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Edición 13 de abril de 2018

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Realidad Nacional<br />

16 Viernes <strong>13</strong> <strong>de</strong> <strong>abril</strong> <strong>de</strong> <strong>2018</strong> Diario Co Latino<br />

Argumentos falaces en torno a la corrupción<br />

Luis Armando González<br />

Una <strong>de</strong> las modas más perniciosas,<br />

cultivada por<br />

voceros <strong>de</strong> la <strong>de</strong>recha,<br />

consiste en hacer <strong>de</strong> la política el<br />

foco <strong>de</strong> todos los males <strong>de</strong> la sociedad.<br />

A la par <strong>de</strong> ello, se promueve esa<br />

otra tesis que dice que la corrupción –se entien<strong>de</strong><br />

que política— es una <strong>de</strong> las causas <strong>de</strong>l<br />

retraso <strong>de</strong> las naciones. O sea, si se suprime la<br />

política y se elimina la corrupción –una cosa<br />

seguiría a la otra— la prosperidad, el progreso<br />

y el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los pueblos estarían asegurados.<br />

Nada más falaz que eso, por muchas<br />

razones, entre ellas porque se pier<strong>de</strong>n <strong>de</strong> vista<br />

factores y dinámicas que configuran la realidad<br />

social <strong>de</strong> manera más estructural que la<br />

corrupción y la política.<br />

En un periódico nacional se publicó en<br />

días recientes una columna <strong>de</strong> opinión titulada<br />

“La corrupción corroe las socieda<strong>de</strong>s”<br />

(escrita por Rafael Castellanos) que<br />

ya en su formulación inicial revela una primera<br />

falacia, que es esa que estriba en hacer<br />

una afirmación general, que suena imponente,<br />

pero que no resiste el menor examen<br />

crítico.<br />

Sin embargo, más allá <strong>de</strong>l sinsentido <strong>de</strong>l<br />

título, que pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>berse a un ejercicio retórico,<br />

en el cuerpo <strong>de</strong>l texto se dicen cosas<br />

que bor<strong>de</strong>an la insensatez.<br />

Por ejemplo, eso que se afirma al nomás<br />

comenzar: “De las causas por las cuales los<br />

países no progresan es por la corrupción<br />

<strong>de</strong> sus gobernantes y quienes los ro<strong>de</strong>an,<br />

cómplices o corruptores”.<br />

O sea, ahí don<strong>de</strong> hay corrupción no hay<br />

progreso. ¿Entonces no hay progreso en<br />

Estados Unidos, país en el cual la corrupción<br />

está integrada al quehacer empresarial<br />

y político <strong>de</strong> manera indiscutible? ¿Tampoco<br />

hay progreso en España, cuyos niveles<br />

<strong>de</strong> corrupción en tiempos <strong>de</strong>l PP solo un<br />

ignorante <strong>de</strong>sconoce? ¿Tampoco lo hay en<br />

China?<br />

En fin, es larga la lista <strong>de</strong> naciones en las<br />

que la corrupción está presente (siendo tolerada<br />

o combatida, lo cual es otro asunto)<br />

y <strong>de</strong> las cuales difícilmente se pue<strong>de</strong> negar<br />

que han progresado.<br />

Y siendo ello así, es falaz convertir a la<br />

corrupción en una <strong>de</strong> las causas por las<br />

cuales las socieda<strong>de</strong>s no progresan. No es<br />

asunto <strong>de</strong> tratar aquí la gama <strong>de</strong> factores<br />

que impi<strong>de</strong> el progreso <strong>de</strong> muchas socieda<strong>de</strong>s,<br />

pero entre esos factores no se pue<strong>de</strong>n<br />

obviar ni las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s socioeconómicas<br />

nacionales ni las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s económicas<br />

en el plano internacional.<br />

El recuento que hace el autor <strong>de</strong> situaciones<br />

históricas no sirven más que<br />

para ayudarle a ocultar la <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong><br />

su argumento. De hecho, cuando llega<br />

a la mo<strong>de</strong>rnidad se le ocurre mencionar<br />

<strong>de</strong> pasada a Estados Unidos y Canadá, país<br />

este último ejemplar en su mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo.<br />

Dice así su texto: “En la mo<strong>de</strong>rnidad el <strong>de</strong>seo<br />

<strong>de</strong> hacer dinero fácil <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el po<strong>de</strong>r no se corrigió<br />

y se ha visto corrupción siempre, vinculados<br />

(sic) a las monarquías europeas, dictadores asiáticos,<br />

políticos estadouni<strong>de</strong>nses, canadienses y españoles…<br />

y no se diga en América Latina, bien<br />

heredada <strong>de</strong> sus diferentes sangres, la corrupción<br />

siempre asoma su fea garra por todos lados”.<br />

Ahora bien, no olvi<strong>de</strong>mos que la tesis fuerte<br />

<strong>de</strong>l autor es que una <strong>de</strong> las causas por la cual los<br />

países no progresan es por la corrupción… <strong>de</strong> lo<br />

cual se sigue que en todos los países y regiones<br />

enlistados por el autor (y marcados por la corrupción)<br />

no hay progreso.<br />

Argumento falaz, en su estructura, que es la siguiente:<br />

la corrupción ha existido siempre; la corrupción<br />

es causa <strong>de</strong>l no progreso <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s;<br />

hay un listado <strong>de</strong> naciones y regiones en las<br />

que hay corrupción y en las que, por tanto, no hay<br />

progreso.<br />

La primera afirmación es razonable. La segunda<br />

<strong>de</strong>finitivamente no, y ello por el mismo listado<br />

que ofrece el autor como prueba empírica <strong>de</strong> su<br />

argumento, pues en ese listado hay naciones que,<br />

pese (o quizás no tanto) a la<br />

corrupción, han progresado.<br />

En realidad, el asunto que<br />

llama la atención es que, si<br />

se acepta que la corrupción<br />

ha existido siempre y en todas<br />

partes, muchas naciones<br />

hayan progresado, quizás no<br />

siempre pese a la corrupción<br />

sino contando con ella como<br />

parte <strong>de</strong> su dinámica <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo<br />

institucional, político y<br />

económico.<br />

Así las cosas, afirmar que la<br />

corrupción es una causa <strong>de</strong>l<br />

no progreso <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s<br />

es insostenible, pues con ello<br />

En socieda<strong>de</strong>s pobres, con<br />

pocos recursos y con enormes<br />

<strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s, la corrupción<br />

se suma a los factores<br />

estructurales que son las que<br />

las corroen internamente. Lo<br />

que carcome a las socieda<strong>de</strong>s<br />

marcadas por la <strong>de</strong>sigualdad<br />

socioeconómica es la<br />

injusticia, la concentración<br />

<strong>de</strong> la riqueza y los abusos <strong>de</strong><br />

quienes controlan el po<strong>de</strong>r<br />

económico.<br />

lo que se quiere <strong>de</strong>cir es que ninguna sociedad ha<br />

conocido el progreso dada la eterna permanencia<br />

<strong>de</strong> la corrupción.<br />

Se trata <strong>de</strong> una falacia <strong>de</strong> enormes proporciones,<br />

solo entendible por la <strong>de</strong>monización que el<br />

autor <strong>de</strong>l texto comentado hace <strong>de</strong> la corrupción.<br />

Esa <strong>de</strong>monización le impi<strong>de</strong> hacerse una<br />

i<strong>de</strong>a más realista y contextualizada <strong>de</strong> la corrupción,<br />

lo mismo que caer en la cuenta <strong>de</strong><br />

que si hay socieda<strong>de</strong>s que han progresado<br />

pese a la corrupción, seguramente la falta <strong>de</strong><br />

progreso en otras quizás obe<strong>de</strong>zca a otros<br />

factores <strong>de</strong> mayor peso que aquella.<br />

Ni qué <strong>de</strong>cir tiene que hay socieda<strong>de</strong>s que<br />

no pue<strong>de</strong>n darse el lujo <strong>de</strong> la corrupción,<br />

pero hay otras que sí, como Estados Unidos,<br />

cuyo engranaje político funciona aceitado<br />

gracias a flujos <strong>de</strong> dinero que llegan<br />

<strong>de</strong>l sector empresarial, por ejemplo para las<br />

campañas políticas.<br />

En socieda<strong>de</strong>s pobres, con pocos recursos<br />

y con enormes <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s, la corrupción<br />

se suma a los factores estructurales que<br />

son las que las corroen internamente. Lo<br />

que carcome a las socieda<strong>de</strong>s marcadas por<br />

la <strong>de</strong>sigualdad socioeconómica es la injusticia,<br />

la concentración <strong>de</strong> la riqueza y los abusos<br />

<strong>de</strong> quienes controlan el po<strong>de</strong>r económico.<br />

La corrupción es un corolario <strong>de</strong> esos<br />

males.<br />

Por supuesto que un razonamiento como<br />

el planteado escapa a alguien que lo que<br />

quiere es <strong>de</strong>jar establecido que la política,<br />

sobre todo si es <strong>de</strong> izquierda, es la fuente <strong>de</strong><br />

todos los problemas sociales, incluida la corrupción.<br />

Por eso, en los ejemplos que anota sobre<br />

“casos” <strong>de</strong> corrupción apunta los nombres<br />

<strong>de</strong> Lenin, Fi<strong>de</strong>l Castro, Chávez, Maduro,<br />

Correa, Morales, Ortega, etc., pero omite<br />

los nombres <strong>de</strong> figuras<br />

<strong>de</strong> ARENA (como<br />

Francisco Flores, Antonio<br />

Saca, Majano Araujo,<br />

y un largo etcétera <strong>de</strong><br />

políticos <strong>de</strong> <strong>de</strong>recha) que<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ser corruptas<br />

pusieron el aparato <strong>de</strong>l<br />

Estado al servicio <strong>de</strong> los<br />

ricos más ricos <strong>de</strong>l país.<br />

Y su silencio también favorece<br />

a quienes, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

la esfera empresarial,<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> lucrarse en<br />

sus tratos con el Estado<br />

en los 20 años <strong>de</strong> ARE-<br />

NA, han explotado y siguen<br />

explotando a los trabajadores salvadoreños<br />

y exprimen a la sociedad con su mercantilismo<br />

y su ambición <strong>de</strong> dinero fácil a<br />

expensas <strong>de</strong> unos ciudadanos convertidos<br />

en consumidores. Es por aquí que hay que<br />

buscar lo que carcome a nuestra sociedad.

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