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Antología de literatura y artes de la revista LAK-BERNA edición especial
Antología de literatura y artes de la revista LAK-BERNA edición especial
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Cada vez que sentía el rechazo, el horror, el desagrado a mi persona, me<br />
preguntaba el por qué, ya que no entendía porque los mortales no aceptaban algo<br />
que era lógico en sus vidas y que al fin de cuentas era el sino que tenían desde su<br />
nacimiento; llegué a preguntarme tanto esto que hubo un instante en que no me<br />
hacía mella alguna escuchar ruegos o gritos de horror; hacía mi trabajo y ya. Hasta<br />
que —su voz pareció entrecortarse—no pude precisar si los humanos me habían<br />
contagiado este sentimiento o no, pero debo reconocer que llegue a sentir un<br />
vacío en mi, algo que crecía, una nada que me absorbía todo y que no podía<br />
detener; entonces decidí dejar de hacer lo que hacía; no podía vivir ni morir, por lo<br />
tanto me dediqué a contemplar; observar el aquí y el ahora y—diciendo con voz<br />
entrecortada-- a escapar eternamente de los que como tú me buscaban, puesto<br />
que los que están felices por mi abandono no me reconocen porque me han<br />
sacado de sus vidas, pero lamentablemente los que son como tú se dan cuenta de<br />
quien soy en cuanto me ven…<br />
Callé una fracción de segundo y pregunté<br />
--¿te han encontrado otros entonces?<br />
--sí, muchos más de los que tú piensas--aseveró—<br />
--pero, no puede ser, nadie ha informado de...<br />
--¡que tontos son los mortales! –me interrumpió--¿es qué no conoces tu propia<br />
esencia humana? aquellos que me reconocieron, me vieron apenas unos<br />
segundos como me viste tú, una bella y atractiva dama ó una dulce anciana ó un<br />
niño feliz, de acuerdo obviamente a la edad del humano en cuestión; pero a los<br />
pocos segundos se dieron cuenta que no querían morir, que preferían el dolor y el<br />
sufrimiento y el seguir aferrados a lo único conocido por ellos, aferrados a esa<br />
dolorosa vida; todo, todo antes que ir a un lugar desconocido del que no se puede<br />
volver jamás; todo antes que el miedo a la muerte; todo antes que el miedo a mí.<br />
Por lo cual instantáneamente la bella mujer, la amable anciana y el niño feliz,<br />
desaparecieron, quedando en su lugar el cadáver putrefacto con su capa negra y<br />
su guadaña, el monstruo de los cuentos de terror, el fantasma del ser más<br />
diabólico y hasta el mismo Lucifer.<br />
Como ves, el arrepentido jamás revelará su descubrimiento porque ello le podría<br />
significar el tener que enfrentarse a algo de lo cual ya ha huido en su previo<br />
encuentro. ¿Entiendes ahora por qué nadie supo de mí en tanto tiempo?<br />
--sí, creo que sí entiendo...