Materiales de preparación de la JMJ de Madrid 2011 para grupos ...

EDIFICADOS Y ARRAIGADOSS EN CRISTO, FIRMES EN LA FEtemas que no encajan con facilidad en la mentalidad contemporánea. Jesús se sienta “ensu trono de gloria” como rey y juez. Sólo Él juzga, pues solamente Él es el Dios-hombreque conoce los corazones de todos. Además se nos recuerda que todo es don: “Venid a mí,benditos de mi Padre.”Jesús nos enseña que le amamos a Él cuando amamos a los demás. Amamos a Dioscuando tratamos a todas y cada una de las personas como si fueran el mismo Cristo.Cierta vez un mendigo le dijo a la Madre Teresa de Calcuta “Tú eres Cristo para mí”, a loque ella respondió “No, eres tú quien es Cristo para mí”. Ella trataba de decirle que cadavez que cuidaba con amor a una persona enferma o moribunda, estaba cuidando a unCristo enfermo y muriente. Qué enorme privilegio tenemos al poder amar a Cristo detantas maneras, cada día, con sólo abrir nuestra caridad a los demás.Los versículos 41 y 46 hablan de la cuestión del infierno. El infierno es el destino decuantos libre y deliberadamente rechazan vivir en la amorosa comunión en Dios (CCE1033). El castigo principal que representa el infierno es la separación definitiva y eternade Dios (CCE 1035). En el Antiguo Testamento a este estado se le llamaba “Gehenna.” Lapalabra “Gehenna” era en origen el nombre de un valle que se encuentra a las afueras deJerusalén, en el que se practicaban actos siniestros, como quemar vivos a los niños comosacrificios humanos para los dioses paganos (cf. 2 Cró 28, 3; 33, 6; Jer 7, 31). En tiemposde Jesús este valle se había convertido en el vertedero de Jerusalén – un lugar horrible yhediondo en el que todo se iba corrompiendo y descomponiendo, en un fuego que ardíacontinuamente. Jesús aprovechó esta imagen (cf. Mt 5, 22. 29; Mt 10, 28; Mt 13, 42. 50;Mc 9, 43-48) para explicar cómo sería el verse separado completa y definitivamente deDios, en cuerpo y alma (cf. Mt 10, 28).Dios nos ha concedido el gran don de la libertad para que podamos recibir la herenciade los hijos de Dios, esto es, vivir en amorosa comunión con Él por siempre: “Venid,benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde lacreación del mundo” (Mt 25, 34).Las ovejas y los cabritosMt 25, 31-46“Cuando venga el Hijo del hombre rodeado de esplendor y de todos los ángeles, sesentará en su trono glorioso. Todas las naciones se reunirán delante de él, y él separará aunos de otros como el pastor separa las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a suderecha y las cabras a su izquierda. Y dirá el Rey a los de su derecha: ‘Venid vosotros, losque mi Padre ha bendecido: recibid el reino que se os ha preparado desde la creación delmundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui83