REVISTA TRENDTIC ED 11

ESPECIAL
ESPECIAL
Quien más que una mente brillante
como la de Albert Einstein -el famoso
físico alemán de origen judío- nos podría
haber entregado, probablemente,
una de las mejores definiciones de lo
que conlleva una transformación digital:
“No podemos resolver problemas
pensando de la misma manera que
cuando los creamos”. Con esta frase
atribuida a él, imagínese ahora a
Einstein asistiendo al ICARE en Casa
Santiago Fernández
Gerente General - Seidor
Piedra, dando una charla a los empresarios
chilenos, diciéndoles la misma
frase, en donde sólo le agregaríamos
la palabra empresa. La célebre frase
quedaría así: “No podemos resolver
problemas en la empresa, pensando
de la misma manera que cuando creamos
la empresa”.
Es cierto, estamos abusando de su
imaginación, haciéndole pensar en
una situación así, sin embargo, lo que
no es una imaginación, es que las empresas
hoy en día se están viendo en-
frentadas a nuevos desafíos, en donde
nos encontramos en tiempos de cambios,
de incertidumbres, en tiempos
con clientes más informados, más exigentes,
más empoderados, con talentos
que no se proyectan por muchos
años en una organización, con empresas
que a pesar de no tener ni un sólo
taxi, son una de las empresas más importante
de transporte de pasajeros.
Es verdad que las empresas desde
siempre se han visto enfrentadas a
diversos desafíos, pero también es
verdad que la transformación digital,
no es sólo un término de moda, sino
la oportunidad de reinventar una organización
a través de las tecnologías
disponible en el mundo digital.
Y para ayudar en el proceso de reinvento,
de cambios, iremos descifrando
algunos consejos de quienes ya llevan
camino recorrido la transformación digital.
En primer lugar, cuando hablamos
de transformación digital, no estamos
hablando simplemente de implementar
una página en internet o
un carrito en la web para que los
clientes puedan comprar; es mucho
más que eso y así lo confirma Santiago
Fernández, Gerente General
de Seidor, señalando que la transformación
puede apuntar a una o
a varias de las siguientes cinco dimensiones:
1.- “Consumidores: entender las
necesidades cambiantes del consumidor,
que surgen a raíz de las
innovaciones digitales, con la finalidad
de agregar valor a su experiencia.
2.- Productos y Servicios: adopción
de soluciones digitales para el desarrollo
de una oferta de valor competitiva
en el mercado.
3.- Colaboradores: desarrollar un
ecosistema con perfiles digitales
multidisciplinarios, permitiéndoles
mediante una plataforma centralizada,
comunicar y colaborar en instancias
de creación e innovación.
4.- Procesos: apunta a digitalizar flujos
de trabajo en la nube, minimizando
restricciones de tiempo, distancia y
accesibilidad.
5.- Información: recolección, análisis,
diagnóstico y conclusiones para llegar
a una estrategia enfocada en optimizar
los puntos anteriores”.
Por lo que se presentan muchas posibilidades
de impactar a la organización
a través de una transformación
digital.
Una buena aproximación, como lo indica
Pedro Pablo Serrano, Gerente de
Administración y Finanzas Corporativo
de la Sociedad Nacional de Agricultura,
es: “preguntarse ¿Por qué la quiero
hacer? o ¿Para que la quiero hacer? Y
hay que contestársela de manera muy
honesta: si es algo que quiero hacer
porque me gusta la tecnología y a veces
nos gusta comprar tecnología o
porque simplemente nos viste mejor.
Entonces éste es un ejercicio super
relevante, preguntarse ¿Por qué lo estoy
haciendo? ¿Qué espero lograr con
esta transformación? Y una vez que
me respondo esas preguntas, luego
hago las siguientes que son: ¿Realmente
agrego valor a la organización?
¿Cómo mido ese valor agregado después
que termine+
++ el proyecto, ya sea para los clientes,
inversionistas, stakeholders o
para los colaboradores de la empresa?
Si no tienes esas respuestas claras”,
enfatiza Pedro Pablo, “te diría: evalúa
bien tu transformación digital, porque
puede ser que no la necesites”.
Un ejemplo de que una transformación
“per se” no siempre es necesaria, es
la que comenta Alexis Collao, CIO de
Mega: “Hace unos cuantos años atrás
hubo un boom de la televisión en tres
dimensiones (3D), en dicha oportuni-
Pedro Pablo Serrano
CFO - SNA
dad vinieron muchos proveedores a
vender cámaras y sistemas de emisión
que eran carísimos; en algunos canales
incluso se hicieron transmisiones
pilotos de programas en 3D, en donde
una persona utilizando unos lentes,
podía ver televisión con “profundidad”
logrando una sensación de realismo,
lo que se presentaba como una gran
novedad - se decía que era la televisión
del futuro. Hoy en día la mayoría
de los televisores tienen la opción
3D (que incluso no requiere utilizar
dichas cámaras estereoscópicas, sino
que se logra un efecto similar con procesamiento
de imágenes computarizadas),
y ¿quién lo usa? Casi nadie.
En aquel momento, los canales habían
comenzado a realizar grandes inversiones
para poder transmitir en tres
dimensiones, pero fue solo una moda.
El caso anterior es un claro ejemplo de
los cuidados que se deben tener con
la tecnología, la transformación digi-
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