Materiales de preparación de la JMJ de Madrid 2011 para grupos ...

EDIFICADOS Y ARRAIGADOSS EN CRISTO, FIRMES EN LA FEdistancia hasta el monte Horeb donde encontró a Dios en la en la brisa a la entrada de lacueva (Cf. 1 Reyes 19, 4-13).Jesucristo, el peregrino salvadorTodos estos ejemplos del Antiguo Testamento prefiguran la venida de Jesucristo, elHijo de Dios, peregrino, que se hace uno con nosotros, Él que puso su tienda entrenosotros (Cf. Jn 1, 14). Él se hace el encontradizo en el caminar de cada persona paraayudarle a descubrir “el camino, la verdad y la vida” (Jn 14, 6a) como también hizo conlos discípulos de Emaús (Cf. Lc 24, 15).En el seno de la Virgen, Jesús es peregrino con María y José en busca de un lugar dereposo en Belén (Cf. Lc 2, 4-5). Recién nacido y con sus padres Él es peregrino en lahuida a Egipto en busca de seguridad (Cf. Mt 2, 13-15). A los doce años realiza laperegrinación anual con sus padres a Jerusalén para la Fiesta de la Pascua según lacostumbre judía (Cf. Lc 2, 41-42). Cuando comienza su ministerio público todos susmovimientos poco a poco van tomando la forma de una peregrinación hacia Jerusalén(Cf. Mc 10, 32-34). Este viaje había empezado en el río Jordán, donde recibió el bautismode Juan y la confirmación del Padre de su identidad de Hijo amado y de su misión (Cf.Mc 1, 9-11), y al igual que Israel fue puesto a prueba en el desierto por Satanás (Cf. Mc 1,12-13). El final de este viaje no es la Cruz en el Calvario, sino que culmina más allá de lasfronteras de la muerte, hasta la gloria de la Resurrección y la Ascensión al Cielo.Viaje exterior, viaje interiorLos viajes exteriores reflejan el viaje interior que el alma realiza hasta encontrarse conDios. Las peregrinaciones terrenas hasta los lugares santos ayudan a los fieles a descubrirlas verdades divinas y dirigir sus pasos hacia el Reino de los Cielos. El peregrinaje quecomenzó con Adán y Eva, Abraham y Sara, Moisés y los profetas culmina en Cristo y susdiscípulos, desde los Doce y Pablo en la Iglesia primitiva hasta los testigos de nuestrosdías. Esta peregrinación se ha prolongado a través de los siglos en la tradición de laIglesia como símbolo del viaje espiritual que cada uno debe emprender hacia la salvación.Iglesia peregrinaDesde el Concilio Vaticano II (1962-1965) la Iglesia ha hablado de sí misma como “laIglesia Peregrina”, significando así su viaje espiritual a lo largo de la historia hacia la vidaeterna en Dios. La Iglesia es el Pueblo de Dios en marcha “hacia la ciudad futura ypermanente” (cf. Lumen gentium, 9), la Jerusalén celestial.27