Revista Digital 3er grado

ANECDOTARIO
Hace un año atrás nos fuimos de vacaciones familiares a un complejo
en Brasil. Como vimos en internet que tenía pista de patinaje, Martina
se llevó los patines, porque hace dos años que aprendió a patinar en
el colegio y estaba muy entusiasmada.
Resulta que llegamos a la pista y todos (cuando digo todos es sin
excepción) los que estaban patinando eran un desastre y los profes
que estaban no daban abasto para atajarlos, levantarlos y tratar de
explicarles como mantener la posición vertical. Mientras tanto
Martina iba esquivando estos conos humanos y se deslizaba muy
tranquila por la pista.
Uno de los últimos días uno de los profes me preguntó si yo era el
papá de Martu, pero no ahondamos en la conversación porque uno de
los que estaba patinando había sido vencido por la ley de gravedad.
El último día cuando le avisamos que ya nos íbamos, el profe se
acerca y me dice que tenía que hablar conmigo. Me dice "quería
hacerle una propuesta, se ha liberado el cupo para enseñar a patinar
y queríamos que Martina venga para nuestro equipo" (ahí me guiñó el
ojo, para que se lo traduzca). Cuando le dije a Martina se puso
colorada y esbozó una sonrisa enorme.
A veces los pequeños gestos de la gente que tiene a cargo a nuestros
hijos, hacen la diferencia.
Esta es nuestra pequeña historia en familia. En el adjunto te envío una
foto de esas vacaciones.
“Anécdota familiar”
En el mes de Junio, hicimos un viaje familiar a
Europa. El motivo del viaje era conocer donde
nació mi abuelo.
Primero fuimos a Roma, Italia junto a mis papas,
tíos y prima. Mi tío Sebastián como es muy
católico, había enviado por mail una carta al
Vaticano previamente al viaje, para poder conocer
al Papa. Le respondieron, y entonces fuimos a la
Audiencia de los miércoles.
Ese día nos levantamos muy temprano, para llegar
y poder estar cerca y verlo. Yo fui con la camiseta
de San Lorenzo, porque compartimos la misma
pasión. Cuando llegamos había mucha gente, de
distintos países para verlo. Por suerte quedamos