Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
124 • La participación de las mujeres en la democracia Delia Selene de Dios Vallejo • 125<br />
Un indicador de la importancia que el tema del sufragio femenino había<br />
adquirido en México durante los años de la Primera Guerra Mundial<br />
fue que el Congreso Constituyente de Querétaro recibió peticiones<br />
al respecto. Hermila Galindo y el general Silvestre Topete reclamaron el<br />
voto de las mujeres. 8<br />
Los estudios especializados refieren al menos la participación<br />
relevante y activa de más de trescientas mujeres destacadas, mismas<br />
que ejercieron un liderazgo notable en las diferentes regiones del<br />
país. Una de estas mujeres sobresalientes, por sus virtudes intelectuales<br />
y temperamento revolucionario con vocación de cambio, fue<br />
la duranguense Hermila Galindo, periodista y luchadora por los<br />
derechos ciudadanos de la mujer en México; nacida el 2 de junio de<br />
1886 en la ex Hacienda de Avilés, en Villa Juárez, Lerdo, Durango.<br />
Era una mujer emblemática de la Revolución y del movimiento<br />
feminista en México, a quien casi nadie recordaba en su tierra.<br />
Con apasionamiento y el compromiso con ideas de vanguardia,<br />
herederas del movimiento ilustrado de la Revolución Francesa,<br />
donde la mujer se eleva como un componente indispensable del<br />
tejido social, en Hermila Galindo se percibe la lucha permanente<br />
por resignificar el papel ciudadano de la mujer en los asuntos públicos,<br />
propiciando el debate en la esfera pública sin ningún temor o<br />
atadura. Muestra de ello es la audacia de promover, por primera vez<br />
en la historia de México, su candidatura a Diputada Federal al 5º<br />
distrito electoral del Distrito Federal; o bien, responder con dignidad,<br />
inusual para la época, a los rabiosos ataques ortodoxos que<br />
cuestionaban sus argumentos progresistas en el Primer Congreso<br />
Feminista, celebrado en Yucatán el 13 al 16 de enero de 1916, bajo el<br />
auspicio del gobernador constitucionalista Salvador Alvarado.<br />
Ante un foro de 617 congresistas defendió a través de su ponencia,<br />
“La mujer en el porvenir,” el derecho absoluto de la mujer a tomar<br />
las riendas de su destino. Sus tesis sobre la necesidad de educar a la<br />
mujer en el conocimiento racional de su sexualidad, provocaron<br />
sentimientos encontrados entre las participantes. Las opiniones<br />
8<br />
Cano, Gabriela. “Paradojas del sufragio femenino”, pp. 24-28.<br />
radicales y conservadoras la calificaron de inmoral, pero aun así no<br />
lograron que ella desistiera de sus propuestas feministas, las cuales<br />
planteaban la nueva realidad de la mujer después de la Revolución.<br />
Admirada por el Primer Jefe, Hermila siempre tuvo los foros<br />
idóneos donde se escuchaba su voz persuasiva y no pocas veces con<br />
reminiscencias místicas, que siempre buscaba provocar no<br />
la unanimidad, sino la libre discusión que permitiría fracturar la<br />
dura coraza que sobre la mujer, como género, había impuesto<br />
la religión y el Estado Mexicano. Esta cercanía con don Venustiano<br />
Carranza —al que comparaba con el Benemérito de las Américas—<br />
permaneció viva hasta la muerte del caudillo el 21 de mayo<br />
de 1920, bajo las balas del Grupo de Agua Prieta, pues jamás había<br />
perdonado que el político coahuilense, en lugar de apoyar al<br />
general Álvaro Obregón, se hubiese inclinado por el civil Ignacio<br />
Bonillas para que lo sucediese en la Presidencia de la República.<br />
Hermila Galindo no se detuvo en su lucha por conseguir el<br />
reconocimiento político de los derechos de la mujer en México.<br />
Su iniciativa y compromiso con el movimiento feminista mexicano<br />
produjo posteriormente el surgimiento de asociaciones y agrupaciones<br />
feministas, tales como el Frente de <strong>Mujeres</strong> Mexicanas,<br />
el Frente Único ProDerechos de la Mujer y el Comité Nacional<br />
Femenil; bajo la organización política del Partido Nacional Revolucionario<br />
(pnr), primero, y luego del Partido Revolucionario<br />
Institucional (pri). En 1953, las feministas lograron conseguir la<br />
reforma al artículo 34 constitucional, bajo la presidencia de Adolfo<br />
Ruiz Cortines. Este enorme esfuerzo, al que Hermila Galindo<br />
dedicó gran parte de su vida, abrió las posibilidades para que las<br />
mujeres pudieran participar como candidatas a puestos de representación<br />
popular, con todos sus derechos constitucionales; fue así<br />
que, de manera gradual, mujeres como Aurora Meza Andraca y<br />
María del Carmen Martín del Campo ocuparon, por vez primera<br />
en la historia de México, las presidencias municipales de Chilpancingo,<br />
Guerrero, y Aguascalientes, respectivamente.<br />
El 19 de agosto de 1954, muere Hermila Galindo, en una posición<br />
de guerrillera intelectual infatigable, con su máquina Olivetti