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compatible la libertad de la persona frente al marxismo y la justicia social<br />
frente al liberalismo. El problema se produce por la quiebra existente entre la<br />
justicia social y el liberalismo.<br />
Los derechos humanos pueden clasificarse como de primera generación (son<br />
los derechos civiles y políticos), de segunda generación o de solidaridad (son<br />
los derechos culturales, económicos y sociales) y de tercera generación (son los<br />
derechos a un medio ambiente equilibrado y a la paz mundial). Sin embargo<br />
el pensamiento único, liberal, que domina en el mundo occidental de forma<br />
abrumadora desde la década de los ochenta del siglo 20, se empeña en<br />
anestesiar a los que no comparten sus argumentos. Tal modelo se ha<br />
convertido en una especie de sabiduría convencional que domina en las<br />
empresas, universidades y casi todos los gobiernos influyentes.<br />
<strong>La</strong> concepción de la vida como algo puramente económico y evaluable se basa<br />
en otras ideas: un equilibrio económico a largo plazo, una economía de<br />
mercado eficaz y unos agentes que buscan la optimización de sus<br />
comportamientos. En el primer caso se considera que el equilibrio es<br />
atemporal, y en algún momento los mercados se autorregularán o vaciarán. En<br />
el segundo, se da una de las paradojas más notorias de la tradición liberal, ya<br />
que la economía de mercado, con mercados autorregulados, en sustitución de<br />
los mercados aislados y regulados, ha sido lo que es gracias a la intervención<br />
de los gobiernos, a pesar de que la ideología defendiera ese mercado liberal<br />
como el resultado de un proceso natural. Cuando lo necesita, el liberalismo<br />
utiliza la intervención del estado y critica el “laissez faire”, y a la inversa. <strong>La</strong><br />
tercera idea también es clave, pues en ella se sustentan tanto la teoría del<br />
consumidor como del productor, fácilmente criticables pues no se ha llevado a<br />
cabo ninguna verificación robusta sobre las características psicológicas de la<br />
conducta de los consumidores (básicas para la función de consumo), ni de los<br />
productores.