ESTRATEGIA DE APOYO A LA FAMILIA DE LA COMUNIDAD DE MADRID 2016-2021

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6. evaluación e indicadores de la nueva
estrategia de apoyo a la familia
El principal objetivo de esta Estrategia de Apoyo a la Familia es contribuir a mejorar significativamente
las condiciones de vida de los potenciales beneficiarios respecto a la situación actual. Para ello
es necesario dedicar los recursos públicos descritos en el mismo y gestionarlos de forma óptima
para que las transferencias y servicios lleguen correctamente a sus destinatarios. Sin embargo,
para tener evidencia de que los recursos están bien gestionados y de que el cambio deseado en
las condiciones de vida de las familias se produce, es necesario evaluar dicha Estrategia.
Esta evaluación exige una atención especial porque se trata de una política pública transversal,
y que trata de atender objetivos y cubrir necesidades de muy diferente naturaleza, y sobre todo
difíciles de cuantificar e incluso de objetivar. Y para ello es preciso tener en cuenta que, las
peculiaridades de esta política pública vienen dadas por, entre otros, a los siguientes factores.
1. El proceso productivo por el cuál la ayuda llega a las familias es complejo y en muchos casos
de difícil cuantificación debido a que los objetivos perseguidos son múltiples y a veces no están
bien definidos. Además, en ocasiones varias medidas de la Estrategia pueden influir en avanzar
hacia un mismo objetivo y no está claro a priori cuál es la importancia de cada acción para
cumplir con los objetivos que se han definidos.
2. Esta Estrategia tiene un carácter transversal. Por un lado para su puesta en marcha es
necesario aunar el esfuerzo de distintas Consejerías y unidades administrativas y por otro,
aunque el beneficiario directo es la unidad familiar, también hay que considerar como tales
beneficiarios a todos y cada uno de los miembros que la configuran: padres, madre, hijos,
personas dependientes, etc., y esto puede dificultar la elaboración de ciertos indicadores.
3. En tercer lugar se trata de una política pública cuyo ámbito competencial compartido, lo
que quiere decir que al tratarse de una política transversal, y estar centralizadas algunas
competencias con efecto sobre las familias, encontramos actuaciones públicas en todos los
niveles de las administraciones públicas –central, autonómico y local- Igualmente se llevan
a cabo, cada vez más, actuaciones desde la sociedad civil, a través de entidades privadas
sin ánimo de lucro. Incluso en ocasiones también desde el ámbito empresarial a través de
actuaciones que tienen que ver con la conciliación laboral y familiar, lo que dificulta todavía más
identificar el impacto de cada medida.
4. Finalmente, todos los actores implicados en esta Estrategia deben tener claro que la evaluación
es una herramienta para mejorar su gestión y aprender de la experiencia, tanto de los logros
como de las debilidades, para corregir los problemas que se detecten durante su puesta
en marcha así como para la elaboración de futuras actuaciones. La evaluación no es una
fiscalización y esto debe ser bien entendido por todos los agentes que participan en el mismo
porque de no hacerlo no contará con la colaboración necesaria para obtener la información que
permita una evaluación exitosa.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, cabe a continuación destacar que cualquier proceso
de evaluación implica necesariamente recoger información acerca de todos los objetivos y líneas
de actuación de la Estrategia, fundamentalmente a través del uso de indicadores que sean
atribuibles a las medidas puestas en marcha. Mediante indicadores es posible cuantificar los
Dirección General de la Familia y el Menor
CONSEJERÍA DE POLÍTICAS SOCIALES Y FAMILIA - COMUNIDAD DE MADRID