Para que no sea un oasis... Reflexionando con Ángela Davis
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
22 para <strong>que</strong> <strong>no</strong> <strong>sea</strong> <strong>un</strong> <strong>oasis</strong><br />
LAS SALAS DE ESPERA<br />
DE LAS CÁRCELES<br />
ESTÁN LLENAS<br />
DE MUJERES<br />
OIHANA ETXEBARRIETA LEGRAND<br />
Militante de Bilg<strong>un</strong>e Feminista y de la izquierda abertzale<br />
Hablar sobre la participación <strong>que</strong> las mujeres<br />
hemos tenido, o <strong>que</strong> tenemos en este momento,<br />
en los <strong>con</strong>flictos políticos, <strong>no</strong>s obliga<br />
a analizar todas las f<strong>un</strong>ciones y los ámbitos de vida.<br />
Muchas han sido las <strong>que</strong>, sobrepasando los roles <strong>que</strong><br />
les habían sido asignados, han ocupado el espacio público<br />
y han logrado <strong>que</strong> se escuche su voz, superando<br />
numerosos obstáculos en el cami<strong>no</strong>. Hemos hablado<br />
de mujeres <strong>que</strong>, rechazando el rol <strong>que</strong> les tocaba, han<br />
tomado las armas por la liberación de su pueblo, así<br />
como de mujeres <strong>que</strong>, peleando <strong>con</strong> sus compañeros,<br />
han trabajado en partidos políticos e instituciones.<br />
Pero también hay quien se ha dedicado a <strong>un</strong>a lucha<br />
sin ning<strong>un</strong>a visibilidad y sin reco<strong>no</strong>cimiento algu<strong>no</strong>: en<br />
el cuidado de la com<strong>un</strong>idad, en la recuperación de las<br />
heridas... Así como el imaginario masculi<strong>no</strong> del militante<br />
ha influido en las mujeres militantes (y también en los<br />
hombres), el imaginario femeni<strong>no</strong> de la cuidadora de la<br />
familia y del pueblo ha afectado a quienes han decidido<br />
o les ha tocado este papel.<br />
El colectivo de las personas <strong>que</strong> pueden estar en<br />
estos trabajos de cuidados es muy amplio (a<strong>un</strong><strong>que</strong>, a<br />
su vez, invisible); <strong>no</strong> obstante, hoy pretendemos fijar<strong>no</strong>s<br />
expresamente en las y los familiares y amigos de<br />
las presas y presos políticos vascos. Tal y como decía<br />
Aprovechando la estancia de Angela <strong>Davis</strong> en<br />
Euskal Herria, me gustaría hacer <strong>un</strong>a pe<strong>que</strong>ña<br />
reflexión, al hilo del <strong>con</strong>flicto vasco, sobre<br />
el papel de las mujeres y el feminismo. Seguramente<br />
<strong>no</strong> <strong>no</strong>s dirá nada nuevo, pero es algo <strong>que</strong> desde hace<br />
tiempo está presente en el debate colectivo.<br />
En la lucha por la libertad de Euskal Herria, el sujeto<br />
principal siempre ha sido el hombre, el Gudari, Itziarren<br />
semea, el hijo de Itziar. A las mujeres <strong>no</strong>s han asignado<br />
<strong>un</strong> seg<strong>un</strong>do pla<strong>no</strong>. Además, se <strong>no</strong>s ha dicho <strong>que</strong><br />
teníamos <strong>que</strong> ser buenas y competentes militantes, lo<br />
cual, por supuesto, se ha valorado siempre desde <strong>un</strong><br />
prisma masculi<strong>no</strong>: <strong>no</strong>s han dicho <strong>que</strong> <strong>no</strong> teníamos <strong>que</strong><br />
llorar, <strong>que</strong>, a<strong>un</strong><strong>que</strong> las estuviésemos pasando moradas,<br />
debíamos apretar los dientes, aguantar, seguir y<br />
levantar<strong>no</strong>s... Hemos tenido <strong>que</strong> realizar mayores esfuerzos<br />
para estar a la par de los hombres, y para recibir<br />
<strong>un</strong> escaso reco<strong>no</strong>cimiento la mayoría de las veces.<br />
Como muchos compañeros <strong>no</strong>s han dicho “hemos<br />
sido <strong>un</strong>as máquinas”, y el ritmo ha sido frenético, el<br />
mismo <strong>que</strong> el de <strong>un</strong>a cadena de producción.<br />
Hemos sufrido la represión, el acoso, detenciones,<br />
tortura, cárcel, exilio, muerte. Hemos escuchado<br />
palabras duras y brutales. En este pueblo todas y<br />
todos <strong>no</strong>s hemos acostumbrado a escuchar cosas<br />
tales como “oso latza izan da” o “atznugal”. Pero,<br />
a<strong>un</strong><strong>que</strong> <strong>no</strong>s han enseñado a ser los hijos de Itziar,<br />
yo n<strong>un</strong>ca me he sentido así. En todo caso, la hija de<br />
Itziar. <strong>Para</strong> mí, la misma Itziar, así como sus hijas, han<br />
sido las principales referentes, las brujas <strong>que</strong> he en<strong>con</strong>trado<br />
en el cami<strong>no</strong>. Por encima de los obstáculos,<br />
he hallado sus miradas cómplices, sus abrazos,<br />
lágrimas y risas, han sido mujeres maravillosas <strong>que</strong><br />
EL RELATO<br />
DE UNA BRUJA<br />
MARINA SAGASTIZABAL EMILIO-YUS<br />
Bilg<strong>un</strong>e Feministako kidea eta preso politiko ohia<br />
han mantenido mi pasión por la lucha hirviéndome<br />
en las venas. En Euskal Herria han sido muchas las<br />
mujeres <strong>que</strong> han militado en el movimiento de liberación<br />
nacional, en todos sus ámbitos y en todas sus<br />
expresiones: empezando por la creación de las ikastolas,<br />
hasta la lucha armada; desde los movimientos<br />
antirrepresivos, hasta el movimiento feminista; desde<br />
el movimiento de la clase trabajadora, hasta el movimiento<br />
juvenil. Durante todo el cami<strong>no</strong> ha sido, por<br />
tanto, imprescindible la aportación de las mujeres,<br />
a<strong>un</strong><strong>que</strong> ésta la mayoría de las veces haya <strong>que</strong>dado<br />
oculta. A la aportación de las mujeres muchas veces<br />
se la <strong>con</strong>sidera como <strong>no</strong> política, ya <strong>que</strong> <strong>no</strong>s quie-<br />
ren solamente como víctimas. En alg<strong>un</strong>as ocasiones,<br />
dentro de nuestro propio movimiento, hemos sido<br />
<strong>con</strong>sideradas como algo pisoteado, como “pobrecitas”.<br />
Otras veces, <strong>no</strong>s han reducido a ser la madre, la<br />
hermana o la <strong>no</strong>via de <strong>un</strong> hombre. De esta manera,<br />
nuestra aportación <strong>no</strong> respondería a nuestra predisposición<br />
o a nuestra determinación, si<strong>no</strong> simplemente<br />
a haber elegido mal a nuestra pareja. Además, en<br />
muchas ocasiones se <strong>no</strong>s ha valorado según nuestro<br />
físico, <strong>con</strong>virtiéndo<strong>no</strong>s en objeto, en vez de ser sujeto<br />
de la lucha: feas, gordas, as<strong>que</strong>rosas...<br />
La violencia sistemática <strong>con</strong>tra nuestro pueblo ha