LaDescarga0007
Séptima Edición de La Descarga, revista dedicada a la música, a la cultura y al arte en Ecuador.
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LA DESCARGA<br />
El día que aprendí a fumar<br />
Diana Arce<br />
En el 2002, a los 14 años, estudiaba en un colegio donde las clases empezaban<br />
a las 7 de la mañana. Yo siempre estuve puntual en la parada del bus del colegio<br />
y mi bus se llamaba “El chico Tomita” . Una mañana desperté con un impulso<br />
indescriptible de caminar y aprender a fumar. Me puse el uniforme del colegio.<br />
Falda gris, chompa verde pino, media-pantalón de lana, zatos de muñeca y una<br />
bufanda de mi papá de aspecto más bien deprimente: café con cuadros azul<br />
marino.<br />
Desayuné mientras mi madre leía un libro sobre los pequeños tormentos que<br />
los adolescentes están obligados a aguantar. Salí unos 10 minutos antes de que<br />
llegue el chico Tomita y me desvié. Me detuve en una tienda. Según yo, no tenía<br />
tiempo para hacer compras, de modo que me limité a comprar una cajetilla<br />
grande de Marlboro blanco.<br />
Empecé a caminar en dirección al Sur. Al Cajas específicamente. Había escuchado<br />
no sé dónde que unas personas tuvieron una muerte dulce ahí. Una muerte de<br />
frío dulce. Pero yo no quería morir exactamente. Sólo quería caminar sin parar.<br />
Y aprender a fumar. Y lo hice. Caminé por horas. Nunca me detuve para nada.<br />
En silencio, en total armonía.<br />
A las 5 de la tarde sentí el cansancio, así que entré a una vieja y enorme casa<br />
de piedra donde me recibió un tipo de unos 20 años de pelo color café, que me<br />
preguntó si me había fugado del colegio, si necesitaba ayuda y si sabía fumar<br />
realmente. A todo dije que no. Así que el tipo me enseñó a fumar. Se me hizo<br />
difícil al comienzo pero lo logré. De repente me vino un ataque de tos que<br />
no paró. El tipo empezó a darme consejos sobre la vida, a hablarme sobre la<br />
importancia de terminar el colegio y a decirme que no debería seguir caminando<br />
sola. Para que las cosas fueran todavía más irritantes, entró su mamá gritando<br />
que ya es hora de llevarle a la Jacinta a Cuenca, que se apure.<br />
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