspirándole virtudes sobrenaturales;pues no es posible interpretar de otra maneraestas ridículas aprehensiones de su es~píritu obcecado".tlca decayera accidentalmente.La Idea de poder llegar al in teriorsin pasar por Buenos Alresno debe considerarse sólo desdeel punto de vlsta económico sino,sobre todo, desde la trascendentalfaceta politlca que tal ecohubiera significado como que elencontrar una via hacia el InteriorIndependiente de BuenosAires suponla un golpe de cuidadopara el centralismo portefio./La campaña resultó un éxitocompleto tanto en el plano mllltarcomo clentlflco, y a principiode 1834 Rosas decidió regresar .aNapostá, dando fin a la campafiadel sur después de un año detrabajos y fatigas.Sin embargo, antes de concluirla,reforzó las guarnlclonesde Fuerte argentino y de Carmende Patagones, así como establecerun eficiente sistema de postasentre estos puntos y BuenosAires.Se trataba de disposiciones desingular importancia, no solamentepara la seguridad contrael Indio sino para defensa de la"soberanía nacional". Indudablementetendriaen la mente elgolpe Intentado por los brasileñossiete afias antes y el zarpazode los Ingleses a las Malvinasdurante el gobierno de Balcarc •.Desgraciadamente la trascendenciade la campafia de 1833ha sido relegada aun segundoplano por muchos escritores dehistoria; otros sólo han destacadosu aspecto militar que eranotable desde el punto de vistaestratégico y táctico. Pero en lafaz científica, apenas hay quienhaya escrito algunas líneas paradestacar el trabajo realizado porquienes acompafiaron a la expedición.Sea este justo homenaje aaquella campaña que no sólologró abrir nuevas fronteras,sino también afianzar la soberanianacional, y conocer nuestrosríos, suelo, y riquezas naturalespara mejor explotaciónde nuestro patrimonio.SUSANA B. MACEIRAPág. 23


'11 ','La ubicación dela primera Bue·nos Aires segúnla tesi, de GuillermoFurlong.(Izquierda) Portadade la primeraedición do la crónicade UlrlcoSchmldel d. 1567porGuillermoFurlongI1i,1, ,,~ucf¡ \l1)li malldllrlm atfQ~rl/lrtlft on~ (cf¡4ttlldl¡dn¡f~ Oro ¡fI)I(


La pril"eraBuenos Airesselundci enParque Patricios•¡¡seALA i: 40. 000- --lh'tI /Q.t'~v; f(!tÍI ,1:64 .Pág. 25


La prllTleraBuenos Airesselundó enParque Patricios-Creemos, sin embargo, queninguna de estas tres ubicacionesse aviene con un hecho queconsideramos fundamental paraacertar con la ubicación deaquella primera Buenos Airesy el hecho, a que n~ referimos,está en perf'€cta armonía concuanto nos dicen los cronistas:íos habitantes de aquella primeraBuenos Aires perecieronde hambre, por no contar conlos necesarios alimentos.Ya de entrada, rechazamos('omo espúreas las tan conocidasláminas que, desde fines del,Iglo XVI, acompañan el libroTODO ES HISTORIA N9 nde Ulrlco Schmldel, y en particularla que lleva el titulo deBanas Aeres - Río della plataoder parana, (3) en la que aparecela ciudad, a orlllas del niode la Plata, y junto a ella, apocos metros de la muralla, seencuentran cinco canoas de facturaeuropea. Claro está que nadade esto nos lleva a cal1flcarde espúrea esta lámina, pero lainmensa casona que se ve enprimer plano, y que era sin dudala destinada a Pedro de Mendoza,es una pura fantasla deldibujante alemán que !lustró ellibro del soldado bávaro. Ademásde la planta baja, con lagran puerta de entrada, hayotros dos pisos 'con cuatro ventanassobre la fachada y tres alos costados, y por encima deestos tres pisos, hay un ampliodesván Con ventanltas a cadalado. Aquello es un hermosopalacece, que pOdria estar enFrankfurt-am-Meln, en Dortmundo en München, pero noen aquelJa efímera y famél!caBuenos Aires de 1536. El anónimo!lustrador de Schmldel hojeóel volumen" que debía valorarcon visiones gráficas de loshechos referidos en el mismo,pero lo hizo sin analizarlos mayormente,de donde sus errores,coincidentes éstos con losde los tantos historiadores que,después de él, se han ocupadode la obra de Schmldel (').EL HECHO CIERTOCierto es que, asentados losespañoles en aquella primeraBuenos Aires, les fue Imposibleproveerse de los necesarios alimentos,Y. a las pocas semanasde estar am, el hambre los Comenzóa atenacear, hastaamenazar acabar con todos ellosy con la población misma. "Lagente, nos dice Schmldel, notenía qué comer, y Se moría dehambre, y padecía gran escasezfue tal la pena Y el desastre delhambre, que no bastaron niratas ni ratones, víboras ni otl'llSsabandijas; también los zapatosy cueros 'todo tuvo que sercomido" (ti), Ei mismo cronista,testigo presencial de los sucesos,relata el conocido episodio delos dos ajusticiados, y nos diceque "en la misma noche, porpa.rte de -los españoles, ellos hancortado los muslos y otros peda.zosde carne de] cuerpo, y (loshan) comldo". (O)NI se crea que Schmldel fan-Don Pedro de Mendoza, e' infortunadoprimer fundador deBuenos Aires.taseó, ya que Francisco de Vllla.lta,desconocedor del librode éste, pero conocedor de latradición, escribió, pocos años·después, en una de sus cartasque llera tanta la. necesidad yel hambre que pasaban [loshombres de Pedro de M.ndoza]que era espanto, pues unos te ..nh.n a su compañero muertotres o cuatro días, y tomabanla 1'ación por no poder pasar lavida" (7), Y otro de aquellosprimeros cronistas, el versificadorV!!lafañe, después de referiractos de crudo canibalismo,nos dice, con referencia alos soldados españoles, que unosse hallan tirados tras los fuegos,/porlos humos y 1 •• cenizasciegos, Iy otros tartabludeando,/yno fueron pocos losque morían mudos y rabian ..do" (8).¡,Cómo es posible expl!car estehecho Innegable, si la ciudadde Buenos AIres estaba a la ver·adel Rlo de la Plata? SI estuvieraam ¿qué les costaba alos moradores de la mlsma caminarunos metros, t!l'l vez sólodos o tres, y pescar cuanto lesfuer,a necesario para su alimentaclón?El no haberse val!do dela pesca ¿no es argumento elocuentislmode que la poblaciónestaba en un punto alejado delRlo de la Plata?EL RIO DE LA PLATASIN PECESHay una solución fác!l, perosin un adarme de 'fundamento,ni histórico, ni geográfiCO, y esel decir que entonces no hablapescado en el nio de la Plata.Este carecía de pesca. Aunqueparezca Inconcebible, modernamenteSe ha alegado esta causa!y se ha escrito lo que sigue. "San.ta M'Mía de los Buenos Aireslse fundó] en la tierra .pobrede los Querandíes, que no aceptaronservidumbre. Rio sin poces,pampa desolada y sin frutos... y un hambre como la deJerusalem, que nevó sin exage~3Jciónal canibalismo" (o).Ninguna seriedad hay en estasfrases (10). El mismo Schmidelrenere cómo, en una ocasión,llegó él a las or!!las delRlo de la Plata, y vio que eran'(buen,as aguas de pescart', Y nosdice también que los Indios tenlan"Mucho pescado y harinade pescado, también mantecade pescado" (11). En los primerosdecenios del siglo XlVII, escribióVásquez de Espinosa queel Río de la Plata era ltabUDMdantislmo de pescado" y habla"sábalos, dorados, pacús redondosy chatos, a manera de la,-


~ .El soldado a/em6n Ulrico $chmidel según la edición latina de 1599.ya lsurubí largo y punteagudocomo agujas, sin escamas, patísque es como casón, sin escamas,menudos, en tanta a.bundanciaque con un poco de tocino,a la luna, se recogía grandísimacantidad, el cual es muysano, y remedio de muchos pobres"(12)'Nada en absoluto nos autorizaa opinar, que en 1'536, estabatan falto de pescado -el Rio dela Plata, que los hombres, quevivían Junto a sus aguas, moriande hambre por no haberpesca, ni siquiera algunos "PI!,scostomusConunerni'f", hoy tand-espreclados por las gentes, que1m: Haman Uviejas del a.gua".A aquellos hambrientos les habriasatisfecho, tanto o más queel surubi, el dorado o la raya,y no tan sólo en el Rio de la¡Plata, sino también en los riosdel Tucumán, habia mayorabundancia de peces en el sigloXVI, que en el siglo XX,pues Sotelo Narváez nos Informaque esos cursos de aguaeran abund·antes en pesca y"tenían sábalos y otros géneros,y éstos en abundancia" (13).Lógica, por demás, Infantil,la que, partiendo de un hecho,que no era "cierto" llegar a neg•. r que habia habido pesca enel Río de la Plata a fin de expl!carla terrible hambre queafligiÓ a la población, en vez deexaminar ese hecho "cierto" ycomprobar que er·a un hecho"falso", y para ello bastaba leer10 que escribió el mismo Schmldel.Refiere éste cómo los "susodichosQuerandíes nos hantraído diariamente al !Real, dul">~nteca.torce dias, su escasez(1) el. Enl'lque de Gandla, Crónica delmagnífico Adelantado don Pedro de Men~dora, BllCnos Aires 1986, de la que eB unextl'acto: Primera fU'n.dación de BU87U)8Aires, en Historia de la Nación Argentin4,lIT, Buenoil Airea 19ü1, 119-145, y la nbundantebibliografía Iluc conalgna sobre eltema, p. 1&3.(2) Recuerda Gan(iia cómo EduardoMadero y PauJ GrouBsac situal'on la primitivaBuenos Aires en la actual Vueltade Rocha, fundados en lo que dijo RulzDía:;: de Guzmán, Que Mendoza metió 8U1~naves en el Riachuelo "del cunl medialeglta arriba fund6 una población qucptuJO p01' -nombre Santa María" (P. 141)Y recUel'd.a despué6 (p. 148) c6mo "el señorAn{bal CaTd()80 situ.s con acie1'to lafundación en lo alto de la meseta y estuvoccrea dc la tlerdad al 8cfutlaTla en la orillaizquierda del zanjón de Granados. a uno"poe08 centenaTes de mctros del Alto deSan Pedro", La teoria de Robel't.'J "aegúnla cual Buenos A ¡rel! 8e ha/Iría levantadoen la ba,..,.anca d6 In actual plaza deRetiro, diremo8 que en apariencia no 1113juzga inaceptable p01'que 8e ba8a en elhecho de medir la media legua 8eñaladaP01' Guzmán de8de el alte de San Pedro,boca norte del Riachuelo, "hacia arriba.",ell decir, hacia el nMte, lo cual UevaríaeOM'ectamente 1.0. fundación al Retiro",(3) En la edición latina de 1599, VeraM8toría, que ea traducción de la ed. alemanade 1567, esta lámina Re halla entrepp. 22 y 23, y ha 8ido reproducida enincontables ocasiones. Lafone y Quevedo,U/Tich Schmidel. Viaje al Rto de la Plata(llíS.j,.1:ilí4). Dueno.~ Aires 1903, la ,,('pro.­duce en la P. 150.(4) Ulrico Schmidel, ('\1. Lafonc, PII.161·11';2. Conviene no olvidar f~ue la obra.de Schmidel ha llegado a nosotros convariantes sensibl(>S por J})'oceder IIIS di~versas ediciones de manuscl'ito!! d!ve!'sos,Hiendo, 8e¡¡:Ún parece, el autógrafo, terminadoen 1684, del Que se vnlló el doctorMondschein en 1893 para la edición quepubllcó en ese año. A e8ta edición rel'!­ponde la vel'8i6n de Wernicke. r~n latinade 1599 elltá hecha a base de una coplalateral, con no pocas variantes, LaronelIe vali6 de la edición Lanp:mantel, de1889, Que se basa en otras dos copias,divel'sas de la antes c1tIHla.(5) U1rich Schmidel, ed. Wernlcke, Bue-.n08 Airea 1944. p. 40. Sobre lo que fueel hambre en aquella Buenos Airea deMendoza, véasf.! Ernellto J. Fitte, Hombrey dellnudeceB en la C01u/ui.st.a del Rlo delo. Plata, Buenos Aires, 1968, pp. 91~180.(6) Ulrich Schmidel, ed. Lafone y Quevedo,P. 1ñ2.(7) Esta carta de ViIlalta estA reproducidaentre los apéndices, PP. 803~824,de la mencionada edlci6n de Schmldel,realizada por Lafone y QtlCvedo.(8) Se han ocupado de Miranda deVlllafañe y reeditado en todo, o en parte,8U compo8iclón política, Enriclue Peíia,El padre Lttis dc Miranda, en ReviRta deDerecho, Historia 11 Letra8, Buenos Aires,t, XXIV, 1906, PP. ñI4-518, Y tambiénJosé Torre Revello. El clérigo [.nil! deMiranda de Vil/afañe, en La Pn'tUl/J.


La primeraBuenos Airesselundó enParque Patricios11:;11 1,. 1'·.1I!'., 1de pescado y carne, y sólo faltaronun dia, en que no nos trajeronqué comer" (1-1).Pero si la población estaba aorlllas del río, en la Vuelta deRocha, en la Plaza San Martíno en el Alto de San Pedro ¿porqué hablan de depender de losindios para su manutención?Decir que careclan de los necesariosaparejos de pesca, sería,tratándose de marinos yde quienes hablan cruzado elocéano, pescando a diario parasu al1mentac16n, una asercióntonta, tan tonta, tan sinbase como el decir que no hablapesca en el rlo de laPlata.f tr.)SIN RECURSOS PROPIOSPero el hecho cierto, referidopor Schmidel, es que, no bienlos españoles establecieron suReal y población, en la Vueltade Rocha, o en el Retiro, o enel Alto de San Pedro, o, comonosotros sostenemos, en las cercaniasdel Puente Uriburu, recibieronla comida que les traíanlos Indlgenas, y si no contabancon esa alimentación, se quedabanen ayunas. Tal fue el casodurante catorce dlas, pero alcabo de ellos, y cuando losespañoles h a b I a n consumidocuanto tenlan de alimenticio,los Indios se cansaron de proveerlesde pescado, y entoncesnuestro General, don Pedro deMendoza, envió en seguida unalcalde, de nombre Juan Pavón,y con él dos peones, pues estossusodichos indios estaban acuatro (millas o] leguas de nuestroReal.81 los indios pescadores, quesin duda tenían sus "habitats"junto a las aguas del Rlo dela Plata, estaban a distancia decuatro ml\las del Real, parecededucirse que dicho Real estabataro blén a cuatro millas dedonde estaban los Indios, y porconsiguiente dicho Real estabaa Igual distancia de donde estabala costa del Rlo de la Plata,donde pesca.ban los susodichosQuerandles.Como se rellere en la hlstol'iade Schmidel, el citado alcaldePav&1. lejos de ganarse las slmpatlnsde los proveedores deantes, se malquistó con ellos, yTODO ES HISTORIA NO 79la ciudad de Buenos Aires según el Ilustrador de la edlcl6n de1599. En realidad las naves no habrlan eslado en el Rlo dela Plala sino en el Riachuelo..~El alaque de los indios querandles a Buenos Aires, según lamisma edicl6n.mucho fue que en aquella OCasiónsal vara su vida y la desus pocos compañeros. Ciertoes que, de regreso al Real. causó¡¡alboroto" con las noticiasde que fue portador, "alboroto"que se basaba en el espectrodel hambre, que habrla de, venirsobre los pObladores, sl noobtenían pescado u otros alimentospor parte de los Indios,Entonces trescientos lansquenetescon treinta caballos, "y yoen ésto he estado presente", segúnSE' expre¡;¡a SChmldel, partierona la costa del Rlo de laPlata, y después de espantara los Indí,genas, la mayoria delos cuales fugó a sus escondites,lIaUí permanecimos tres dias;después retomamos a nUestroR ea~ y dejamos unoscien hombres de nuestra. gente,pues hay buenas aguas de pescaen ese mismo pa...,aje; tambiénhiCÍ'mos pesca con las redes deellos, para que sacaran peces,a fin de mantener la gente,pues no se debe más de seismedias onzas de harina de g1"a ~


~--.sa, todos los dlas, y tras el tercerdia se agregaba un pescadoa su oomlda, y la pesea duródos meses, y quien ·queria comerun pescado (además del quese l. daba tenia que andar lascuatro millas o leguas de caminoen su busca.." (16),No se neCéslta ser un historiadoravezado a la Interpretaciónde viejos papeles, paracolegir de estas frases, CómoaqueIla Buenos Aires de Pedrode Mendoza estaba a distanciade cuatro millas o leguas delRio de la Plata, y que sólo a esadistancia se podJa hacer,y en efecto se hizo, abundantepesca, durante dos meses, y sialguien queria comer más pescadohabla por su cuenta y riesgOque recorrer esas cuatro leguaso mmas, que eran las queh'abia entre la población y elRio de la Plata, en cuyas aguashabla pesca abundante.Pero, ¿Cómo es posible compaginartodo esto con el hecho,que ahora se considera clertlslmo,de que la dicha poblaciónestaba e11. el Alto de San Pedro,a pocos metros, tal vez dos otres, a 10 más quince o veinte.de las aguas del Rlo della Pla·ta oder Parana?BUENOS AIRES SE FUNDOSOBRE El RIACHUELOFuera d·e la recordada láml·na, que es pura supercherla,no hay una sola frase de cro~nlsta alguno que nos sugieraqUe la Buenos Aires de Pedrode Mendoza, estaba cabe nuestrogran rio o junto al mismo,o en sus inmediatas cercanlas,y Juan Rivadaneyra en suRel·adón, que es de 1581, llamaUrdo de buenos ayres" al Riachuelo,y en uno de sus mapltascort,slgna el urrio de buenos ayresdo tuvo pueblo la gente dedob Pedro", y Fernández deOvledo, más expUcltamente, escribióque Mendoza establecióel Real Ha la par de un río pe.queño, (lOe entra en el río grande",esto es. sobre el Riachueloque desemboca en el RIo de laPlata!"),De época ro uy an terior sonotros documentos que manifiestanque aquella primera BuenosAires no estuvo, ni pudo estar,en el Alto de San Pedro. Talel de Francisco de Vlllalt. quien,en 1556. nos informa que elfundador de la primera BuenosAIres habla establecido la dichapoblarlón en un punto alejadode la costa, tan alejado eleella que era (·.forzMo no tan¡;¡{tlamente pescar los indios pawra nllf·~tn sucoif·ntaC'lólJl. pf'ro.'~itler~,f~"C '\? :hIJT~'ltlllr ~.I"'11 ~ e -~111 i I'ru"ttslUt~ef6arcneCH!l;m / t~dcf;t 7Jlnd, ed)mlM tI,," ~/r.1IJ1'·II¡llllt'n .1ftm i J J J 4... bJt; Ah",) l f f.I 111 LA"'("t~m C'Nr ') lm'tnn\f(v ....~n) r.,I/íI,.I'Il~:I,. drU.I·I.'.~t1~.1n, 'iUMtr 1" MItin ,lllltll"~rt1.\)~rCl1 ~uflqtR~n~m I "nb I\'~& f.tr ftll,~,"r '\l como~i¡¡:ue: "un(l wer (·in flR{',h e~seTl wnlt, del'mU:-It ,He 4 me;1 w,'cht\l rl(lrnflch ¡¡:ecu"(1':) ('!tI! ,le c;"",li" "";>?l('rO fpma(l~r';,j" "ltlPág. 29


1,li1:l'1:,\:¡I,1I111,La prln'1eraBuenos Airesselundó enParque PatriCiosmás abajo de donde estaba éste,que podrá haber cu.atro le ..guas más abajo" (18).81 todavía hoy hay quienes,al ver un plano de la ciudad deBuenos Aires, tienen la impresiónde que la parte superiorcorresponde al Norte y la Inferiorcorresponde al Sur, nadaextraño es que V1llalta, ya en1556, incurriera en igual error:"más abajo de donde estabaéste" pueblo equivale a decirmás al Sur, no más al OrIente,y señala la distancia de "cuatroleguas más abajo", o mas alSud, lo que correspondería alpunto donde debió Pedro deMendoza de haber fundado laciudad, esto es, en un punto cercanoal Alto de san Pedro. Elmismo V1JJalta nos Informa queestaba la dicha población "enupa tierra cava y empantanada",y abundante en ~


-.- .víos Heonto en una caja", segúnl. expresión de uno de aquellosprimitivos cronistas (n). Sobrela ribera Izquierda del Riachueloy cabe el lugar donde se haliabanlos barcos, 00 formó unareducida población de doscientasa tres cien tas personas, peropara el grueso de la población00 buscó un lugar alto, ajenoa las posibles Inundaciones delRiachuelo, y, en efecto, se eligióun solar a media mma, oalgo menos, al norte del puntodonde habían quedado depositadoslos na vios, y en ese solar,con todas las de la ley, se fundó,el día 22 de febrero de1536, la ciudad de Buenos AIres,Para fijar el solar elegido paranuestra ciudad hay dos .datosde la mayor valia: sabemosque distaba cuatro mlIlas delpunto más cercano al Rio de laPlata y sabemos que estaba amedia milla, o poco menos, delfondeadero o puerto, lo quecorresponde a la re,glón comprendidaentre lo que ,es ahorala A venida Antonio Sáenz y lacalle Monteagudo, y entre lacalle José C. Paz Y la Avenidacaseros, Allf, sobre 10 que sonahora los verdes campos d,e laplaza José C. Paz y los delParque Patr~clos, se levantaronlos galp(mes, donde almacenartanta rica vajllla traldade España, y las tantas mereaderlascomo hablan venido enlos barcos, y en lo que sonahora los jardines del HospitalPolicial "Bartolomé Churruca tl ,Hospital José M. Penna y MaternidadMaria M. de Mauras,debió de surgir el Cablldo, laCárcel, la Casa del Adelantadoy, en torno de estas casas reales,las de los mlI qUinientos moradores.Una vigorosa empaI1zada,de unos dos a tres mil metros deextensión o de circuito, defendlaa la naciente población contralos posibles y aún probablesataques de los vecinos Indíg,enas,aunque de facto parapoco sirvieron. Tres Iglesias erguíansus débiles torres por sobreaquella apretujada BuenosAires de 1536.Alli estaba ella, en un puntorelativamente alto, ya que sucota era de 17 metros, y aunquese sabi'a que, con corl'erse unosquinientos metros más al noroeste,había planicies de altUMdoble de la anterior, se pref1rlóestar cerca de los navíos, paramutua defensa y también porser el Riachuelo la única fuentede aguas. Aún así había queandar más de setecientos metrospara aprovecharse de ellas.CUAL FUE EL ERROR DEPEDRO DE MeN'DOZACon una somera idea de estasreglones, adquirida por las noticiasque le habían llevado lostécnicos, que desde San Gabrielhabía él despaehado, enderezÓPedro de Mendoza sus navíosa la boca del Riachuelo, laque entonces estaba, más o menos,a la altura de la calle Vlamonte,dobló hacia el sur porlas aguas de dicho Riachuelo, y,al llegar donde se haUa la actualboca de ese curso de agua,dobló hacia el poniente, y subióhasta que, aU .. por lo quees ahora el PueIlte Urlburu,advirtió menor profundidad enlas aguas, y alli estableció loque denominó Puerto de NuestraSeñora de Santa Maria deBuenos Aires, y, a media leguao mma o a un cuarto de leguao de ml1la, al norte del Riachuelo,estableció el Real o asientomUltar, o la fracasada Ciudadde Buenos Aires.Es posible que hubleoo elegldoese sitio , alejado de la costa,ya para evitar sorpresas, porparte de posibles piratas, o¡¡insultos", como entonces sedecia, por parte de alguna expediciónde portugueses, quienesconsideraban lusitanas esasreglones; también es posibleque se ubicara alli para no tenerroces con los Indígenas que,en número de unos cuatro mil,conforme nos dice Schmldel,ocupaban la reglón. esto es, lacostera, donde habia agua pot-abley habia abundante pescado.Estimaba Pedro de Mendozaque establecidos provlsorlamentetierra adentro, sobreel curso del Riachuelo, a nadiemolestarían y de nadie serianmolestados, y que en breve seriandueños de estas reglones.Pensó, cLaro está en la aIlmentaciónde la gente, pero, ala vista de Inmensos camposcon abundantes ciervos, gamos,avestruces, nutrias, armadillos,y con abundantes volát!les, ycabe el llamado Rio de los Navios,en el que no faltaria algúnpescado, creyeron contarcon los suficientes medios desubsistencia, pero raUó en suscálculos, ya que habia, segúnparece, escasa o ninguna pes·ca en el Riachuelo, y mientrastuvieron caballos, y los Indiosles eran amigos, pudieron perseguiry cazar los ciervos y lasavestruces, pero les fueron faltandolos caballos, y los anlma­"les caza bIes se fueron retirandode aquellos campos, o llevadospor el instinto de conservacióno a impulsos de los indios,que miraban por la subsistenciade esos animales, que ayudabana la de ellos. Lo ciertoes que dependieron de los Indiospara su alimentación, yaunque éstos les llevaron 10 suficiente,durante los primeroscatorce días, después 00 negarona proveer les, y acaeció 10que fue el principio del fin.En conclusión, decimos que:1) La primitiva Buenos aires,la fundada por don Pedro deMendoza, no estuvo sobre el Rlode la Plata.2) Toda la documentaciónnos dice que se estableció tierraadentro, bastante lejos del Ríode la Plata.3) Según Schmldel, estuvo ubicada"distancia de cuatro ml1la.del Río de la Plata, y a media, oa un cuarto de mma, el nortedel Riachuelo.4) De acuerdo al conjunto denoticias, que nOs han dejado loscronistas, así los de la primeracomo los de la segunda hora,aquella Buenos Aires es t u v oRiachuelo arriba, y dentro de loque es el actual perimetro de laactual ciudad de Buenos Aires,en la parte sur de la misma, perosobre la ribera Izquierda o nortede dicho Riachuelo, en un puntocercano a 10 que es ahora PuenteUriburu y Parque de Patricios .•(18) Francisco de Vlllalta. en L/l.íone,Ulrlch SchmIdel, oc. p, S08.(19) Francisco de Villalta, en UlrlchSchmldeL ed. Lafone, apéndice A. p. 308.El hlswriador Raúl A, Mollna recuerdacómo Lope V ázquez Pestafia escribió quePedro de Mendoza habia establecido suReal, o primera Buenos Aires, en un terreno"mu:If baJo 11 /Jin drbole/!", Of. Primeracrónica d6 Bueno/! AirC'a, en Hi/!toría,n. 1, Buenos Aires 1955, p. 90.(20) El tonelaje de la nao Magdalenaera de 200 toneles y el del gale6n Santon,que era la almirante, también de 200 y elde la carabela Santa Catali7l4 era de 140,la TTinidald de 120, la Anunciada de 80, yel de un pntllche serfa de 40 toneladas.et. Eduardo Madero, HitJtoria del Pllertode Bueno8 Aires, Buenos Aires 1892. t. 1y único, p. 96. Escribe Gs.ndia: "En elitebrazo norte /Je 'refuoiaron IOB nav{olt deMendoza, e~eciabmante w/J de máll tone.ladas, CQmQ la Santa Catalina 1) otrO/J.LIlB prdCtiC08 de ent&ncell deca-ntar01l. IJWIventajall. Herna'rUlo dc Montalvo clJcribía,en l1i90, qtle "Bllenou Airc8 tiene muybuen puerto, que e/J I(n riachuelo, 'Y dentrode él tiene ctUltro 11 cinco braza/J de fondo.El canal para entrar en él tie7W ')nllCha/Jvece8 doce palmo:/! 11 otra8 catorce y veinte.con aoua.s vivas" o alta marea. Pri1l1e1'afundación.. .. 14l.(21) Ruy Diaz de Guzmán escrlbi6 quela. segunda. Buenos Aires "está lritlwdaeobre el propio Rlo de la Plaoo, cuyopl/eno es 1ntl1/! deanbrido U COTTen muchos11·es008 los navíos Stl-rtCOll en él, donde dicen[Otl POZOB, por csoor aloo distantes de latierra, M(UI la Divina ProV"idelleia Jlro­Veyó de 1m riachuf:lo, que tiene la ciudadpOT la parte do abajl) (cato cs, al /J1~d)como U7l4 milla, tan aCc>ri1.odado 11 Scguroque, metidolJ dentro de él /08 navíoB, nollúmdo mlly grandes, pueden clltar sinamarrar, ¡:O11- tanta. 8efJllrid«d cc>mo 8ieatuvieran en una caja".Pág. 31


,1!Mariano Maza con suuniforme de coronel.Abajo: La plaza deCalamarca después delIriunlo de las tropasfederales en 1840.\ (Grabado de la época).,porFernando A.de Baltlrich, '1, :1' 1l'/l'I i¡'1:1 '1 '1I111/"I¡El nombre del coronel Mariano Mazaes tabú en la historiogrefiaargentina. La sentencia que condenóa muerte a Marco Avellaneda en Melánen el año 1841 y la campañade Calamarca en el mismo año,constituyen la argumenlaclón que seha usado para presentarlo con rasgosllenos de exageración e Injusticiao en lodo caso, para medirlocon una vara muy dlstlntaa los prohombres de su época.De origen distinguido, fue lederalneto e Inclaudlcable rosista pesea la tragedia que envolvió a su lio,el Dr. Manuel Vicente Maza, presidentede la Sala de Representantes de BuenosAires, y a su primo, el tenientecoronel Ramón Maza, fusilado enrelación con la conspiración de 1839.Refugiado después de Casarosen la República Oriental del Uruguaydonde se habla casado ensegundas nupcias en el año 1848,durante el sitio de Montevideo,con Maria Dolores Oribe y Contucci, hijadel presidente, general Manuel Oribe,terminó allí sus días. De esematrimonio dascienden distinguidoshombres públicos de ambas orillasdel P'lala, y entre ellos, el escritorEnrique Larreta, nielo por líneamaterna del coronel Ma~a.TODO ES HISTORIA NQ 79


lill&mD&~® lillill~&'EL «IMPLACABLEREPRESOR~~,:Z:'", " .>, ¡


I: :1,11IIIl'"NACIMIENTO _ GUERRACON EL BRASIL -OTROS SERVICIOS -PRIMER CASAMIENTOHabía nacido en Buenos Aires,en 1809, hijo de don MarianoJoaquin de Maza, oficial delCUerpo de Arribefios y encargadode la fortaleza de BuenosAires, cuando el Virrey Sobremonteabandonó la c1udad, conmotivo de la primera invasióninglesa y de dofia Martina PérezoInici6 su carrera militar en1827 en la guerra con el Brasil,en el Regimiento 17 de Caballería,a órdenes del coronel ManuelIsidoro Suárez, el héroe deJunín. Al término del conllictofue destinado al Regimiento Patriciosde Caballeria de BuenosAires, donde alcanzó el gradode sargento mayor (equivalenteal Mayor de hoy l. Participó enla campafia de Córdoba contrael "supremo poder militar"del general Paz que terminó conel ·histórlco y certero tiro deboleadoras. Intervino después enla Revolución de los Restauradoresque culminó con la segundaelección de Rosas comogobernador de Buenos Aires. El29 de febrero de 1832, habiacontraído matrimonio en la Parroquiade Nuestra Sefiora de laMerced en Buenos Aires con DoloresDíaz, natural de Montevideoe hija de D. Benito Díaz yde Da. Petrona Perea, casamientoen el que fue testigo su tia,el Dr. Manuel Vicente Maza.SERVICIOS NAVALES -PRIMER JEFE DE LAINFANTERIA DE MARINAEn julio de 1834, Mariano Mazaes destinado al Departamentode Marina donde se le asignael Comando de la Brigadade Artlllería de Mar que ejercióhasta 1838, en que asciendea teniente coronel de Caballeríay reoibe el mando de la Brigadade Infantería de Mar. Desempeñandoel cargo lo sorprendiósu ascenso al grado de coronelde Caballería, el 11 de diciembrede 1839, "afio 30 de laTODO ES HISTORIA No 79Libertad, 24 de la Independenciay 10 de la Confederación Argentina",según consta en undespacho cuyo original se conservaen la estancia "Acelain"en Tandll, propiedad de sus descendientesRodríguez LarretaAnchorena. Este comando navalno seria el último que des",:empeñaria el coronel Maza enesa fuerza a lo largo de susaños de servicio, en que reemplazóincluso interlnamen te, alalmirante Brown, como Jefe dela Escuadra Argentina.[laman la atención estos destinosen la Armada que hacensuponer que el coronel Maza talvez antes de su ingreso al Ejérdto,haya. prestado servicios °recibido instrucción naval.Fue en virtud del cargo desempefiado,el primer jefe de laInfanteria de Marina Argentina,ya que desconocemos queantes haya existido· ese cuerpoen forma orgánica en nuestropais.VUELTA AL EJERCITO.CAMPAf.lA CONTRALAVALLE y LA COALlCIONDEL NORTEEn la cam.pafia del EjércitoFederal contra la sublevaciónde La valle y la coalición delNorte, lo encontraron como je~fe del Batallón "Libertad", alfren te del cual y a órdene,. delgeneral Oribe, participa deltriunfo de Quebracho Herradosobre Lavalle, el 15 de noviembrede 1840, y a órdenes del generalPacheco en la victoria deSancalá que aniquiló a la mejordivisión del ejérCito de Lavalle.Posteriormente al frente deuna división, será adelantado endirección de la Rioja y Gatamarca,que ocupará el 31 demarzo de 1841, luego de haberbatido en la villa d


gerado suponer que todo estodebía ser considerado traición ala patria? Y si a ello agregamosla reacción producida por elasesinato del gobernador legalde Tucumán, general AlejandroHeredia, prestigioso guerrero dela independencia y Comandanteen Jefe del Ejército Argentinocontra el Mariscal Santa Cruz,hombre culto y generoso quecreía en la fusión de los partidos.Si consideramos que Herediahabía terminado asesin.ado porlos mismos unitarios, a quienesprotegía en contra de la opiniónde Rosas que lo había advertido,puede inferlrse que la suerte deAvellaneda, directamente vinculadoal .:asesinato, estaba echadaen el m~ismo momento de su detención.Sin duda la circunstancia deque el condenado dejara un hijoque andando el tiempo llegaríaa ser presidente de la NaciónArgentina -Nicolás Avellaneda-,daría relevancia al hechoentre tantos ocurridos durantee:!a misma época por ambos bandos.Sólo como ejemplo recordemosque Lavalle ordenó en esemismo año los fusilamientos sinjuicio previo, del coronel guerrerode la Independencia y delBrasil Mariano Fortunato Boedoy de Manuel Pereda, del generalFernando Villafañe y delos coroneles Franco y Guerreroentre otros, vieja costumbre quele venía de los tiempos de Dorregoy que de paso, es un rotundode sm -e n t Ld o a ciertoshistoriógrafos que sostienen suarrepentimiento del crimen deNavarro.Que Lamadrid ordenó ese mismoaño de 1841, el fusilamientoentre otros del coronel D. JoséLoreto Cabrera, ex oficial deBelgrano y de Güemes, gloriosomutilado de la batalla de salta,Que en san tiago del Esterohabía sido asesinado el coronelFrancisco !barra, hermano delgobernador.Vicente D. SIerra en el TomoIX de su Historia de la Argent.ina,dice al respecto de Avellaneda"La ley de represaliasde la época que el propio Avellanedahabía proclamado, lo hizouna de sus víctimas". Y agrega"Marco Avellaneda fue idealizadoposteriormente con el títulode «mártir de Metán>,llegándose hasta una deshum.9,­nización de su figura para convertirloen un fogoso revolucionarioque perece por la causade la libertad". Veamos la verdad,El fusilamiento de A vellanedareposó sobre los siguientesfundamentos legales:19) Connivencia venal con elenemigo invasor, en guerra exteriordeclarada legalmente;20) Instigación y coparticipacióncriminal en el asesinato dela más alta autoridad de laprovincia;39) Exacciones y confiscaciones.Es posible que en la pequeñaperspectiva familiar provincianase haya creído que había en éluna gran promesa para la pa-·tria. Visto desde una mayor distancia,no aparecen tales dotes.Se advierte que era un resentido,con desmedidas ambicionespolíticas, lo que le hizo pensaren la incomprensión de sus compatriotas,sin derecho a ello,pues durante la administracióndel general Heredia, a quien aduló,ocupó altos cargos. Era ateoo presumía de tal. La muerte deun amigo le arrancó palabrascomo éstas: "El infierno me traguesi Dios no es negro mozambiqueo federal.,,"No fue leal. El 19 de noviembrede 1838 escribía a MauroCarranza para que interpusieraSu influencia ante Ibarra y led'ecía: ."En las presentes circunstanciasél es el protector nato y laúnica eSp'eranza de Tucumán ",¡Ibarra la única esperanza deTucumán, según Avellaneda!Pero Ibarra no quería sabernada con él, y así se lo comunicóal propio gobernador Piedrabuena,lo que trastornó aAvellaneda, quien escribió a PíoTedín: "Pero aquí no se ha trabajadosólo para extinguir elespírItu público: se ha trabajadotambién para que Ibarra nosdomine, SOY EL UNICO QUE SEHA EMPERADO EN FRUSTRARESTAS CRIMINALES .TENTA TI­VAS, sin haber recogido otrofruto que el atraerme la enemistadde Ibarra", Y agregaba:¿No es Ibarra uno de esos hombresfunestos?" ¿No es unLa batalla de Arroyo Grande, que salvó la integridad argentina.Pág, 35


111)'II:1cacique que ha hecho de su patriaun pueblo s:11vaje, sin leyesy sin instituciones? ¿No es unhombre inmoral, sin fe, sin honor,sin patriotismo?Alberdi le escribió que las únicascabezas que había en ,!'ucumáncapaces de concebir unaidea eran el Padre Pér,ez y Zavalía.Meses después, Za valia fueacusado de traidor y trató dedescargar sobre el las consecuenciasde un robo en el queninguno de los dos quedó limpio.Avellaneda contaba con el dinerode los franceses, y asi selo dijo a Manuel Solá en unacarta en que se lee:"Esto es indudable primo. Porlo demás, 51 el gobierno d.e Boliviao el Cónsul de FrancIa nosmandan alguna plata podremossalir de nuestras trampas ..."Finalmente, su cOf!1plicidadfue notoria en el asesmato delgeneral Heredia, a pesar de que,cuando este ilustre militar sehizo cargo del gobierno de laprovincia, Avellaneda ,hizo suelogio en los siguientes terminas:"La flor de vuestros años semarchitó con el valor de lasbatallas y, llegado a una ed!,dmás provecta, cuando debieraisbuscar el descanso en el seno devuestros deudos y de vuestrosamigos., os entregáis con nue,:oardor al servicio de esa patrIaque tan querida os fue siempre,y que tanto os debe. Así le consagráisvuestra vida toda entera;servíos de ella, señor, paraconquistaros otra popularidadmás honrosa, y la única verdadera:l. popularidad que d. lahistoria".El medio de que se había validoAvellaneda para conseguirrecursos habia sido el terror, llegandoa firmar con L3.madridun decreto donde se condenabacon la pena de mtuerte a quienesse negaran a recibir papelmoneda emitido por un "BancoHipotecario" creado por ellosal efecto y con la confiscaciónde sus bienes, a quien,es cerrasensus casas de comerCIO para novender.Avellaneda, alma y nervio dela coalición del Norte fue ejecutadoel 3 de octubre de 1841.NUEVA CAMPAIiIA DECATAMARCATiempos agitados aquellos de1841 para el coronel Maza quedebena partir nuevamente a Catamarcadonde el gobernadorfederal Balboa habia sido depuestopor José Cubas, uno delos jefes de la coalición del Norteel mismo día en que La valleer~ derrotado en Famaillá porOribe y cinco días antes de quelo fuera Lamadrld en Rodeo delMedio por Pacheco.Mientras marcha, Maza seentera de la noticia de la muertede Lavalle ocurrida en casa deZenarruza 1 en JUjuy y al informarde ello a Rosas se adviertela euforia por el hechoque además aseguraba el fin deesa guerra. El enemigo más temidoJuan Lavalle, el héroelegendario de la independenciasudamericana pero extraviadode nuestras guerras civiles, habíacaido para siempre. Quedaba enCatarnarca e~e buen vecino queera don José Cubas y sus partldar.ios,comprometidos con lacoalición y por lo tanto acusadosde traición por su altanzacon Francia y Maza debía, porsegunda vez, marchar allí parasofocarla. "Habrá vlolin y habráviolón" anunció y lo hubo.Ya en ocasión de la primeracampaña de Catamarca, confecha abril 23 de 1841, habia escritoa Oribe: "Cuando recibísu muy apreciable y me enteréde la maldad y perfidia de lossalvajes, mandé fusilar al salvajeLuis Monterola y tres máspl'Jsioneros de los del salvajeCórdoba y desde hoy en adelanteno daré cuartel a ningún salvaje,éste es el premio que deben recibir".'2Maza al frente del Batallón"Libertad" Intimó la rendicióna Cubas que se- había parapetadocon seiscientos hombres y comoéste la rechazara, tomó por asaltoa la ciudad, en lo que se conocecorno la batalla de Catamarca,el 29 de octubre de eseaño 1841. Cubas capturado cincodÍls después, fue pasado por lasarmas al igual que mnchos desus compañeros.Ma.za escribió fra'"','.


El general Gerón;mo Costal héroede Marll" Garcla en 1838.Fue fusilado en Villa mayor en'856 por orden de Mitre.marchó a incorporarse al EjércitoFederal que se encontrabaen Tucumán, desde donde enmarzo de 1842, continuó viaje aBuenos Aires pasando por SantaFe que había sido ya recuperadapara al causa federal.En Buenos Aires, fue designadopor Rosas en el mando interinode la escuadra por ausenciadel almirante Brown, conel título de "Comandante en Jefede las Fuerzas Marítimas enOperaciones sobre las de los salv,ajesunitarios de Montevideo".En esa condición condujo unaoperación naval sobre Montevideopero sin poder batir a losbuques de Rivera que eludieronel combate a\ favor de la pocaprofundidad del río donde se estacionarony se cubrieron detrásde buques de banderas depaises neutrales.Al término de estas operacionesentrega nuevamente elmando al almirante Brown, vencedoren O/Costa Brava" de laescuadra comandada por Garibaldi,hecho de ,armas silenciadopor ciertos historiógrafos liberalesdel almirante, a quiendan por muerto históricamenteen la guerra con el Brasil, noobstante la imiPortancia de susservicios durante el gobierno deRosas.LA BATALLA DEARROYO GRANDEEn octubre de 1842 vuelve aembarc,ar con destino a EntreRíos a fin de reforzar el EjércitoFederal y participará en la batallade Arroyo Grande, el 6 dediciembre de ese año al frentedel Batallón Libertad.La batana de Arroyo Grandeconstituye un hecho de trascendentalimportancia en la vidade nuestra patria y sólo esexplicable su desconocimiento uolvido por el sectarismo que hacaracterizado a kt, historiografíaoficial de la Argentina.En Arroyo Grande se jugó lalntegridad del territorio naciona.!y una derrota, hubiera significadola pérdida de EntreRíos y Corrientes pues el de­~ignio de Rivera y de algunosargentinos era de que el río Paranáfuera el límite internacional,anexando la mesopotamiaargentina al Estado Oriental.Los directoriales de Buenos Aires,origen del partido unitariohabían hecho este ofrecimientoa Artigl1;1 hacía más de veinteaños y el ca udUlo federal lo habíarechazado consecuente consu ideal de la patria grande. Asílos unitarios por su parte, tambiéneran consecuentes con suspropios antecedentes.El Ejército Federal fue comandadopor Oribe que estuvosecundado por los generalesAngel Pacheco y Justo Joséde Urquiza y los coroneles JoséMaría Flores, Nicolás Granada,Pedro Ramos, Cayetano Laprida,M,anuel Urdinarrain, MarianoMaza, Gerónimo Costa y RamónBustos entre otros.En el parte de la victoria diceOribe que los batallones del centrodel dispositivo federal almando de sus jefes "teniente coronelD. Gcrónimo Costa y 0'0-ronel graduado D. Mariano Maza,m,ll'chaban de frente con unpaso imperturbable, conservandosu alineación y arrastrandolos fuegos de la otra batería yde los otros dos fuertes batallonesenemigos de la izquierda;pero nuestros bravos los aterr,aronal fin con sus fuegos biendirigidos y los obligaron a darla espalda, abandonando todosu material".Maza com,o hemos dicho, comandabael Batallón Libertady Costa el Batallón Independencia.Fructuoso Rivera que habíaarrebatado el mando al generalPaz por celos y porque éste seoponía a su sueño ,anexionista,todo lo perdió en la batalla yhasta su chaqueta, su sable ysus pistolas.Oribe antes de cruzar el ríoUruguay destinó al general Urquizasobre el correntino PedroFerré, aUado de Rivera que emigróal Paraguay,LA GUERRA GRANDEEn Montevideo, viendo venirseal vencedor de Arroyo Grandey presidente legal del ES'tadoOriental, el gobierno delegadopor Rivera y aliado de los emigradosunitarios argentinos,designó como jefe de la defensalal general Paz.El 16 de febrero de 1843, Oribese instalaba en el Cerrito dela Victoria anunciándolo con 21~añonazos que fueron contestadospor el almirante Brown alfrente de la escuadrilla mientrasizaba la bandera orientalen la nave capitana, hechos conlos que formalmente se inicia elsitio de Montevideo por tierra ypor agua.Más de nueve años llenos devici~j,tudes y alternativas, dura··ri,a la lucha entre sitiadores ysitiados, apoyados éstos últimospor la intervención de Inglaterray Francia, más disimuladaal principio y después abiertay formal del Brasil.Entre los sitiadores a ordendel presidente general Oribedueño de casi todo el Esta.doOriental menos de su capital, seencontraba el "Eljército Argentinode Vanguardia" y formandoparte de él, el coronel MarianoMaza al frente del Batallón Libertad.Como bien dice Mlateo J. Magariñosde Mello en su obra "ElgObierno del Cerrito", nos encontramosen presencia "de dosguerras civiles paralelas y combinadas.La unitario-federal enla Confederación (tArgentina) yla blanco-colorada en la República(Uruguay). En ambas elmismo origen y el mismo sentido.En la primera. el bando federal,gobernante legítimo, asilandoy protegiendo al bandoblanco, expulsado del poder enla segund,3,. por la intervenciónextranjera. En la segunda, elbando colorado, dueño del poderpor el apoyo foráneo, protegiendoy asilando al bando unitariodesterrado de la Confederación".Este es uno de los tantos hechosque marcan la auténticafraternidad en la vida y en lahistoria de argentinos y orientales.1 Por error se dice Zentwilla, repitiendoal Gral. Odbe tlUC tr.1 vez influidopor' In existcnd/l dc ese apellidoen el Uru!":uay {l~f lo conKiJ,mó equivoca.damente en lug-ar de Zellnl'l'UZa, familiatradicional de Jujt¡y.2 Citado POl' MI\;:~llr¡flo~ d(' Mello en"El gobierno del Cerrito", 'fomo n, pág.10:IO-SI.3 MiHmu ohrH. 'fomo O. p{w, lOSO.Pág. 37


1IVI V A J. A ~. t: D ~; n A (: ION I,1'I¡,':"l',,1'1l' "I:1'l'11,,",1'1,LOS HIJOS DE RIVADAVIAEl Batallón "Libertad", llamadomuchas veces Con el nombrede su jefe, conforme a una viejatr-adición militar, era la unidadargentina más importantey numerosa del arma de infanteríaque participaba del sitiode Montevideo. Acantonó enChopitea durante toda la guerray est3.ba constituido por unaPlana Mayor, seis compañías deinfantería, una compañía de cazadores(tropa montada) y unacompañía de artillefÍ.a.En enero de 1844, revistaban48 oficiales y 1.089 hombres en··tre clases y tropa efectiva queen 1851 se mantenía con pocasvariantes: 42 oficiales y 906 clasesy tropa lo que da uni3,. ideade su importancia en la época.Al principio del sitio y comosegWldo jefe figuraba el entoncessargento mayor D. José CeledonioElordi, pariente de Mazay marino veterano de la guerracontra el Brasil y que despuésfue jefe de la escuadrillanaval argentina -en el Uruguay.Pero lo notabie del caro, es lapresencia en el batallón delayudante D. Bernardino Rivadavia, y años más tarde del teniente29 D. M·artín Rivadavia.ambos hijos de don Bernardinoque como su otro hijo el sargentomayor D. Joaquín Rivadavlaen otros destinos, sirvieronal gobierno de Rosas.Al frente del Batallón "Libertad",Mariano Maza participóde todos los hechos de armas quese produjeron durante el sitio,entre el que tiene relevancia elCombate de las Tres Crucesdonde a órdenes del general AngelPacheco, rechazaron ventajo~amentela salida general delos sitiados a órdenes del gener,'lPaz, el 24 de abril de 1844.En otras ocasiones obtuvotambién triunfos que acrecentaronel prestigio personal quedisfrutaba.Dice Magariños de Mello que"por su posición social y suprestigio, Maza representó en elCerrito el papel de un Encargadode Negocios Argentino ad honorem".El 3 de junio de 1848. el co-TODO ES HISTORIA N9 79ATElrDIEl'fDO ,f'mui/OI;1 Pttlt"'. e"/'tllfl C3c:Mnki i¡f).Y "(r'1ia~/7/(;., gl(¿¡CWM f¿/r.;..9~'i'': ,{ Ir:! ..... •¡;" "'''I''~~'' m.~¡rt,. ,¡ fk¿. J, ()(lmj¿ (!.,¡J¿,¡. ¿ ¿,Ji)---- ---- ---- ---- ---- ---r ----owr.·,¡¡"",ft,lr ¡;.~ f,,,r'-¡'J, p,,!,d>'ltrJ ,/~¡ .. ¡k.fIN rito' ;~,. 'ir,(¡¡"In t. ~"NI!"",(."'_Despacho firmado por Rosas ascendiendo a coronel de Caballeríaa Mariano Maza, a la sazón comandante de la Infantería de Mar.ronel Mariano M,aza, que eraviudo, contrajo matrimonio conDolores Oribe, hija del presidenteoriental, el que se celebró enla Restauración y fijaron su domiciliocomo no pOdía ser deotra manera, en el Cuartel Ge-:­neral del Cerrito.El Encargado de Negocios deEspaña en Montevideo, D. CarlosCreus, que lo visitó en 1849, relataque: "Se había ya prolongadomi visita unos tres cuartosde hora, cuando el GeneralOribe me condujo a otra rancheríainmediata para presentarmea su señora y a su hijamayor casada con el Coronel Argentinodon Mariano Maza. Tantoeste caballero y su esposa comosu madre, 'señora del GeneralOribe, nos recibieron del modomás atento; y debido sin duda,a la asistencia de esas dosdamas la conversación fue tomandoun tono ligero, festivo ycordial, perdiendo la circunspeccióno reserv.a qrue hasta entoncesla había caracterizado.Conocía que la acogida terminaba,y al retirarme el Coronel Mazay las dos señoras me hicierontodos aquellos ofrecimientos.de costumbre que Las personasde buena educación sabensazonar con ciertas palabrasespeciales cuando quierenmarcar su aprecio".4


CAPITUlACIONDE ORIBEANTE URQUIZAEscapa al propósito de estetrabajo analizar 1as causas políticasy militares de la caídade Rosas, tema sobre el que handejado trabajos tan llenos demérito historiadores de la tallade Saldías, José María Ros~, JulioIrazusta y Vicente Slerra.Desde el punto estrictamentemilitar, no obstante su nm-nifiestaparcial1dad, ei mérito dellibro del general sarobe sobreUrquiza es innegable.Sólo diremos nosotros que elfracaso militar reconoce en lainmovilidad a que sometieronRosa.s y Oribe al "Ejército Unidode Vanguardia" de argentinosy orientales que sitiaban aMontevideo, su primera y causamás importante.El ataque inm.ediato que conese ejército veterano y valientey con otras fuerzas concurrentesdebió haberse llevado contraUrqulza no bien conocido supronunciamiento, no se realizó.Cierto es que Urquiza sería protegidopor la esCuadra del Br,asil,superior a la Argentina enbuques y armamentos, perotambién es cierto que ntUlcaningún ejército ha conseguidola victoria dejando la iniciativaal enemigo y esto úl tbno fue loque se hizo hasta el hartazgo yasi llegó Ga.seros. Además en elmomento del pronunciamiento,el ejército brasileño 'aliado deUrquiza recién estaba concentrándoseen la frontera de RíoGrande a más de 500 kms. enun período lluvioso y con maloscaminos.Cuando después de varios mesesde seguir aferrados al estérilsitio y ya objetivo mliitar se-Coronel Pedro Ramos, antiguo granadero de San Martin yedecán de Rosas.lcundario, Rosas quiso recuperaral Ejército de Vanguardia dela Confederación argentina queoperaba en el estado oriental olanzarlo sobre territorio brasileñocon misión ofensiva, ya fuetarde.Sin duda tampoco era Oribepor entonces, el mismo de lagesta de los 33 Orientales, deItuzaingó o el más reciente deQuebracho Herrado o ArroyoGrande. Estaba postrado porlargos períodos, ya afectadogravemente por la enfermedadque lo llevaría a la muerte en1857.Su inactividad que aparececon caracteres increíbles habíafavorecido el entendimiento deUrquiza con algunos de sus jefesmás lmportantes que defeccionaroncansados en generalde la larga guerra que se librabaen su suelo.El general Servando Gómezque desde Paysandú debia oponersea Urquiza, resentido porcuestiones personales con Oribe,defeccionó y franqueó el pasohacia Montevideo.Los demás comandantes deOribe se replegaron y de nadasirvió el brillante éxito que obtuvoel Comandante General deCerro Largo, coronel D. DionisiaCoronel, 'el 11 de setiembrede 1851 contra la división brasUeraque tenía a su frente yque era la vanguardia del Barónde Yiacuby.El Ejército de Vanguardia dela Confederación Argentina quedabaen situación crítica sin posibilidadde replegarse sobreBuenos Aires y fue en esas circunstanciasque. el Cne!. MartinianoChilavert concibió la ideade llevar la guerra al estado brasileñode Río Grande que propusoa Rosas -en un memor-lalcon fecha 11 de setiembre i) yque éste aprobó, orden que debíatransmi,tir su edecán el coronelRamos y a lo cual Oribe se interpuso,tal vez para no perturbarsus negociaciones de pazconvencido que no quedaba otroremedio e impidiendo asi, quelos Jefes argentinos en el EstadoOriental la conocieran.Los Objetivos comunes de argentinosflederales y orientalesblancos que operaban en el EstadoOriental, habían dejado deser los misI11¡Qs. Para éstos lo eraen ese momento la pa~ por separadoque se les ofrecía abandonandoal aliado de la víspera.Para los argentinos en cambio,el objetivo era la defensade la patria contra un general-1 Citado en la obra ele EJisa SilvaCazct '·Manuel Oribe'·.1) Repruducción po" JUSI! Mlll'i!\ RO:¡1l('Il "Ln Cu.íd!l de Rosas", pág. {ifí3 y 554.Pág. 39


1Iil···.1·IJiI!', ii,1I1\I111 1 Isublevado y unido al Brasil ya los orientales colorados.Los hechos posteriores demostraríana esos blancos orientalesque la paz y la reconciliaciónsólo fue un sueño de veranoy que eliminado Rosas, elBrasil impondría por la fuerzaa sus aliados colorados.Urquiza también los abandonaríacediendo a la acción deia política mitrista y fue FranciscoSOiano López quien debióoubrir el vacío dejado por Rosasy io hizo hasta ias últimasconsecuencias frente a la políticadirigida por el Brasil. Losblancos orientales pagaron carosu error de 1851 y sólo pudieronvolver al gobierno un si.,glo más tarde.La paz engañosa y por separadode Rosas que convinieronlos blancos, no fue lo que laconsecuencia de Rosas haciaellos merecía.Rosas pudo halrer hecho iapaz por separado que Riveraintentó muchos años antes, perola lealtad hacia su allado, presidentelegal del Estado Orientalfue inconmovible y no titubeóante ventajas, convenienciasO Intrigas, respetandosiempre ios derechos de la soberaníauruguaya que tenía hastaentonces precisam,ente en elgeneral Manuel Oribe, al primerode sus defensores.TRAGEDIA DEL EJERCITOARGENTINO EN ELESTADO ORIENTAL -LA DIVISION AQUINOPactada el 7 de octubre la pazpor separado de Rosas, Oribeque había tenido la intenciónde volver desde el Puerío delBuceo a Buenos Aires con elejército argentino, ante la impOSibilidadde verificarlo porla oposición de la escuadra brasileñaen el RJo de la Plata, debióceder y lo dejó librado asu suerte lo que equivalía a entregarloa Urqulza.El 8 de octubre de 1851, lapaz fue consagrada y las tropasorientales de Oribe reconocíanal general Eugenio Garzónque acompañaba a Urquiza,como su nuevo comandante.TODO ES HISTORIA NQ 79Mientras, la división argentínaabandonada a su suerte comoen una ratonera, cortada la posibilidadde retirada hacia BuenosAires por barco y ante lainminencia de ser incorporadaal ejército de Urqulza se debatíaen la más cruel y furiosadesesperación y se dirigió alPuerto del Buceo.Un grupo de alrededor de 50jefes y oficiales encabezado porlos coroneles Pedro Ramos, 'MarianoMaza, Gerónimo Oosta,José María Flores, Juan IsidroQuesada, Nicolás Granada. Manueldel Carmen García y RamónBustos, consiguió refugiarseen la corbeta británica"Tweed" comandada por FrancisRussell, pidiendO ser transportadOSa Buenos Aires.Los oficiales subalternos ytropa en las playas ante la Imposibilidadde embarcarse, desesperadosy furiosos rompían susarmas contra las rocas Y lastir,aban al río. Esta tragediaculm inaría cuando parte de ladivisión de caballería argentinapuesta por la fuerza a órdenesdel coronel Pedro León Aquinodel ejército de Urquiza, ya ensuelo patrio, se sublevó el 11 deenero de 1852 en "El Espinillo",provincia de Santa Fe y asesinóa su comandante y jefes prin­Cipales y se presentó a Rosasen Buenos Aires. Esta lealtadde esos modestos y brayos soldadosa su patria y al gobiernoque defendlan desde haciaveinte años, la pagarían con susvidas después de Caseros. Urquizaordenó la cacería humanade la llamada división Aquinoque fue anlquUada y colgadossus hombres después deasesinados en los árboles de Palermocomo lo refiere el propiocomandante de la divisiónoriental que actuó en Caseros,general César Díaz.Sarmiento escribiría. al referirsea la división argentina incorporadapor la fuerza al ejércitode Urquiza, entre muchasobservaciones acertadas, aquellade que sus soldados "tenían porél. por Rosas, una afección profunda,una veneración que disimulabanapenas",CASEROS - EXILIO DE MAZARosas recibió a los jefes argentinosque pudieron eludir lacapitulación con entusiasmo menosa su edecán el coronel Ramos,con quien aunque confiabaen su lealtad, estaba disgustadopor no halrel' transmitido susórdenes de nombrar comandanteentre los jefes argentinospara conducir al ejército enoperaciones sobre el imperio delBrasil o sustraerlo de La rendiciónde Oribe.Maza se hizo cargo del comandode uno de los cuerposveteranos de infanteria en Palermoy marchó el 25 de enerode 1852 a Santos Lugares.Participó en la noche del 2de febrero, víspera de la batalla,en la junta de guerra convocadapor Rosas junto al generalAgustín de Pineda y a loscoroneles Hilario Lagos, MartinianoChUavert, Pedro José Diaz,Gerónlmo Costa, Julhin CiriacoSOsa, Ramón Bustos, Juan JoséHernández Y José MaríaCortina.Duran te la batalla ocupó consu cuerpo de Infantería las proximidadesdel palomar de Caserosfrente a la división brasileña;,hasta que todo se desmorono,EXILIO EN EL URUGUAY.NUEVAS LUCHAS -SU MUERTEDespués de caseros, Maza volvióal Estado oriental donde sereunió con su m,ujer e hijos yse acogió a la amnistía del 8de octubre de 1851, que sellabael fin de la Guerra Grande.Con fecha 3 de abril de 1852,fue borrado de las listas de revistadel ejército argentino.En el Uruguay actuó en apoyodel partido blanco y fue reconocidoen el ejérCito por el presidenteBerro el 16 de julio de1863. Posteriormente actuó endefensa del gobierno de Aguirrecomo ~omandante de la quintabrigadá. que com'ponía la divisiónSan José, el Batallón deGuardias Nacionales y el Batallónde Policía del Ejército deMontevideo. Lo tardío de sudeslgnaclón y la rapidez con quese desarrollaron los acontecimientos,casi no le permitieronactuar contra el general VenancioFlores que apoyadO porel Brasil y por Mitre entró vencedoren la capital el 21 de febrero.A fines de 1865, VenancioFlores a la sazón dictadorcon titulo de Gobernador Provisorío,enemistado con los coloradosconservadores y buscandola reconcíllación con losblancos, ofreció a Maza, conquien habia militado en el mismocuerpo cuando Rivera invadiólas Misiones, el cargo dern.inistro de Guerra que éste noaceptó.7En 1870 apoyó la revolucióndel partido blanco encalrezadapor el coronel Timoteo Apariciosíendo jefe de la artilleria en labatalla del Sanee, el 25 de diciembrede 1870. Fue incluido enlas cláusulas del convenio depaz de 1872.Algunos autores han tomadocomo verdaderas y reproducido,ciertas referencias biográficas


tomadas por el capitán de fragataJacinto R. Yaben, que sonerróneas y en las que él recocebaber incurrldo. HDice Yaben en su extraordinariotrabajo "Biografías Argentinasy Suda.mericanas" queel coronel Maza fue edecán delpresidente oriental coronel donLorenzo Latorre y que en eldesempeño de ese cargo habíarecibido la comisión de ser elportador de un retrato de MarcoAvellaneda que el presidenteLatorre enviaba a su colega argentinoDr. Nicolás Avellaneda.Que como Maza se había excusado,Latorre habia reiterado laorden lo que habia conmovidoal coronel y que al día siguientese supo que habla fallecido víctimade un ataque de apoplegiafulminante.NI Maza fue edecán del presidenteLatorre ni existió talmisión.La habilidad unitaria ha sidomuy fértil para inventar anécdotasajenas a la verdad que algunosautores desprevenidos yde buena fe suelen tomar comociertas.IEI presiden te La torre, por elcontrario, distinguiÓ siempre alcoronel Maza. no obstante habermilitado en bandos opuestos,como lo demuestra la circunstanciade haberlo Incluidopor decreto de Junio de 1876, enla lista de los guerreros de laIndependencia, máximo galardóna que podlaasplrar un militaren la República Orientaldel Uruguay.Murió a los 70 años el 22 dejunio de 1879, existiendo algunosdaguerrotipos de esos últimosaños, donde aún resalta laenérgica mlrad·a de sus ojosazules y su tipo apuesto y distinguido,que ha sido una de lascaracterísticas físicas de muchosde sus descendlentes .•I~I:i.,1' .Coronel Dionisio Coronel, comandante general de Cerro Largo,vencedor de una división brasileña del barón de Yacuhy.(.6 El 2 de octubre, embllrcarun rumbo aBuenos Aires en el vapor fral1cé8 "Flamwbart", doña Agustina Contu,=ci de Oribemujer del Gral. Oribe y doña. DoloresOribe de Ma:z;a. con sus pequeños hijosy junto a ellas In esposa del Cnel. Franciscode Lusaln, Jefe del Elltndl.\ Mayor.7 Archivo General de In Nacl6n _ Montevideo- Archivo de Bernardo P. Berro.8 El lIeñor Cap. Yaben, con la honr!etir 1 .... quefue cdccúlI de Latol"l'c.Mariano Maza en 1871 (original en poder de su biznieta, doñaJosefina Larreta Anchorena de Zuberbühler).BIBlIOGRAFIA1} Arnold PrudencIa: "Un soldadoargentino", EUDE8A 1970.2) Fernández Saldaña José t.1.:"Diccionario uruguayo de blo~grall •• (1810-1940)".3) Irazusta Julio: ''VIda polltlca deJuan Manuel de Rosas".4) Magarlños de Mello Mateo J.:"El gobierno del Carrito",5) Olmos Ramón Rosa Pbro.:"Historia de Catamares".6) P!vel Devoto Juan E. y AlciraR. de: "Hlstorl. de la RepúblicaOriental del Uruguay (1830-1930)".7) Rosa José Maria: "La caída deRosas".8) Saldlas Adolfo: "Historia de l.Confederación Argentina".9) Sara be José Maria: "Urqulzs".10) Sierra Vicente D.: "Historio dela Argentina", Tomo IX.11) Silva Cazet ElIsa: "ManuelOribe".12) Yaban JacInto R: "Blograliasargentinas y sudamericanos".Pág. 41


irIIII,iwIL¡":i'1If1,1 '! 1I"!'jI!I lih1,AJf'I(] ~. d;se!lo 31!! lIan I"ftSP8fadc {re/mente fas co{>¡]("~~"¡sflCas. hmrfc.:­y gran pr:1I"'te di! 10 f'KJmenC'ioluf'O del41l* Ql1CJN., DE LA PROVINCIA I1E(YClWí1BA CIJ(1~ qr 1Ir/'J. A kJ ~ de mauguf'OciÓ1f del BancdFrov;,JCia! (8f!JPfi8mbIvJ d!!f!r18) eJ(;st¡abl¡~ fél"f'fN1 de Ct+rdcbr¡ a Ha~ y esfOOo pt"'61Iimo a h!rm/nattse la del AndIno; :k V/IIo /IIorla {1Rif::¡CulJtIfrJ. Los ~ del NOf'It!NSfr! \' del Sur e$frJ!xm (uin pn fX'dp .. rlPJoo indiM.-D,fh/_~ P'X'. 7"fSe ¡I'""...,..~. '7"n,''',,'' -"'"•


-por Alfredo TerzagaMapa oficial de C6rdoba de 1871, conlos ferrocarriles Rosario-C6rdoba y Andino,y con indicación de las prImerassucursales creadas por el Banco Pro ..vincia/. La frontera del sur, llegabasólo hasta el río Quinto, pues no sehabía eFectuado aún el gran avance delas campañas de 1878 y 1879. Lo mismoocurria en la frontera del noreste,donde aún quedaban algunos fortines."¿Si el negocio es tan bueno, por qué no lo ha·cen otros?". Esta pregunta entre insólita y candorosaera lanzada por uno de los senadores dela oposición, en la legislatura cordobesa, cuandose trataba la iniciativa de crear un banco conparticipación oficial, en las sesiones de mayode 1872. La argumentación del tenaz oponente-el senador don Luis W


I1,I '1,1¡,I(1II:: )," 1,¡ji:11' , ,1,1,,1I :¡,111'1:I111IIA un siglo de dlstancla, cuesta creer que el establecimientode una entidad de crédito, destinadaa ser enérgica propulsora del desarrollo económicoprovincial suscitara en Córdoba tanta polémicacomo l~ que ocasionó el proyecto oficialpara crear lo que actualmente se denomina. Bancode la Provincia de Córdoba. Pero algunos rasgoseconómicos de esa época -típica época de transición-,y la excepciona!, preeminencia de los comerciantesen una provincia como Córdoba, contribuyena explicar esa resistencia, así como elsupuesto Ideológico de que si alguien debla hacerun buen negocio, debieran ser los particulares yno el Estado. Las ra[ces de tal actitud deben buscarse,por cierto, en una época anterior, donde elpapel de la Intermediaclón comercial buscabaimponer su política sobre los intereses de la producciónInmediata, en este caso la ganader[a. Taldisputa de Intereses se hizo muy nitlda a partirde Pavón, cuando los más conspicuos representantesdel sector comercial se convirtieron enaliados constantes de Buenos Aires. Sin embargo,pocos años antes, el conflicto se habia diseñadoclaramente, en oportunidad de, . discutirse en elCongreso de la Confederación el proyecto de losfamosos Derecbos Diferenciales, .que tan poderosamentecontribuirían al progreso de Rosario.MUCHO COMERCIO Y POCO CIRCULANTELa importancia :comercial casi de excepción quetenía la provincia de Córdoba pocUa apreciarsecon algunos datos muy expresivos, no ya de laépoca que comentamos, sino aún de la mitad -delsiglo, poco antes de Caseros, Tucumán, Salta ySantiago del Estero, por ejemplo, fletlliban carretasen gran número, que entraban a Buenos Airescon cargas diversas provenientes de cada una deesas provincas norteñas. Sin embargo. y segúndato consignado por Dorfman en la primera ediciónde su Historia de la Industria Argentina,por cada mil ,carretas que ent.raban anualnlentea Buenos Aires de esas tres provinCias juntas,entraban también dos nlÍl quinientas carretasprovenientes nada mas de de Córdoba, con unavariada carga de cueros vacunos, lana, trigo yhasta harina, tafiletes, botas, tejidos, tabaco, mineralesy otros productos.La intensidad dE' semejante tráfico comercialpuede ponaerarse mejor si se recuerda que lapoblación total de la provinCia no llegaba entoncesa noventa mil habitantes, y que la .extensiónterritorial era consider.ablemente menorque la que Córdoba adqUiriría a partir de 1880con la incorporación efectiva de las tierras {tanadasal indígena. Pero 'el mercado bonaerense,que absorbía toda 'esa producción, era generalmentequien también proveía o anticipaba loscapitales con que los comerciantes cordobesespagaban en su medio esa producción. fletabanlas tropas de carretas y a su ve:;>; adqUirían en lar:ludad del puerto me!,r,adrl'Ía;:; df-' lmport.::tclón.TODO ES HISTORIA N0 79Paralelamente a la vitalidad de ese comercioininterrumpido entre Córdoba y Buenos 'Aires,las transacciones comerciales en el mercado internocordobés se veían entorpecidas por la escasezdel circulante y por el descrédito de unamoneda metálica de pequeños valores o de bajaley, como ocurrí-a. con los cuartillos y los mediosreales acuñados en la provincia, que corrían encompetencia con las monedas de otras provinciasy de Chile y Bolivia. Ese problema, que se Iríaagravando con los años, era la pesada herenciade la desarticulación de la antigua unidad vlrrelnal,aumentada para el caso ·con los males P¡'opiosde una versión insul!ar del federalismo,versión que las prov1ncias no habían seguramentedeseado ni buscado, pero a la que estaban forz'adasante la disyuntiva de bastarse si mismas,tal corno ocurriera, por iguales motivos, con lasaduanas interiores.Dada la solidez del mnculo existente entre losmás fuertes comerciantes del Interior -particularmentelos de CórdOba y Tucumán- y el mercadode Buenos Aires, es fácil expl1car la oposiciónque encontraría la Ley de Derechos Dife~renciales a la Importación (856) I ampliada posteriormentetambién para la Expo.rtación (1858),que implicaba la ruptura del lazo comercial entreel Puerto y el Interior, y establecía de hecho unaguerra aduanera con el Estado separado de BuenosAires en favor de Rosario, puerto de la Confederación.Alberdi, desde Europa, sostenía enuna 'carta a Gut1érrez que "los derechos diferencialescomo principiO son condenables por la Sanaeconomía; pero como excepción pueden ser san­Uficados por la política económica, en ciertascircunstancias. Son como la guerra, condenableen si, pero necesaria en ciertos casos" (1)'Cuando los derechos diferenciales fueron ampliadosen 1858 para la exportación, la oposiciónpolítica y comercial subió de tono, y se manejaronargumentos que ponen nítidamente de relievela naturaleza del problema y la índole de losintereses del sector comercial.Justinlano Posse, diputado cordobés en el Congresode la Confederación, y ya por entoncesfigura de primer plano en el grupo IIbera'¡ de laprovincia, sostuvo lo siguiente: "En 'Córdoba,por ejemplo, hay 40 Ó 50 acopiad'ores de frutosque con un capital de 10, 20 Ó 30 mil pesos, po ..nen en juego 100 Ó 150 mil al año. !Este excesode cap~tal es facilitado por individuos de BuenosAires o Montevideo, que reciben no sólo un interés,sino también una comisión por la velltR! delos frutos que remiten" (2). Como se adv1ertepor la exposición de ·Posse, era suculenta la gananciapor parte de quienes anticipaban el capitalcomercial y, dicho sea de paso, era tambiéngrande el número de 40 ó 50 acopiadores CordQbesespara una sociedad de población tan reducida., .Coincidiendo con la oposición de Justiano Posseen el Congreso del Paran á, un nutrido grupo decomerciantes de Córdoba dirigiÓ un petitorio alpreSidente Urquiza sollcltándole que intercedierapara que la ley no pasara en el Congreso. Sostenían,entre otras r.azones, que sería, el capitalistaquien impondría el precio de los productos;que la tasa de interés subida en proporCióna la escasez de dinero, y que se disminuida lariqueza pÚ'blica por el sofocamiento de la liber~tad comercial. El documento, pUblicado pOl' ladistinguida historiadora Beatriz Bosch, lleva numerosasfirmas. Resulta de interés destacar quetodas o casi todas corresponden a personajes quelupgo ~e df'st8.carían políticamente.m los dos


Vista interior de uno de los pabellones de la Exposición Nadonal de Industrias inaugurada porSarmiento en Córdoba en 1871.sectores en que después de Pavón se dividió elllamado PartIdo LIberal de Córdoba: Félix de laPeña, Nicolás Peñaloza., Aureliano Cuenca y Cía.Seferino Ferreyra y Cía., Dionisio Centeno, VicenteOcampo, Laureano .Deheza, Nilamón de laLastra, Martín Ferreyra, Gregorio Román, .JoséAlejo Román, Julio Fragueiro, Benigno Acosta ..Justino Urtubey, Eloy Novillo, Bonquet y Cía., etc.El memorial elevado a Urquiza mencionabatambién, .como argumento tangencial, la. iden~tificaclón entre capital comercial y capital circu~1ante. Quizá más allá de la intención de susautores, este argumento apuntaba a una realidadmuy ·concreta, pues la circulación, no satisfechade ningún modo con las monedas oficiales, erasuplida, por mano de los comerciantes, conaquella función que sólo los bancos pueden cumpUrcon un m.ínimo sentido social: la funciónde1 crédito. El crédito estaba en manos de particulares.a plazos muy cortos y a intereses muyaltos.UNA EMPRESA FALLIDAPor la misma época en que comenzaba la discusiónsobre la ampliación de los Derechos Diferenciales,asumía la gobernación de Córdoba uneminente pensador y tímido político: don MarianoFragueiro. Sus proyectos en materia de EconomíaPolítica y reforma social, inspirados en lamás' severa ortodoxia del sansimonismo (:l), nodejaron el menor rastro en su acción de hombrepúblico. Fue de una extraordinaria osadía en suslibros escritos en Chile (Organización del Créditoy Cuestionef 'Argentinas). Una excesiva prudencia,en cambio, guió sus pasos como Ministro deHacienda de la Confederación Argentina, oportunidaden que creó el primer Banco Nacional,emitió un papel moneda que nadie aceptaba yreglamentó -sobre un leve trasfondo de sus ideasehilenas- el Crédito Público y las funciones bancariasy de Tesoreria de la Confedera'ción. En1858 ocupaba una banca de Senador en el Congresodel Paraná, que renunció para hacerse cargode la Gobernación de Córdoba, obtenida enelección harto discutida, donde Fl'agueiro, graciasal apoyo de los diversos grupos liberales.logró derrotar al candidato del partIdo federal,Santiago De-rqui, por entonces Ministro del Interior.Las ideas sansimonianas de Fragueiro, de aplicarseen un medio tan pequeño y localizado como,Córdoba hubieran quedado convertidas realmenteen un verdadero "socialismo utópico". Pues¿cómo imponer la filosofía de una sociedad deproductores -que tal es el sanslmonismo- unasociedad donde gravitaban con fuerza excepcionallos intermediarios comerciales?No resulta casual, sin embargo, que la iniciativade crear en Córdoba la primera instituciónoficial de crédIto, partiera preCisamente del gobiernode Fragueiro, a quien los problemas deeste tipo habían preocupado siempre y que además tenía de ellos una experiencia directa, porhaber pertenecido al Banco de Buenos Aires yluego al llamado Banco Nacional. La creación cordobesafue modesta por la falta de un capital adecuado,pero llenó una necesidad y pudo alcanzar,si bien lángutdamente, más larga vida que el BancoNacional de la Confederación, creado por elmismo Fragueiro durante su Ministerio en el Paraná.Así fue como nació, por ley del 20 de octubrede 1858, la Administración de Depósitos y ConsignacionesJudic:ales, llamada popularmente Cajade Depósitos.Esta Caja tenía a su cargo la custodia y administraciónde los siguientes fondos: el numerarioy documentos reembolsables del Hospital de Be-(1) BO.sCH Beutriz: COltOlflTiv (¡,- 1,[ ¡.C¡¡ di' DeTeehos Di"j(,T .... u,·iu/cs, en Anulll"io del lTI~titut() de IJlvc"ti~flciones Hi~t\Írien!!.AllO 2. N'I 2. Rng"ri". 1!)S7 (Univ('r.~idnd N¡leioTInl delLihm¡]).(2) /lOSCH, Beatriz: f.(I. ¡,CJI dr Dcrf'cl:()1I DifcTc1I c iall'-" u /(7":x])(}Tt,,6ón. en el mi~m" Anuflri. año 5, N': ,~. Rr¡¡¡arin. 1961(3) VC1· TJo:nZAGA, Alfredo: ¡'v(nTinno f'rn{1lrdTn. 1111 ¡If)­cia/iRfn en ti"""POR rI,' la e"'lf,·rt'·Trwil",. f'n TOnO F,S HT::>TO­Hl,\ N'· r;~l j"I;,. 1!l'2Pág. 45


1, ,.' 1. ,I;1'I i¡,. 1I '~I1l' II11!: 1i,;1l',l' .1IIlén; los depósitos consignados a la Tesoreria dela Provincia; los fondos de la Tesorería municipalde la ciudad de Córdoba; los depósitos yconsignaciones judiciales; los fondos destinadosa. establecimientos públicos y a la atención dedeudas de la Provincia; todos los fondos del"tesoro fiscal"; los depósitos que quisieran haceren la Caja los pa'rticulares, sociedades o corporaciones;los de la Sociedad de Beneficencia; losde sociedades anónim'as, Cajas de ahorros, de seguros,de socor,ros mutuos y otras entidades quese establecieran en el futuro y mientras tales fondospermanecieran sin invertírse; los legados oimposiciones a censo, etc.Por uno de los capítulos de la ley respectiva,la provincia de Córdoba se constituía en responsablesy garantía de todas las operaciones efectuadaspor la Caja y, por otro, ~e disponía que "los fond'1lsque la Administración acumulase con los provec~osde los depósitos y consignaciones, serán propiedadde la Provincia de Córdoba, y no podrán,en ningún tiempo ni en caso alguno, aplicarsesino a operaciones de crédito par,a facilitar capitala las clases industriosas y trabajadoras". Estaprevisión se complementaba con la orden dedescontar "documentos que juzgare seguros delcomercio y de [.as clases industriales, al interé'sque haya fijado, con tal que dichos documentostengan cuando menos dos firmas y que su plazono exceda de tres meses"Las fallas de esa estructura, más llena de buenasintenciones que de posibilidades de cumpUrlas,h'3.n sido juzg,adas así por el ingeniero ManuelE. Río, en su utilísima obra sobre las finanzascordobesas del siglo pasado: "Desgraciadamente,por la carencia de recursos a disposic.ióndel Gob~erno, la CaJa nació con los defectos fundamentalesque impidieron su d'esarrollo y degeneraronsu administración hasta llevarla a labancarrota. F.altábale, en primer lugar, un capitalpropio que le permitiera realizar sus operacionescuando otros establecimientos semejantes le enajenaronparcial o totalmente los depós~tos voluntarios,que en los primeros tiempos babían deproporcionárselo. En segundo lugar ni los adminis~~ad1}resni el preside~te gozaba~ de compensaClOnalguna, de un estImulo que les compelieraa contraerse al desempe'ño de sus funciones y ano aband·lj,narlas, como lo hicieron, a manos subalternasentregadas al arbitrio de un solo emple'ldo"(")'E:e explica que, en tales condiciones, la Cajade Depósitos llevara una existencia penosa que seprolongó unos doce ailos, hasta que, lu'ego deun informe técnico del experto don Carlos Bouquet,tuviera. que disponerse su liquidación en1871. Pero había dejado una experiencia útil yfue precisamente para tomar a su cargo la C~jay reorganizarla, que en 1873 se creó el BancoProvincial de Córdoba.Pero antes de ello, los cordobeses pasaron porotra experiencia en materia de crédito: la dE' losTODO ES HISTORIA N° 79bancos pa-rticulares, que además tenían legalmentefacultades para emitir moneda.LOS BANCOS PARTICULARESEl hecho de que la moneda oficial circulante,despreciada por la mezcla de metales de bajaley, no tuviera preferencia, a pesar de ser escasa,y sí la tuvieran, en cambio, los billetes emitidospor simple particulares reconocidamentesolventes, 'es una muestra ,elocuente de lo que erala realidad económica cordobesa por esos años:un pueblo de productores "forzosa y penosamenteausteros, un Estado pobre de solemnidad y, entrem'edio, un grupo de intermediarios comercialesricos y prósperos, que acaparaban en sus manosuna función pública tan delicada como la delC'rédito. y que hasta acudían ,con sus préstamosen a uxiUo del Estado en ciertos casos de extremanecesidad. Era, en cierto modo, una supervivencia,si bien actualizada con nuevas oaracterísticas,del papel esencial que Códoba había jugadoen el pasado como nudo indi'Spensabl'e de aquellacorriente comercial que tenía un pala en Lima oen el Alto Perú, y el otro en Buenos Aires.Durante la década del 60 al 70, uno de esoSsólidos comeTciantes, don Pablo Barrelier -queaños más tarde ocuparía la presidencia del BancoProvincial- fue el primero que tuvo la iniciativ,ade emitir papel moneda. Por la misma época,el gobierno se decidió a enfrentar el problemadel crédito y de la escasez de numer:a1'io y ya queno tenía capital para hacerlo por su' ,cuenta, hizosancionar una ley en noviembre de 1869 disponiendoque "todo ~ndividuo o sociedad 'debidJamenteautorizada, tiene derecho a establecer enla provincia bancos ele descuentos y emisión"La ley respectiva dispuso que el capital de talesbancos no podría ser menor de cien mil pesosbolivianos o su equivalente en moneda. de curSOlegal en la República. Esta última exigencia noera sin::> una expreSión de deseos o más Men unaficción, pues no existía por esa. época ningunamone~a de curso legal en la repúblioo, si es queno qUlere entenderse por tal los billetes emitidospor el Banco de la Provincia de Buenos Aires,cuya ~irculación siguió al avance de los ejércitosportEmos después de Pavón pero sin conseguir enmod? ,alguno. d.esplazar a los "bolivianos", quesegmnan utihzandose hasta después de creadapor Roca la primera moneda nacional, y cuyawexistencia con esta última en los mercados delinterior se expresaría, de hecho en la famosadi'Scusión sobre bimetalismo o m~nometalismo.La ley cordobesa de bancos particulares dispusotambién que las sucursales de bancos domiciliadosf~era de la pTovincia, para "funcionar enella y cIrcular en eUa sus billetes, debían ajustarseal requisito del mínimo de 'capital exigidoa los bancos locales. Para -asegurar las fueionesd.e interés público asignadas a l,as emisiones partICularesde billetes, la ley ,creó' el cargo deInspector de Bancos, cuyo sueldo de ciento cincuentapesos fuertes sería pag·ado por partesiguales por todos los Bancos, y que tendría, ,entreotr~s obligaCiones, la de controlar las emisionesy ':'lsar los billetes que se lanzaran a la circulaCIón.El infaltable don CaTlos Bouquet, futuro amigode Roca, futuro minis,tro de Viso, futuro suegrode Flgu€l'oa 'Alcorta y también futuro preSidentedel Banco Provincial, fue el que tuvo a su cargoesta Inspección de Bancos.~n virtud de esta ley abr~,eron sucursales enCodoba algunos bancos domiciliados fuera de laprovÍncia. como el Banco de Italia, el Banco dE'


Monedas cordobesas acuñadas en '843 Y '848,durante el gobierno del brigadier don ManuelLópez, y que continuaron circulando muchosaños después.Londres y el Banco Argentino y otros creadospor -comerciantes locales, como el Banco Oteroy más tarde el Banco de Río Cuarto. todos loocuales emitieron papel moneda, aunque nunca.alcanzaron a cubrir sino en mínima parte lasnecesidades de circulante para las transacciones[rand,es y pequeñas del movimiento económ~coprovincial.Simultáneamente con el funcionamiento de ta~les bancos privados, seguía operando, en la form~apenosa que ya sabemos, la vieja Caja de Depósitos,a cuyas tareas propi-as se le agregó las deretirar y quemar los' billetes que circularen almarg·en de la ley.NUEVOS HORIZONTES,NUEVAS EXIGENCIASCon la llegada del ferrocarril a Córdoba (1870)y con la Exposición Nacional de Industrias (871),afloró a la superficie de la conciencia pública laevidencia de profundos cambios que se op.era.banya en la estructura económica del país y de laprovincia, 13, raíz del estrechamiento de vínculossóEdns entre la Argentina y el mercado mundial,en una relación de dependencia cuyos riesgos yc8·nsecuencias futuras no pudieron prever, seguramente,ni los más entusiastas sostenedores deese tipo de reladón, si se exceptúa, por derto,a quienes repreoontaban en forntJa. directa losinteresles del in~asor capital extranjero. Al ladode los sectores puramente Icomerciales, que pormuchos años segUirían gravitando con decisivopeso en la econoonia cordobesa, com,enzaron aadquirir una importancia nueva los de la incipienteagricultura extensiva, y los de la ganadería,sin contar ,algún otro que, como la ,tradicionaly languideciente minería, veía también en el ferroDarrilla esperanza de 'una revitalizaclón quenunca se produjo.Fue precisamente a fines de 1870, y como partede los trabljos preliminares de la ExposiCiónNacional de Industrias, que se realizaron en uncampo de Río Segundo, a las márgenes del ríohomónimo, sembrado de trigo y alfalfa los ensayosde más de 180 máquinas y utensilio~ agrícolas,enviad3.s a ese objeto desde el puerto de Rosario,y entre las que había modernas segadoras, trilladorasa vapor y de tracción a sangre, y aradosde diversos tipos.A este espectáculo, que contó con la prereuciadel ministro nacional Nicolás Avellaneda, y deElduardo Olivera, presidente de la comisión organizadorade la Exposi-clón, se swnaron luego en10.'5 suburbios de la propia ciudad de Córdoba lostrabajos de la Quinta Experimental de SantaAna, o "Parque de Culturas Comparativas", comose lo llamó, Se ·cultivaron alE 79 variedadesde trigos y cebJtdas, maíces, remolachas, etc., 210variedades de hortalizas; 52 variedades de viñay diez variedades de frut?-les, además de grancantidad de flores y árboles de adorno, "Con loscultivos cosechados en Santa. Ana se donó porintermedio de la Sociedad Rural Argentina, atoda la ,RepÚblica, 61.230 paquetes de legumbres,flores y cereales" (1».Para la tradicional ciudad de Córdoba, estostrabajos, coronados luego con la apertura de laExpOSición, a la que ·concurrieron 2.671 expositores,constituían sin duda una fiesta insólita y unapromisoria apertura hacia nuevos ho:r:izontes.Se comprende, en consecuencia, que frente a talesperspectivas las nec.es-idades de capitales ysobre todo de crédito ya no pudieran ser cubiertJ3.Scon los muy restringidos y, nada filantrópicospréstamos de los ·grandes comerciantes mediterráneos.Hacía falta un banco, un verdad·ero banco capazde servir de verdad al interés público, y quetuera, en consecuencia, o un. Banco del Estado,o con participaCión decisiva de éste, Mas eso fue,precisa,mente, lo que desencadenó la oposicióncontra el proyecto respectivo y, muy particularmente,contra la pri'm'era de ambas posibilidades,o sea de que fuera el Estado quien controlara el-::réditc. y demás funciones bancarias.Esa oposición no podría explica,rse solamentepor las pequeñas rencillas lugareñas, si no se vincularaestas .rencillas, de una manera u otra, acuestiones generales de poHti'ca nacional queapas'onaban a todo el mundo, y que tienen en laExposición Nacional una de sus claves.SIGNIFICADO POLITICO DE LAEXPOSICIONDesde un principio, la iniciativa de realizar laJxposición Nacional de Industr:a contó en BuenosAires con la decidida oposición de los adversariospolíticos del preSidente Sarmiento, talescomo los mltristas, separados de su antiguo aliadocuando éste asumió la Presidencia, y de otrosQU0. s'n ser mitristas, como ·el senador santafesinoNicasio Oroño, tenía viejas cuentas pendientescon el sanjuan'no,Esta oposición se hizo más nítida, y más enardecidacuanto más próxIma estuvo la Expos1ción,y más aún después de re.3.lizada, pues los opositoresdel presidente le asignaron un sentido políticodel que s'n duda no 'carecíaPorrque hay' que decir que, efectivament·e. la ExposiciónNacional de Córdoba no fue sola,menteuna optimista fiesta del progreso y de l'as transformacionesque el pais comenzaba, ni' tampocoIr, minúscula ocasión para que Sarmiento, comolo hizo, surcara en un bote el lago d~l Paseo 80-bremonte, junto con sus ministros Vélez SársfdeldJo' Avellaneda, sino también un verdadero cónc:avede política nacional, encaminado particu··larmente al probLema de la sucesión presidencialque debía ef.ectua-rse en 1874, y aunque el año 71pareciera "fechn, demasiado prematura para ello,B.ero la v!olenta desaparición de Ul'quiza, produc'dael ano anterior, había privado a Sarmiento(O RIO, M~muel R.: "D(I,~ jhWl!ZGfI de Córdoba C?1 Iml último,~N,illtt' afios". Dircrción Gral. de Estndística, Córdoba, lilOO,, (,,) RA y~~IO, Carlo,q:, ¡;;f/uurdo OHlwm (R(;sI'11a ¡,iO{lTá,fir:rr.).,r'Jlli~ere!l G¡'UflC('S Ar¡;:-en{lll()~ ile L, .J, R,,~s(), Blleno" Ail'{,~,Pág. 4?


!, I1 1't,:1'1,:¡'"'1'1:l'I ,,1:,I-reconclUado con el vencedor de Caseros- de lamás sólida estructura 'en que el sanjuanino sea.poyaba para hacer contrapeso a la oposición deBuenos Aires y sobre todo del partido mltl1ista. LaExposición Nacional, y el viaje de Sarmiento aCórdoba, proporcionaron la oportunidad para hacel',con los gobernadores de provincia y con losdirectores de la política oficial, los ind!.spensablesreajustes de líneas.Durante su estada en Córdoba, en efecto, elpresidente mantuvo Ireuniones con el gobernadorde Córdoba, dJOIn. Juan antonio Alvarez; con losgobernadores de Salta, San Luis, santa Fe y Corrientes;y con los delegados especiales- enviados?or los gObiernos de La Rloja, Mendoza, Santiago\~'~l Estero, San Juan, Tucumán, Jujuy y BuenosA res. Que en -esas reuniones se habló también depolitlca., es algo que no cabe duda, como lo pruebael hecho de que Blalblene, gobernador de Corrientesy adversrurlo de la l,robable candidaturade Avellaneda, se fuera de Córdoba visiblementedisgustado y sin despedirse del presidente de laRepública ... Pero Sarmiento y Avellaneda, quecon la Exposición Nacional y con creaciones comoel Observa torio y la Academia de Ciencias habíanconvertido a Córdoba en un pivote esencial de supolitlca, se }'as compusieron para recoger en ciertomodo la herencia federal dejada vacante porUrquiza, y combinarla con los sectores de liberalesautonomistas, muchos de ellos también de tra-- dlción federal, aunque el cambio político, en elcaso partlcu1l>r de Córdoba, se produjo con bastantelentitud, pero también con la seguridad deun verdadero movimiento de péndulo. El s'~bernadorAlvarez, que había sido electo para el cargocomo hechura del viejo liberal mitrlsta don Félixde la Pefia, tenía como ministro de Hacienda aun liberal autonomista: el doctor Tomás Garzónantiguo jele civil de la re\Ooluclón que en 1852deNocara al brigadier don Manuel L6pez, el del'1I,1lii 'TODO ES HISTORIA N9 79


largo gobierno ele diecisiete años. Pero el sectorautonomista. rio actuaba en la ocasión como untodo unido, puesto que otro foco de atracciónpolítica se había creado en Buenos Aires con elautonomismo de don Adolfo Alsina que tambiénaspiraba a la presidencia de la Nación. Y elal.slnismo tenia bastantes amigos en Cardoba,como los yernos del propio De la Peña y como donLuis Vélez, que aun no se había escindido de suscorreligionarios los autonomistas de Córdoba, comoocurriría en las vísperas de 1880. Y don LuisVélez, uno de los fundadores del famoso ''éHx 1'.: Hi:;turia del Ball1"o Pr()~'ül


oan, en el curso de los años 1872 Y 1873, comofracasaría igualmente este recurso cuand? I Garzónhabía logrado obtener la ley de creaClOn delBanco Provlnc:al, sancionada el 27 de marzo de1873, y que preveía un capital de tres millonesde pesos fuertes. Lucas González, encargado porel ministro de gestionar un empréstito en Londresescribíale a Tomás Garzón una carta particular,en el ,mes de abril del mismo año 73, dondelentre otras cosas decía, refiriéndose a los banquerosingleses: "Yo trata,ba. de persuadirlos sobrela conveniencia de poblar e.llanto antes losterrenos situados entre Fraile Muerto y Villa Mañaen donde los inmigrantes obtendrían buenosres~ltados por encontrarse ¡allí dos elementos indispensables:el agua y la leña. ~llos me contestabancon los indios, que los harían pasearse porambas costas del Río Tercero., pareciéndoles unainhumanidad mand,al' al'lí colonos a perecer en~tre los sahajes. Tuve que 'habla'l'les más de unahora para demostrarles el error en _que estaban,y creo que queñ'aron medio persuadidos" (8).Esto de medio persuadlj:dos era expresión de unpiadoso optimismo. Mejor hubiera sido decir queno quedaron persuadidos ¡'ni medio" , '. Pues losbanqueros ingleses, que no eran sino los miembrosdel Directorio del Fe


traducía ~a paTt:cipación colectiva' de accionistasparticulares. El ministro Garzón, obsesionado porla idea de establecer un banco, no se atierró demasiadoa la cuestión doctrinal, y como la mayoríade opiniones de los hombres .consultados seinclinaba por esta segunda variante, el ministrola aiceptó y se ded'


minaba: "El gobierno de la Provincia tomar~ tantasacciones cuanto import.e el producido hquidodel empréstito contraído en virtud de ,las leyesde 19 de agosto y 12 de diciembre de 1872, pagándolasen su totalidad a medida que recibadichos fündos". Es decir que se fundaba el Ba.ncoJI se institui,a,. la participación del Estado en élsobre un cimiento por demás etéreo, pues el empréstito,cuya legalidad había sido discutida"despuésde autovizado, no se habla en realidad contraído",ni se concretaría nunca. a pesar de ICh


dad pudiera ,constituirse e iniciar sus funciones(lO).Mientras tanto, el 12 de junio se habla realizadola asamblea de accionistas para proceder,entre otros objetos, a la constitución del Directorio.Por el sector privado fueron designados trestitu'lares: don David Carreras (que también fueel primer presidente del Banco), don Antolin Funesy don Roque Ferreyra. En agosto, el gobiernodesignó dos directores tltuJares como representantessuyos. don Carlos Bouquet y don TristánMalbrán. Bouquet ocuparía la vicepresidencia.Los cien mil pesos fuertes girados por Amstrong,y que correspondían a la cuota inicial del gobierno,ingresaron al Banco el 20 de septiembre,es decir dos días antes de la fecha fijada parale, inauguración.Pero Tomás Garzón ya no era ministro ... Elgobernador lo habla despedido. Félix T. Garzón,en su IfistorIa d:el Baneo Provincial escribe BJl respecto:"El Sr. Juan A. Alvarez, que ejerela lasfunciones de Gobernador, hombre tlmldo y sinm":for capacidad política, sembrando la desconfianza,dio oldos a la oposicióln y no trepidó ensac·!"ifical' a su ministro d,e Hacienda, que en supropio sentir había hecho más que todos los ministrosde hacienda, quince días antes de que lainstitución abr'era sus puertas al público, pero,felizmente, cuando sus enemigos no pudieron detenerlo",Doclor Tomás Garz6n, ministro de Hacienda delgobernador Alvarez y fundador del Banco Provincialde C6rdoba (retrato p6stumo por GenaroPérez, existente en la pinacoteca del Banco).LOS PRIMEROS ACCIONISTASLa primf:ra suscripción de acciones para cotlStltuirla s(}cied .. d anónima que se comprometióa tomar la administración de la Caja bajo la formade un banco, se había realizado ya. a principiosdel año, el 9 de febrero de 1873, y a ella ""ncurrieron,unos directamente y otros por poder,casi 'ochenta accionistas. Seria largo reproducirla lista completa, pero debe consignarse que enella estaban representados los más importantesnombres del comercio local y de ILas profres'Íones,asi como hombres que actu~ban en los "tres grupostrad~cionales de la politlca cordobesa: liberalesnacionalistas, liberales autonomistas y feder8.1les.Figul'Iaban en ella, -en efecto, el dos vecesgobernador de la prOVincia don Félix de la Peña.,liberal mltrista; el fuerte comerciante don JoséMaría Méndez j el liberal autonomista don CarlosBouquet (que luego integraría el Directorio en representacióndel Gobierno); el diputado nacionaldon Clemente Vlllada, de tradición federal; el comercianteNicolás Peñaloza, antiguo mltrista yyerno de Pena, convertido por entonces al aIsin'smo;el federal Carlos S. Roca, que fuera gobernadorDelegado de Mateo J. Luque; don AntonioRodriguez del Busto, de larga actuación comercial,poutica e int~lectual; el antiguo legisladoren el Congreso del Paraná y periodista federalfundador de «El Progreso", don Ramón Gil Navarro;el comerdante y banquero privado donPablo Barreli'erj el antiguo autonomista y fundadordel periódico "El Eco de Córdoba", don LuIsVélez y muchos otros hombres mas de ·gran signlf!caciónen la vIda comercial y profesional dela ciudad, como Pedro SenestrarJ., Carlos Ra..bellini,Otto Pabst, Jorge Ponlson, Trlstán AchávalRodriguez, Soaje Hermanos, David Ca.rreras, AndresVázquez de Novoa, Mareelbm Gacitúa, JulioFrague:lro, ~Antolín Funes, Francisco Espinosa., etc.En torno al Banco naciente, tan discutido y departo tan dlfícl!. desaparecieron por fin las diferenciaspoliticas. Baste decir que hasta don LuisWarc,alde, a.utor 1e la frase tan poco feliz conque comenzamos esta nota, resolvló suscribirsecon den acciones de cien pesos fuertes cada una.En el mes de abrll, el mismo Directorio provisoriodIctó las instrucciones a que debía sujetarsela recepcióln de acciones en el Interior de la provincia,y recomendó que los enca,rga4os de JCSatarea procurarían "c-olocar acciones en el mayornúmero de accionistas posibles, aunque sea porpequeñas sumas, porque el gran interés que debeconsultarse es 'el de hacer participar en esta institucióna la mayor parte de nuestros comprovinclanos".Cuando por fin se había logrado integrar Laparte de capital necesario, y se habia cumplldolos trámites de inscripción de la sociedad en elTribun"l de Comercio, f"se donde también ""istierond1f1cultades, el Directorio del Banco alquilóuna propiedad situada en calle 25 de MayoNQ 24, entre las actuales calles San Martin y Rivadavia,frente al paredón del Convento de ,laMerced, para que en ella funcionara la nueva institución,y ordenó publicar avisos en los diarios"El Eco 'de Córdoba" y "El Progreso", comunicandoque el lunes ,22 de septiembre tendría lug,arel acto de inauguración. El Dire.ctorio, queera presidido por DavId Carreras ~elegldo porel sector privado- cursó las invitaciones del casoa las autoridades de la provincia, comenzandní 10) Tomús Am.


por el gobernador Juan Antonio Alvarez, y girótambién una invitación especial al Dr. TomásGarzón, pese a que éste había abandonado el ministeriodías antes. Mientras tanto, ya se habíanencargado a Buenos Aires 'distintos valores de losbilletes que el Banco .emitiría, todos los ,cuales habríande llevar --del mismo modo que las emisionesque se lanzaran la. la circulación en añosposteriores- ,la fecha de marzo de 1873, correspondientea la ,de promulgaci.&.n de la ley de creacióndel Banco.Esta lecha,impresa en casi todos los billetesdel antiguo "Banco Provincial de Córdoba", hainducido muchas veces .a error a los curiosos ycoleccionistas, sobre todo cuando las piezas nonevan el sello de la Inspección de Bancos. Paradatar correctamente estos billetes, no queda, enl'a mayoría de los casos, otro recurso que averiguaren qué período actuaba el presidente delBanco que los firma.Hemos busca;d!o en vano, en la incompleta colecciónde diarios cordobases del siglo XIX existenteen >la Biblioteca Mayor de la UnlV'ersidadde Córdoba, los ejempl,a,res de "El Eco" y "ElProgreso" correspondiente a los días subsiguientesa la apertura del Banco con el objeto de reconstruir,en lo posible, los detalles menudos deun acontecimiento de tanta trascendencia paraCórdoba. Nuestro esfuerzo ha resuUado inútil,pues de tales diarios sólo existen en dicha Bibliotecaejemplares aislados, y ninguno de esa época.Sólo hemos encontrado un absurdo e hHarantecomentariQ del famoso periódico "La Carcajada" ,Hperiódico joco?:rio, burlesco y Hterario", segúnreza la aclaraelon que acompaña a su título dirigidopor el famoso don Armengol TeCel'lR, q~iendurante muchos años más continuaría arrojandosobre el pÚblico lector la artillería de sal gruesade un humorismo irreverente y de gusto bastantedudoso las más de l.as veces. El comentario sobrela inauguración del Banco, inserto en el número133, del 28 de septiembre de 1873,' comienza poresta frase nada reverencial: "Al fEn parió la burra",para 'congratularse luego de que, "despuésde tanto machacar", el Banco haya podido serinstalado. .. De ,dicho comentario periodístico,que extractamos en otro lugar de esta mismanota, puede deducirse que en el acto hubo cigarrosy cerveza, y que en él pronunciaron sendosdiscursos el gobernador Alvarez y el ex ministroGarzón, cada uno atribuyéndose los méritos dehaber sido los ¡>adres de la criatura. , ,En su discurso de1. aeta inaugural, Tomás Garzonsostuvo: "No es un Banco de 'Estado el quese ha form~ado, no: éste tra'C siempre desconfianzay temores que no dejan de ser fundados; hemosrealizado 1a verdadera expresión de la cienciaeconómica: un Banco de tQdos y para todos".Tales palabras del fundador no eran, en realidad,otra cosa que un cumplido sobr·e 1a, cuna de lacriatura recién nacida, pues él, originariamente,había cm'partido la tesis del ministro nacionalAvellaneda y si ac·eptó la solución nlixta con mayor.íade accionistas privados en el Directorio,fue sólo para sacar adelante la iniciativa en quese había empeñado. Pero la verdad es que, como-' .Billete de $ 50 boliv;anos, con la efigie del Gral. Pal, emitido por el Banco Provincial de Córdoba.TODO ES HISTORIA N9 79


•..t','~'",~"'í'f .'Dos pesos moneda nacional, del Banco Provincial de C6rdoba, correspondiente aemisiones autorizadas por la Nación (Ley de Bancos Garantidos).una de lasAvellaneda lo había sostenido bien, el Banco seríaen verdad "para todos" s610 en la medida en queel Estado fuera ampliando su participación y sugobierno en ia- institución. como sucedería pocosaños después, cuando sucesivas reformas introducidasen la época del juarism;o, permitieronsacar la acción del Banco del círculo comercial dela Capital, y llevarla al interior de la provincia.LOS AfIOS DE INICIACIONLos pocos meses que restaban del aüo 73, y lacrisis mercantil y sobre todo política del añosiguiente que -culminaría en la revolución mitristadel 74, determinó que ,el Banc9 Provincia.! deCórdoba postergara hasta el 31 de diciembre dedicho año al cierre de su primer ejercicio. A esafecha, sus depósitos ascendian 'a poco más dedos mmanes cien mil pesos bolivianos, y daba unaganancia del 14 % de su capital realizado, resul~tados verdaderamente notables. para un bancoque había iniciado sus actividades en m,edio deta.les dificultades y con un modesto 'capital desólo cien mil bolivianos.En su obra ya c1tada. Manu-el E. Río constgnasobre la iniciación del Banco 10 siguiente: "atravesóla crisis del 75 y 76 reconcentrándose enciertos momentos por la supresión de pré'stamosy descuentos y l.tt exigencia de mayores amortizaciones,elevando además d'el 10 al 12 % latasa del interés, lo que le permitió realizar ga,wnancias del 21 % y repartir dividendos del 18 %.El Directorio se preocupaba ante todo de afirmarel crédito del establedmiento y de asegural' lossorprendentes resultados obtenidos, aunque noolvidara complet,unente la protección de losgremios comerciales. El año 77 se acentuó elperíodo de declinación de la crisis y, terminadaésta, el 'Banco se encontró con plétora de díneroa principios de 1878, drcunstancia que le obligóal. bajar nuevamente hasta el 8 % el interés desus préstamos". El dato al)ortado por el ingenieroRío es harto ,elocuente, en ese caso no sólo paraexplicar la solidez lograda por el Banco Provin-~~~p~!~~OIt1, ......... rrf¡ •DE VEINTE;BillETES'---.. 'í!J.EjU~, ",N9Pequeño billete de cinco centavos fuertes.cial de Córdoba en tan poco ti'empo, sino tambiénen cuanto indirectamente refleja la curva ascendente;de prosperidad en que iba entrandola economía y lel ,comercio de las provin'Cias delInterior, casi de inmediato coheslonadas en objetivospolíticos comunes ,en vísperoas de la campañapresidencial de 1880, La irrigación del créd;toa bajos intereses, el aumento del circuJante(los billetes del Banco de Córdoba llegaron acircular también en San Luis y La Rioja) y !asnuevas vías abiertas a la comerr:cializaCÍón de losprOductos con la construcción de los ferrocarrilesa Tucumán, y de Villa Marta a Río Cuarto(el Andíno), son otras tantas expresiones del augeeconómico a que antes nos referimos, prodUCidOal declina'!.' los efectos de la gran cTisis de 1875,que en tan difíciles aprietos había puesto a laadministración del presidente Avellaneda.Pág, 55


EL BANCO Y EL HUMOR CORDOBESSi el humor popular cordobés es reconocidoactualmente por su propensión a la zafadurfasde lenguaje, unidas a sus certeras dotes deHobservación, ha de admitirse que tiene sus claros antecedentes en el pasado, _ aunq~la so:cledad de entonces fuera muy "distlnfa. Asr loprueb-a -el testimonIo de "la Carcajada", un periódicodirigido por el famoso don Armengol Tecera,y que llevaba la aclaración de ser jocoserio,burlesco ~ y también -no sabemos por quéliterarIo.'. y que se caracterizó por ser casisiempre opositor a los poderes cordobeses.pues fue antijuarista, anticlerical, rochista, cfvicoy finalmente radical hasta 1905, en que desapareció.Su comentario sobre la inauguración del BancoProvincia! en la edición del 28 de setiembrede 1873, com lenza con la frase "Al fin pariólo burra" y luego comenta, con supuesta precisiónInformatfva, que "la atmósfera estabadespejada y los rayos del sol reflejaban en lamollera de D. Antonio", aludiendo así al gobernadorde la provincia, don Juan Antonio AlvarezoPuntualiza en seguida que "las campanasde la Merced se inclinaban ante la presenciade Botón Burnbula que llegaba conducido por uncoche y vestido de gran uniforme", y que "labenda de música permanecía de pie firme y enayunas, esperando s610 el momento oportunopara dejar oir sus descompasadas notas". Elaludido por semejante apelativo no era otro queel invitado especial y fundador del Banco, el exministro Dr. Tomás Garzón.Después de informar a sus lectores sobre latensión producida en el público cuando el gobernadorprimero, y Garzón después, pronunciaronsus respectivos e intencionados discursos,pues 10 que se disputaba era el mérito por lacreación del Banco, "La Carcajada" alude sinnombrarlo al experto don Carlos Bouquet, con lasiguiente frase: "En seguida habló CarIitOS,aquel que siempre está a las buenas".y el articulo concluye con los siguientes párrafos:"Concluidas estas ceremonias, la concurren~cia pasó a los lujosos salones que recuerdan lacatástrofe de la Caja de Depósitos (de la queDios lo libre al Banco) y aUi se Invitó con muybuena cerveza y cigarros y se pronunciaron otrosbrillantes discursos. Durante estuvo allí reunidala concurrencia, o más bien dicho, durante hubocerveza y cigarros, Botón Bumbula fue colmadode felicitacIones."Después de esto, todo el mundo se apretóel gorro a su casa, dejando como es muy con~siguIente abiertas de par en par las puertasde esa fuente de recursos que se llama BancoProvincial de Córdoba".EL BANCO Y EL FERROCARRilA TUCUMANEn su conocida y utilizada


Doctor Nico/ós Avellaneda, quien, como ministronacional aconsejó a Tomás Garzón que el Ban·co debía ser o un Banco de Estado o COn pre~dominio del Estado en su gobierno.en ,condiciones de hacer pagos al .contado en Japroporción -a que se hahia obligado y el ferrocarrilcorría el serio ri'esgro de para.lizarse. Elloexplica la intervenc:ón financiera de a'lgunos intermediarios,tales como la ,casa Vicente Ocampo,de Rosado y, en nuestro caso del Banco ProvineiMde Córdoba que acudió prontMIlente con susoperaciones pa'ra contribuir a la financiación deobra de tanta magnitud.Según lo consignan los Libros de Actas del Directoriodel Banco, en abr1\ de 1874 se habiaresuelto "tomar to·dos los giros 'que hiciese elsenor TeIlfener, constructor del Ferrocarril aTucumán". El junio del 74, el Banco Provincialde Córdoba toma a Tellfener una letra por dtezmil patacones; en juHo, una por seis rnH pataco~nes. En noviembre la empresa constructora delferocarril solicita se le tom:en giros sobre BuenosAires por valor de ,2,5 a 30 mil patacones, y elDirectorio del Banco acuerda entregar de 10 a 15mil, firmándose un Via~e a 'la vista, con la garantiade la Casa Vicente Ocampo, Y con laobligación de dar letras una vez que el Bancolo pidiese. En diciembre del mismo año 1874, yante una gestión de la empresa del ferrocarril,se ·acuerda otorgar la suma de 10 mil pesos bolivianos,para ser oportunamente reembolsada enletras con la garantía de la Casa. Ocampo. ycon la ,misma gatllntia, se entrega a la empresaconstructora del ferrocaTril, en enero de 1875, lasuma de veinte mil patacones reembolsab~e enletras sobre Buenos Aires.Don David Carreras, primer presidente del Ban ..co de Córdoba, elegido por los accionistasparticulares.No es del caso recordar aquí la intencionaday malévola campaña que en Buenos Aires se desatócontra el constructor del ferrocarril Y quefinalmente le llevó a renunciar a la explotaciónde la linea, que también era parte de su proyecto.Pero si debe destacarse que el Banco Provincialde Córdoba, prImera institución oficial de créditoque funcionó en el Interior argentino, pudoacudir en auxlllo de la Nación, sirviendo, enépoca tan temprana. ·como la de sus modestos comienzosa 1a concreción de una obra constantementeamenazada de suspensión, no sólo porlas penurias financieras del Estados Nacional sinotam b~én por la persistente campaña de .crltloas,que el propio Scalabrlni Ortiz ha Tecordadoensu ya citada "Historia de los Ferrocarriles".Es indudable, después de los antecedentes elt",dos,elmérito del modesto Banco ProvincIal deCórdoba en b realización de una obra de tantaimportanc1a no sMo pU!ra las provincias delNorte, sino también paD' la integración efeetivadel pais, al aportar su cuota en la financiad6ndel ferrocarrU a Tucumán en 'forma de descuentosde letras y toma de ,giros, tipo de financiaciónque en la '3.ctua11dad sue'le realiza'rse porlo común bajo la forma de "descuento de certificadosde obras púbUcas'. Ello inviste tambiénde una signi flcación especial a la presencia delComandante de la f.rontera del Sur -asiento enRio Cuarto~ generall ·don Julio Argentino Roca,ya por ent·onces bastante acoroobesado por elcasamiento, las amistades y el domicilio, en losRC',tos que tuvieron lugar en Tucumán cuando :elPág. 57


presidente Avellaneda inauguró el ferrocarril, el1 l' de noviembre de 1876.UN BANQUITO RIVALPrecisamente en el sur de Córdoba, donde elBanco Provincial tenia interés en instalar unasucursal para atender el mo,vimiento comercialdel ferrncarril y la conversión de sus billetes,habia surgido, en es\:! año 1876, un pequeño bancoque se oponía a tal instalación: el tRanco de RíoCuarto en ,cuyo dkectorio figurruba, oon carácterde vicepresidente, el fuerte estanciero de lafrontera indla, don W,enceslao Tejerina. otrofuerte estane 'ero del sur, don Ambrosio Olmos,se c'ontaba t8imbién entre quienes daban su respaldoa este banco privado._Respondiendo a esos intereses locales, el periódico"La Voz de Río Cuarto", en sus edicionesdel 3 de mayo y del 21 de junio de 1876, se "puso,a la proyectada instaladón de una sucursal delBanco Provincial, por entender que Río Cuartoera escenario demas'ado pequeño para contarcon dos bancos, y atacÓ' por lo mismo al GobiernoProvincial y a la persona del gobernador,Di'. Enrique Rodríguez, acus'ando a éste de habersereferido despectivamente a 1a instituciónríocuartense, al llamar "banquito" al Banco deRío Cuarto. La amist3.d de Tejer_ina y Olmoscon el general R';}ca y con su hermano Alejandro-estanciero tamhién en Ja misma zona~ asicomo -las vinculaciones de este grupo con loscordobes'es del sector de Viso y Juárez CeLman,que ya gravitlban fuertemente en la poUtioca dela provinci'a, debe haber sido, seguramente, unode los más poderosos factores para allanaT esaoposición pues hacia 1880 el Banco de Rio Cuartocesabl sus act~vidades y Tejerina aparecía enCórdoba como miembro del Directo'rio del BancoProvincial y, algo más tarde, como presidente delcomité covdobés del Pa'rtido Autonomista Nacional... Estando Tejerina a c8.JI"go de la prestdencis,del Banco Provincial, la, fjnes de 1880,se decidió por fin instalar la sucursal en RíoOuarto, la que fue inaugura,da el 19 de enerode 1881.,.EN LOS MIOS DEL JUARISMO. ~a palabr~ juarismQ tiene todavía hoy, y tambIenen Cardaba, una resonancia peyorativa,vinculada ,generalmente a 'la :dea de íiastuosidad,despilfarro y hasta ,cDrrupciólfl. Tal ,connotaciónse 'expUca por la larga y oscura leyenda elabOI,'1~ldaconjuntamente por los dos ,enemigos mortalesdel juarismo o, más precisamente, por lOS enemig'osde esa alianza nacional que entonces se denominóel "roqui-juarlsmo"; esos adversarios fueronel part'do católico y el partido de los ,cívi,cos~rolongado ~n parte, este últitnm, por el r-a,.dica~lIsmo despues de 1893. Hoy puede decirse, sinemba:rgo, que el juarismo no fue lo que entoncesSE pintó.TODO ES HISTORIA N9 79La fastuosidad y el despilfarro parecieron talesg, los adversarios de Juárez, porque su obra deprofundas renova-ciones y de progreso material,realizada en menos de diez años se cumplió -nosatenemos siempre al caso de Córdoba-- en unapequeña ciudad de adobes y de tej,as donde lageneración gobernante lo hizo todo nuevo, opoco menos: construyó obras de 'riego gigantescaspara la época, puso la electricidad y las aguascorrientes, construyó plazas y mercados, y ademásremató la enorme tarea con obras que entonc,esse calificaron de "suntuarias" y que escandalizaronpor ello a la rutinar:a sobriedadaldeana. Las mayores de ellas fueron el edUicioconstruido para 'el Banco y el estupendo Teatro,que a pesar del abandono de su conservaciónsigue siendo uno de los más grandes y bellosdel país. La llamada fastuosidad, en consecuenciaconsiste en que 'e'l jU3.irismo, en un perídoasombrosamente breve, puso ,cimientas y .levantóparedes, pero tamb~én colocó la dave de bóveday además conservó el iJmpulso necesario paracoronar la tarea -con cornisas y decoraciones ...y en lo que respecta a la supuesta "corrupción",digamos que ella no pasé l de ciert-os favoritismosy prebendas de manga ancha, que' fueron ,amplificadosenorme y mrulévolamente por los adversariosdespués 'd'e 1890, y que en nuestro pais-y no sólo en el nuestro- parec,en acompañar,como la sombra al cuerpo, ,al predominio de unpartido cuando este predominio es incontrastable.Pero se equivocaría el juiCio histórico si tomarala sombra por el cuerpo.En };:}s 'Libros de Actas del Directorio del BancoProvine· al de Córdoba, que constituyen un depositoriomuy incompleto, pues faltan los copiadoresde correspondencia y muchos otros documentasapa'r ecen con alguna frecuencia entrelos años 1874 y 1881, operaciones de 'crédito desouentosde letras y aceptación de documentos deWenceslao Tejerina; estanciero del sur de Córdoba,presidente del comité cordobés del PartidoAutonomista Nacional y presidente del BancoProvincial de Córdoba, que propulsó la instalaciónde la sucursal en Río Cuarto.


Fábrica de Cerveza en Rfo Segundo, levantadaen Córdoba durante el auge económico de ladécada del 80 (fotografía de '888).terceros ,a' favor del general Julio A. Roca, deMiguel Juárez ,Celman, de Marcos Juárez, deAlejandro Roca y de'. Ambrosio Olmos, muchasveces con la garantía 'de uno u otro de los mismospersonajes. La mayor parte de estas operacionescorresponde al año 1880, año de intensostl'1a1bajos políticos y preelectorales en que los nombradosestaban empeñados. La suma más grandeque aparece en tales operaciones -$ 20.000-suponemos parecería muy modesta si la pudIéramoscomparar con los recursos movHizados en lamisma época por el Dr. Tejedor y otros hombresdel partido adversario, a través del Banco de laProvincia de Buenos Aires y de otros medios ...Pero, volviendo a las citadas operaciones personales,dig¡amos que, si algún tipo de favoritismopudo existir en 'ellas no consistiria en otraCosa que en la frecuencia de ta'les acuerdos oen el mínimo interés que se aplicó en algunoscasos, pues ·las garantías o avalistas eran firmasde indudable y reconocida solvencia, como ocurríacon Alejandro Roca, Ambrosio Olmos o lacasa Vicente Ocampo.Tal en 'lo que ha'ce a la historia menuda. En loque respecta a la historia mayor, -el juicio deberecaer necesariamente sobre la política que eljuarismo siguió con el Banco y desde el Banco,cuando pudo hacerlo, 'en el período que va desd·emayo de 1880, cuando Miguel Juárez asumela gobernación de Córdoba, hasta la revoluciónde 1890, cuando el mismo Juárez, presidentede la Nación arrastra ,en su caída a los juaristascordobeses, co'menz


'1I',¡ !iIj' l' ,Ij,1':11:'j::' i ' ~, ,JI'1',1'11 II !'I[ ,','puestada en la suma de $ 900.000, se realizó enun tiempo récord si se piensa en sus proporcio,­nes, pues en el mes de mayo de 1889 se inauguro,coincidiendo con el ascenso al poder de MaTeosN. Juárez nuevo gobernador de la provinc~a, ycliando sólo faltaban detalles de termlnaciO'U YpInturas en algunos ambIentes.El diario cató[1co "El Porvenir", que dirigíanel presbítero Jacinto Ríos yel Dr. Juan M. Gano,publicó en su edicIón del dia 17 la siguIentenoticia: "Siendo hoy día de gran jolgorio oficialcon motiv'o de la exaltación del Sr. Juárez algObiel'no, lOS Bancos Nacional y Provincial noabrirán sus puertas, según lo previenen sus ge~rentes en el aviso que va en la sección respectiv


La 9'0n Sala de Acuerdos de Directorio del Bancode Córdoba. Fotografía tomada durante unaexposición de pintura cordobesa realizada poraconmemorar el 969 Aniversario del Banco.sus apoyos políticos: la l,ey de Bancos Garantidu:-ies un buen indicador de ello".Cuando por fin -Negó la crisis de 1890 con su",conocidas consecuencias políticas, el Banco Provincialde Córdoba se encontró con una dificilsituación que no pudO ser salvada: aumento delcrédito en descubierto otorgado al gobierno de laprovincia; aumento de las emisiones y de susconsiguientes obligaciones paTa con la Nacióllen virtud de 'la Ley de Bancos Garantidos; aumentode las obligaciones del Banco frente a susdepositantes en cuentas' corrientes, y frente a lostenedores de las acciones colocadas para los sucesivosaumentos de capital. Diez días despuésde la' renuncia del presidente Miguel ,Juár-ez Celman,el gobierno de la Nación 'intervino el BancoProvincia·l, suspendió en sus funciones al Directorio,y en octubre suspendió también las opel'ac~ones.Al asunür la presidencia del Banco don Cal'lo~Bouquet, en 1891, la institución es desvinculadade la Ley Nacional de Bancos Garantidos, y seentra en una etapa de prudentes arreglos mientrasJas operaciones continuaban suspendidas.Una ley provincial de agosto de 1892 lo declaró"Banco de Estado" y otras leyes posteriores prescribieronla forma en que el Banco iría efectuandolos cobros a sus deudores, hasta que enmarzo de 1900 es dispuesta la reapertura plena delviejo "Banco Provincial de Córdoba", en dossecciones. una de Liquidación y otra de Descuentos,esta última con un capital de un millóndosdentos mil pesos moneda nacional.Posteriormente la entidad fue reesbrU'cturadaíntegramente ,por ley de octubre de 1902, que dispusola creación del ;Banco de Córdoba, comoent-idad íntegramente oficial que inició sUS operacionesen 1903, con un capita.l de cuatro millonesde pesos, proveniente en su totalidad de lasilecciones del antiguo Banco y de la estimaciónde su -edificio, muebles y útiles.Por una curiosa coincidencia histórica, le tocoa un hijo del fundador del Banco ProvincialDr. Tomás Garzón, el ahora ministro de HaciendaDr. Félix T .. Garzón, ser propiciador de laley que creaba el nuevo Banco de Córdoba.En los umbra;les del Siglo, el país y Córdobacambiaban nueva y aceleradamente, pero no tanto,quizá, como en aquellos lejanos años de 1870a 1880, cuando la instauración del crédito bancariQen el Interior parecía una aventura, en unescenario calificado por presencias tan distintasy contrapuestas co.mo el primer ferrocarril, losmalones indígenas, la vida de fortines, los primerosinmigrantes y las primeras trilladoras, , ...El gran hall cenlral del Banco de la Provinciade Córdoba revela el empuje constructivo y elrefinamiento de los años del juarismo. El autordel proyecto, ingeniero Tamburin;, fue tambiénal realizador del gran Teatro Oficial y de importantesobras en la Capital federal.(ll) Sobre el t('ma, ver CUCC01tE8r~, Horado JllUU: I-liBt(,.ria Económica. Pi71(t'rwienL ;tr!1ena~ja (18(}2.19$1I), en fli¡do,i"Argcnti1w cQnt~ml)(.>nhlrtL, Vol. III, Acarj¡'rnh Nacional de bH¡¡:.tol'ill(1~) CUcconF;SF;, Horado Jmlll; Op dt,OS) GALLO, Ezerluie]: La g,.me,uei,í-n tIcl OCh,;}!t'l (.:,,/(,,;.dCTacionel! 80ure la Y


1", .::lll :·i ..l·,1:1'.1i ; ~ ".I¡:' ,1':. ~'···'·'1'·· ,( ~1,1,'1 1l' l'1i!porMiguel AngelScenna;, ,I1,, !CUARTA PARTEELEQUILIBRIOII1 .', ,, i, ILa figura de Getul¡o Vargaspreside la ú/lima etapa deldesenvolvim;ento brasileño yla afi,mación de S" papel delipcds llave" del continente.


oooCUATROSIGLOS DERIVALIDADLa crucial coyuntura que en 091 plano de las relaclo~nes exteriores vivió nuestro pars en 1872, jamáspodrá atribuirse a factores adversos, a la mala suerte,o a circunstancias que l.al canclllerla no pudomanejar. Fue el producto de la falta de una politicecoherente de metas precisas, la resultante de laineptitud personal y la aU5encl~ dEl un cuerpo diplomáticoidóneo, la carencia de un sentimiento histórico,el exceso de improvisación y fatuidad, el amo.rpor las frases vacias, la prlmacla de la politiqueríade comité sobre los intereses de la Nación.Todo eso unido y potenciado, convergl6 duranle lapresidencia de ~,rmiento, llevándonos al borde deun desastre de imprevisibles consecuencias. Empero,cuando el sanjuanino subió al poder, 1215 clrcuns~tanelas extemas pudieron manejarse de manera, favorable.Se había ganado una guarra costosa y sanRgrienta: Brasil, primera potencia sudamericana enese momento, era aliada de la Argentina y tenia unTratado que cumplir. Con lo primero se pudieron ob~tener los limites acordados en la Triple Alianza, por. lo segundo detener las ambiciones de Bollvlo, queanhelaba llevar sus fronteras hasta el rlo Bermejo,y sobre todo frenar las aspiraciones de Chile sobrela Patagonia, al tiempo que se evlt~8J la OGupaclónmilitar por tiempo Indeterminado del Paraguay portropas brasllefias. las circunstancias pOlitices inter·nas -de ningún modo un planteo de contorno con·tlnent)al-. llevaron al canciller Mariano Varela a emJ~tlr la más sonora y vacis de las "doctrinas" :surgidasen América: La victoria no da derechos, frase queno emergió aislada, sino que era expresión de unamentalidad definida, cuya mejor sIntesis la hablaadelantado años atrás el propio Sarmiento cuandoen su Facundo aseguró que: El mal que a.queja ala Argentina es su extensión.


II,Esa mentalidad fue la que primó en la generaciónliberal posterior a Caseros, que salvo muyhonrosas excepciones mantuvo una verdadera"doctrina" de patria chica. CUanto más pequeflosfuéramos en territorio más fácil sería implantarla Civilización y terminar con la barbarie a.utóctona.y no son pa:labras nuestras, Ese maestroen sofismas que fue Juan Bautista Alberdi loexpresó en letras de molde, imborrables: "¿Cómohemos sal vado la unidad nacional? Por el métodode los navegantes en peligro: echando partedel cargamento aJi mar. Renunciando a Bolivia,al Paraguay, al Uruguay, a las Malvinas y aMagaHanes. Todas estas -cuestiones son' guerrasganadas para la Argentina. No son fuerza ni riquezalas dimensiones territoriales hiperbólicas,sin poder civilizarlas por la población y el traba­Jo. Gracias a ello nuestro territorio siguió reduciéndosea expensas de quienes sustentaban criteriosnacionales menos declamatorios pero máscoherentes.En vano se buscará a lo largo de la historiabrasileña una obra hOolll(jloga ai Facundo explIcandoa una supuesta élite lntelectua:l que Brasiles demasiado extenso. Y ,como ocurre con laobra, no se hallará ningún estadista o teóricobrasileño equiparable al autor ""gentino. Simplementeporque si alguien penso tal cosa, dificilmentellegara, no ya a presidente de Brasll sinoa mero escribiente de ministerio. Muy por elcontrario, la clase dirigente braslleña -que alllla hubo, compacta, aguerrida y patriota- desdelos tiempos coloniales pensó obstinadamente queBrasil nunca era demasiado granae, y lejos deaustrales desiertos insalvables, selvas imponentes,ríos inforanqueables, jamás dejaron d~ pujar tercamentepor llevar eada vez más lejos la fronteranacional. La resulk nte de ese tesón son los ochomillones de kilómetros cuadrados del actual Brasll,que lo ,colocan entre el reducido club de naclones-colososde tamaño continental.PROBLEMAS CON BOLIVIALa desastrosa conducc:6n de ias relacionesexteriores bajo sarmiento. iniciada con las incoherenciasde Varela y continuada 'con 1(.03 torpesmanotazos de Tejedor, ('uhninaron con el lastimosof",caso de la misión Quintana. Después deello el 'cuadro quedÓ completo: la Triple Alianzadeshecha, Paraguay ocupado militarmente porbrasileños 'convertidos vi·rtualmente en protectoradodel Imperio, 'a paz firmada por separadoentre Río de Janeiro y Asunción con todos losbeneficios para el primero; los territorios acordadosa la Argentina en disputa; Brasll a la espaldade -Paraguay para enfrentar las exigencias deBuenos Aires; Bolivia presentando reclam'ac1onespor su lado y Argentina profundamente desprestigiadaen toda América. Además, aJ borde deuna guerra con Brasil donde Paraguay y Uruguayobrarían como satélites del Imperio_Tan grave era el peligro de un conflicto, que elgobierno de Sarmiento inició aceleradamente elequipamiento de las -fuerzas armooas comprandoarmas automáticas y naves blindadas para losríos, mientras en el Imperio hacían otro tanto,TODO ES HISTORIA N9 79Mariano Me/gare;o: un tratado con Brasil quearrebató (J Bolivia un enorme territorio.reforzando las tropas en Río Grande do Sul yParaguay. Para completar ,el cerco, comenzaronlasinflltraciones -chilenas hacia el tío Santa Cruzy Bolivia se dio a la tarea de presionar sobreBuenos Aires, empujada desde Río de Janeiro-.El asunto venia de lejos. Mientras el cancmerElizalde desentendía de los vecinos, el Imperiojamás perdiÓ de vista el anmo de paises hlspanoamerlcanosque lo xodea. Desde el momento decomenzar la Guerra del Paraguay. BrasU estuvopresente en La Paz con tres fines netos y daros:mantener .a, 'Bolivia apartada de una al1anza conSolano L6pez, azuzar sus amlbiclones sQbre elChaco contra la Argentina ya la vez lograr unaouerdo de ¡¡mi tes favorable. C"""iguió las trescosas. Como siempre, no envió ail primer lmprovisadocon ganas de hacer turismo, sino a alguiencon las condiciones necesarias para alcanzar lameta propuesta. López Netto se llama-ba el pleniponteciaríoque, sin ser una estrella de gran magnitud,era Wl eficiente negQl:!.iador para el queno significo mucho trabajo moverse en el desordeny el marasmo polltico de Bolivia. Insistimosque Brasil ffiot>v!Ó sus piezas en Boliviadesde el comienzo de la Guerra del Paraguay,mientras la cancmerla argentina no se dignabaprestar atención ni trataba de influir sobreninguno de sus vecinos, dejando campo libre alImperio.López Netto tuvo suerte. Gobernaba en Boliviauno de 110-s personajes más alucinantes y pintorescosque haya producidO el Altiplano: el generalMariano Melgarejo, hombre valiente y audaz,asom'brosamente ignorante, maravillosamente corruptoy totalmente incapaz de presidir nadaorganizado. El ministro brasilefío le llenó el pechode 'condecoraciones, el bolsillo de dinero y eloído de halagos. Hizo extensiva su generosidada la concubina del 'general y a los miembros delséqUito y despaciosamente fue trabajando suobra. Argentina pedía el


..daría acceso a la Cuenca del Plata, redondeanaoBUS posesion~s hasta el rio Bermejo por e1 sur.Una Gran Bolivia que sería la, primera potenciaen el corazón del continente. En cuanto a loslímites con BrasiL.. bueno, debía tenerse encuenta que apenas se trataba de desiertos deshabitadossobre los que no podía haber ;cuestionesenojosas. Alguna condecoración sumada a losclásicos patacones, yen mayo de 1867 Melgarejofinnó el más lamentable tratado que jamás fueraconcluído por la desdichada Bolivia. Por el mismorenunciaba a una extensa porción de territorioen Oriente, retrocediendo las pretensiones bolivianasunos seteclentos kilómetros en linea rectasobre el eje delrio Madelra hasta fijarlo enla desembocadura del rlo Benl. Todo lo que esahora Rondonia y la reglón occidental de MatoGrosso pasaron a poder de Brasil. En la reglón deSanta Cruz de la Sierra se permitió a Boliviaacercarse al río Paraguay, pero no mucho, puesambas orillas quedaron en poder de Brasil, demodo que mientras el Imperio Impulsaba a Boll·via hacia el río Paraguay a través del ChacodisputándOlo a la Argentina, le negaba. por otrolado ese mism.o acceso en su linde. Tal es la razónpor la cual hoy Bolivia no tiene costas sobreesa. importante vía Í'luvhl, excepto en un cortotramo de unos cuarenta kllórnetros donde se levantaPuerto Busch.Nuestra canclllería, que dejÓ correr estas negociacionescon perfecta indiferencia sin preocuparseen absoluto por el Altiplano, recogió losfrutos de su Incuria tan pronto como terminóla guerra. Comenzaba a encenderse los fuegosde la discordia con Brasl'l cuando apareció enBuenos AIres un enviado del gob1erno bolivianopara plantear las reclamaciones de La Paz. Lasuerte quiso quP. este emisario, IReyes Cardona,careciera del mmlmo imprescindible de 'C3ipacldadpara cumpllr misión tan del:cada. Ampu·loso y vacío 'camo una pompa de jabón, difícilmentepudo encontrarse individuo menos idóneo."Hombre Ingenuo, aparatoso, solemne, hiperbólicoy arcaico", lo considera Cárcano. En su prjmeraentrevista eon Tejedor descerrajó un truculentodiscurso amenazando ,con la Prusia Sudamericana,que, por supuesto, vendría a ser Bolivia.Después de tan treimebunda exposición pidió lalínea de los ríos Paraguay y Bermejo. Tejedorlo escuchó divertido y decidió no hacerse másproblemas con el Individuo, dejándolo de lado.Lo cual constituyó otro error, pues Reyes Cardonafue rápidamente captado por la esfera deInfluencia de Magalhaes, ministro de Bras!! enBuenos Aires, y si en verdad el hombre careciade peligrosidad, obró, dirigido por el diplomáticoImperial como eficaz espina Irrltatlva sobre elgobierno argentino.También equiVOCO el tiro Tejedor en otro sen·tldo. En vez. de limitarse a desechar las preten·SIOnes boUv1anas y dejar caer la indiferenciasobre el emisario debió contratacar reclamandola devolución de Tarlj., territorio argentino usur.pado por Bolivia y aún no ,cedido oficialmente.Tampoco asumió nuestro gobierno una posiciónenérgica cuando en abril de 1872 Bolivia creó eldistrito del Gran Chaco englobando, por lo me·nos en e'l mapa, la región comprendida entre elBermejo y Bahia Negra.PRIMERA MISION MITRELa a'ctitud boliviana era una reacción a ladisposición de Sarmiento, que ante el agravamlen·Lo de la situación ~üll Brasil creo la gobernacióndel Chaco nombrando primer gobernador al generalJulio de Vedia, con asiento en Villa Occi··dental, cargo que fue aceptado por el designadoel 31 de enero de 1872. La medida fue típica·mente sarmientina: aunque la Constitución establececlaramente que es el Congreso el único quepuede fijar nuevos territorios, el p-residente prescindiódel ligero detalle y procedió por decreto.L2. disposicWn, a su vez, acarreó la inmediataprotesta del gobierno de Asunción, digitado desdeRío de Janeiro. Sarmiento incluyó entonces elpedido de restitución de la Isla del Cerrlto enmanos de la marina brasIleña. La isla, pertenecientea Corrientes, había sido ocupada en 1844por los paraguayos que desalojaron a los pobladoresy se esta.blecieron en ella. Durante la guerrafue base naval del Irmperio por dominar estratégicamentela confluencia de los .grandes ríos.Cuando Argentina exigió su restitución, Brasil s.elimlt6 a eludir el asunto alegando el materialpesado que en ella tenía, el tiempo que tardaríaen evacuarlo y de pMO poniendo en duda lasoberanía argentina sobre ella. DeclarandO' noaspirar a su dominio, Río se manifesta.ba neutral,no abriendo juicio sobre si la isla era paraguayao argentina. Nueva espina en el problema planteadoIcon el Lmperio. Las ,cosas a'lcanzaron extremagravedad cuando el 3 de marzo de 1872el ,Consejo de Estado de Pedro n aceptó todo loactuado por su representación en Pal'aguay, ratificándoselos acuerdos Coteglpe·LolzaR'a, 10 queImplicaba la ruptura de la Triple Alió nza y lapaz por separado. La afrenta qll~ ello sl/S. ~i'f1cabapara la Argentina podía acarrear 'a gUt:_ rra entreambos paises.Entonces se movió el ministro Magalhaes, queen Buenos Aires sugirió nuevamente a Tejedorla conveniencia de mandar a Rio de Janeiro unministro plenipotencIario para solucionar el gravedlferendo, suavizar las melladas relaciones ylograr un acuerdo r:azonable. E'nfrentado antela inminencia de una guerra de incalculables consecuencias,el gobierno de Sarmiento decidió negociar.El problema fue elegir negociador. Presidentey canc1ller convinieron al cabo, y en lasdel1berac~ones pertinentes volvió a primar la políticainterna. Faltaban aún dos años para larenovación presidencia1, pero la crujiente gestiónde Sar,miento estaba capitalizando, de re-bote, asu máximo enemigo político, el general BartolomeMitre, que se alzaba 'como 1lrme candidato a laprimera magistratura. Así pues eligieron a Mitrecomo gradosa manera de quemarlo en una misiónque por fuerza habría de ser sumamentedificil y de resultados aleatorios' Esa fue laopinión corriente, tanto en Argent1na como enBrasil. Cárcano transcribe (1) las siguientes palabrasdel historiador brasileño N abuco: "En vlara. Mitre a Brasil con aquella embajada era unahábil maniobra po1!t;ca porque si fracasaba ocedía demasiado a las exigencias del Imperio,quedaba inutilizado para la futura elección presidencial".Mitre dudó bastante antes de aceptar. No sólocomprendió lo peligroso de la ro isión para sufuturo político, sino que persistía su completadisidencia con la linea Sarmiento-Tejedor, a loque se sumaba un abierto distanciamiento personalcon el presidente. Empero, se hizo cargode la d 1 fídl tarea. En sus instrucciones, 'l~ejedor(1) Ramón J. Cilrcllllo. L'J- Gucrra del Parctguull, tomo 11.Ed. Vlnu, Bs. AB. 1941, púg. 639.Pág. 65


1.1¡ ~ I I: !I, lil' .1:I'I!"!l'~ iprescribió que debía obteneE IDla formal ,declaracióndel gobierno brasileno en el sentIdo deque la Alianza seguía vigente y que por tantoel Imperio daría su apoyo a las reclamacionesargentinas sobre el Chaco. En cuanto a los ti,mites.Tejedor alentaba una verdadera ,confusion desentimientos. Tan pronto opinaba que el Chacose debía partir por el paralelo 22, entrepndo elnorte a Bolivia pa:ra que accediera al no Para·guay quedando el sur para la Argentina, comoafirmaba que debía fijarse en el río Verde, dejandolibrado al arbitraje el resto, como se conformabasimplement" con Villa Occidental. ConMitre se acordó que, ,en último extremo, se aceptaríael linde en el ,pilcomayo, más una franjaque incluyera Villa Occidental.El 6 de julio de 1872 llegó WJ.ltre a Río de Janeiro.Difícilmente allí hayan recibido a un dipiomáticocon menos cortesla. Un gélido ambienteque no ahorraba desaires rodeó al enviado argentino.Con paciencia benedictina, Mitre hizocaso omiso y lentamente comenzó a trabajar,perdiendo semanas en la tarea de ablandar elambiente. Los primeros contactos oficiales lostuvo con el canciller Manuel Francisco. Correl!l',correcto funcionario que no ,pasaba de fIel fonografodel jefe del gabinete, vizconde Río Branco.Mientras se negociaba, ostentosamente Brasil reforzósus guarniciones en Rio Grande do Sul yParaguay. El primer consejo de Mitre a Tejedorfue que el gobierno argentino reeonoclera elacuerdo eotegipe-Loizaga ~omo un hecho consumado.Ratificado por el emperador, era Inútilesperar una marcha atrás. Así se hizo y a cambiode tal reconocimiento Mitre logré! que BrasUafirmara la plena vigencia de las determinacionesde la Triple Alianza. Acordado el primerpunto de avenimiento, que distendía apreciablementelas relaciones, el gobierno carioca nombróplenlponteclarlo para tratar con el argentino alveterano José Antonio Plmenta Bueno, marquésde San Vicente. Nada 'más engañoso que el aspectode este as de la diplomacia, que anda'bapor los 70 años de edad. "Enteramente imperfectaes su dicción, no por defectos fiskos, sinopor malos hábitos de la inf.ancia que nunca enmiendaa pesar de Su esfuerzo... Es hasta físicamenteuno de los hombres más feos de suépoca. Tanta conciencia tenía al respecto, quenunca cons-iente retratarse, como si quisieraguardar su fealdad únicamente para las personasde la casa.~' (2).Cuando comenzaban las negociaciones, cayópor Río de Janeiro don Reyes Cardona enarbolandolos derechos de Bolivia para interveniren las conversaciones. San Vicente quiso aprovecharloy propuso a Mitre que Argentina y Boliviaaceptaran al Brasil como árbitro de sus problemasen el Chaco. La negativa del general fueterminante: los asuntos con Bolivia los arreglaríala Argentina por su cuenrta. San Vicente no insistióy poco después un eumbio de situación en laPaz borró del paisaje a Reyes Cardona.otra tirada a fondo del brasileño ocurrió cuantosorpresivamente dejó caer ante Mitre los derechosdel' Paraguay al territorio de Misiones yla isla del Cerrito. Negativa de Mitre a considerarTODO ES HISTORIA NQ 79el asunto. El limite sobre el Parallá no estabaen discusión. Misiones y el Cerrito eran argentinas.Lo que se discutía era el dominio delChaco boreal. Naturalmente, Mitre comprendíaque después de todo lo ocurrido Argentina nopodía aspirar a Bahía Negra, por 10 cual deb'ióa"cepta,r una reducción de las pretensiones. SanVicente propuso que Argentina se conformaracon la línea del Pilcomayo. Aceptada ésta, nohabría más -problemas y la paz se flIíll1aría en elacto. Mitre Insistió en el dominio de Villa Occidental.Al cabo, después de agObiantes negociacionesque se prolongaron durante meses, se llegóa un acuerdo el 19 de noviembre: Argentina reclamabaante Paraguay la linea del Pilcomayomás una franja de territorio que incluyera VillaOccidental. El resto del Chaco pasarla a arbitraje.Mitre cometió .el error de ,permitir que nada deello quedara consignado por escrito. De acuerdoa la Triple Alianza, Brasil a.poyarÍa la tesis argentina,si bien el ¡general no pudo arrancar másque un suave apoyo ¡"moral" que a los ,tres meses,de firmarse la paz entre Buenos Aires y AsunciÓlIl,Brasil retiraría sus tropas del Paraguay. Despuésde más de medio año de negociaciones Mitreregresó a Buenos Alres el 27 de diciembre de1872. De acuerdo a Cárcano: "La misión de Mitrerealiza las instruc,ciones de su gobierno. merecesu aprobación y aplauso, reanuda la cordialidadal menos en las formas, permite la discusión sinla amenaza de las a:rmas. Estas son sus consecuenciasfelices".Log~ada la paz luego de una de las misionesmás dificlles de nuestra historia, Mitre fue recibidoen triunfo al llegar a Buenos Aires. Era elindiscutido candidato a presidente para las eleccionesque tendrían lugar año y medio después.SEGUNDA MISION MITREPor ,más que la misión Mitre fuera pasible dediscusión en algunos aspectos, no por ello deja deser 'cierto que constituyó la actuación más destacadade la diplomacia argentina en esos años.Mantuvo la paz con el Imperio y abrió las puertaspara concluírla con Paraguay. Precisamente deeso se trataba ahora. Debía enviarse un plenipotenCiaríaa Asunción para ,terminar las cosasde acuerdo a lo convenido en Río de Janeiro. Sarmientoy Tejedor estuvieron de a:cuerdo en queel ,mismo Bartolomé Mitre debía ocuparse de lat~rea. Posiblemente no fuera lo más acertado.Durante la misión en Río el áspero cancil1&habla sostenido más de una pOlémica epistolarcon el ex presidente, que llevó a un gradO dedistanciamiento personal difícilmente salvable aMitre y Tejedor, ai tiempo que ensanchó el abismoque separaba a aquél del presidente sarmiento.Por otra parte, siendo el mismo Mitrecandidato del partido opositor) era poco menosque Inevitable que su pOSición politlca gravitaranegativamente sobre la nueva misian que se leencomendaba. Empero, nuevamente Mitre aceptó.Tuvo largas conferencias con Tejedor burilandocuidadosamente las instrucciones a que debíaatenerse. Mitre no confiaba mucho en el apoyoc'moral" prometido por el Imperio, que podíaser retirado o condicionado en el momento oportuno.Sabía que Río de Janeiro clifícllmcl teaceptaría nada más allá del Pilcomayo Y. vl teque la diplomacia de Varela y Tejedor hab:rrdestruido las pOSibilidades argentinas al Chac(2) ldem, pá~. 707.


C/E/ canciller argentino Carlos TeJador actuó Irentea 8ra.1I en función de /a pol/tlca interna desu pa/ •.boreal, creia más conveniente negociar sobre esabase con el fin de apurar la paz con Paraguay.Tejedor, en cambio, 'inslstia en la necesidad deretener V1\la Occidental. Al cabo se llegó a unacuerdo, y l.s Instrucciones de Mitre rezaban quedebla lograr la linea del PUcomayo más unafranja que Incluyera la V1\la, pero si el negociadorargentino llegaba a cCllllprobar que éstano era vital para los Intereses nacionales, podlacederla quedando la frontera en el Pllcomayo.El resto del Ch.co pasarla a arbitraje. El presidenteSarmiento estudió las Instrucciones, estuvode acuerdo con ellas y les dio el visto bueno.En abrU de 1873 Mitre se trasladó a Asunción.Llegó en pleno movimiento revolucionario antlbrasllello,que fue rápidamente aplastado. Demoradounos días por ese ,acontecimiento, en lasprimeras entrevistas con el presidente Jovellan05éste transparentó el deseo de ver desocupado elParaguay por las fuerzas imperiales, pero el punto'de acuerdo a lo convenido en &lo de J,anelro,estaba supedItado a la previa paz entre Argentinay Paraguay. Era evidente que Brasll levantarlaescollos a las pretensiones argentinas para prolongarla ocupación, por lo cual Mitre prefirióadelantar por pasos progreslvos,comenzando porfijar el limite en el alto y medio Paraná. El 7de mayo quedaba convenido que la linea pasarlapor el medio del rlo, con la Isla de Aplpé parala argentina y la de Yaclretá para Paraguay. Alllegar al rio Paraguay, Mitre estableció como Indiscutidala soberani. argentina sobre la Isladel Cerrlto y los territorios al sur del Pllcoonayo.Planteó entonces la cuestión de V11la Occidental.De Inmediato el plenIpotenciario brasileño, vizcondede Araguaya, marcó su posición, rápidamenteapoyada por ,el representante paraguayo.Mitre protestó por violar ello lo acordado en Ríode Janelro. No sólo Brasil negaba su famoso apoyomoral, sino que volvia al viejo plan agresivocontra la argentina. Araguaya se limitó a mostrara Mitre sus Instrucciones, que prescrlblan esa posición.La mano de &lo Branco apa;recla claramenteen Asun


LA MISION TEJEDORTerminaba la presidencia de Sarmlenoo y elproblema del Paraguay se hallaba a fojas uno.En los seis años. transcurridos el Imperio habíaaprovechado el tiempo para asentar su dominio.La repúbÚca guaranl era territorio mllltarmenteocupado y politldamente un simple protecooradobrasileño. El fin de


primera medida ImpUllo a Juan Bautista G111-hombre seguro- en el gabinete de Jovellanos,ya condenado por el Imperio. Se debla designarministro plenIpotenciario en Rlo de Janelro Ypara el cargo Gondlm ellgló a un cancJldato Insospechablepara Rlo, Jaime Sosa Escalada. Comose preparaba el protectorado franco y abierto, elparaguayo debla limitarse a seguir las ó'rdenes deRio Branco. Su papel era el de mero hombre depaja para los fines del Imperio. Ya los planesestaban muy adelantados. En junio de 1874, aralz de un Incidente con un marino brasileño, laescuadra imperial no encontró medio más expeditivoque bombardear una pequefia poblaciónargentina. Aquello pcdla significar un casus be1ll.pero el goble~no argentino, apretado por ¡as eleccionespresidenciales y las nubes revolucionarias selimitó a una protesta protocolar, desentendiéndosede la graveda,d del asunto. Hay razones paracreer que ese acto de prepotencia fue un puntazosabiamente calculado para detectar la capacidadde reacción de la argentina. SI aguantaba que lebombardearan una población, Indudablementesoportarla sin muchos problemas que Brasil incorporaraParaguay. AsI pues Gondlm redactólas Instrucciones de Sosa y se las pasó a Jovellanospara que les pUlllera la correspondiente firma.En sus futuras negociaCiones can el plenipotenciarioargentino de ningún modo aceptarla otrolimite que el del río Pllcomayo. Lo que no previóGondlm fue que Jovellanos, tras firmar las InS·trucciones, entre,gó otras a Sosa, aceptando lacesión de V1lla Occidental a cambio del retiro delas fuerzas brasileñas. Heroicamente, este puñadode paraguayos se jugaban integros para salvar asu patria. Las Instrucciones del presidente Inclujanestas conmovedoras palabras: "En el deseode remediar en algo los males que aquejan alpais, Invocando su patriotismo, lo autorizó paraefectuar los tratados COn la República Argentinabajo la base de la desocupación Inmediata bra­"l1eñ., por más que a ello se opongan las Instruccionesoficiales que, como Ud. sabe, han sido redactadasen la legaCión brasileña... Este paso,por Insólito que sea, lo doy, señor Sosa, comociudadano y maglstDado, con la conciencia tranquila,pues usted no Ignor.a el peHg.ro Inminenteque corre la independencia de Paraguay, si esteestado de cosas continúa". Al mismo tiempo, Javellanoshizo llegar sus propias instrucciones aTejedor, que al parecer abrió finalmente los ojoscomprendiendo el alcance de 10 que pania en susmanos Paraguay.Sosa !legó a Rlo de J,.nelro y alli fue tra!tadocomo lo que creian que era: un ,mero sivlente,un deleznable tltere hecho sólo para la obediencia.Como el gobierno paraguayo no tenia dineropara mantenerlo, debió vivir de lo que le pasarael gabinete brasileño. No hubo humillación queno debIera soportar, vej ámenes que no debieratragar en sUencio. Todo lo aguantó Sosa, mostrandosiempre la mayor sumisión, ocultandosus sentimientos y esperandO el momento oportuno.José Maria Rosa transcribe una carta queSosa dirigió a Jovellanos (al. "Ellos son muy patriotas,como buenos brasileños, y todo lo hacenen bien de su pals. paguémosle nosotros en la mismamoneda 'conspirando contra ellos y contra suspropias conspiraciones. Como paraguayos habremoscumpl1do con nuestro deber, y no tienen porqué reprocharnos esta conducta, desde que nohacemos con ellos slno -exactamente lo que hacencon nosotros",Rlo Branco, seguro y tranquilo de la marcha delos acontecimientos, dec1dló apretar los últimostorn1ll0s. Ya habla elegido al .plenIpotenciarioparaguayo, ahora ellglrla al plenipotenciario argentinoy, para remate, la sede de las reuniones.SugIrió a Tejedor que las mismas se llevaran acabo en Rlo de Janelro y manifestó su complacenciaen que el negociador argentino fuera elmismo Carlos Tejedor. Por qué razÓn la cancllleriaargentina aceptó que se negociara en la caplt·albrMlleña un asunto que atañla a Paraguay ynuestro pals, es un verdadero misterio, pero eltraspié dejó al descubierto que Brasil, dentro desu papel hegemónico, deseaba erigirse en SUmoSacerdote de los asuntos del Plata, fijando aRlode Janelro como Meca Ineludible para resolverlos problemas.En octubre de 1874 Nicolás Avellaneda .asumlóla pres'dencla de la República en medio de labreve guerra civil desatada por el general Mitre,afectado por el fraude que acompañó a las elecciones.Terminado el asunto con el sofocamientodel movimiento -que perjudiCÓ aún más el allcaidoprestigio argentino- fue momento de elegirplenlpotendarlo para negociar en Brasil con SosaE~calada. De acuerdo al deseo brasileño, fuedesIgnado Carlos Tejedor para la dificil misiónQué razones pudo tener Rlo Branco para propanora un hombre tan r¡spldo y poco amistoso haciaBrasil, no es fácil adivInarlo. Tal vez pensaraque don Carlos -que habla dado abundantesmuestras 'de no sel' dlplomátlco- era un hombreIdeal para llevar por donde conviniera o Inclu.~opar.a sacar de casl11as si venia a mano. Lo ciertoes que alli fue don Carlos Tejedor y en abril dé1875 se encontraba en Rlo de Janelro.Mantuvo varias entrevistas con Sosa, a escon·dldas y en altas horas de la noche, 'concertando laacción a desarrollar. Los servicios de Inteligenciabrasileños nada sospecharon porque Sosa, unIncondicional, no estaba bajo vigilancia. Al cabollegó el momento de dar el golpe. Reunidos br",­slleños, paraguayos y argentinos, Tejedor planteóla tiemanda argentina: limite en el Pllcomayomás un:'!.franJa que Incluyera a Villa Occidental,a ·camblo de lo cual Argentina renunelaba a lasdeudas de guerra. Socarronamente, seguro delterreno que pIsaba, ·Rlo Branco se OpUllO con todaamab1lldad, puesto que Paraguay no aceptarlaesa solución y el rmperlo estaba de acuerdo conlo que sostuviera Asunción. Sosa pidIó la palabray cordIalmente Rlo Branco se apresuró a concedérsela.El paraguayo preguntó si Brasil apoyarlaen todo caso la posición de su patria. ¡Claro quesi ¡ EiUlllvarrlen te Rto Branco dio seguridades deque el Imperio avalarla lo que propusiera Asunción.Entonces estalló la bomba. Suavemente, Sosaaceptó la propuesta de Tejedor; Paraguay accediaentregar Villa Occidental 51 ello Implicabael retiro de las fuerzas brasileñas, como estabaestipulado.Fue un momento sensacional. Río Branco, mu"do por la Impresión, pasaba ·de la palidez mortalal rojo subido, indignado hasta el ahogo. Uno delos brasileños presentes tasia repetidamente, tratandode llamar la atención de Sosa, que Indudablementese habla. equivocado de libreto. ¡.lbretoque prescrlbia también negar la Boberanla argentinasobre la Isla del Cerrito, solicitar la prolongaciónde la ocupac1óln brasileña y dar por terminadaslas negociaCiones con Tejedor. El argen-(3l .Tollé María RO/m, La Gl/Grra- dd pr¡YaOUall, l~d. Pe~1'I.Lillo, 138. A~, 1968, pág, 847,Pég. 69


"1~: I •. l. i"¡ili'11"111:11,'111" li:.1'111I ,!I ," 'Itino los contemplaba con una sonrisa, disfrutandode la victoria después de tantos afios de amargura.Sosa, con la cabeza gacha, lápiz en mano,dibujaba dlstraldamente sobre un papel. Al recuperarel habla, Rlo Branco, en el colmo de la Ira,pidió una postergación de la conferencia. Rechazode Tejedor. Entonces, con palabras duras, sedirigió eosa pidiéndole una reconslderaclón. E1paraguayo contestó que no tenia nada que reconslderar.N o habla nada que hacer, no habia sidoun error. tRIo Branco se encontraba f·rente a la¡leor derrota de su carrera. Tejedor manifestóque, vistas las cosas, no quedaba más por negociary dio por terminado el asunto. El 20 de mayo de1875 flrmó con Sosa un tratado que parecia ponerfin a las diferencias entre Paraguay y la Argentlna,altI"mpo que I1beraba a la repi>bl1ca gu"­rani de la ocupación brasllei'la.y después deflrmar volvió a equivocarse. 8lncomprender que debla ganar tiempo aceleradamente,se ,abandonó al halago del triunfo mientraslos brasllefios netaban urgentemente unbarco de guerra a Asunción COn orden terminantepara el Congreso de r,,"hazar el acuerdo. Paracolmo, Tejedor envió los documentos respectivospor correo brasllei'lo. De ese modo, mlsterlosamentelos destinados a la Asunción aparecieronen Buenos Aires y viceversa. Y para remate, sefue de Rlo de Janelro sin despedirse del emperador,desaire que Impl1caba una Imperdonableafrenta para el rlgul'QSo protocolo Imperial. Tambiénse olvidó de Sosa. Sin comprender que deja.­ba en el aire a un hombre al que debla la únicaactuáclÓrl airosa de su carrera diplomática, loabandonó dlspl~centemente. Sosa quedó en Rlorepudiado, ,cortado los viveres, condenado al escarnioy la miseria.y mientras la Argentina peroia tiempo, la ordenbrasllei'la llegó a la Asunción. El navío anclóde noche. De Inmediato fueron levantados de lascamas los representantes y reunido urgentementeel .congreso. El tratado Tejedor-Sosa fue rechazadopor unanimidad y sin dlscuslón. Ya no erapresidente Jovellanos, depuesto por Gondlm. Elsucesor, Juan Bautista Glll, puso la firma correspondiente.Jaime Sosa fue declarado traidor a lapatria y acusado de estar vendido al oro argentino.Brasll ha!>ia parado prestamente el golpe,pero no por ello era menos dura la derrota, volviendoa agravarse las relaciones con la Argentinahasta el punto de ser otra vez Inminente la guerra.EL TRATADO IRIGOYEN-MACHAINBajO sombrlos presagios se reunió el Consejo deEstado Imperial. Se habló de romper relacionescon la Argentina e Incluso de declarar la guerra.La excusa serlo, el proceder descomedido de Tejedor,que al retirarse sin despedida habla Inferidouna Injuria al emperador. Era una forma de terminarde una vez con el crónIco malestar queseparaba a Rlo de Buenos Aires. Pero pronto primóla cordura. m Bras!! de 1875 ya no era elImperio de 1870. En otros términos, en 1875 BrasUno estaba en condiciones de enea·rar una guerracon la Argentina. El largo confllcto con Para-TODO ES HISTORIA NQ 79guay habla desgastado severamente al Imperio.Dlflcultosamente se hablan reforzado las tropas!1berando esclavos, y ello habla generado una insalvablecrisis de mano de obra. Por lo demás,BrasU, que ,entrara en la guerra enfrentando unamala situación económica, no pudo evitar que seagravara seriamente con los afias hasta terminaren verdadero ,colapso. El Imperio halÍaba dlflcultadespara conseguir emprést~tos y debla pagarelevados Intereses, a la Inversa de la Argentina,que Incluso en plena guerra los ,consiguió Conmenos problemas y en mejores condiciones. Lacrlsls económica habla alcanzado a la banca bl'asUei'la,que tocól fondo cuando se prodUjo, anteel Incréduio asombro de muchos, la quiebra deltodopoderoso barón de Ma uá, que quedó en laruina. "Como el vlzcorlde tenia un gran sentidodel honor, entregÓ hasta sus gafas de oro parapagar a los acreedores; después desapareció entregadoa tareas Inferiores para ganarse la vide.,pues no sabia mendigar a nadie y menos al Imperio,que tanto le debla y no lo ayudó a sortearla falencia. Morlria en Nlterol, viejo y olvidadoen 1889, el mismo año de hundirse el Imperio quenunca pudo tampoco curar la herida de la guerradel Paraguay". (4)El Imperio econ6¡nlco-flnanciero laboriosamentelevantado se esfumó en la nada. BrasU no tenía dineroni ejército para una nueva guerra. Súmespa ello el creciente movlmlentorepub!1cano y abollclonlstadespertado a ralz del con!Ucto con Paraguayy se tendrá a la vista un panorama socialincierto de extrema gravedad. Meterse en esascondiciones en una aventura bél1ca no sólo hariapeligrar la corona del emperador, sino la mismaunidad del Brasil. En consecuencia no habria guerra,a pesar de que el Imperio gozaba en esos momentoscon un Invalorable a!1ado potencial, ChUe,magniflcamente armado y pertrechado, enzarzadoen pleitos de creciente graVedad con la Argentinaque llegaron al punto de estallldo en 1876 (5)De manera que sólo quedaba por delante el cam'nodiplomático.La tarea >corrió por cuenta de Perelra Leal, ministroen Asunción y suegro del ex cancmer argentinoRuflno de E!1zalde. La prontitud del diplomáticoh~bia permitido que el Congreso paraguayo,marcando un récord mundial de velocidad,rechazara el tratado Tejedor-Sosa declarandotraidor al último. En cuanto al presidente Avellaneda,decfdó mandar en junio de 1875 a la capitalparaguaya a Dardo Rocha, siguiendo con ello latradicional conducta argentina de equivocarse enlos elegidos. No sólo Rocha estaba lejos de serdIplomático, sino que aceptó a desgano su misióncomo un pesado compromiso. Su tarea, en condiciónde agente confidencial, era proceder al canjede ratificaciones del tratado Tejedor-Sosa, queya estaba rechazado, es decir que COmo siemprela Argentina llegaba tarde a la fiesta. Pese a todoentró a negociar con Idea de llegar a un nuevotratado. Intentó mantener una entrevista a solascon el canclller paragua;yo, Facundo Machain, perofue en vano. Cada vez que se reunían, tras las primeraspalabras cala de visita casualmente PerelraLeal y tenlan que hablar de otra cosa. Rochaperdió la pacienCia y llegó a sospechar de Ma.­chaln. sin comprender las preSiones a que estabasometido éste y el preSidente GlIl. Después de(4) Idem, plÍ.R'. 84.(5) Hemos tratado este- punto ~n Arfl('ntin(l.-Chi/Il, Rl ReCl1/a7dijercn.do, TODO ES HISTORIA, Nv 43. noviemhn' nI.' 1970.


mostrar su fastidio de varias maneras, Rocha pu~do entrevistarse con G11I. Prestamente llegaron aun acuerdo, pero como Rocha no era plen1poten~ciarlo, debia reC1l.bar la autorización pertinente.Viajó a Corrientes y telegrá!1camente pidió laplenipotencia, pero su ausencia de asunción alertóa Perelra Leal, que barruntó de qué se tratabl>.Con la excusa de cierto asunto 'amoroso de unmiembro de la delegaCión argentina con una damade las altas esferas, el brasllefio logró arruinarla misión Rocha. Por sugerencia suya, al aparecerdon Dardo por la casa de gobierno con laplenipotencia en orden, el presidente se negó arecibirlo. El berrinche del argentino fue de antología.Quiso retar a duelo al primer magistrado yarreglar el asunto a sablazos. Tuvieron que demostrarlepacientemente que un ministro plenipotenciariono puede retar a duelo al j efe del E'stadodonde está acreditado. EnOjado, se retiró a V11IaOccidente y alegando aue debía atender su estudioprivado -extrafia -excusa para un dlplomático-regresó 'a Buenos Aires sin molestarse endespedirse de nadie en Asunción.Dibujo de la época significando el triunfo dela prédica abolicionista de Joaquln Nabuco.En junio de 1875 ocurrió un hecho de primeraImportancia en Río de Janelro. Arrastrado por lacrec;ente crisis económica, politlca y social, deslazadopor la derrota del acuerdo Tejedor-Sosapresentó su renuncia al emperador el barón deRío Branco, poniendo fin a un gobierno históricoque marcó, en los cinco afias de su desarrollo,el punto más alto del Imperio braslleño. Con suretiro bien puede afirmarse que terminó la hegemoniabrasllefia en el Plata. En adelante Rio deJaneiro deberá reubicar su posición ante una seriede nuevos factores, menos favorables que losmanejados tan hábilmente por José Maria da SilvaParanhos, que falleció poco después, en 1880.Sucedido por el duque de Caxias, el viejo héroem1l1tar y máximo soldado del Brasil, ocupó lacancmeria el baró\1 de Coteglpe. Como el mariscalera hombre de armas y no de Estado. quIen ma··nejó el g9.b'nete fue en verdad Coteglpe.\También hubo cambios en Buenos Aires. Enagosto el presidente Avellaneda nombró en relaclonesexterior€s a don Bernardo de Irigoyen.Por fin, después de tantos años de desaciertos,pudo decirse que la Argentina tenia canelller.Don Bernardo llevaba veinte años de exUlo insitu por el grave pecado de haber sido raslsta.A la Inversa de otros -como Ellzalde o VélezSársfleld- jamás ab juró de su pasado y por ellofue desplazado y mantenido en cuarentena -pesea su gran capacidad y experlencia- desde 1852hasta que Avellaneda se acordó de él.Era el hombre para el cargo. Sin la posic~óncomprometida de ElI.,lde, sin las estridencias deVarela, sin los desplantes de Tejedor. Suave,amablllslmo, maravillosamente lúcido y preciso,con un claro concepto de la soberanía nacional,"sabe hacer sin violencia las cosas violentas ...Se pasa de los tropezones de un hacha al deslizamientode una cinta de seda)) (Cárcano). Sabiaperfectamente que el presldent.e Glll y el gobiernoparaguayo esuaban sometldos a una estrictavigilancia brasileña y que sólo podríanlibrarse de ella Con una eficaz ayuda argentina.Era menester apuntalar a los paraguayos, terminarcon los problem'ls limítrofes y lograr el retirode las fuerzas brasileñas. Y habla que moversecon cuidado para evitar las Interferencias de PerelraLeal. siempre atento y efloaz. Bajo cuerdasentró en contacto con Gil!. Sirvió para ello un argentinoradicado en Asunción, Adeodato de Gondra,que anhelaba la paz entre lambos. países.Por su Intermedio hizo llegar al presidente paraguayola seguridad del apoyo argentino y su buenadisposición para llegar a un acuerdo dellnlt1vo.Echadas las bases de la negociación, en octubrede 1875 envió como ministro plenipotenciario aManuel Derqui. Por una vez la cancilleria no seequivocaba en la designación. DerquI, hijo delque fuera presidente de la Confederación, era unsutil diplomático, suave pero enérgico, francamenteproparaguayo, conocedor a fondo de losproblemas de ese pais y hash del Idioma, pueshablaba ,corrientemente el guaranl. El entendimientocon GlU y Machaín fue Inmediato. Tantoque Pere~ra L,eal se esmeró en arruinar La misióln,preparándole una revoluclonclta al gobierno deasunción. Al estallar y mandar Glll fuerzas derepreSión, Derqui ordenó que dos batallones ar~gentlnas pasaran de VlUa Occidental a la capitalparaguaya, mostrando que estaba dispuesto a quelas armas argentinas sostuvieran al gobierno.Perelra Leal Intentó entonces llamar refuerzos deMato Grosso. Con su Inmutable cortesla, Bernardode Irlgoyen comunicó a la canelllena Humlnenseque ello obllgaria a la Argentina a aumenbusus fuerzas en VlUa Occidental. No fuerontropas brasllefias y Glll siguió siendo presidente.Ya Independiente de la tutela de Perelra Leal,el gobierno paraguayo se volcó hacia la Argentinaen busca del ,acuerdo final. En nombre de !rlgoyen,Derqul propuso que las negociaciones se llevarana cabo en Buenos Aires, propuesta rápidamenteaceptada. Se soslayaba el hastla. entoncesInevitable Rio dé Janelro. Designado FacundoMachain como plenipotenciario, lue recibido entriunfo en la caplúa! argentina. Lo que pocos supierones que el hombre, Integrante de un gobiernosumido en la pobreza, debió vender las joyasde su mujer para pagar el viaje 'y la estadia desu misión ,y lograr lla libertad de su patria.De acuerdo a 10 estipulado en la Triple Allanza,Irlgoyen invitó a Brasil a mandar su representantepara integrar el cuerpo negociador. Cote-Pág. 71


gipe designó al ministro en Montevideo, Fran­CISCO Javier da Costa Aguiar d'Andrada, y en enerode 1876 comenzaron las tareas. La pr1mera pro~puesta de Irigoyen extendía la pretensión argentinahasta Bahía Negra. Era una mera finta.Un envite antes de rebajar. Cuando el paraguayoprotestó, el canciller retiró su moc1óln. Se hablóde la franja de V1lla Occidental, también resistidapor Machln, y al final se llegó a un acuerdo,cantado de antemano, pues Irigoyen estaba dIspuestoa ceder para consol1dar la posición argentinafrente a Ch!1e. El limIte sería el rio Pllcomayo.En cuanto al Chaco bore,l se lo dividia endos partes: entre el río Verde'; Bahla Negra erareconocido paraguayo y Argentina renunciaba atodos sus derechos. El sector entre los rlos Verdey Pllcomayo pasaba al arbitraje del pres!dente delos Estados Unidos. El 3 de lebrero de 1876 se firmóel acuerdo Irigoyen-Machaín que puso fin aun conflicto de más de diéz años de largo. Quedóccnvenido que en un plazo máximo de cinco me~ses serían ret1radas las tropas de ocupación. LasfUfrr",s argentinas evacuaron V11la OccIdental yen Junio de 1876 los braslleños desalojaron porfin eJ, Paraguay.En 1878 el presidente Rutheford Hayes emitiósu fallo, sin fundamentar las conclusiones: todoel territorio en litigio quedaba Incorporado al Pa-"aguay. La República Argentina tendna por Undeel Pllcomayo, exactamente como deseara la diplomaCiabrasllefia. Desde entonces V111a Occidentalcambió de nombre, para llamarse en adelanteVilla Hayes. Debe destacarse que el delegado argentinoen Washington, encargado de defenderlos derechos de nuestro pals, fue enviado y luegoolvid'ado. Pese a las repetidas exigencias de quele mandaran la documentación pertinente y seprocediera a una investigación de archivos, n!lidase hizo. Simplemente se lo abandonó a sus medios,mientras Paraguay acumulaba probanzas desus derechos al Chaco. Esta es otra caracterlstlcad~ nuestra canc1l1erla que, heredada de España,aun cGnstituye una sólida tradición.Triste fue la suerte de los negOCiadores paraguayos.El presidente 0111 fue asesinado en la calleen 1876. Al afio siguiente Facundo Machaln, elhombre que vendiera has joyas de su esposa parasolventar su misión, también perdió la vida en unatentado. &Y qué de Jaime SOsa Escalada? Abandonadoen ;alo de Janeiro, fulminad" como t~aldora la patria, cerrados los caminos del regreso,destrozada su carrera, acabó reca.lando en BuenosAlres. Pobre, sin medios de vida, debió BUbsistirt.rabajosamente en empleos humlldes y mal remunerados.Un dla solicitó a su antiguo cole8'a CarlosTejedor una carta de recomendación paraconsegUIr un trabajo qUfr le permitiera cierta holgura.El intransitable y altanero don Carlos, olvidandocuánto debla a ese hombre que todo lo habíasacrificado dándole el único triunfo de su carrera,contestó de acuerdo a su carácter bllioso ytremebundo. "Me fastidian esta cllase de recomendaciones"(Cárcano), y le negó el favor. Sosa,que a los 30 afios ,de edad aniqulló patriótica yFIrma de la "Ley Aurea" de abo/lclón de /0 esclavitud.i(1"i!1 '"i1i'.'I',',",1',','"1,J.¡, ~','I,í1,i,1::1TODO ES HISTORiA N9 79


--_.._-_.concientemente su carrera, murió viejo y pobreen Buenos AIres, como modesto empleado de correos.EL PROBLEMA MISIONEROUna de las metas de Bernardo de Irlgoyen eradestruir el cerco que rodeaba a la Argentina, problematlzada con todos sus vecinos no tanto porcuestiones emergentes de éstos, cuanto por 1'9,Inepcia de nuestra canclllerla, que por afios nohabla atinado a labrar una senda positiva conobjetos precisos. Solucionado el problema conParaguay, tirantes y agresivas las relaciones conChlle, Irlgoyen quiso allanar los asuntos pendlentesconel Imperio para terminar con la largaguerra fria que nos separaba del gobierno carlocay aportar seguridades por ese lado. Con BrasUseguía en pie un problema lImltrofe en Misiones;cuáles eran las vlas de agua que servlrlan de lindeentre los rios Iguazú y Uruguay. Ya en tiemposde la colonia, espafioles y portugueses hablan fi­Jado los rlos Peplrl Guazú y San Antonio Guazú,pero la falta de conocimientos directos y las Imprecisionesgeográficas sembraron dudas sobre suIdentificación. Los portugueses hablan bautizadocon esos nombres a dos rios situados más al estede los que primitivamente asl se llamaran, y hacIa1876 exlstla un enorme cuadr!!átero, slm!!aren extensión a la provincia de Tucumán, enmarcadopor los ríos Peplrl, San Antonio, Chapecó yChopin, sobre el ·cual ambos paises reclamaban susoberania.Irlgoyen sustent,ba el criterio -por lo demáSexactD- que en tanto hubiera problemas de limitespendientes no habria paz asegurada, por locual, dentro de su tónica pacificadora, Invlt6 aAgular d'Andrada, representante bras!!eño en lafirma de la paz con Paraguay, a tratar el problemamisionero. Se abrieron negociaciones pero nose pudo llegar a nada pues la posición de ambascanclllerias era Inflexible. Al retirarse Agular deBuenos Aires, Irlgoyen mandó Instrucciones a Dominguez,ministro argentino en R\o, para Iniciarsondeos con el gabinete fluminense. El canciller,barón de Coteglpe, no mostró Interés y dio largasal asunto. Corria el año 1877 y la creciente InquietudpoliUca Interna argentIna, trabajad:a. por elconflicto entre la pvovlncia de Buenos Aires y elgobierno nacional, amenazaba desembocar en una.guerra clv!!. En lal circunstancia, Coteglpe considerópref,erlble esperar para aprovechar la 'fondola situación del vecino. Al finalizar la presidenciade Avellaneda, con el ejérCito argentino metidoen la conquista del Desierto y la disidencia entrela primera provincia y la Nación sin miras dearreglo, Brasil adelantó pos1clones al disponer lacreación de colonias mUlt.res dentro del territoriomisionero .en lltiglo. El ministro DomlnguezInf.ormó detalladamente de tales avances y aconseJóa nuestra canc'llerla algún gesto enérgicoque frenara esa. expansión, pero nada ocurrió.Ya no estaba Bernardo de Irlgoyen y la cancllleriapermaneció muda, sin elevar ninguna protesta.Domínguez sugirió adelantar pobladores en lazona, incluso que se ocupara militarmente unareglón que corria serlo peligro de ser absorbidapor el Imperio, pero nada se hizo. Lo más que logróDomínguez fue' que en una entrevista con Pedron, emperador prometió desautorizar todaocupación de tierras mlsL:meras en tanto durarael litigio con Argent~na.La esperada guerra civil argentln:a se desató A.ralz de la sucesión de Avellaneda. La provincia deBuenos Aires se alzó contra la Nación bajo ellIdevazgo de Carlos Tejedor pero los tiempos habiancambiado. Ya Buenos Aires no podia Imponersu voluntad al resto del pals. El gobierno nacionalaplastó la sedición y pasó a ser presidenteel general Julio Argentino Roca. Poco después,en 1881, el ministro Dominguez, siempre preocupadopor los avances braslleflos, aconsejó a lacancmeria reabrir negociaciones. El momento erapropicio, pues la corte de Rlo daba muestra.' debuscar un entendimiento, al punto que la canclllerlacarloca propuso al gobierno argentino un.cuerdo directo sobre el problema, que pese alcaluroso apoyo de Dominguez, no halló eco enBuenos Aires.El 16 de marzo de 1882 el gObierno nacionalcreó el territorio de Misiones como entidad política,lo cual generó una protesta del gobierno brasllefio,que en junio consideró que se estaban reallz.ndoactos de jurisdiccIón en zona llt!glosa yjunto con la proteste. reiteró la propuesta de !ÍtlciarnegOCiaciones. El cQnclller V!ctorlno de laPlaza aceptó, r.ecordando que cinco afios antesuna propuesta similar argentina habla sido desestimadapor el barón de Coteglpe, al tiempo quedefendia el derecho de la Argentina a crear iagobernación de Misiones dentro de su territorioy señalando que eran los bras!!efios quienes tenianasentada una colonia militar en zona disputada,colonia que convenia des.lojar antes de Inlci'arconversaciones. Hubo un cambio de notas alrespecto, en que cada cancUleria aseguró estarobr.ando en territorio propio, y al cabo Rio de Janeiropropuso la formación de una comisión mixtaque recorriera el terreno y en base a cuyos informesse resolviera el litigio.El asunto quedó empantanado durante todo1B83 y casi todo 1884, pero a fines de este afio,con la llegada del nuevo ministro brasllefio, barónde Alen,ar, las cosas se pUSieron en marchaal firmarse con el canciller Fr.anclsco J. Ortiz unacuerdo por el que se ·dlsponía la formación deuna comisión exploradora cuya sede estaria radicadaen la ciudad de Montevideo. Quedaba encargadade recorrer el t.erreno y trazar planosde los dos Peplri, San Antonio, ChapecÓo y Chopln,los cuales serlan elevados a los gObiernos deRlo de Janelro y Buenos Aires, que sobre ellostrazarlan el linde definitivo. As! comenzó el trabajode reconocimiento directo del terreno, tareaque demandaria unos años antes de verse consumada.Presidió la delegaCión argentina el coronelJosé Ignacio Garmendla y la braslleña el barónde Capenema, que se reunieron por primerave. en 1885 ..El reconocimiento de la dIsputada región misionerafue concienzudamente llevado a cabo.Se trazaron los mapas respectivos y no hubo mayoresdesacuerdos en la ubicación de los accidentesgeográficos. Terminados los trabajos, fueronelevados los resultados en 1888. El 7 de setiembreel barón de Alen,ar y ele.nelller Noo·rberto QulrnoCosta firmaron un trat.ado en la legación brasileña,disponiendo que si en un plazo de noventadías ambos gobiernos no llegaban a un acuerdodirecto para .el trazado de la frontera, se trasladariael dlferendo al arbitraje del presidente delos Estad·,s Unidos. En noviembre de 1889 se canjearonlas ratificaciones que disponían el me.canismopara solucionar el litigio. Pero entoncp.:iocurrieron eventos lmporhntes en Brasil.Pág. 73


i I!El FIN DEL IMPERIOTodas estas negociaciones se llevaron a cabodentro de un marco cordial y a terciopelado, carentede las aristas y asperezas de antafio. Erauna nueva tónica que obedecla al contexto distintoen que se movlan ambas naciones, ya queen el decenio transcurrido desde la firma de lapaz entre Argentina y Paraguay, muchas cosashablan cambiado. En nuestro pals la guerra implicóla nacionalización del ejército. Los cuadrosde oflclales que en ella Intervinieron surgieroncon una nueva conciencia y en adelante estuvieronpresentes .en el proceso politlco con espirltude cuerpo, por encima de regionalismo. Fue elejército el que Impuso a Sarmiento . como presidentey fue tambiéri el ejército el que terminócon la aventura de Tejedor, que intentó repetirviejas hazafias alzando a la provincia de BuenosAires contra el gobierno nacional. El ejército noobedeceria en adelante a ningún jefe local y trasaplastar a las mlliclas enterrianas de López Jordány a los fuslleros portefios de Tej edor, quedóduefio de un campo donde en ,adelante serla impensablepromover movimientos de fiterza sincontar con su apoyo. Como culminación del proceso,fue un jefe del nuevo ejército nacional, elgeneral J,ulio A. Roca, quien asumió la primeramagistratura del pais, asentado pOlltlcamenteen una liga de gobernadores que se manteni.manteniéndolo a él, en una sóUda trenza dondela oposición no tenia la menor perspectl"a deprosperar. Por primera vez en muchos afios Argentinaadqulria una soUdez politlca compacta ysin fisuras, beneficiada además por una prosperidadeconómica que, Iniciada en gObiernos anteriores,adquirió bajo Roca un carácter explosivo, proyectandoal pals hacia un. desarrollo vertiginosoque, si bien parcial y fra.gmentarlo, cambi~ profundamentela pOSición de la Argentina en Amériea..En Brasll también ocurrieron cambios significativos.Como en argentina, del confUcto conParaguay surgió un ejército nacional que se ubicópor encima de las m1licias regionales, hastaentonces predominantes. Y como en nuestro caso,ese ejército traia una profunda preocupación politicaque 10 impulsaba a seguir de cerca los procesosinternos del Imperio. Como sus colegas argentinos,los cuadros militares tomaron espiritude cuerpo, pero ,. la Inversa de nuestro caso, laestructura imperial les cerró el paso hacia la Intervencióndirecta y activa. Todo debió quedar ensilencio de momento, creando un sector conflictivoque se agravaría con los aflos. En cuanto alos intelec'uales, las nuevas capas estaban sustancialmenteadsoriptas al positivismo, como entrelos argentlnds de la generación del 80, y erandevotos del progreso contínuo e Indefinido y sustentadoresde un materIalismo tal vez simple eIngenuo, pero marcadamente agresivo y militante.Para el nuevo pensamiento, tanto monarquiacomo la esclavitud eran dos Incongruencias Insalvablespara el progreso del Brasil. El positivismoera republicano, claro que de IIn republicanismode minorias selectas, donde no cabia la presenciade un monarca coronado, remanente deTODO ES HISTORIA NQ 79tiempos superados. En cuanto a la esclavitud,era una rémora que desprestigiaba al Brasll anteel mundo, al tiempo que Impedia el acceso de Importantesolas inmigratorias como las que se volcabanen la Argentina. En 1871 el gobierno deRio Branco proclamó la libertad de vientres. Yano nacerian más esclavos en Brasil, pero la mismaesclavitud seguía. Con esclavos se habían cubiertolos muchos claros que provocó en las tilasla guerra del Paraguay, generando prOblemasde mano de obra ·dificiles de salvar. Era anacrónicohaber pedido la sangre de los negros parasalvar al Brasll y luego mantener a los negrosapartados de los beneficios de la Nación. Todoscomprendían que la esclavitud tendria que terminarantes o después, pero muchos temian queun paso en falso provocara, como en Estados Unidos,una catástrofe nacional. En tanto, y marchandocontra los tiempos, la instlitución peCUliarse mantenla en pie. Afirma Caio Prado J,unior (6):"Constituia ya entonces el brazo esclavo el mayorobstáculo para el desarrollo del pals. No solamentesu reconocida Improductividad Impedia el progresode nuestra economía más ·allá de la groseraexplotación agricola que entonces poseíamos, sinoque también, y principalmente, al degradar eltrabajO en general, ahuyentaba el brazo libre deque careclamos. Es ésta la prlncipaJ causa de lareducida inmigración extranjer.a que tuvimos hastala abol1ción. Asi, a favor de la esclavitud estabansolamente los propietariOS de los esclavos, yen contra, todas las demás fuerzas sociales y politicadel país". .'l'ado parecía indicar el Inminente fin de la esclavitud. La supresión del tráfico negrero, al cerrarla importación, prodUjo una enorme eleva_ción del prec'o de los esclavos, que dejaron deestar al alcance de quien no fuera fuerte propietario,lo cual reduJo sensiblemente el número deamos. Más tarde la guerra del Paraguay obligóal gobierno ,a comprar gran cantidad de esclavospara libertarlos e incorporarlos al ejérCito. Luegola ley de 1871 al liberar a los hijos de esclavos,más la conjunción de los Intereses nacionales,tornaban previsible el fin de la institución peculial',cuando el auge del café le inyectó nueva vida,prolongando su presencia' -y su peso negativo-sobre el desarrollo del Brasil.Babemos que al comenzar la guerra del Paraguayel Im!X!rlo posela la más perfecta y sólidaestructura económica de Sudamérica, con un aspectoaparente de maci~o poderlo. Empero, al iniciarseel conflicto existian signos de una crisisque se acentúo durante la larga contienda:Ellaltísimo costo que repr


Joaquln Nabuco de Araujo,


1'111:1"1I11liii1 11" ,1,¡'1:lil!, ,JI"1:¡:I:l' 'IJi,1I1: ;,1;'1 1i, l'11, II'1, 1:!:'11iil',,I1'1'1I1Itánico. Brasil, con sus productos tropicales, entrelos que se destacaba el café, superior en cifrasal algodón, el azúcar, e Incluso el caucho, sese ubicó también dentro de este esquema. En elmedio las naciones menores, sobre todo Uruguay,que dejó de ser un protectorado braslleño paraconvertirse en factoria británica y como tal, debidamenteprotegida de sus dos vecinos, .Que enadelante debieron abandonar toda Idea de BandaOriental o de provincia Cisplatlna. Convertidosen dos engranajes de un mismo mecanismo, cedieronlas divergencias entre Argentina y Brasll,sumergidas en sus propios problemas de desarrollo.Pero en el nuevo Brasll que. emergia, a cadadia que transcurria se hacia más evidente elanacronismo de la monarqula y la esclavitud.En 1883 el estado de Cearo. procia.mó la l1bertadde los negros y hacia 1888 la cantidad de esclavos,que en 1871 fUera de dos mlllones y medio, habiadescendido a unos 700.000, lo que lmpl1caba menosdel cinco por ciento de la población. Era evidenteque con tales cifras la Institución peculiar podiaser abol1da sin generar catástrofes ni en el planoeconómico ni el social. Como una pe1'a madura,la esclavitud cala por su propio peso, yestaba tan en el aire la aboJlclón que para estaépoca muchos esclavos abandonaban espontáneamentelas explotaciones buscando por sucuenta una libertad que no vardarla en llegar.El último reducto esclavista era el grupo de losgrandes señores cafeteros, para quienes ~esultabaaltamente lucrativa la explotación servU, y portanto defendieron hasta el último momento Susprivilegios. Fueron los últimos mohlcanos que nopudieron detener lo Irremediable. El 3 de mayode 1888 la regente Isabel, en ausencia de supadre Pedro n, que se hallaba en Europa, decretóoficialmente el fin de la esclavltup en Brasil.No pasó ninguna de las calamidades previstas.La particular evolución braslleña, que s'empreevitó las transiciones bruscas y loa terremotospolltlcos salvó con felicidad este escollo sin hundimientoseconómicos, explosiones sociales ni estallidospolitlcos. Para oolmo de suerte, un aumentode los precios Internacionales permitió a umen·tar los salar!os en las fazendas, asegurando eltrabajo y el pago de los ex esclavos, absorbidospor sus viejos amos. As! cerno se alcanzara laIndependencia sin guerra demoledora; as! comoconcluyera el reinado de Pedro 1 casi entre pasesmágicos, as! terminó el problema de la esclavitudsin alterar el escenario.Pero el fin de la esclavitud hirió de muerte ala monarqu!a. La abolición Implicó la retracciónde los grandes plantadores, último sustento firmede la corona, que en adelante, ofendldoa con elemperador, se retrajeron dejando de sostenerlo.El anciano monarca quedó solo, aislado, frentea un movimiento .republicano que no dejaba decrece,· desde 18700, especialmente tuerte en BaoPaulo y Minas Gerals, que habia ganado firmespOSiciones en el ejército, presionaba para participaren la modernIzación del Brasil y prImabaIndiscutiblemente en las esferas Intelectuales. EraInevitable el derrocamIento de la monarquia,TODO ES HISTORIA N9 79peoro persistían los temores de 10 que pudieraocurrir, sobre todo el desencadenamiento de laanarqu.ía y el fraccionamiento del Brasil por su.slnsupel'adas contradicc~ones regionales.Sin embargo todo se resolvió a la braslleña yel surg;mlento de la república fue un parto sindolor del que apenas se dieron cuenta los mismosbraslleños. Una deslntellgencla con un sector delejército por una razón secundarla que de ningúnmodo ponia en pel1gro la estab1l1dad del trono,sirvió de desencadenante. El 15 de noviembrede 1889, días después de canjearse las ratificacionesdel. acuerdo entre Alen~ar y Qulrno Costa,Pedro II enfrentó una rebelión de las tropas deRío ernatlvas. Se adoptó unaconstitución fielmente calcada de la norteame>ricana,como es canónico en Latinoamérica, peroen la realidad se estableció una república oligárquicacon el poder firmemente concentrado enpocas manos, como en la Argentina. No hubo persecucionespolitlcas ni suspensión de la cludadaniade nadie ni cárceles ni destierros. Los monárquicosse Integraron al nuevo sistema y losirvieron con la misma eficiencia de siempre,pues en úJtlmo término sólo eran servldOO'es delBrasil. De manera que los estratos dirigentes permanecieronIntactos en la república, figurandocondes, duques, barones y marquesas en los másaltos cargos, convlrUendo en un suave tobogánlo que pUdo ser una brusca fractura.Una de las prlrneras tareas del nuevo gobierno,encabezado por Manuel Deodoro da Fonseca, eracumplir el tratado firmado con la Argentina.Habia un plazo d'e noventa dias para llegar a un!lIcuerdo directo. El cancmer braslleño, QuintillOBocayuva, se trasladó a Montevideo y en uniónde su par argentino, Estanlslao ZebaJlos, pusomanos a la obra sobre los planos e Informesaportados por las comisiones ,exploradoras. El 30•


de enero de 1890 culminaron las negociaciones,que se desarrollaron en un clima de cordialidadrealmente excepcional. Ese día se firmó el Tratadode Montevideo, por el cual Argentina yBrasll ponlan fin a su problema de límites trazandouna raya que dlvldia en dos partes aproximadamenteIguales al territorio en litigio.Cuando Qulntlno Bocayuva regresó a Rlo, ardióTroya. Todos los partidos se alzaron el contra,repudiando la solución. Las grandes figuras deBrasil, el periodismo en pleno, Incluso el ex emperadorPed·ro. II desde París, se ,arrojaron contraBocayuva despedazando su gestión en Montevideo.Brasil se sentía despojado


i1 '1, ~1'111:tiIl':1,'11I 1:venio por el que ambas naciones aprobaban lostrabajos .efectuados por dicha comIsión.Así terminó el pleito mIsionero, totalmente perdidopara la argentina. Después del rallo de Cleveland,y tal vez para paliar la triste Impresiónque dejara su misión, Estanlslao Zeballos se permitiódecír que después de todo, las cosas estabanbien, pues España no había tenIdo derechos reaJesa esa reglón y Portugal sí. vale decir que, deacuerdoa su razQnam'ento., habría aceptado un cometidodondl! sabia que la Argentina estaba equivocaday Brasil en lo cierto. Lamentablemente elúnico eqUivocado en este partido era el seftorEstanlslao Zeballos, gracias a cuya Incompetencianuestro país perdió un territorio al que tenia plenoderecho, debidamente heredado de España. Añosmás tarde cuando los archivos argentinos que elseñor ZeballoB desdeñó recorrer fueron examina.­dos pOI Em1l10 Ravignani, aportB.l)on con enormesorpresa de éste un enorme acoplo de datos queconfirmaban la soberanía argentina sobre el terrItorioperdido. Como el mlsmo Ravlgnanl habnade narrarlo, no pudo evItar que los ojos sele llenaran de lágrimas al contemplar con cuántodescu'do, con cuánta Incuria se había procedidoen este negocio que nos costó un pedazo de suelonacional del tamaño de Tucumán. El señor Zeballoshabla tenido esas pruebas al alcance de lamano, pero no de su capacidad diplomática.Para coimo, del poco airoso papel cumplidoquedó una rémora que habría de pesar negativa:mente en el ruturo. En adelante Estanlslao Zeballoscobró al barón de Río Branco una furiosaInquina personal que nunca se cuidó de ocultar yque Jue cordialmente correspondida por el bras¡J~no.Después de fracasar como abogado de supals, Zeballos llevaria todas sus carllas afectivasa la cancmería, buscando un desquite que siemprele negó la estupenda solvencia de José MaríaParanhos.El BRASIL REPUBLICANO~a transición del régimen monárqUiCO al repubhcano,si bien Suave en su momento no pudoevitar algún tardío coletazo de la reacción. Enenero de 1892 se rebeló la fortaleza de SantaCruz sin consecuencias. Pero gobernando el su ..cesor de Deodoro da Fonseca, Florlano Pelxoto,que como Blamarkfue llamado "el marLseal dehierro", la república debió enfrentar el más pellgrosoruzamlentoarmado de su breve historia.Ocurrio el 6 de setiembre de 1893 al sublevarse lamarina, al parecer con intención de restaurar lamonarquía y llevar al trono a la princesa Isabel,hija de Pedro n, razón por l. cual se ll.mórestaurad..,,, a esta sed'clón. Los rebeldes no hallaronapoyo en el ejército y fracasa;ron sus Intentosde 'desembarco, pero encontraron eco en RíoGrande do Sul que se plegó al movin!lento. Larebelión duró hasta marzo de 1894, en que el .gobiernofederal pudo dominar la situación consolidandoel régimen republicano. Con la guerraclvll concluyó el gobierno de los mllltares fundadoresde la república, ocupando el poder lO!! gru­P?S Oligárquicos regionales que en adelante regl­Ilan al país. La creación de los Elstados UnidosTODO ES HISTORIA NO "19del Brasll implico la adopción de un régimen federalmás estricto que el argentino. RevlvleTOnlos v.'ejos reglonrulsmos que deede siempre planearansobre la Nación y se estableció un régImendonde el dominio de la tierra y la solución de susproblemas dejó de estar subordinado al poder centralpara trasladarse a la esf'era local, con lo curu,al tiempo que se creaba un sistema más laxo, menoscentralizado, se robustecía a las ollgarquias regionalesque desde los tiempos del Imperio dejaranpesar su lnfluencla. Al crearse la repúblicael grupo que rápidamente primó fue el de losgrandes cafeteros 'concentrados en el Estado deSan Pablo, y paulIstas fueron los dos primerospresidentes civiles del Brasil, Prudente José deMorals Barros y Manuel Ferra. de Campos Salles,que accedió al poder en 1898.El 12 de octubre de ese año había jurado comopresidente Jullo A. Roca, elegido para un segundoperiodo a ral. de la grave situación planteada conCh'le. que hacia temer la Inminencia de la guerra.Al tlGmpo que armaba al pais para el conflicto,Roca no dejó poslb1l1dad dIplomática de lado paraEl mariseal Manuel Deodoro da Fonseca primerpresidente de los Eslados Unido. deí 8rasil.


, ~ievitarlo. En febrero de 1899 tuvo lugar el llamado"Abrazo del Estrecho" con el presidente chilenoFed·erlco Errázurlz que distendió las relacionescon el pais trasandino, pero sobre la marchaRoca se dio a la tarea de forjar una ImagenInternacional consolidada de nuestro pais. En esesentido cobrara importancia Brasll. Goopolltlcamente,la ATgentlna corre el riesgo de ser apretadapor una al1anza entre Rio de Janelro y Santiago.Chile es uno de los dos paises sudamericanosque no limita con Brasil, es decir que ambospaises de "fronteras discontinuas" que los conviertenen aliados potenciales contra el comúnpais lImitrofe, y una de las constantes de la cancllieriachUena ha sido siempre atraer a Rlo deJan.lro contra Buenos Alres.En los últimos años del Siglo pasado las relacionesentre Brasil y argentina eran lo bastantesatisfactorias como para Intentar un paso sin precedentes:la visita. de los respectivos presidentesa las correspondientes capitales. Hubo rondeosargent'nos por ese lado, que hallaron buen eco enRlo de Janelro. En consecuencia, en agosto de1899 el general Roca, al frente de una fastuosacomitiva, llegó a la capital braslletía en viaje devisita a su oolega Campos Salles. Por lo menosdesde el punto de vista social, el acontec1mlentofue deslumbrante. En otra oportunidad hemossetíalado sobre este viaje del presidente argentino(8). "El hábil Roca sabia que no Iba a sacarnada de Brastl, cuya cancllleria jamás se dejóarrastrar a juegos extraños a IOB Intereses propios,pero al menos dejaba una Imagen. Quedabapor cuenta de los demás av·erlgu .. r si detrás dela visita protocolar habia allanzas en ciernes., Yla Imagen buscada se completó en octubre de 1900cuando el presidente Campos Salles visitó BuenosAires. No hubo pactos, pero si un apreciable acercamientoque cerraba la poslbllldad de un eventual.segun~o trente".No hubo guerra con ChUe y se consolidó laamistad con Brasil. Cada pais se dedlc& a buscarla nueva acomodadón que Imponla la explosiónc8iplta.¡jsta finisecular. Brasil recibió al fin laola Inmigratoria cuyo camino le cerrara la esclavitud.En 1888, el año de la abolición, entraron100.000 Inmigrantes por el puefto de Santos, ypoco después la masa aluvlonal llegó a superar ala de argentina. Los ,cupos Inmigratorios más importantescorrespondieron a los Italianos, alemanes,españoles y portugueses, y a'sl como en nuestr"pals la zona de concentración de los nuevoshabitantes fue el Utoral, en Brasil el foco deatracción lo constituyeron San Pablo y MinasGerais.Al comenzar el presente siglo, Brasil, superadOBsus problemas Internos, Y Argentina, recuperadade un largo perlado de colapso, apareclancomo las dos primeras potencias del continente,en un plano de apreciable paridad. En los veinteaños pRsados el desarrollo argentino, realmenteexcepcional, habla alcanzRdo un progreso más rápido,equlllbrado y sostenido que el del Brasil.Como se logró ráp:damente un elevado Indlce dealfabetización y como no hubo severas contradiccionesInternas, ese desarrollo tue, además deacelerado, mucho más homogéneo y compactoque el de nuestro vecino. Brasil debió superargraves problemas económicos, como el emergentedel caucho, ya que a partir de principios de siglolas plantaciones amazón'eas tendieron a ser desplazadasen el mercado mundial por el productode las Indias Orientales Holandes.s (hoy Indonesla),además de las fluctuaciones del café queIncldlan severamente sobre los prOblemas Internos,campo donde pronto habria de enfrentar lacompetencl. de C.olombla y Afrlca. Se mantenl."en pleno vigor las diferencias regionales, ese permanentefantasma del Brasil, con su amenaza dedisgregaCión y fractura. Desde lOS primeros tiemposdel Imperio la integración de las dlversas.ycontrapuestas reglones era asunto de primera Importancia,sin salvar el cual Brasil no podia alcanzarla preeminencia pOl1t!ca y econámlca continentalque siempre fue su norte. Pero hasta entoncespoco se habla logrado por ese camino. Alcontrario, el desarrollo económico acelerado deciertas zonas y el descalabro de otras acentuaronle. dicotomia, agravando el problema. Las zonaspaullstas, fluminense o mlnelra eran mundos completamentedistintos al noreste, el Amazonas oMato Gr08SO, pese a estar IncluldOB en el mismopala. Ya se perfilaba claramente como triángulovital brasileño el sector comprendido entre ¡a. ciudadesde Rlo, Sao Paulo y Belo Horizonte, queengloba a la parte más dinámica de la enormenación.Un slntoma de las diferencias brutales que padeceBrasll, de esos mundos que se yuxtaponensin mezclarse, tuvo lugar a fines de siglo con lallamada revuelta de los oanudos, que tuvo porteatro al sertao ,bahiano. AH! reunla prosélitos unBan tón de nombre antonio Conselhelro, manosantay predicador que arrastró en su estela a unnúmero apreciable de seguidores que crelan en élciegamente, con cerrado fanatismo. Crearon unverdadero Estado teocrático cuyO jete y dios erael &m Jesus. Un dla tuvieron problemas con lasautoridades y mand,aron a un centenar de soldadospara dispersar la tribu. Los dispersado¡¡ fueronlos soldados. Recibidos a balazos tueronpuestos en fuga, tras lo cual los vencedoresse quedaron con las armas y municiones. Ante eldescalabro se organizó una expediCión más seriapara terminar con el asunto drásticamente: lesfue como a los otros. Cumplldamente derrotados,los represores debieron darse a la fuga. La noticiasacudió hondamente al Brasil. Era un escándalosin atenuante, un verdadero agravio a las InBtltuclonesnacionales. De manera que Be decidióaplastar sin remisión a los rebsldes. Enviaronnada menos que una brigada fuertemente armada,con órdenes precisas. Los rebeldes fueron I'rolIjamenteaniqUilados, pero costó mucho trabajoy sangre alcanzar ese propósito. Los lllUlulkls sedefendieron con ferocidad, prodUCiendo fuertesbajas en las tropas, entre las que se contó elpropio comandante de la brigada. Más allá dela anécdota, la rebelión bahlana, que no buscófines politlcos ni soclales,~ue una expresión dela enorme miseria campesina del nordeste, mise;rla que cada dlase acentuaba en contraste con lacreciente riqueza de otros estratos del pals.A la Inversa de la Argentina, donde prácticamenteuna sola ollgarqula dominaba el plano polIt1coy sostenla su propia continuidad, en Brasilel poder debla negoclarse entre varios grupos ollgárqulcosregionales, Imponiendo el acuerdo y lanegOCiación entre los más poderosos. Hemos dichoque la primer· .. en ocupar el poder al establecersela repúbl!ca fue la ollgarqula pauJiste. ACampos salles correspondió organizar la trenzade gobsrnadorcs que durarla ha/lta 1910. En Argentinala trenza venia desde l.880 pero hablaterminado, de Roca en adelante, bajo total dominiodel presidente, que elegla no sólo a los go-(8) Ayucm#na-ChiCv, El /ieCltTdr difervndo, TODO ES HIS­TORIA, N9 14, Dtclembt"e do lMOo.Pág. 79


él Brasll alcanzó las colosales dimensiones quehoy posee y dio pie al orguJaoso dicho O Brasilsempre saiu vencedor. Habria que agregar quesiempre tuvo a mano un Rlo Branco.LAS DOS POLlTICASr·1i l '1.I,!:, 1:1 l'11.1,1I 111'111· ,",!.•¡!' ii "I !:1" ,¡!I'tbernadore~ sino también a su propio sucesor. CamposSalles no podía aspirar a tanto, pero implementóun sistema de satisfactorios resultados: elpresidente y su mayoría parlamentaria apoyabanen todo trance a un gobernador y el gobernadorrespondía a la gent!leza mandando al Congresorepresentantes que apoyarían en cualquier caSOal presidente. El toma y daca brasUeño no seriatan perfecto como el unicato argentino, pero porun tiempo funcionó bien. También le permitióentregar la presidencia elÍ. paz a Francisco dePaula Rodrigues Alves, tercer paul!sta que accediaal poder conservando la dinastla, pero en adelantela presidencia debió alternarse con la oligarquíamineira, en un equ1l1brado carrusel.Fue ésta una br!llante época diplomática cuyaestrella indiscut'da era José Maria da SUva Paranhos,barón de Rlo Branco, proyectado a unindi.putado primer piano por su triunfo en lacuestión de Ilmites con Argentina sobre E'ltanlslaoZeballos. Pero no fue la única victoria deeste colosal diplomático que ganó para su patriamás tierras ·de las que pudo conqulstar con unejérCito. En 1895 se planteó un confl!cto en elUmlte con la Guayana francesa, en la reglón delAmapá. Decidido con Francia que el presidentede Suiza tuera árbitro, Rlo Branco fue abogadOpor Brasil, logrando en 1897 un fallo favorable asu pals. Para tener una Idea del beneficio, diremosque de 31.000 m!llas en litigio, BrasU se quedócon 30.000.En 1900 los caucheros que se Internaban por elAmazonas ocupando territorio boliviano, entraronen confilcto con las autoridades del altiplano.Los plantadores y .!r1nguelro. que explotabanIlegalmente la reglón de Arce se alzaron enarmas contra los bol!vlanos, generando un confUctode ImpreVisibles consecuencias. La canclllerlacarloca supo moverse can su acostumbradasolvencia. Desde 1902 era canciller Rlo Branco demanera vitalicia, ya que sólo dejó el cargo porrazones de fallecimiento un decenio después. Graciasa su habilidad no hubo guerra y BrasU sequedó con Acre, Por el tratado de Petrópolls de1903 un extenso territorio de 197.000 kUómetroscuadrados pasó a dominio brasileño, cercenandootra porCión de Bolivia. La operación le costó dosm!l1ones de libras esterlinas a Rlo de Janeiro.Pero no fue todo. Los problemas llmltrofes conBolivia recién concluyeron en 1928, llevando ellinde al rlo Aguary, donde nuncapensM'an llegarlos ponugueses.El asunto con BoUvla generó a su veZ un problemacon Perú. Las cosas se pusieron ásperas en1904, pero con Río Branco no se necesitaban cañones.En 1909 se resolvió el pleito: de 170.000 millasen disputa, Bras!! se qUedó con 155.000; lo ffiltantefue reconocido peruano·. También fue RloBeanco el que logró convencer al gobierno deEcuador que renunciara a la zona entre los ríosCaquetá y Amazonas, asl como ganÓ' frente a Colombiala cuestión del río Apaporls en 1901. Enuna palabra: gracias a José Maria da SUva ParanhosBrasU Incorporó a su patrimonio, sin dispararun tiro ni generar Irredentlsmos peligrosos,nada menos que 600.000 kllómetros cuadrados,¡dos veces la provincia de Buenos Alresi ConTODO ES HISTORIA N9 79Paranhos logró relnsertar en el gobierno fluminenselas metas imperialistas de las que fueragran anlmador su padre y que se hablan desvaldo,trabajadas por los problemas internos de losúltimos tiempos del Imperio y los primeros de larepública. Sus victoriosas batallas diplomáticas,concebidas a fuerza de tesón y genio, Insuflaronen BrasU un arrogante espíritu nacionalista, iniciandola segunda oleada tendiente a convertira Brasil en la nación hegemónica del continente.Las constantes de la pol1tlca exterior braslleMhan derivado siempre de una premisa mayor ,Impedir a toda costa la unión de los paises hispanohablantesque lo rodean, unión que ImpUcarlael cerco del BrasU y el fin de sus sueños hegemónicos.De los ocho países de ralz españOla fronterizos,Bras!! sólO tiene en cuenta a tres como enemigospotenciales, que en orden decreciente son argentina,Perú y Colombia. Al resto lo cubre con unolimpieo desdén de superioridad. De los tresmencionados el más peligroso es Argentina, quepor su extensión, población, civilización, desarrolloy potencial es el pais mejor equipado parafrenar las ambiciones hegemónicas del Bras!! eIncluso vertebrar una alianza que lleva al temidocerco. De alli que las mayores atenciones de lacancillería brasUeña sean dedicadas a vlgUar anuestro pals y sus eventuales pretensiones. Enprl!ner término, ImpidIendo toda poSible reelaboracióndel virreinato del Rlo de la Plata, espectronunca desaparecido de la mente de los geopolíticosbrasileños. Ello se logra atizando desconfianzas,resquemores y disidencias en Bolivia,Paraguay y Uruguay contra la Argentina y alentandola Infiltración económica brasileña en esospaíses para tornarlos geopol1ticamente dependientesdel Brasil. Todo ello sin descuidar a Chile,que sin tener fronteras ni problemas con BrasU,franquea las espaldas argentinas al tiempoque es un eventual gendarme contra Perú, aliadonatural de nuestro país. En base a este esquemase Implementó la pol!t1ca de Rlo IBranco, reforzadopor un criterio que no era novedoso, peroque entonces comenzó a aplicarse normat1va~mente: buscar el apoyo de alguna gran potenciaextracontlnental para jugar a la carta de satélitefavorito, "el país llave" y lograr de ese modola ansiada hegemonla sudamericana.Brasil heredó de Portugal la condición de satélitebritánico y lo siguió siendo hasta principiosde este siglo. Pero desde los tiempos del Imperiolos graves roces con Inglaterra a ralz del problemade la esclavitud, las humillaciones sufridasa manos de la escuadra británica, el triste asuntoChrlstle, hablan mellado sensiblemente la relacionesentre Rlo de Janelro y Londres. El espíritunacional brasileño, agraviado y profundamenteherido por la prepotenCia Inglesa, generóun abismo con Gran 'Bretaña. Para colmo, de1880 en adelante las Inversiones inglesas tendierona mostrar preferenCia por la Ar,gentlna,donde llegaron a volcarse en cantidades mayoresque en los propios dominios británicos. De esemodo, mientras la Argentina se convertla enuna colonía económica de Londres, BrasU tendióa liberarse de la vieja tutela. Para eUo lo favo-


eció la emergencia de lus Estadc,)oS Unidos y iasrespectivas economías complementa.rias. A lainversa de otras naciones -entre ellas la Argen·tina_ la producción tropical bra.sUeña no encontrólas infranqueables barreras del proteccionismonorteamericano y pudo entrar librementeen ese extenso mercado. Al mismo tiempo, loscapitales estadounidenses, aún en una etapa deevolución IncipIente, hallaron un Interesante campode Inversiones en BrasU y alli acudieron desdelos prime.ros momentos de su expansión.En 1901 la asunción del mando por TeodoroRoosevelt, creador d·e la espiritual filosofía delblg stick, significó la iniciación de una agresivapolitica tendiente a convertir a los Estados Unidosen una de las grandes potencias mundialesy amo indiscutido de lo que consideraba su propiaesfera de influencia. Aumentó vertiginosamenteel poder naval norteamerIcano hasta llegara ocupar el segundo lugar, detras de Inglaterra;se asentó la hegemonía sobre Centroaméricay las Antillas y se decretó al CarIbe lago norteamericanosin coparticIpación de dominio. Brasilcontempló con admiracIón no exenta de envIdiaesa eclosIón nacionalista construida con abundanciade decisión y ausencia de escrúpulos ydecidIó ser en Sud amérlca lo que los EstadosUnIdos eran en e~ norte, tomándolo por modelo.La princesa Isabel, hi;a de Pedro ti, en cuyonombre se sub/ev6 la marina en '893.A parLlr d~ cllLonct"~ Bra::;ll eugu!H.:hO ,sl, carro ala popa de Washington. El primer Signo visiblede esa alianza potencial tuvo lugar en 1906,cuando Río Branco logró que la ~apltal ~raslleñafuera sede de la Tercera Conrer~ncla Pfl.namel'lcana,al tiempo que WashingtOn elevaba a condiciónde embajada su represen~aclón el1 Río deJanelro -en Buenos AIres mantuvieron encargadode negocIos hasta 1916- y por fin el secretariode Estado, Ellhu Root, aceptó l~ invitacIón paraconcurrir a las sesiones de la Copferencia, C


111,1I!J,I jJII"':1' '1 ,. !I:1IJi'¡!ir:111II¡,',11:11'!11,ti1,IIpobladas, las remotas fronteras vacías y desguarnecidas,olvido extensivo a los vecinos, muchasveces desorientados por un. Argentina contradictoria,Imprecisa, sin metas concretas fuerade las declamaciones nerarlas y grandilocuentesde los salones diplomáticos, 'E's ésta también la época en que se organizande acuerdo a pautas modernas los ejércitos deBrasil y Argentl¡1a. Desde los primeros años delsiglo nuestro paiscontó con una Escuela Superiorde Guerra para la formación de oflclales y jefooen el más alto nivel técnico. El desarrollo de unacontienda dejó Se ser cosa más o menos libradaa la improvisación y comenzaron a elaborarseplanes precisos, "hipótesis de gu-erra", calculandoy mllImetrando las pOSibilidades bélicaspropIas y ajenas. Lo dlscutlble fue el métodoseguido. Tal vez Influidos por la eventualidad deuna guerra en dos frentes, es decir sometidos aE/ canciller Quintino Bocayuva, firmante de/Tratado de Montevideo con E.tanis/ao Zeballo •.TODO ES HISTORIA NO 79un doble ataque desde Chile y Brasil, los teóricosadoptaron frente a este último país una tácticadefensiva. Cierto que el triángulo vital brasileñoRio-sao Paulo-Belo Horizonte se halla enormementealej .do de l. frontera y era Inaccesiblepar. los medios militares de la época, mientrasnuestro propio triángulo vital, Buenos Alres­Santa Fe- Córdoba, se encuentra aterradoramentecerca del linde gracias a una secular y desastrosapOlltlca exterior, obligando por ·tanto a defenderloa todo trapo y trance. Sea como ello fuere,en vez de proyectar la invasión de Rio Grande doSul en busca del AtLántico y Porto Alegre, nuestrostécnicos prefirieron la táctica del retardo:primera linea defensiva sobre el rio Uruguay,luego repliegue y linea de contención definitivasobre el Paraná, cubriendo el triángUlo vital. Losrios de la Mesopotamla corren de norte a sur,favoreciendo el reta'rdo de un avance enemigoy permitiendo consolidar la linea del Paraná.Todo está muy bien, pero el plan tiene sus cositas:la Mesopotan¡la queda condenada a la invasióno sea '. su oven tual pérdida. un vlej osueño brasileño !leva los lindes de ese país hastael bajo Paraná. Además, toda táctica defensivaHeva Impliclta el espíritu de la derrota y desdeentonces se cond-enó a la M'esopotamia a un prudencial.d'stanclamlento del resto del país. Nadade puentes sobre el Paraná, nada que permitieraun eventual cruce a la orilla occidental. Misiones,Oorrlentes y Entre Ríos pasaban a ser posiblescampos de tabalIa, y esa filosofía retardó, no unavance braslleño, sino la Integración del terrltor'omesopotámlco al resto de la Nación. Oomoel rio Paranáes, además de excelente vio de comunicaciónnorte-sur, un no menos magnifieoescollo para la relación este-oeste, toda la regiónoriental de la Mesopotamla terminó Integrándosemás cómodamente con Rio Grande doSul y la repÚblica del Uruguay que con el restode la Argentina. Más aún, cuando al cabo sedeCidió romper el aislamiento mesopotám~co ytend,er un puente, ese puente se levantó sobre elrío Uruguay, uniendo a la Mesopotamla con Brasilentre Paso de las Libres y Urugualana. Losargentinos tuvimos que esperar ál octavo deceniodel siglo XX para ver túneles y puentes por debajoy por encima del rio Paraná.DE ZEBALLOS A CARCANOA prlnc'plos de siglo la tensión entre nuestropais y Chile generó una carrera armamentistaante la pOSible guerra. Ambas flotas fueron reforzadashasta un poderío nunca alcanzado antes,suro ándose las compras de acorazados cada vezmás pesados y poderosos. En Brasil no dejó depreocupar el -crecimiento potencial naval argentinoy se dieron a la tarea de mejorar la flotapropia. En 1902 se firmaron los Pactos de Mayoen Santiago de Chile que av·entaron los peligrosde guerra y establecIeron la paz sobre basesduraderas. Dichos Pactos incluían una convenciónsobre limitación de armamentos navalesque disponía el desarme de aLgunas unidades yla renuncia a la compra de otras. En -BuenosAires. sI bien los Pactos fueron ratificados, laconvención generé! a su vez preocupación, ya queBrasil, ajeno al compromiso, siguió aumentandosu flota. La convención tenía cinco años de vl~gencla y durante ese lapso nuestro país cumplilóestrictamente lo estipuladO, pero vencido el plazose negó a renovarla y las 'cosas volvieron a sercomo antes. La carrera armamentista era ahoracon Brasil.


Una serie d,e sutiles reticencias echaban arenasobre los engranajes de las relaciones con Rio deJaneiro. Ambos paises se observaban con desconfianza,detectando cualquier movimiento sospechosoen el rival. Era menester manejar lascosas con cautela para evitar un agravamiento.Entonces el presidente Figueroa A1cona nombróm nlstro de relaciones exteriores a EstanlslaoZeballos, la persona más apropiada para llevaral. naufragio cualquier politica de _avenimiento.El hombre entró con todo, impulsado por unnacionalismo primario, agresivo, ingenuo, y porsu imbat1ble aborrecimiento al barón de IDoBranco. Con la sutileza de una aplanadora, prontoestuvimos en discordia con gran parte denuestros vecinos. SUPO hacerle el juego a la canemeriabrasllefia con admirable constancia y villtosapirotecnia. Dentro del clásico juego de Itamaratyde provocar disidencias y atizar recelosentre los países hisponahablantes, Brasil alentóal gobierno uruguayo para exlg:1r la soberanlasobre la mitad del Río de la Plata, novedosa toorlaque todavla está sobre el tapete, a setentaaños vista. El asunto era de enfoque meramentedipIomático, a resolver por las armas de la ns.­gociación y el acuerdo. Zebailos lo solucionó mMdandoa la !lota de guerra a hacer manJobrasdelante de la costa uruguaya. Con lo cual deterioró'las relaciones con Montevideo, erizó al naci'o-nalismouruguayo e indispuso a todos con laArgentina. Que era lo buscado por Río Branco.Zeballos vivla eonvencido de que Brasil preparabala guerra contra la Argentina. Razonabaque una v"z lograda la superioridad naval ataca,rh..• llevando .en su estela al Uruguay. el Paraguay,y tal vez Bolivia. Para aventar el peligroelucubró soluciones un tanto tenebrosas. Propusoa Chile una al1all2.a. Unidas ambas escuadras,Impondrían la paridad al Brasil. En santiagooe desentendieron porque no les interesaban losproblemas atlánticos y porque no tenían motivoalguno para molestar al Brasil. Entonces ZebalIosse tomó truculento y planeó una guerra preventiva.La marina argentina estaba en magni1-Cas condiciones. En cuanto al ejército, pasabapor el momento de mayor poderlo de su historia,espléndidamente armado y adiestrado. Según~referencias a mano, Bras1I no podrla soportarun ataque llevado a cabo por 50.000 argentinosmov1l1zados, cifra muy respetable para la época,que era la base preparada para enfrentar unconf¡;cto con Chlle poco antes. Reunió al gObiernoy expuso el plan: se movil1zarian las reserva&,se pondría al país en pie de guerra y se enviaríaun ultimátum al Brasll dándole seis días pararesponder. O limitaba su poderlo naval o se leimponía por la fuerza. Los atónitos m!nlstrosescucharon a Zeballos sin comprenderlo del todo.COn grandes esfuerzos se acababa de evitar unaguerra y ahora se salia al encuentro de otra.Pese a la reserva promet~da en la reun1fón,el asunto trascendió. Lo pescó "La Nación." dándolea publlcidad y ardió Troya. La alarma cundióPOl' todos los sectores, se alzó un coro de protestasante el cancmer que usaba la diplomacia delhacha y se deterioraron aún más las relacionescon Brasil. El presidente Figueroa Alcorta nodudó un momento y pid'ó la renuncia a Zeballos,que se ,retiró airado (O).Pero como había declarado personalmente laguerra al BrasU, cometió otra indiscreción y en1908 denuncW al barón de Río Branco desde la"Revista de Derecho" de estar tejiendo un cercodiplomático en torno a la Argentina. Como prueb,publ'có un telegrama c!trado que llevaba elnúmero 9, que la cancmer!a fluminense habríacursado a las repres'entaclones brasllefias en Variasnaciones americanas. De acuerdo al :texto,Argentina est .. ría elaborando un plan imperial1stade vastas proporciones, ya que se tratarla nadamenos que de la reconstrucción del virreinatodel Río de la Plata med'ante el sen cUlo expedientede anexar Uruguay, Paraguay, Bol1via yRío Grande do Sul. Las representaciones brasileñasdebían divulgar discretamente dichos planesal tiempo que aseguraban la amistosa protecciónde Brasll, ángel justiciero que cerrarlael paso a las torvas intenc'ones de Buenos Aires,Naturalmente, el asunto prodUjo revuelo, ademásde un ataque de ira a Río Branco. Pero noera fácil ganarle una partida al astuto cane1ller.De inmediato preparó una publ1cación oflclalacusando sin mucho disimulo a Zeballos de fal­S!ticRdor. No negaba una base de real1dad en elasunto. No era tan tonto como para hacerlo.Afirmaba que siendo ZebaIlos cancUler, habla consegUidouna copia de un telegrama cifrado -elbendito W 9 dirigido a la legación brasllefiaen Santiago de Chile, pero aseguraba que eltexto había sido adulterado adrede. Como prueba,acompafiaba el telegrama c'f,rado con lacifra correspondiente, demostrando que en ningúnmomento había girado órdenes del tipo denunciado.Su nota terminaba con una frase que,representand,o su pensamiento de fondo, no tardariaen abrirse camino (10): "Estoy cada vez másconvencido de que una cordial intel1gencia entrela Ar.gent'na, Brasll y Chlle seria de gran provechopara cada una de las tres naciones y tendrí",influencia benéfica dentro y fuera de nuestrospaíses".Era verdad. Contra lo que crela zebailos, IDOBraueo de ningún modo queria la guerra. Era lobastante estadista, lo suficientemente talentosocomo para no ver cuánto de azaroso, de aleatorioy de ruinoso tiene un conflicto bél!lco. Paraél, que había engrandecido a Bras!l sin gastarune. bala, no habla mejor ejército que la diplomacia.Brasll debía tener armas suficientes ypoderosas, pero aceitadas y bien guardadaS comoelemento disuasorio, no compulsivo. Además entreveíauna política novedosa: para cubrir elllaneo sur brasileño o impedir una al1anza quecercan a Brasll liderada por la argentina, elcamino no era andar a los puntazos con BuenosAires, sino Iogra,r la al1anza argentina. Trazadoel eje Río de Janeiro-Buenos Aires, que haciaextensivo a Santiago de Chile, el resto del continentedebla girar en su tomo. Rlo Branco estabaconvencido de que era el único sistema paraterminar con las guerras en Sudamérlca.Empero de momento, y pese a la renuncia deZeballos, las cosas no mejora-ron. Más bien empeoraronlo suflcien te como para que de Brasllno mandaran ninguna representación cuandonuestro país festejó su Centenario el (!5 de Mayode 191,0, lo que fue considerado un agravio quegeneró expresiones hostiles frente a las representacionesconsulares brasllefias. En el otro palsocurr'ó 'otro tanto frente a las argentinas y las(9) Miguel AnR"cl CárClJ,no. Prelridtmc{c. de JQtJf{ P;tJ"ercw. Al.corta, en Historia Argellti1I-G COlltcm/ltn"Únec., Aeademla Nacionald(> la Hí~to:dn, volumon 1, seeción 2~. El Ateneo, Dll. As. 196:1.(lO) Ieldoro Rujo:; Morenu, HÚJW'I"ía de Jan relaciones cxÜ:riore.argenHmllJ, Ed. Porrot, BR. As. 19G1, IlÚg. 86.


l·!Il'Icosas se calentaron tanto que ambas cancilleríasdecidieron firmar un protocolo en agosto de 1910,la vándose las manos de dichos disturbios y afirmandola más duradera a'mistad, tras la cualla carrera g.rmamentista siguió viento en popa.En octubre de ese año cambiaba de presidentela Argentina. Cesaba Flgueroa Alcorta y subíaRoque Sáenz Peña. El nuevo mandatario, que SE"encontraba en Europa. sostenía ideas diametralmenteopuestas a las de Zeballos y muy cercanasa las de Río Branco. Consideraba que la pazs,udamericana sólo podría sostenerse en base aun firme entendimiento con Brasil. AlgO debiócaptar Rio Branco, que decidió aprovechar elcambio de mandatario para provocar un giropolitico. Al efecto, el embajador DIonisia da Gamainsinuó en Buenos Aires la poslb1l1dad de unacuerdo, y -cuando Sáenz Peña negó a Río enviaje a la Argent na, fue recibido poco menosque en triunfo. Tan magnínco y cortés fue eldespliegue del gobierno brasileño después de tantotiempo de desconfianza, que la noticia produjoen Buenos Aires una inmejorable impresión, aliviandosustancialmente los ánimos.Ya en el cargo presidencial, Sáenz Peña machacósobre caliente. En Brasil asumiría el poderel mariscal Hermes Rodrigues da Fonseca, sobrinode Deodoro, el fundador de la república.El presidente argentino envió como embajadorextraordinario a Manuel A. Montes de Oca, ofreciendocon ello una muestra de d;stinci6n quecorrespondía a las gentilezas brasileíi.as. Pero nose quedó ahí pues ag,regó un enviado confidencial.Para el cargo, extremadamente delicado, ya quedeblalograr la detención de la carrera armamenlsta,eHgió a un hábil diplomático con fi;­mes amistades en Río 'de Janeiro, que compartlasus propias ideas de convivencia con Brasil, don~ Ramón J, Cárcano. Desde la caida de JuárezCelman, este hombre, que había llegado a serprecandidato a presidente, vivía poco menos que"radiado de servicio". Pertenecía a una éliteoligárquica que siempre se habia opuesto al generalRoca y había pagado su osadia con treslustros. de ostracismo. Con la em,ergencla deSáenz Peña- que fuera hombre de Juárez Celman-y el fin polít1co de Roca, Cárcano y sugrupo volvieron al primer plano, y como iniciole correpondió la delicada misión ante Río Branco.Naturalmente, antes de hacer las valijashubo discretos contactos con la cancillería brasileñay el embajador Dioinisio da Gama, queaportó seguridades de que la misión seria recibidacon los brazos abiertos para poner fin a la tensastuación.Cabe destacar que la idea de Sáenz Peña teniacaract.eres propios. Siempre sigUiendo las lineasde la politica atlántica que nos imponia la dependenciade Europa, el buscado acercamientoa Brasli era distinto a los lineamientos seguidospor Mitre·Elizalde o por el general Roca. Aquelloshabían implementado una alianza en subordinación,convirtiendo a la Argentina en satélitede Bras'l, basados en el principio de las fronterasIdeológicas. Roca se habia Umltado a un aproximamientosuperficial que no implicaba el menorcompromiso, para adoptar posiciones ant.eTODO ES HISTORIA N9 79terceros países. Sáenz Peña, en cambio. buscabauna coordinación política conjunta en un planode paridad, una suerte de "eje" que perm1ll1ern.la formación de un bloque compacto frente a 10$bJstados Unidos en expansión y como base de unahegemonía dual sobre el continente. Era. entn~otras cosas, una resultante de la política probrJtánicaque nuestro país seguía fielmente.En marzo de 1911 Cárcano llegó a Río de Janeiroen medio de un espléndido recibimiento.Río Branco bajó especialmente de Petrópolispara entrevistar al enviado confidencial y pocodespués comenzaron las conversaciones. Mlgm'lAngel Cárc~no, que acompañó a su padre, describeasí el escenario de las entrevistas (11): "Elbarón recibió a Cárcano en ltamaraty, el palaciodel Imperio, en su gabinete de trabajo amplio yluminoso. E:us ventanales permitían contemplarlos jardines interiores. Cantidad de mapas colgabande sus muros. En gran escala. estabanindicadas las fmnteras del Brasil que el barónhabia logrado trazar con habil!dad y astuciadefiniendo los límites inciertos y los intrincadosprOblemas que dejó la herencia colonial, tare~Labrumadora y paciente de la cual se vanaglo~riaba por haberla ll-evado a cabo por negociacionesamistosas y el arbitraje. En el extremo deunade las largas mesas trabajaba el ·canc11lcren un lugar reducido, libre del cúmulo de documentosy expedientes amontonados sobre lassillas y en el suelo. Muchas veces sus seeretarioslo hallaron escrib'endo en altas horas de la nochealumbrado por un modestísimo candil quenunca le faltaba. Junto a esa mesa tuvieron lugarlas conversaciones confidenciales con Cárcano",Rio Branco habló largamente de su proyecta.­da un'ón entre Brasil, Argentina y Chile paraasegurar la paz, a lo que Cárcano, con plena lucidez,·contestó que lo veía poco vlabI.e porqueello despertaría fuertes desconfianzas en el restode los países sudamericanos, especialmente elPerú, razonamiento que años después se mostrariaperfectamente correcto. Luego se habló dearmam·entos. R,lo Branco propuso un conveniopor el cual las flotas se establecieran de acuerdoa la longitud de las costas. Amablemente, Cárcanodesechó la idea. Sería canonIzar la supremaciabrasileña. El asunto amenazaba no tener salida,sobre todo porque cualquier pacto tendríaque ir a los Congresos para su rat;'flcación y allípodría ser despedazado empeorando las cosas.Ninguna solución corriente parecía adecuada.cuando Cárcano propuso aRio Branco no pactarnada, no firmar ningún papel. Sería simplementeun acuerdo de caballeros. Ambos paises 1imita~rían espontáneamente sus armamentos renunciandoa la compra de nuevos buques de guerra.Río Branco aprobó vivam·ente la solución, peronecesitaba la palabra final del presidente, Esanoche CArcano cenó! con Río Branco y el mariscalFonseca, ya en tren de despedida. En un momentode la conv·ersación el enviado confidencialpreguntó dt.rect9..mente al mandatario si podiacomunicar al presidente argentino que Brasillimitaba su flota. Tras mover la cabeza, el mariscalse limitó a contestar "¡Puede!".Antes de embarcar de regreso, Cárcano telegrafióla noticia a sáenz Peña. Su misión habiasido una de las más fulminantes y exitosas queArgentina llevara a cabo en Río de Janeiro (12).(1) Miguel An¡;:el Cál'cnno. OlJTf/. dtildil. p(I¡;:. liR.(12) v(·,. d('tflll(>~ pn Ramón J. C:\I"C!l.IlU, Mi8 l)r;m"roN oclu'nl."''';;011. En. P"mlln y ei,-Jo, !h. A" 1961>. ¡I:Íj.c 271;


EL TRATADO DEL A B eRio Branco no pudo llevar más adelante supolítica respecto de Argentina y Chlle pues fallecióen 1912. Empero, dejó sentado en Itamaratytodo un cuerpo doctrlnar:o que se hizo tradiciónJi sobr.e cuy'os carriles marcharían sus sucesoresdurante mucho tiempo. Tampoco Sáenz Peílaconcluyó su presidencia, pero la muerte del presidenteno slgn1f1có un cambio de rumbo. El nuevomandatario, VlctOrlno de la Plaza y el cancmer Jo-Manuel ferro. de Campos Salles, presidenlecivil y paull.la.sé Luis Murature mantuvleiron los mismos princi.plos Internacionales. Tuvo oportunidad de manifestarsea raíz del conflicto entre Estados Unidosy México que estuvo a punto de llevar a la guerraa esos dos paises. Ya nos hemos referido R· eseprOblema en otra oportunidad (IR). Recordemossimplemente que a mediados de 1914 Argentina,Brasil y Chile propusieron a Washington y Mexicouna mediación conjunta que fue aceptada ycondujo al tratado de Niagara Falls que suavizólas relaciones en el hemisferio norte,Murature decid1a entonces aprovechar t~l ex~cepcIoneJ moménto de amIstad que se vivia entrelos tres paises más poderosos de Sudamél'ic.a,Retomando la idea de Río Branco lnici6 conversacionescon las cancillerías de Rio de JanE'iro .'YSantiago de Chile tendientes a log,rar un acut."Tctoentre los paises. El canc1l1er brasileño Lauro MUIleraceptó las bas·es propuestas siguiendo la lineude su predecesor; lo llamativo fue la prontitudcon que también aceptó Chile, hasta entonce,reacio a los lineamientos políticos atlántico,Hubo una serie de cabHdeos, cambios de nota..'i ymodificaciones en los textos propuestos. hastaque ei 25 de mayo de 1915 Jasé Luis Muratul"cpor la Argentina, Lauro MUller por Brasil y AlejandroLira por Chile firmaron en Buenos Airesel tratado conocido como del A. B. C., (endient"a soluc'onar los prOblemas que pudieron plnntearseentre los firmantes en caso no previslos «por previos acuerdos, estableciendo un mecan1smopermanente y automático para solventarposibles disid.encias. No era un pacto de nl1anzllpero, desde ya, pOdía servIr de base para. t'.lla,POI' lo cual des-pertó serIos temores en las ot,ra¡.jcan.cillerías americanas, tal como 10 previera CáI"­cano. Tampoco gustó en Estados Unidos. puesel. acercamiento del A. B. C. podía terminar enun bloque que s1rviera de contrapeso a su crecienteinfluencia, sobr.e todo en momentos qlH.!se agravaba la crisis m undlal a rufz de In gum' l' a.europea. De modo que las presiones que Se desen··cadenaron en contra tuerOll lo bastante pod{~rosascomo para anular el tratado. En nuestropaís no fue nada popular, sobre todo en ias l!1asdel radlcallsmo, opuesto a todo. tipo de bloqlW oalianza. Se llegó a dedr que Murature Pl'U un"Zeballos al revés" y el asunto naufragó en elCongreso, pues aprobado por el Senado fu


, IIabsoluta seguridad el pueblo hermano de que migobierno no le vendería armas, sino que el ejércitoargentino cruzarla el Rlo de la Plata paradefender la tierra uruguaya".Era la expresión de la politlca yrlgoyeneana,()puesta a todo tipo de bloqueo o "eje" parcialpero partidaria de una firme solidaridad delcuerpo latinoamericano. El 15 de febrero de 1918el presidente Viera comunicó al parlamentouruguayo la actitud de su colega Yrigoyen y loslegisladores resolv.:eron agradecer oficialmente adon Hipóllto su Inc()ndlclonal ap()yo a la repúblicaoriental. El resto de la guerra transcurriósin mayoreS novedades. Brasil no llegó a Intervenirmll1tarmente en la contf.enda. Una fuerzanaval que se preparaba para operar en el Mediterráneofue Impedida de actuar pQr el armisticio,pero, al Igual que A,rgentlna, Brasil se beneficióeconómicamente con el confllcto. Por primeravez desde el establecimiento de la dlvlsl&internacional del trabajo corrieron pellgro lasvías de comunicación con los centros metropolitanosy el esfuerz() de guerra Obligó a reduclr lasexportaciones a los paises manufactureros. Elloobllgó a producirlas a las naciones coloniales,dando un poderoso Impulso a las Industrias locales.En Argentlnafue Buenos Alres el centromás f.a vórecldo por la novedosa tónica, acentuandoel macrocefallsmo del pals; en Brasil fue SaoPaulo quien surg'ó como núcleo industriallzador,pr-onunclando el desplazamiento demográflc~ haciael Sur.Pero la guerra desubicó pronuncladamente alos estamentos políticos y sociales del vecinopaís, abocándolos al nuevo contexto que surgiade un mundo llberal prOfundamente resquebrajadopor la contIenda. En Argentina las convulsionesfueron mucho menores porque la oligarquíalocal había s'do vencida en las urnas .en1916 con el acceso de Yrlgoyen y las clases mediasa 1 poder: la revolución padflca del sufragio Impidiógrandes estallidos. En Brasil, en cambio.donde perslstia el Juego oltgárqulco pasándose lapelota presldenc'al entre paullstas y mlnelros,ajenos por completo a las nuevas clases e Inquietudes,la emergencia de viejos problemas y flamantesexigencias habrían de generar un deceniode inquietudes politlcas y sociales.EL TENENTISMOl,a década del veinte slgnlficó para la argentinala cúspide de su periodo ltberal. Etapa esencialmentetranquila, de auge económico y predominiode las clases medias, jamás, fueron másrespetadas las llbertades humanas y el ejerciciode la democrac'a. Los cuartelazos eran el exóticorecuerdo de un remoto pasado; el estado de sitiouna estipulación constitucional con escasaposlbllldad de aplicación; la llbertad de prensaera artículo sagrado y cerrar un diario W1a ideaescandalosa, jndlgna del desarrollo alcanzado.La Argen tina consUtuia una especie de moscablanca en la constelación sudamericana, dondelas convulsiones se yuxtaponían incesantemente.Hasta BrasU, tan estable y canUnuo, se estremecíacon los borbotones que parecían surgir deTODO ES HISTORIA N9 79una tierra postergada y castigada bajo el esplendorde un Imponente marcoextemo.Mientras cundia el descontento social y seagravaban los problemas económicos, comenzóa inquietarse el ejército, que tras crear la repúbUcafuera dejado de lado discretamente porlas ollgarquias, que en adelante usufructuaronen poder sin concederle arte ni parte en la conducciónnacional. Arturo da SUva Bernardes,representante de la oUgarquia mlnelra y presdente entre 1922 y 1926, tuvo el dudoso privilegiode enfrentar durante su mandato el peorperiodo de Inestabllldad que conocieran los brasilefiosen muchos afias.E! viejo Br.sll de fachada liberal cruJia por lasbases mientras el sistema Implantado desde loscomienzos de la repúbllca se resquebrajaba aojos vista, desorganizando el edl!lclo estatal culdldosamente·elaborado, donde cada oUgarquiatenia su lugar y disfrutaba de sus prlvlleglosmientras la masa, ausente, se limitaba a ejercerel derecho de callar y obecer. Las clases mediasemergentes, cada dia más Inquietas, ya no seconformaban con un papel pasivo. Como siempreocurre en estos casos, la que fuera clase dirigenteprogresista se convirtió en casta dominanterepresiva para consevar la manija del p()der. Y larepresión trajo consigo a la rebelión.El ejército -sobre todo entre los oficiales demenor graduación provenientes de clase mediaquehasta entonces actuara sola'mente por víasIndIrectas, manteniendo el acatamiento al pOderclvll y sosteniendo el statu quo politlco, comenzóa dar signos de incomodidad con su papel de convidadode piedra. Las viejas oUgarquías ya no estabanen condiciones de modernIzar un Estadocon evld.en tes signos de atraso económico y social.Por lo demás, la gran mayoria de la poblaciónvivía sumergida en un lnfraconsumo cróni.co.corroida por la miseria y la explotación, sin la menorparticipaCión en la vida nacional. Unlcamenteestaban pOlltlzados los núcleos urbanos de clasemedia, ¡:ero de maDera inorgánica e imperfecta.En esa situación, carente de una milsa electoralpoderosa -los analfabetos no votaban y cas'todo el resto lo hacia por los patrones y caclques-,sin una base política sóllda. sin partidosnacionales, el ejército se consideró la única institucióncapacitada para remodelar el Estado,d'rlglr la politlca y vertebrar un movimiento nacIonalque llevara al Brasil al plano que por suImportancia le corr"spondia. Pero l?revlamentedebía sacarse del medio a las ollgarquias, fuertementeatornUladas por una madeja de interesespropios y ajenos. .En julio de 1922 hubo sublevación en Rio deJanelro pero la intentona fue sofocada, Dos añosdespués, y también en jul'o, volvió a estallar larebelión m1l1tar, esta vez con caracteres más gnaves,en la ciudad de Sao Paulo. En raZón de lacanUdad de tenientes y jóvenes oficiales que enella Intervinieron y al hecho de que se buscaba nosólo un cambio de gobierno sino de estructuras,el movimiento fue llamado tenent'smo y habríade tener amplias consecuencias. Durante un meslos tenentes fueron dueños de Sao FaUID, pero elsistema toda vla era sólido. Apretado el movimientorebelde por las fuerzas de represión, losrebeldes evacuaron la ciudad paulista y se replegaronhacia el sudoeste en dIrección a Río Grandedo Sul. Entre los oficiales que se sublevaronse contaba un joven cap'tán de ,26 años llamadoLuIs Carlos Prestes, que habría de protagonizaruna asnmbrosa aventura. Al frente de unos mnhombres entre soldados y voluntarios, durante·


La visita de Campos Sal/es en 1900: (de Izq. C/ der.cha) el presidente lIoca,el cancil/er Quirno Costa, Campos Salles, un diputado brasileño y el expresidente Mitre,tres años eludió con habilidad y destreza todaslas fuerzas del ejército arrojadas en su contra,en una permanente contradanza para evitar encuentrosdirectos y tratando de servir de detonantepara una sublevación masiva del pueblocontra el régImen. Refugiándose en el sertao ymediante un constante desplazam~ento. arrancóde Rio Grande do SUl, atravesó el desierto deSanta Catarlna, siguió la Jinea del rio Paranácruzó por d,esoIadas reglones de Minas Gerais has~toa aparecer en Bahía, en la cuenca del San Francisco,desde donde, siempre acosado por las tropasregulares, volvió a internarse hacia el oeste,pasando por Mato Gr0880 hast-a acercarse al límitecon Bolivia. Esta ép'ca marcha que cubriónada menos que 25..000 kilómetros, convIrtió aPrestes en una figura legendaria, un verdaderopersonaje de novela 'cabaHeresca. Y Caballerode la Esperanza lo llamaron. Finalmente vencido,cerrados los caminos, sus fuerzas se rindieron en1927 y el capitán Prestes pasó a la Argentina exiliado.No había logrado su propésito de provocaruna g,ran rebelión popular porque la enorme masaa la que él se dirigió, hundida aún en un mundoprecapltaIlsta y ajena a todo problema políticoy sociaJ, sólo tenía fuerzas para luchar por unaprecaria subsistencia. También pesó en su contrael temor de los grupos politizados brasileños a loscambios demasiados bru.scos, a las trarudclonesviolentas, Al fracasar estas bases con las que élcontara, fracasó ,el capitán Prestes,,Mientras el tenentlsmo parecía languidecer yPrestes recorría el sertao en busca de una revoluciónImposible, terminó su mandato Arturo daS'lva Bernardes, Como era minelro, de acuerdo ala calesita presidencial establecida correspondlael periodo 1926-1930 a un paulista. Y un paulistaasumió el mando en la persona de WashingtonLuis Perelra da Souza. Las viejas oligarquiasparecían tan sólidas como siempre En cuantoa los tenentes, muchos fueron perdonados y re­Incorporados a filas. Sólo habla sido un pecadltode Juventud (para algunos lo fue en serial. Peroel malestar sIguió su curso y poco después se lesumaron los vientos de la ,gra visima crisis económloaque azotó al mundo occidental. En nuestropaís la crisis arrastró consigo a la segunda presidencade Yr!goyen poniendo punto final al periododemocrático Iniciado en 1916 ,e Iniciando laera neo-oligárquica que Intentó restablecer losparámetros politicos, econo'mlcos y sociales deltiempo de Roca. En Brasil la historia tomó otrocamino, pues la que cayó fue la ollgarquia y loque emergió fue el primer gobierno popUlar quetuvo ese pais.Pág. 87


1, ,l' (1II1 I11 1 '.1¡I, I:/,í Il', ,"·1'·'",:1 ':·'1GETULIO VARGASLa trenza lnteroligárqulca no funcionaba yacomo en sus mejores Uempos y a cada pasosurgían disidencias entre sus grandes sacerdotes.EL error final lo cometió Washington Luis cuandointentó romper la tradición en el peloteo dele, sucesión presidencial. Correspondía a un mineira,pero se empeñó en consagrar a un coterráneopaul1sta, Julios Pr-estes, sin parentescocon el capitán homónimo. Como candidato opo·sitor, al frente de un grupo llamado Alienza Liberal,surgió el gobernador de Rio Grande doSul, Getulio Vargas. Nacido en Sao Borja sobreel rio Uruguay, frente a las costas argentinas, enlas tierras gaúchas que una vez fueron las Misi-oneE.'Orlen tales, Vargas, a los 46 añ-os de edad,era un caudillo nato con una sólida papularld3.da cuestas. Silencioso, cauto, astuto, suavecomo una dama, exquisitamente cortés y mesura~do, nunca faltaba en su rostro una ancha sonrlsa.bonachona. Bajo de estatura, retacón, macizo.nada en su aspecto fisico o en sus modalesdejaba entrever la enorme energía, la dura determinaciónde que era capaz. Ganó las eleccionesporque nó habla opción posible, pero eso no fueobstáculo para el régimen, que se olvidó de lasurnas y proclamó presidente a Prestes.Ll pildora no estaba hecha para ser tragadapor Vargas, que ya había tomado recaudos, Suministro Oswaldo Aranha habia elaborado pacientementeel paso siguiente aseguir, que era larebe!' ón. Por otra parte, todo Brasil estaba hartode las trenzas que. trababan su desarrollo, y elejército, acallado pero no sometido, esperabael momento oportuno. Muchos tenentes de ayerveían con simpatía a Vargas, que hablaba unnuevo lenguaje, Paraiba fue la primera en sublevarse.El 3 de octubre de 1930 la revoluciónestaba en la calle. Siguieron Minas Gerais, RíoGrande do Sul y luego Paraná, y de allí la rebeliónse extendió por tddo el Brasil. Vargas emprendióla marcha sobre Río de Janelro, lo quesuscitó comparac'ones con la Marcha sobre Romade Mussol1nL Lo acompañó el entusiasmo popularen medio de una espectativa que augurabanuevos tiempos para un nuevo BrasiL El 24 deoctubre el ejército tomó cartas en el asunto. Deacuerdo a la mejor tradición brasileúa, los generalescomunicaron gentilmente a Washington Luisque ya no contaba con su apoyo y en consecuenciaquedaba depuesto. El 3 de novit>mbre de 1930Vargas entró en la capital para iniciar una de lasg,estlones más notables y discutidas de la historiabrasilefra.Nominado presidente constitucional por laAsa~blea Constituyente, el primer escollo quedeb' ó salvar fue la crIsis económica y el caudilla­Je local, dueño hasta· entonces de las politlcasreglonales en beneficio de las oligarquías de grandespropietarios. Lo..o;¡ sectores damniUcados prodUjeronel alzamiento de sao PauIo, el Estadomár perjudicado por la emergE"ncia de Vargas,que intentó recuperar por las armas su viejapreeminencia aproveChando la dramática caídade los precios del café con la natural repercusióneconómica, situación que Vargas no había 10-TODO ES HIST0RIA NQ 79grado dominar. Fracasado el intento, se iniciaronlas reformas. Suprimió las barreras aduanerasque separaban a los Estados, dispuso una moratoriade la deuda externa, estableció el voto fem·eninoy amplió la base electoral (hasta el advemmlentode Vargas sólo votaba el 5 ("1, de lapoblación), fortaleció el poder federal e Inició.por primera vez ·en la historia brasileña. un esbozode legislación soc'al dirigida a amparar laenorme masa desprotegida que constituía la mayoríade la población; alentó el sindicalismo enun medio donde los avances en ese sentido nohabían .pasado del plano embrionario, 10 cuall)ermltio qu.e lo llamaran comunista· y como 01'­g'anizó los grem'os por medio del Estado y coningerencia del mismo, permitió a otros llamarlofascista. Las reformas convergieron en la -constituciónde 1934, eminentemente centralista, atenuandoel poderoso y por momentos djsolventefederalismo. Sin embargo, a pesar de su fuertetono ,reformista, el gobierno de Vargas carecíade una prec'sa ubicación ideológica. Era el deceniode la eclosión del nazismo de Hitler. de laItalia de Mussolini, de la Rusia de Stalin y laEspaña desgarrada como campo de batalla entreel nazifasclsmo y el comunismo, mientras lasdemocracias occidentales se desvaían en una grisEl bar6n de Rlo Branco: dos veces la provinciade Buenos Aires sin disparar un tiro.


Ramón C6rcano: un estilo nuevo en nuestrasre/adones con Brasil.atonía, aparentemente res:gnadas de antemano ala derrota. La mayoria no dudaba que Vargasestablecria un, dictadura; el problema consistiaen qué signo adoptaria.Con -el comunismo las cosas fueron mal deentrada. En Rio de Janelro reapareció el capitánP-restes, el que fuera Caballero de la Esperanza.Durante su ex1l10 en Buenos Aires se había convertidoal marxismo. afiliándose al partido comu·nlsta. Viajó a Rusia para completar su adoctri·namiento y de Moscú lo fletaron a su patria paradirigir el sovietlsmo brasilefío como secretariogeneral del partido. El embarcarse en una doctrinay un pensamiento aJeno al de su país,terminó la frustraclón de Prestes; lo que empezaracomo impulso naclonal'sta hondamente brasUeñot~rmlnó dlIuido en el lnternacional1smoalrumblcado y contradictorio del staIlnismo. Tandesubicado estaba el f!omuntsmo -como en todaLatlnoamér"ca- que tomó ciegamente la ondasubversiva que en 1935 desembocó en el alzamientoabierto, irremisiblemente condenado al fracaso. Prestes fue a dar en la cárcel, de la que nosalió en diez años.Tref'- consecp.encias tuvo la intentona de Prestes.Liberó a Vargas de una oposiclón mlnoritadapero agresiva, insufló de rebote a los núcleosfascistas que querían copar el régl'men, y provocóen el ejército brasilefío una incurable alergia.no sólo hacia el comunismo internacional, sinohacia todo tipo de izquierdismo, alergia que aúnp-erdura con agudos slgno.s de pgravamt.ento. Encuanto al fascismo brasilefío, We el más pod~rosode Sudamérica, alcanzando un predicamentoeofluencia como en ningún otro pais del conti·nente. En 1933 el paullsta PUnio S .. lgado fundóel cuerpo de los camisas verdes, simple parodIavernácula de los camisas negras de Mussollni, dequienes tomaron todo el aparato pirotécnico yparamilitar grato a sus compon·entes. Fueron. Inbase y fuerza de choque del partido integrallsta,que apoyó ClIlurosamete a Getullo Vargas y fuea su vez favorecido por éste. El movimiento naz1fasclstaalcanzó gran repercusión en el sur, dondeabundaban las minorias alemanas no integradas,que mantenian sus comunidades cuidadosamenteapartadas, con un sistema educacionalpropio que llegó a contar con dos mil escuelas dehabla alemana, donde se manten!a· eh alto laveneración de la Vaterland. A medida que ladécada del treinta fue avanzado y en Europa sesumaron Jos espectaculares triunfos del TercerRelch de Hitler, esa veneración se eonvirtió enIncondicional admiración al FUhrer, y las mino·rías germanas n'Ü tuvieron empacho en tomarlos simbolos y caracteres de la Alemania nazi,con abundancia de cruces gamadas, paso


minio del sur argentino. Una audaz misión cumplidapor el alférez de navlo Alberto Sautú Riestrapuso en descubierto los preparativos chUenos(14). Al ser imPosible la sorpresa, Chlle desistiódel plan y retiró fuerzas del linde, peroal subir al poder el genera! Agustln P. Justo tomómedidas para evitar problemas. Se cr.eóla Gendarmerla Nacional para cubrir las fronteras,se tomaron recaudos para activar y protegerla Patagonla, se eqUipó al ejército y la flotacon moderno armamento -por primera vez seincorporaron tanques de guerra a las fuerzasde tlerras- y se reconstruyó una aviación nillltarhasta entonces más simbólica que efectiva.Pero además Justo exhumó la polltlca de Roca,siguiendo pasa a paso y calcando al detalle lohecho treinta afias antes por su modelo político.Era menester volverse hacia Brasll para desalentara Chile. Como primer medida el presidenteJusto siguió el consejo de Sáenz Pefia: a Rlo deJanelro no se puede mandar como embajadoral primer desdichado que salga al paso. Es deprimera Importancia para Argentina tener en Rloun diplomático de primera magnitud, ducho en eloficio y conocedor del pueblo brasllefio. Seleccionócuidadosamente al candidato y eligió almejor hombre posible, Ramón J. Cárcano, muyvinculado en Rlo de Janelro y altamente respetadodesde los tiempos de su amistad con el veneradobarón de ~o BMnco. Bien dice su blógra:fo(11í): "No se tiene noticia de ningún embajadorargentino que haya presentado en el BrasUcredenciales como las de Cárcano". De entradanacIó la Simpatía entre el embajador y elpresidente Vargas. Don Ramón, que pOdla expresarseen portuguéS y don Getullo, que hablabaespañol -con acento correntino, como correspondea un natural de Sao Borja- anudaron unarelación que favoreció el acercamiento de ambospaises. Pronto todo estuvo listo para repetir elgambito Roca-Campos Salles. En octubre de 1933Agustln P. Justo visitó Brasil y en 1935 GetuLloVargas viajó a 11 Argentina firmándose una seriede acuerdos, que. aunque llegaban hasta el planocultural, no Implicaban un. al1anza formal. Perosi 'Argent.lna cuidaba sus espaldas al acercarseal Brasil, también Brasl1 protegia su flanco suren un momento pOlítico sumamente dIficil enQU'2 era menester eludir una serie de escollosinternos antes de dar por asentado el régimen.Hubo momentos de efusiva cortesía, como cuandoel presldent,e J,usto recibió el gr,do y las insigniasde general brasileño, per:> no todo fueronrosas. Hubo también momentos de tirantez ydistanciamiento, sobre todo porque en el últimodecenio Brasil se sentía reza.gado frente a la Argentinae !ntentaba alcanzar la paridad vigilandoestrechamente a Buenos Aires. Las desconfianzasji resquemoree renacieran con la Guerra del Chaccentre Paraguay y Bol1vla. contInuación hlstórlc.de la guerra de la Triple Al1anza e hijaputativa de l~ desastrosa polltlca argentina deentoncés. Arg~ntlna volcó su apoyo a! paraguaycon escaso disimulo, pasando armas y abastecimientospoco menos que a cielo abierto, generandoel des~ontento y las sospechas de !tama­;raty, que mostró slmpatlas hacia Bol1via, peroTODO ES HISTORIA N9 79sin llega.r a permitirle pasar armas por su terrl.torio, como solicitó oficialmente el gobierno deLa Paz. Dos factores se oponían a eUo: uno contundente,el veto de Estados Unidos; otro mássl1encloso, el deseo de no llegar a una tensiónpeligrosa con Buenos Aires. Las relaciones se enfriaronsensiblemente y alcanzaron muy bajastemperaturas cuando al confl1cto se sumó unacarrera de cancl1lerias para ganar la paz entrebolivianos y paraguayos. Hubo fintas, tacles, zancadlllasy golpes de furca en abundancia para lograrel alto galardón que significarla poner fin ala guerra. No sóUo estaban metidos en el asuntolos ministros da Buenos Airas y Rlo de Janelro.sino los de buena parte de América -norte ysur- y aún los de Eurt>pa, sea a través de laLiga de las Naciones o fuera de ella. La carrerala ganó al fin Carlos Saavedra Lamas en lo quefue un marcado triunfo diplomático argentinoque aumentó sensiblemente el prestigio de nuestracancillería. Saavedra Lamas ganó el PremioNóbel correspondiente, COn profundo disgusto deBrasil.En 1937 volvieron a erizarse w.s relaciones arai:t, del arrendamiento de varios destructoresnorteamericanos a la flota brasllefia. Volvla aamagar la carrera armamentista, apareciendocomo proveedores Estados Unidos y Alemania,en el afán de Brasil de alcanzar el nivel de Ar- .gentlna y la puja de la Argentina por mantenersu preeminencia sobre Brasll. En esas circunstanciasterminó la misión de Cárc.no como embajador.Con 77 años a cuestas y una salud comprometida,don Ramón solicitó su relevo. Pero lequeda una certeza: mientras Var~a8 fuera presld,enteno habr!.. choques violentos con la Argentil,a.A punto de partir, obtuvo una muestrade especial distinción del mandatario brasileñoque aceptó cenar en la embajada argentina consu familla para despedir al embajador. La fechacomprometida era ellO de noviembre de 1937.EL ESTADO NOVOCon las primeras luces del dia Cárcano quedóconvencido que no habr!a cena alguna. GetulloVargas habla desencadenado un fulminante golpede Estado con el pleno apoyo de las fuerzas armadas,estableciendo la dictadura y proclamandoel, Estado Novo com,:) "-estado de emergencia nacionaJ".No era momento para banquetes ni flor,idascortesías. Disuelto el Congreso, ,acuarteladaslas tropas, desiertas las calles, transcurrió el día.A las 20 horas sonó el teléfono ,en la embajadaargentina: el presidente Vargas anunciaba supróxima llegada para la comida. Cárcano anotóen. sus memorias (HI)c: "Después de oir esta respuesta'el golpe de la mañana me pareciól unaoperación de geometrla. A las 21, en medio deuna noche lluvIosa, se detuvo el coche que con- .ducla a Vargas y su familia en la embajada.Los brasilefios sabemos cumplir nuestras promesas-dijo sonriendo Vargas a Cárcano. -Aunquehaga mal tiempo, contestó con intención el emrajador.-La noche está húmeda pero serena,y dura.nte el dia brilló el ¡¡Tan sol de Brasil,retrucd el presidente. -Esperemos que en estanoche también brillen 1·15 estrellas, fue la réplica(14) Lo hemos tratado en ArflCJttina-Chilc. El secular diferendo.TODO ES HISTORIA, N9 4.5, enero de 1971.(16) Ricardo Súenz Hayes, Ram6n J. Cárcano, Academia Ar­Ilentino de Letras, BI!. As., 1960.(16) Mis prtmtJTos oohenta añOB. p{If,('. 406."II\{


de Cárcano. y durante cuatro horas el hombreque acababa de dirigir un golpe de Estado permaneciódepartiendo animada y despreocupadamente."Ni una llamada telefónica, ni un mensaje,la menor interrupción en su visita, en circunstanciasen que sus actos constituyen la preocupaciónde Brasil, desde el Amazonas al Uruguay",anotó con asombro CArcano.Lo primero que hizo Vargas tras el golpe denoviembre fue caer en peso sobre los· fascistas.Pese a que el nombre de Estado Novo se parecíabastante al de Nuevo Orden impuesto por Hitleren Europa, se apresuró a hacer buena letra frentea Estados Unidos. Las fuerzas de choque paramilitaresfueron drásticamente disueltas, el integralismoborrado del mapa, los jefes persegUidosy el mismo Plinio Salgado debió refugiarse en elexterior por varios años. Pero costó reducir unmovimiento que había cobrado influencia y predicamentoalentado por Vargas. En marzo de1938 los Integrallstas intentaron un golpe de mano,ayudadOS por otros opositores, que estuvo apunto de e1lmln.r a Vargas. En una verdaderaopera-c1ón de comandos cercaron la residenciapresidencial con el mandatario adentro. Durantevarias horas Oetulio y sus famlllares resistierona tiros logrando mantener a raya a los agresores.hasta que las fuerzas del ejérCito lo rescataronde la dlticll situación. Así terminó el integrallsmo,como antes ocurriera con el comunismo, lo cualcongeló las relaciones con Berlín y levantó sensiblementelas acciones brasileñas en Washington.En adelante, y como demostración de la vueltaa los viejos carriles pronorteamericanos, el embajadorJefferson Caffery se convirtió prácticamenteen un funcionario más dentro del gobiernode alo, al que se consultaba y daba cuenta de lospasos a tomar, situación de dependencia quequedó canonizada cuando en ese marzo de 1938se blzo cargo de la cancillería Oswaldo Aranha,convencido defensor de los Estados Unidos, campeónde la allanza incondicional con Washington.y como tal, hombre gratíslmo al departamentode Estado.Liberado de la extrema derecha y de la extremaIzquierda, Vargas se dio a la tarea devertebrar el Estado Novo con un marcado tononaclonal1sta. La base legal tue la constituciónde 1937, autoritaria, centralista, de tono corporativo,que otorgaba al presidente poderes casiomnímodos desconocidos hasta entonces en Brasil,mitigaba fuertemente el federalismo y disminuíalas prerrogativas de los Estados. Era unadictadura constitucional destinada a modernizarel Brasil y como tal, plenamente apoyada por elejército, firmemente cerrado detrás de Vargas.Una de sus metas fue la recuperación de las riquezasnacionales, hasta entonces descuidadas oen manos extranjeras. En 1938 se creó el ConsejoNacional del Petróleo y al año siguiente el ConsejoNacional de Energía Hldráullca y Eléctrica.Intentó poner trabas a las empresas extranjerasque dominaban la mayor parte de la economíabrasileña, Inleló la naclonalizacldh de los serviciaspúblicos, compró varias líneas ferroviariasde acclon',. foráneas y alentó la expansión delcapital nacional; logró concentrar en manos delgobierno federal el control de los medios de comunicación,sobre los que estableció la censura,y echó las bases para que Brasil diera el gransalto hacia potencia Industrial. En 1941 creó laCompaflia Nacional del AC(bro para fomentar lasiderurgIa, cuyo primer paso habría de ser elestablecimiento en Volta Redonda de una granLui. CarIo. Prestos, el caballero de la esperanza,cuando ero


I',1I1,1\1IJI,i ;11, ji!I ¡Ilrq:!1, '"",) :,,1 '¡ji "¡jií:),11! ,I') 1,'mente sobre Rio de Janeiro y otras tantas paraque Vargas R'floJara sus pretensiones.El preslden~e, convencido de que no era posibleoponerse a las exigencias norteamericanas,atenuó sensiblemente su nacionalismo. Brasil seriael satél1te favorito, pero pondría un precio,El do ut des que planteó V'argas fue el equipamientoIndustrial y el desarrolio del Brasll, conel que podría dejarse atrás a la Argentina y recuperarla hegemonla continental, Concedió basesmllltares en el territorio nacional, aceptó quelas fuerzas armaclas se subordinaran a las norteamericanasforjando sus planes como auxi11aresde elia.. y trazó su política exterior dentrode estrictos parámetros dictados desde Washington,A cambio de ello las fuerzas armada., brasUeñasfueron ¡'earmadas y equipndas"con el úl~timo grito de la moda bél1ca, hasta un puntoIncomparable para Latinoamérica. Los capitalesafluyeron masivamente pero fueron a apoderarsede los controles que Vargas quiso mantener en poderdel Estado. La dependencia poHtlca y rnl1ltarimplicó. lógicamente, la subordinación económica.Al cabo se terminó Volta Redonda, pero paradecepCión de quienes tanto esperaran de ella,sus resultados, sabiamente doslflcados desde afuera,fueron mucho menores de 10 supuesto enel primer momento. Camino similar corrió elproceso de Industrialización, parcial y estrictamentecontrolado para mantenerlo en permanentedependencia de la gran Industria norteamericana,al tiempo que se llicontu.ban las diferenciasregionales y 108 desniveles sociales a raiz de lasdistorsiones del proceso de desarrollo.La íntima dependencia de Brasil a los EstadosUnidos tornaba previsible la actitud de Río deJanelro en el plano Internacional. Cuando el 7de dIciembre de 1941 los japoneses atacaronPearl Harbour, no quedÓ duda de lo que pasaríacon Brasil, y en efecto, el 22 de agosto de 194!!Rlo de Janelro se embarcó en el conflicto,VARGAS Y PERONArgentina había seguido un rumbo opuesto,alerrada a una estricta neutralidad. Consecuenteconsigo misma, la anglótlla oligarquía gobernantenos mantenía apllQ'tados de la contienda favoreciendoa. Inglaterra, de quIen éramos el prinCipalreservarlo aUmentarlo. Ello creó una situación dificilcon los Estados Unidos, que comenzaron amostrar los dientes a Buenos AI~es sin lograr conmoveral presidente Castlllo. Cuando Brasli entróen la guerra, el gobierno argentino lo considerópals no bellgel'ante, manteniendo las prerrogativasde que gozara en la paz y acol'dando cuantopudiera ser útil a la defensa brasllel\.a. Pero nadamás. Poco después Argentina era el único paísamericano que no estaba en guerra..El 4 de junio de 1943 terminó el periodo neooligárquicoy el ejército se hizo cargo del poderPor un momento hubo espectatlva en Washingtony en Rlo de Jallelro, en la suposiCión de que elgobierno militar romperla relaciones con el EljeRoma-BerUn-Toklo y entraría sin más en la guerra.En Brasil no dejó de preocupar la poslbillda


Gelulio Vargas, un movimiento populista de dificil etiquelamiento pollrico.tares argentinos contemplaban con creciente preocupaciónla concentración de tropas brasileñasen Río Grande do Sul, armadas con novlsimosequipos abundantemente motorizados y de altaeficiencia, mientras ellos sólo tenían a manovetustos elementos del tiempo de la guerra de1914, Ello provocó de rebote la reacción defensiva.argentina. En vista de que no vendrían armas deafuera, habría que fabricarlas- adentro. Desdela presIdencIa del genera! FlaNell el ejército comenzóa elaborar su propio material, reemplazandola importación de tecnología, circunstanciatotalmente novedosa en Latinoamérica quefue cuidadosamente observada en Brasil.Al cerco diplomático se unió coordinadamenteuna ofensiva. brasileña para atraer a 10s países menoresde 1. cuenta del Plata. Aparte de ofrecer zonaslibres en el puerto de Santos a Paraguay yBolIvIa con el fIn de desvIar de la Argenttna elprincIpal aflujo comercIal, Vargas vIajó a La Pazpara consolidar relaciones; se finnaron acuerdoscon Uruguay para la "defensa común", se otorgaroncréditos en mancomún con Estados Unidosbuscando volcar el centro de gravedad económicode dIchos países hacia BrasIl, asentando la hegemonlabrasileña bajo el manto protector del departamentode Estado.Pero en vista de que el gobierno argentino nocedía a las presiones norteamericanas, el secretariode Estado. Cordell Hull, un purItano Inflexibley duro, tendió a ponerse truculento y enun momento de Inspiración pensó zanjar las cosasmediante una invasión armada de la Argentinapara derribar a la. ¡¡dictadura nazifascista"de Buenos Aires. Cabe destacar que el CardellHuIl de quIen est,mos hablando es el mismoque poco después recIbIó el Premio Nobel de laPaz (igual que antaño su compatriota TeodoroRoosevelt. el del Gran Garrote). por motivos quela s]empre sorprendente Academia de SUecia habrásabido encontrar por ignotos caminos.Para invadIr a la Argentina hacia falta Brasil.y a tal efecto fueron apalabratl08 gObernantes ymll1tares. Tod08 los abalorIos fueron agItados antesus ojos: desde las grandes banderas de la Libertady la DemocracIa, hasta la gloria marcIaly la hegemonía continental. Pero habla tenIdorazón Cárcano: mientras Vargas fu~ra presidenteno tomaría medidas agresivas contra nuestropais. Tampoco los mll!tares estaban dIspuestos ajugar a esa carta. La poslclén argentina ganabasImpatías en toda LatInoamérica, Incluyentlo Brasil,y un ataque en esas condiciones implicaríauna severa pérdIda de prestigIo. Tampoco erasegura la sItuacIón Interna, dado que las gravescontradicciones de la enonne repÚblica seguíanen pIe y podían agravarse hasta puntos Inesperadosen caso de guerra. -y tampoco era segurolo que podría pasar con los argentinos. a pesar desu atraso material y técnIco. Además, 'tampoco ser!auna contienda nacional. Brasil actuaria comotitere, sImple mano muerta de los Estados UnIdosy una vez logrados los propósItos de Washingtonsería indudablemente frenado. De modo que elrechazo fue tDtal y defInItIvo. Bl'asll mandó25.000 hombres a luchar en Europa en una guerraque le era ajena, pero se negó a mover un soldadocontra la Argentina.El año 1945 habria de ser clave en ambos países.En Buenos Aires ascendía vertiginosamentel •. fIgura del coronel Juan DomIngo Ferón. al quese vislumbraba e-omo heredero de la revoluciónde'. 43, mientras el proceso de modernizacIónde estructuras continuaba aceleradamente. Laaparición de Perón con ideas nacionales similaresa, las de Vargas suscitó profundas meditacionesen el Departamento de Estado. Una convergenciaentre Río de Janeiro y Buenos Aires en tan especialescondiciones y con dos caudillos populares,era lo m-enos conveniente para Washington. Cerradoslos caminos directos en la Argentina, comenzóla ofensiva contra Vargas en Brasil.Pág. 93


Para Getullo, la íntima allanza Y subordinacióna los Estados Unidos resultaron fatales para suEstado Novo e Incluso para su posición comomandata'rio. Pese a las reformas llevadas a cabo,casi todas frenadas o desvirtuadas, las viejasollgarquias seguían Intactas y de pie. Les hablaarrebatado el poder directo pero no la influencia,dejándola en condiciones de cobrarse el desquite.Habla fracasado también en el Intento de crearun gran partido nacional, el Socialdemócrata,para sostener su polltlca Integradora. Ráptdamentedominado por los caciques locales y lastolderías regionales, el partido COmenzó a volversecontra el jefe buscando dejarlo de lado. El ejército,que lo acompañara Incondicionalmente duranteun decenio, se apartó Influido por losinstructores norteamerlc.nos y el Pentágono. Lasclases medIas, enormemente fortalecIdas y alentadasdurante su gobierno, también se alejaronencandiladas por la antinomia democracia-totalitarismoInsuflada por la prensa liberal. Vargascon su Imagen de dictador, sus pasados coqueteoscon el fascIsmo, Su estatismo dlrlglsta, comenzóa aparecer como una figura anacrónica en unmundo que salía de una guerra donde fueran vencidoslos totalitarismos. Aunque habla sido unfiel aliado de los Estados Unidos, era ya un personajemolesto para el departamento de Estado,que deseaba un preSidente más dúctl! y "democrático"en Rlo de Janelro. Sobre lo anterior, eldesarrollo industrial, especialmente en la esferasiderúrgica, marchaba mucho más lento de lo esperadoy pese a los esfuerzos de la empresa estatalde petróleo, Brasil seguía aún radicalmente dependientede las Importaciones de combustibles.Pese a sus grandes dotes de político, a la InnatahabUldad y astucia junto a la mente fría y realistaque conservaba Intacta, Oetullo Vargas estabacondenado desde principios de 1945. La sentenciahabía stdo dictada por sus viejos amigos norteamericanos.Para frenar el golpe, Vargas convocó a eleccIones.Con el prestigio de que aún disfrutaba y sabiendoque el partido socialdemócrata sería ganado!',presionó para que el candidato fuera el generalEurico Gaspar Dut-ra, pero una vez procIa ...mado, éste no tardó en poner distancia con elpresidente. En octubre corrían insistentes rumoresen Rlo de Janelro. Vargas no entregaría elpoder. Dlgltarla un golpe de Estado Como el de1937 y seguiría en el mando. También en argentinapasaban cosas durante esos dias. El gobiernomilitar perdla posiCiones aceleradamente desdemeses atrás, retrocediendo a la defensiva frentea los embates cada vez más vIolentos de unafuerte oposIción atizada desde el exterior. se declaróla guerra a Alemania y Japón sin mejorarlas cosas, pero ello permitió reanudar relacionesinterrumpidas con medio mundo. Los dos primerospaíses en l'\1andar embajador a Buenos AiresfuOO'on Inglaterra y BrasU. De W:ashlngton llegóun señor llamado Sprullle Braden a derramar lasIras del departamento de Estado y terminar conla "pandilla militar", especialmente con Juan DomingoPerón. Simultáneamente un cofrade deBraden, de su misma estructura mental e idénticoproc.eder cavernícola, Adol! BerIa, cumplía en RíoTODO ES HISTORIA No 79Corde" Hu": Brasil al servicio de una ogres/6ncontra la Argentina.la sagrada misión de moverle el piso a Vargas. El8 de octubre Braden pareció triunfar en BuenosAires. Parte del ejército se levantó· contra Perónobligándolo a renunciar a sus cargos y confinándoloen Martín García. Pero una semana después,el pueblO salló al rescate de su líder y Perón fueproyectado nuevamente al primer plano, ahoracomo candidato a presIdente. La consternaciónfue enorme en WaShington. Algo había falladopor la base. Era m-enester que el fallo no se repitieraen Río de Janelro. Los rumores de gOlpede Estado seguían agitando el ambiente. Era necesarioimpedir que Vargas orquestara un 17 deoctubre en Brasil. Se obró rápida y eficientemente.Arreciaron los ataques contra Vargas,enquIstándolo polltlcamente. Las presiones se Intensificarona cielo abierto. Los comandos fueroneficientemente motivados. No era posible esp€rara una entrega normal del mando: Vargas debíaIrse ya mismo. El viejo caudillo comprendiÓ quehabía perdido la partida. El 29 de octubre de1945 renunció a la presidencia. El gobierno quecomenzara 27 días después de la caída de Hlpólito


·".""'"~'. '. .~1111,-11'...·............".'J~,_.,~"' ..*~-v"....Ger.per, Dut,er y Harry Trumern en 1945>: la teorla d,,1 "palo llave" funcionandoa piona.Yrlgoyen, concluyó doce dias después del triunfode Perón, colocando a la gestión populista brB3lleñaentre los dos grandes caudUJajes argentinosde este siglO. Vargas habia perdido el favor delas fuerzas armadas, pero conservaba intacto elamor de su pueblo, detalle al parecer secundarlopara los "democráticos"· de Latinoamérica.y aquí debemos detener nuestro relato. La secuenciaque hemos venido narrando. que comenzaracomo un litigio entre España y Portugal,para continuarse luego en América entre susviejas colonias ya independizadas, fue un confllctode paises, de Estados Individuales, similara tantos otros ejemplos de la hlstorla. El! reordenamientogeopoJitlco surgido luego de la SegundaGuerra Mundial trastocó en buena paa1;e la viejaescala de valores, agregando nuevos Ingredientesy circunstancias. El mundo se achicó vertiginosamentecon el fabuloso desarrollo de las comunicaciones,sur.gieron superpotencias dividiéndoseel planeta en esferas de influencia, varióel concepto de explotación y aprovechamientode los recurs:JS naturales, entró en crisis -el viejOcolonialismo, nació el Tercer Mundo y surgiócada vez más acuclante la necesidad de unir alas naciones en bloques para enfrentar los desatiosdel nuevo tiempo. Entre los muehos problemasemergidos del actual contexto en que semueven Argentina y BrasH, surgió el de la Cuencadel Pla·ta, zona antaño Incluida integramenteen las posesiones españolas, hoy dividida entrecuatro naciones y cuya racional explotación darála clave para el futuro de esta parte del continente.Nuestro tiempo· es el de la CUenta delPlata, que por su Importancia y trascendenciamerece estudio aparte, más detenido. Sobre eltema es nuestra Intención retomar, tratando deanalizar la conducta seguida par Argentina yBrasil ante el crucial desafío de la época y buscandotambién extraer conclusiones que nos permitanatisbar ese futuro donde ba de fijar""por mucho tiempo la posición de nuestro país enel mundo. Es decir, si seremos actores de :lahistoria. o nos sentaremos en el montón de laplatea para seguir pasivamente los movimientosde los amos del porvenir ...Pág. 95


I':lECTORES: AMIGOSPUJATOSef¡.or Director:Mis primeras expresiones sonpan;t felicitarlo por su simpáticay valiente revista recordando unven~·Ul·osO y emocionado pasado.DIga emocionado porque en laportada de la revista NQ 77 deoctubre pasado está mi señorpadre que vive en la gloria deDios con el ex presidente Dr. HipólitoYrigoyen. Mi padre, señorLuna, fue un gran caudillo deDiamante (Entre Rios) , ocupóvarías veces la Intendencia Municipaiy la Jef"tura de Pollctacon gran autO'l'm!rd moral. Suestampa de criollo que ustedpuede apreciar con su larga barbadice del est!lo patriarcal desus normas de vida. Nació el 12de noviembre de 1855 y fallecióel 4 de. marzo de 1946, es decir.que vivill 90 años y ¡dando consejoseri, los intantes supremosde la muerte! Tuvo un culto dela amist~d, sus amigos HipólitoYrigoyen, Alem, Laurencena, Etchevehere,Mela, Jaureguiberry,Sagarna y otros más valoraronsiempre su entereza moral y 'supatriotismo.Usted, señor di r e e to r, estácumplien


en el país sería la Quinta Agronómicamendocina que lo fue porel gobernador Segura el 19 deabril d,e 1853. En efecto. tal Instituto,que desde 1939 pasaría aformar parte de la UniversidadNacional de Cuyo como Facultadde Agronomía, es el de más viejoarraigo en nuestra ciudad y elque, a través de múltiples transformaciones,llega prácticamentea nuestros días. Por supuestoque su trayectoria na es continuay conoció prolongados intervalosen su funcionamiento:pero se trata del mismo institutoporque incluso su ubIcacióngeográfica y sU orientación agrícolaes la misma.El primer período de su historiava de 1953 a 1858 y en élse lo llama Quinta Normal deAgricultura. Surge por la leymencionada de 1853 en la quese destinaban 4.000 pesos fuertespara instalar un Colegio de Artesy una QuInta modelo, paralo cual Se usaría la quinta expropiadaa los agustinos, y es enla que actualmente se levantael Barrio Cívico de nuestra cíudad.Para dirigir la novel escuelafue traído de Chile el técnicofrancés Miguel Amable Pouget,quien puso toda su voluntadpara llevar a cabo una obra parala que SE' necesitaban muchomás medios de los que el gobiernoestaba dispuesto a invertir enella. Prescindiendo de los detalles,en 1858 fue dejado cesantePouget y la Quinta fue abandonada.;El segundo periodo es más largoy va de 1874 a 1891 y en élse lo llama de tres maneras:desde 1874 a 1880 constituye elDepartamento de EnseñanzaProfesional de Agricultura y dependedel ColegIo Nacional deMendoza (su resurrección seproduce por la ley de Avellanedade 1872 creando departamentosagronómicos en los colegios nacionalesde Tucumán, Salta yMendoza, así como departamentosmineralógicos en los de SanJuan y Cata marca, en un frustradointento de hacer más prácticoel contenido científico-teóricode los estudios que se seguían enlos colegios nacionales de esetiempo); a partir de 1881 el institutocobra vida propia y se lollama Escuela Nacional de Agricultura(en ella se podían recibirde capataces agríCOlas condos años de estudios, y de peritosagríCOlas con seis); la últimatransformación de este periodola sufre en 1886 cuando elgobierno nacional, para librarsede él, lo transfiere a la administraciónprovincial que lo cierraen 1891 por falta de recursospara su sostenimiento.El tercer y último periodo lollena la historia de la EscuelaNacional de Vitivinicultura queempieza a funcionar en 1897,siempre en los mismos terrenosde la antigua Quinta AgronómIca,y con varias peripecIas ensu existencia alcanza a ser entregadoa la Universidad Nacionalde Cuyo en 1939. De suscomienzos se ocupa el señor Vedoyacon buen criterio.En esto consiste mi colaboracióny créame el autor de tanexcelentes artículos que no lahago efectiva para cambiar laconclusión última de su trabajo(a saber el desproporcionadoapoyo oficial hacia las escuelashumanísticas en detrimento delas técnicas) sino para completarsu panorama desde una perspectivaprovinciana.GENEALOGIAEsteban FontanaMoldes 737Men'dozaAcabo de leer el último artículode Juan C. Vedoya ("NuestraHerencia Tecnológica"), tandocumentado y lleno' de preocupaciónpor lo nacional, como todoslos suyos. Tan solo a títulode completar, más que de rectifIcar,los datos que Vedoya proporcionaen ese trabajo, quisierahacerle saber lo siguiente: diceel autor en la pág. 40, refiriéndosea las subcomisiones de Inmigraciónque debía crear la ComisiónCentral que en todo ellitoral y Córdoba: ellas eran "porsupuesto inexistentes". No sé sIexistieron Comisiones de Inmigraciónen el Litoral, pero meconsta que sí existió una enCórdoba. Su comisión directivala presidía en 1871 el Dit. Jerónimodel Barco y actuaba comoSecretario don Sebastián Samperoel autor de los "ApuntesEstadistlcos de la provincia deCórdoba". El 18 de dIciembredel mismo año se eligió la nuevacomisión que reemplazó a la anterIor.resultando elegidO PresIdenteel mismo Samper, a quienacompañaban como vocales elDr. Antonio Garzón, don FranciscoDelgada, otlo Pabst, PabloBarrelier. G. M. Méndez y JuanGodd. Claro que su existenciano modificaba casi en nada elestado de cosas lamentable enque se desenvolvía la inmigraciónen Córdoba, pues la Comisión!ocal no dIsponía de un pe­Sil para sus actividades. El 14de marzo de 1871. por ejemplo, lacOl1l1,s,ión de Córdoba escribia ala central en Buenos AJres manifestándoleque "Los primerosinmigrantes que llegaron fueronalojados y atendidos con los recursosque generosamente pusoa su disposición de la Comisiónel gObierno de la Provincia", puesella no disponía de medio alguno.y proponía tres diversas formasde allegárselos, -que no sé si fuerontenidos en cuenta o no porla Comisión Central. Todo estoconsta en el Informe de la ComisiónCentral de Inmigraciónde 1871, Imprenta Germanla,Buenos AIres 1872. Y para disiparuna duda que deja planteadaLeón Benarás, en "Eldesván de ello" al re.ferirse a untal Juan de MItre, le diré quesí también, que efectivamente"tenía algo que ver con el autorde la Hlistorla de Belgrano··.Nuestro eminente historiadorPresbítero Pablo Cabrera, dice enuno de sus libros: "En opinióndel eruditísimo Trelles, descendíadel mencionado guerrero el eminentepubl1clsta y general argentinoD. Bartolomé Mitre. Enuna visita" que tuve el honor dehacer a. este prócer, que, dichosea de paso, me brindó una afectuosaacogida, ál recaer nuestroentretién (que duró más de unahora) sobre los hombres y lossucesos del pasado de Córdoba,y evocar (yo) a designIo el nombredel más viejo de los Mitreen tierra argentina, dijo el señorgeneral, con un si es no esde Indlfere!lcla: «de ese personajedesciendo yo, según ciertosapuntes de D. Manuel RicardoTrelles. que obran en mi podery qUe él me los obsequIó>. Ypuso ante mI, vista los pl1egosaludidos, en uno de los cualesaparecía en .bosquejo una especiede árbol genealógIco. complementariodel texto, que habiasido recorrido por mi rápidamente".Dice Cabrera que DonJuan de Mitre "era un tantorudo, arrebatado, violento y hastacruel. Los indios, sus encomendados,le aborrecían - demuerte, a punto de que sucumbióvIolentamente a manos deellos". ('P\>ro. Pablo Cabrera."Córdob¡> de la Nueva Andaluda",PublicacIón oficial. Imprentade' la Penitenciaria, Córdoba1933. pág. 62. nota 42).LOS LOMUTOSeñor Director:. Roberto A. FcrreroDean Fones 2627CórdobaEn su carácter de Director. dePá!:j. 97


esa importante revista, hago llegara Ud. mi sincero reconocimientopor el honor que se meha dispensado al utilizar y citarmaterial de mi libro "EL MUN­DO DE LOS t.UTORES" (Historiade SADAICJ, en la extraordinarianota aparecida en elnúmero de septiembre de 1973bajo el título: "LOS LOMU'I'O -EL T;\NOO AL iPODER", cuyafirma coresponde al Sr. DanielY. Della Costa.Honda satisfacción me ha causadotal hecho ya que, medianteel m!8mo y vuestra atención, hepodido comprobar que toda mivida al servicio de la ca usa a u­toral argentina (el próximo 11de octubre de 1973 cumpllré 40aftas de mi ingreso al CírculoArgentino de Autores y Compositoresde Música), como asimismoel esfuerzo que para mí significóconcretar mi modesto tomo,no han caído en el vacío ypor el contrario y pese a diversosfactores adversos, el mismo haservido históricamente para dara luz, en cierto modo y mediantelas páginas de esa revista, a unconcienzudo trabajo que involucraun Importante aspecto de lavida argen tina poco conocidopor el público, tal como lo esla música popular de nuestropaís y sus Implicanclas.Usted Sr. Director a quien considero,aparte de sus reconocidasy valoradas condicionesliterarias, profesionales y perio­-dísticas, como uno de los másconspicuos autores actuales denuestro acervo popular musical,comprenderá mejor que nadie elmotivo de mi agradecimiento yla pasión que he sentido siemprepor la defensa de todo aquellaque represente a nuestros autores'y compositores.J'e5Ús .Martíncz MoirónBrasil 410 - 29 piso I


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