RUMBO Jaguei Tishrei 5776 (2015)
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jabad<br />
Rabino Ephraim Rosenblum<br />
NACÍ EN 1935 EN MONTREAL, Canadá. Por las<br />
tardes, a la salida de la escuela judía a la que asistía,<br />
iba a una escuela de Lubavitch, y en los veranos acudía<br />
a un campamento de Lubavitch. Más tarde, cuando<br />
la escuela se convirtió en una yeshivá cuyos horarios<br />
abarcaban el día entero, me integré a tiempo<br />
completo. Fui muy buen estudiante, pero después<br />
de mi bar mitzvá decidí dejar Montreal y asistir<br />
a la Yeshivá Torah Vodaas en Nueva York. Eso fue<br />
en 1948.<br />
Una vez que aterricé en Nueva York, aun estando<br />
en Torah Vodaas, asistía a casi todos los farbrengens<br />
de Lubavitch en Crown Heights. Y en 1951, a los 16<br />
años, tuve mi primera audiencia con el Rebe.<br />
Me habían adelantado que no era apropiado sentarse<br />
frente al Rebe, pero él me invitó a hacerlo, y<br />
aunque yo era apenas un adolescente, me habló como<br />
se le habla a una persona de respeto. Me preguntó<br />
qué estaba aprendiendo en la yeshivá, y le dije que<br />
aprendía Masejet Gittin, el tratado del Talmud que<br />
habla sobre el divorcio. Él me dijo: “Ya sabes, el concepto<br />
de divorcio –en un sentido espiritual– se aplica<br />
a cada judío. ¿Por qué? Porque todos tenemos que<br />
Hace poco, el padre del<br />
rabino Shui Rosenblum,<br />
quien es director de<br />
la escuela de<br />
Lubavitch en<br />
Pittsburgh, ofreció<br />
una conmovedora<br />
entrevista en la<br />
que recordó sus<br />
encuentros con<br />
el Rebe<br />
divorciarnos de nuestro yetzer hara, nuestra inclinación<br />
al mal”.<br />
Más o menos un año después, mis padres quisieron<br />
que dejara la yeshivá y que fuera a la Universidad.<br />
Yo no quería, así que acordamos que iría a la<br />
Universidad si el Rebe decía que debía hacerlo.<br />
Y entonces asistí a mi segunda audiencia con el<br />
Rebe, quien me dijo que no debería ir a la universidad<br />
hasta los veinte años. “Y cuando tenga veinte, ¿debería<br />
ir?”, le pregunté. Él dijo: “Por entonces el Mashiaj<br />
podría venir y redimir a todos los judíos, y tú estarías<br />
incluido entre ellos, así que, ¿para qué preocuparte de<br />
lo que pasará cuando tengas veinte años?”.<br />
En 1953 pasé Simjat Torá con mi hermana, quien<br />
ese año se había casado con un jasid de Lubavitch.<br />
Justo después, mi hermana tuvo una audiencia con el<br />
Rebe, quien le preguntó por mí. Cuando mi hermana<br />
regresó, me dijo: “El Rebe quiere que estudies en la<br />
yeshivá de Jabad”.<br />
rumbo a tu judaísmo | 27