ESTRATEGIA DE APOYO A LA FAMILIA DE LA COMUNIDAD DE MADRID 2016-2021

4. Objetivos generales y principios de estrategia de apoyo a la famila de la
Comunidad de Madrid 2016-2021 41/96
Las dificultades que encuentran las familias para tener hijos y por lo tanto la decisión de no tenerlos,
nos sitúa en la sociedad con bajísimas tasas de natalidad. Si consideramos que los poderes
públicos deben proteger el derecho a la maternidad, no cabe sino poner en marcha medidas que
ayuden a las mujeres que desean ser madres, a serlo. No puede ni deben los poderes fomentar
la natalidad, por ser una decisión que afecta a la esfera privada de las familias y no una decisión
de la Administración Pública. Ésta sólo deberá intervenir cuando el deseo y la voluntad de tener
hijos no puedan llevarse a cabo por factores estrictamente económicos o profesionales, que no
tienen su origen en la voluntad de la madre ni del padre. La administración intervendrá entonces
para permitir a esas familias el cumplimiento de un derecho básico: configurar una familia y tener
hijos.
La Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad de trato entre mujeres y hombres,
en su artículo 14.7 hace referencia de manera explícita a la necesidad de que las políticas
públicas reconozcan y desarrollen la protección a la maternidad, con especial atención a
la asunción por la sociedad de los efectos derivados del embarazo, parto y lactancia. Este
objetivo se considera prioritario en la Estrategia de Familia incorporando un conjunto de
medidas para su logro.
Pero además de los argumentos hasta aquí señalados, el apoyo a la maternidad y paternidad,
tiene su origen en un derecho fundamental como es la defensa y protección de la vida, en todos
sus estadios, desde la concepción hasta la muerte natural. Lo que obliga a dar una especial
protección a los niños que están en proceso de formación en el vientre de la madre, pero que ya
pueden ser considerados un ser personal, y por tanto sujeto a protección.
Igualmente la protección a la maternidad y paternidad ayudará a una mayor creación del
capital social que se genera a través de la familia y que facilita la existencia de sociedades más
cohesionadas, estables e incluso más ricas en términos estrictamente económicos.
4. Apoyo a la función educativa de la familia y fomento de la parentalidad positiva.
La familia desempeña, entre otras, una función educativa que resulta imprescindible para la
formación integral de la persona.
Esta función la convierte en un agente social de integración y cohesión de interés público. Resulta
necesario pues trabajar en los dos ámbitos –educación y cohesión social– para lograr que los
resultados educativos sean los mejores.
Parece necesario que los poderes públicos ayuden a mejorar la comunicación entre los miembros
de la familia; que aprendan a resolver los conflictos y también enseñen a sus hijos a hacerlo.
Y en los casos en los que esta estabilidad familiar se rompa los poderes públicos ayudarán
a buscar, a través de la mediación, los mejores resultados. El objetivo es lograr a través de la
mediación y otras medidas recogidas en la Estrategia, evitar procedimientos judiciales y reducir
las consecuencias negativas de las rupturas familiares.
Además, también a través de la nueva Estrategia se persigue ayudar a las familias, de manera
subsidiaria, a llevar a cabo correctamente su función educativa, y que esta no se vea afectada por
factores externos tales como carencias de recursos, situaciones especiales de la composición o
estructura familiar, etc.
Dirección General de la Familia y el Menor
CONSEJERÍA DE POLÍTICAS SOCIALES Y FAMILIA - COMUNIDAD DE MADRID