Revista Las Hojas | Edición Agosto 2018

Psicología
Los celos, celotipia
y psicoterapia
Los celos surgen ante la sospecha real o imaginada de una
amenaza a una relación considerada valiosa. En muchos casos
a la amenaza de la posible pérdida de la relación se suma la
herida en la propia autoestima, al percibir que nuestro compañero
sentimental muestra mayor interés o afecto hacia otra persona. En
la persona celosa suele haber una ambivalencia hacia su pareja:
por un lado la desea y le atrae, pero por otro lado la odia por su
(¿supuesta?) infidelidad.
Celos normales y celos patológicos
La diferencia entre normalidad y patología no es el malestar
emocional, ya que en ambos casos se sufre mucho. Lo que marca
la diferencia es que en los celos normales hay una amenaza real
para la relación, en cambio en los celos patológicos la amenaza es
imaginaria, hay una sospecha paranoica, en algunos casos incluso
delirante.
Los celos enfermizos son el tema de una de las más grandes
obras dramáticas de la literatura universal (Otelo, de Shakespeare).
Tanto es así, que el trastorno de celos patológicos o celotipia
lleva su nombre: Síndrome de Otelo. La persona con celotipia
está convencida de que su pareja le es infiel sin que haya motivo
que lo justifique. La persona interpreta hechos banales como
sospechosos (“estuvo en línea 40 minutos!”), y sobre ellos
construye un sistema de creencias, buscando datos que parezcan
apoyarlas.
La terapia de la celotipia
Tratar este tipo de problemática requiere de la modificación de
las creencias disfuncionales del paciente, con lo que se suele
emplear un tratamiento de tipo cognitivo-conductual. La persona
con celotipia suele realizar una serie de conductas con el fin de
controlar si su pareja le está siendo infiel o no (las más típicas:
revisar el celular, chequear si está en línea en whatsapp, revisar el
resumen de llamadas o el resumen de la tarjeta de crédito, etc.).
Estas conductas son reforzadas a través de un proceso de
condicionamiento (si compruebo que “no hay nada”, me
tranquilizo temporalmente, pero esto provoca posteriores
comprobaciones para evitar la ansiedad!).Uno de los objetivos
de la terapia es lograr que la persona con celotipia sea capaz de
tolerar la incertidumbre y la ansiedad. En ocasiones también es
conveniente trabajar con la pareja, fomentando la comunicación y
aumentando la confianza mutua dentro de la relación.
Lic. Irene Spinadel
Espacio Psi
Paseo Mendoza, Maschwitz
15 4024 3266
Las creencias sobre la supuesta infidelidad suelen provocar que
la persona tenga un elevado nivel de control de las actividades
de la pareja, llegando a espiar sus conversaciones y sus
actos por tal de intentar “pescarlo/a in fraganti” y confirmar las
sospechas. La información que la persona busca está sesgada:
interpreta estímulos normales como confirmatorios (“se sentó en
el restaurante mirando hacia la mesa donde está ella, es porque
tienen una aventura”), ignorando las pruebas que contradicen la
supuesta infidelidad (“me repite todos los días que me ama, que
soy la mujer de su vida, pero sé que es mentira!”). En muchos
casos, la celotipia puede conducir a la violencia de género. Las
estadísticas indican que los celos patológicos son la principal
causa de violencia contra las mujeres…
La pareja de la persona celotípica
El o la cónyuge puede pensar inicialmente que la manifestación
de celos de la persona con celotipia es una expresión de amor e
incluso interpretarla como algo positivo, pero la repetición de las
sospechas hace que la situación comience rápidamente a volverse
insoportable.
El hecho de ser constantemente controlado/a por la pareja
y sus dudas constantes provocan un elevado nivel de estrés
y frustración, pudiendo llevar a la pareja incluso a presentar
trastornos de ansiedad o depresión. En ocasiones la persistencia
de las acusaciones puede llegar a provocar una situación de
profecía auto cumplida, en la que el sujeto cansado de la situación
decide abandonar la relación o hacer realidad la sospecha de
infidelidad.
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