13.07.2015 Views

Paso a paso hacia una Tamborrada en igualdad

Paso a paso hacia una Tamborrada en igualdad

Paso a paso hacia una Tamborrada en igualdad

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

personaje “histórico”, ha facilitado que se exti<strong>en</strong>da la percepción de que es elque corresponde a las mujeres. De todos modos, y esa es <strong>una</strong> de las principalescaracterísticas de la fiesta donostiarra, no hay un solo modelo para las difer<strong>en</strong>testamborradas. En ocasiones, las aguadoras han abierto el camino a que las mujeresocup<strong>en</strong> otros puestos, sobre todo <strong>en</strong> barriles, de las que están más próximaconceptual y coreográficam<strong>en</strong>te. Sin embargo, otras veces, ha dificultado el accesoa otros papeles, especialm<strong>en</strong>te a los tambores, argum<strong>en</strong>tando que históricam<strong>en</strong>telas mujeres no eran soldados.Es cierto que los militares eran varones (sin <strong>en</strong>trar ahora <strong>en</strong> que la cantineraes <strong>una</strong> figura militar, y <strong>en</strong> las numerosas excepciones históricas a esta regla); perono varones donostiarras, sino de fuera, y a m<strong>en</strong>udo <strong>en</strong>emigos. ¿En qué es m<strong>en</strong>oscoher<strong>en</strong>te <strong>una</strong> mujer tocando el tambor que un donostiarra que se uniformizade francés, inglés o portugués? ¿Aplicaríamos tal criterio a un varón de evid<strong>en</strong>teorig<strong>en</strong> biológico africano o asiático, por ejemplo? La respuesta, evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, noestá <strong>en</strong> la historia, sino <strong>en</strong> la percepción, casi siempre inconsci<strong>en</strong>te pero <strong>en</strong> todocaso muy <strong>en</strong>raizada, que se ti<strong>en</strong>e de la hombría y de la feminidad. Seguram<strong>en</strong>tepor eso mismo sigu<strong>en</strong> quedando tamborradas que no han incorporado a las mujeresni siquiera de aguadoras, ligadas a sociedades gastronómicas “tradicionales”, yeso que <strong>en</strong> la mayoría de casos sus tamborradas son posteriores a 1980.Por otro lado, los uniformes más “clásicos” como los de Gaztelubide yla Unión Artesana, <strong>en</strong>tre otros, no correspond<strong>en</strong> a uniformes históricam<strong>en</strong>tedocum<strong>en</strong>tados, sino a recreaciones de algo que se d<strong>en</strong>omina g<strong>en</strong>éricam<strong>en</strong>te“francés” o “napoleónico”. En su caso, más que “históricos”, son "de siempre". Siaquellas tamborreras con bombachos o soldados con faldas de antes de la GuerraCivil hubieran t<strong>en</strong>ido continuidad, seguram<strong>en</strong>te las nuevas aportaciones sehabrían asumido con naturalidad. Es muy habitual considerar histórica y por tantojustificada la pres<strong>en</strong>cia de lo que se ha conocido “de siempre” o “de toda la vida”.De todos modos, la exig<strong>en</strong>cia de mayor o m<strong>en</strong>or rigor histórico no es solocuestión de género. A medida que la <strong>Tamborrada</strong> se ha ido transformando <strong>en</strong> rito ypor tanto apreciando más su supuesto valor histórico, se acepta lo siempre conocido,pero parece que cualquier novedad exige <strong>una</strong> justificación docum<strong>en</strong>tada. Aquellasprimeras sociedades populares no s<strong>en</strong>tían necesidad de hacer algo así; pero, a partirdel boom iniciado <strong>en</strong> los años och<strong>en</strong>ta del siglo XX, y precisam<strong>en</strong>te más <strong>en</strong> aquelloscolectivos que no eran de orig<strong>en</strong> donostiarra y se incorporaban a la fiesta, la elecciónde atu<strong>en</strong>dos d<strong>en</strong>ota <strong>una</strong> voluntad de integrarse sin olvidar sus raíces, y <strong>en</strong> ello hanrecurrido a la historia: Espai Català, La Casa de Galicia o la de la Rioja han optadopor uniformes de unidades militares vinculadas con sus respectivos territorios, ylas mujeres, por lo que se suele d<strong>en</strong>ominar “trajes regionales”. En estos casos, lostrajes reflejan el deseo de recordar e incluso reivindicar, los oríg<strong>en</strong>es. Porque eljuego integración/difer<strong>en</strong>ciación se limita al ropaje, no a las figuras o coreografías.En el caso de las mujeres, tuvieron que recurrir a un medio que les permitieraintegrarse más fácilm<strong>en</strong>te, y después se ha naturalizado.<strong>Paso</strong> a <strong>paso</strong> <strong>hacia</strong> <strong>una</strong> <strong>Tamborrada</strong> <strong>en</strong> <strong>igualdad</strong>23

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!