TEMA 5: AMAR COMO ÉL AMAPor contra, los malvados que se encuentran a <strong>la</strong> izquierda <strong>de</strong>l Rey escucharán estas otraspa<strong>la</strong>bras: “Apartaos <strong>de</strong> mí, malditos, al fuego eterno pre<strong>para</strong>do <strong>para</strong> el diablo y susángeles” (Mt 25, 41 b). El factor que diferencia a los que están a <strong>la</strong> <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> los queestán a <strong>la</strong> izquierda, y su <strong>de</strong>stino eterno, es <strong>la</strong> caritativa <strong>la</strong>bor que realizan los primeros,que incluye vestir al <strong>de</strong>snudo, alimentar al hambriento, acoger al extraño, visitar alenfermo y al prisionero, etc., gestos que Cristo valora como si se le hubieran aplicado a Élmismo.Aquéllos que creen en Cristo no pue<strong>de</strong>n evitar tener un profundo anhelo por aliviartodo mal moral, físico y espiritual. Quienes sostienen convicciones cristianas no pue<strong>de</strong>n<strong>de</strong>smarcarse <strong>de</strong>l esfuerzo por reorientar <strong>la</strong> política, <strong>la</strong> economía, <strong>la</strong> cultura y <strong>la</strong> tecnología,hacia <strong>la</strong> gloria <strong>de</strong> Dios y el servicio a <strong>la</strong> humanidad (Cf. Deus caritas est, n. 30).La fe siempre está animada por <strong>la</strong> caridad, <strong>para</strong> que no que<strong>de</strong> estéril. Como dice sanPablo, “ya podría yo… poseer una fe capaz <strong>de</strong> tras<strong>la</strong>dar montañas; si no tengo caridad,nada soy” (1 Cor 13, 2 b). Del mismo modo, el Papa Juan Pablo II siempre insistió en que<strong>la</strong> fe siempre <strong>de</strong>be “actuar por <strong>la</strong> caridad” (cf. Gál 5, 6 c):“El amor es lo que caracteriza a los verda<strong>de</strong>ros discípulos <strong>de</strong> Cristo, pero no un amorefímero o falso. L<strong>la</strong>mo a los jóvenes a vivir el amor que Jesús vivió en <strong>la</strong> tierra. Ese amorpaciente y dura<strong>de</strong>ro, amor que busca respon<strong>de</strong>r a <strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s reales <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más.Discernir <strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l prójimo— sea necesidad <strong>de</strong> alimento o <strong>de</strong> perdón, <strong>de</strong>vestido o <strong>de</strong> compasión, <strong>de</strong> medicinas o <strong>de</strong> misericordia— es alimentar, vestir y aten<strong>de</strong>r aCristo. Ésta es <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra medida <strong>de</strong>l amor cristiano y <strong>la</strong> manera <strong>de</strong> co<strong>la</strong>borar con Diosen <strong>la</strong> extensión <strong>de</strong> su Reino” (Jornada Mundial <strong>de</strong> <strong>la</strong> Juventud, Denver, EEUU, 1993).Oración: Los frutos <strong>de</strong>l Espíritu(Gál 5, 22-25)“Los frutos <strong>de</strong>l Espíritu son amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fi<strong>de</strong>lidad,mo<strong>de</strong>stia, dominio <strong>de</strong> sí. No hay ley que con<strong>de</strong>ne tales cosas. A<strong>de</strong>más, los que son <strong>de</strong>Cristo Jesús han crucificado <strong>la</strong> carne con sus pasiones y sus apetencias. Si vivimos por elEspíritu, sigamos también al Espíritu.”Textos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> Diosa) Las ovejas y los cabritos (Mt 25, 31-46)Texto <strong>de</strong> apoyo: Por esto reconocerán… (cf. Jn 13, 34-35)Este capítulo <strong>de</strong>l Evangelio <strong>de</strong> Mateo hace referencia al juicio, al Cielo y al infierno,82
EDIFICADOS Y ARRAIGADOSS EN CRISTO, FIRMES EN LA FEtemas que no encajan con facilidad en <strong>la</strong> mentalidad contemporánea. Jesús se sienta “ensu trono <strong>de</strong> gloria” como rey y juez. Sólo Él juzga, pues so<strong>la</strong>mente Él es el Dios-hombreque conoce los corazones <strong>de</strong> todos. A<strong>de</strong>más se nos recuerda que todo es don: “Venid a mí,benditos <strong>de</strong> mi Padre.”Jesús nos enseña que le amamos a Él cuando amamos a los <strong>de</strong>más. Amamos a Dioscuando tratamos a todas y cada una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas como si fueran el mismo Cristo.Cierta vez un mendigo le dijo a <strong>la</strong> Madre Teresa <strong>de</strong> Calcuta “Tú eres Cristo <strong>para</strong> mí”, a loque el<strong>la</strong> respondió “No, eres tú quien es Cristo <strong>para</strong> mí”. El<strong>la</strong> trataba <strong>de</strong> <strong>de</strong>cirle que cadavez que cuidaba con amor a una persona enferma o moribunda, estaba cuidando a unCristo enfermo y muriente. Qué enorme privilegio tenemos al po<strong>de</strong>r amar a Cristo <strong>de</strong>tantas maneras, cada día, con sólo abrir nuestra caridad a los <strong>de</strong>más.Los versículos 41 y 46 hab<strong>la</strong>n <strong>de</strong> <strong>la</strong> cuestión <strong>de</strong>l infierno. El infierno es el <strong>de</strong>stino <strong>de</strong>cuantos libre y <strong>de</strong>liberadamente rechazan vivir en <strong>la</strong> amorosa comunión en Dios (CCE1033). El castigo principal que representa el infierno es <strong>la</strong> se<strong>para</strong>ción <strong>de</strong>finitiva y eterna<strong>de</strong> Dios (CCE 1035). En el Antiguo Testamento a este estado se le l<strong>la</strong>maba “Gehenna.” Lapa<strong>la</strong>bra “Gehenna” era en origen el nombre <strong>de</strong> un valle que se encuentra a <strong>la</strong>s afueras <strong>de</strong>Jerusalén, en el que se practicaban actos siniestros, como quemar vivos a los niños comosacrificios humanos <strong>para</strong> los dioses paganos (cf. 2 Cró 28, 3; 33, 6; Jer 7, 31). En tiempos<strong>de</strong> Jesús este valle se había convertido en el verte<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> Jerusalén – un lugar horrible yhediondo en el que todo se iba corrompiendo y <strong>de</strong>scomponiendo, en un fuego que ardíacontinuamente. Jesús aprovechó esta imagen (cf. Mt 5, 22. 29; Mt 10, 28; Mt 13, 42. 50;Mc 9, 43-48) <strong>para</strong> explicar cómo sería el verse se<strong>para</strong>do completa y <strong>de</strong>finitivamente <strong>de</strong>Dios, en cuerpo y alma (cf. Mt 10, 28).Dios nos ha concedido el gran don <strong>de</strong> <strong>la</strong> libertad <strong>para</strong> que podamos recibir <strong>la</strong> herencia<strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> Dios, esto es, vivir en amorosa comunión con Él por siempre: “Venid,benditos <strong>de</strong> mi Padre, recibid <strong>la</strong> herencia <strong>de</strong>l Reino pre<strong>para</strong>do <strong>para</strong> vosotros <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong>creación <strong>de</strong>l mundo” (Mt 25, 34).Las ovejas y los cabritosMt 25, 31-46“Cuando venga el Hijo <strong>de</strong>l hombre ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong> esplendor y <strong>de</strong> todos los ángeles, sesentará en su trono glorioso. Todas <strong>la</strong>s naciones se reunirán <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> él, y él se<strong>para</strong>rá aunos <strong>de</strong> otros como el pastor se<strong>para</strong> <strong>la</strong>s ovejas <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cabras. Pondrá <strong>la</strong>s ovejas a su<strong>de</strong>recha y <strong>la</strong>s cabras a su izquierda. Y dirá el Rey a los <strong>de</strong> su <strong>de</strong>recha: ‘Venid vosotros, losque mi Padre ha ben<strong>de</strong>cido: recibid el reino que se os ha pre<strong>para</strong>do <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> creación <strong>de</strong>lmundo. Porque tuve hambre y me disteis <strong>de</strong> comer, tuve sed y me disteis <strong>de</strong> beber, fui83
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