RUMBO Jaguei Tishrei 5776 (2015)

preguntas al rabino
Estar PASADO
DE PESO
Rabino Aron Moss
PREGUNTA:
Como entrenador, me pregunto si la salud y
el fitness tienen lugar en el Judaísmo. Parece
que el mundo secular alienta una vida
saludable más que el mundo judío. ¿Acaso el
bienestar físico no es importante?
RESPUESTA:
En el mundo moderno vemos la salud como la nueva
moral. El bien y el mal se miden ahora en calorías. Las escalas
de mérito ya no se hallan en el cielo, sino en el piso del
baño y el juicio diario es pronunciado en kilos y libras.
Esto tiene sentido si vemos al ser humano como un
simple cuerpo sin alma. Si la carne lo es todo, la salud se
vuelve el mayor ideal. Pero desde la perspectiva judía, el
alma es nuestro verdadero yo, y el cuerpo es su vehículo.
La salud corporal es importante solo para que podamos
expresar nuestro yo más elevado. Como albergue de nuestra
alma, nuestro cuerpo es un regalo del Creador para
que lo usemos mientras estemos en este mundo. Es algo
prestado, que debemos tratar siempre con respeto.
El gran pensador judío Maimónides escribió en el
siglo XII: “Cuidar la salud y el bienestar del cuerpo es
una de las maneras de servir a Di-os”. Y de inmediato
explica por qué: “Uno es incapaz de pensar claramente y
comprender la verdad si no está bien”.
De modo que un cuerpo saludable no es, en sí
mismo, el propósito de la vida, sino que nos ayuda a
cumplir nuestro propósito. Nos transporta hacia el bien,
pero no es la meta.
La tradición judía no proporciona excusas para no
estar saludable. Por el contrario, nos da la mejor razón
posible para vivir saludables: la vida tiene sentido y propósito
y cada día es precioso. Solo si la vida tiene sentido
vale la pena cuidarla.
¿Por qué aún
estoy obeso?
Rabino Mendel Teldon
PREGUNTA:
Si le rezé a Di-os para perder peso,
¿por qué no soy talla 2?
RESPUESTA:
Di-os escucha cada plegaria y la
responde. La belleza de Su método consiste
en que nos deja espacio para crecer. Nunca
desecha nuestro libre albedrío. Nos permite
lograr cosas por nuestra cuenta y asumir la
responsabilidad de nuestras acciones.
Cuando oramos a Di-os, no le pedimos
que nos convierta en talla 2. No lo hará,
aunque puede. Le rezamos para que nos
conceda la fuerza y la inspiración para
tomar decisiones correctas.
Alégrese de que Di-os no le dé todo lo que
le pide. Esté feliz de que Él le dé una vida para
vivirla con propiedad, con sus propios logros,
su propia manera de hacer las cosas y la talla
que es apropiada para usted.
rumbo a tu judaísmo | 35