Edicion 27 de febrero de 2019

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14 Miércoles 27 de febrero de 2019 Sociedad Diario Co Latino ESTATUTO DEL PARTIDO POLÍTICO FRENTE FARABUNDO MARTI PARA LA LIBERACIÓN NACIONAL, FMLN CUMPLEAÑEROS Y FESTEJADOS FELIZ DÍA Celebrando el feliz día de su natalicio se encuentra Jessica Alejandra Mejía, por tal motivo está siendo cordialmente felicitada. GRATA FECHA Celebrando la grata fecha de su cumpleaños estuvo recientemente Mayté Guevara Martínez, por tal motivo fue cordialmente agasajada y felicitada por su familia. NATALICIO Doña Fátima Pérez, celebró el feliz día de su natalicio, motivo por el cual recibió felicitaciones de sus familiares y amistades. CARTA DE PRINCIPIOS Y OBJETIVOS PRINCIPIOS DEL FMLN (Tomados del Estatuto editado en 2011, conocida como edición 30 Aniversario) SECCIÓN V DE LAS ORGANIZACIONES SECTORIALES PARTIDARIAS Art. 50.- Se entenderá por organizaciones sectoriales del Partido, aquellas en que se organiza la militancia en razón de una especial afinidad: veteranas y veteranos de guerra, lisiadas y lisiados de guerra, juventud, pueblos originarios y afrodescendientes, y otros considerados por el Consejo Nacional. El Consejo Nacional promoverá su creación y aprobará sus normas y reglamentación de trabajo, a propuesta de las mismas organizaciones. El Consejo Nacional aprobará la Política de desarrollo del trabajo de la Juventud del FMLN. CAPITULO II DE OTRAS INSTANCIAS DEL PARTIDO SECCIÓN I DEL TRIBUNAL DE ÉTICA Art. 51.- El Tribunal de Ética es el organismo encargado de velar por el estricto cumplimiento de los Estatutos, la Carta de Principios y Objetivos, los reglamentos y en materia disciplinaria sancionatoria es la autoridad competente. Podrá actuar de oficio en caso de infracción a las normas antes señaladas, cuando sea de su conocimiento. El Tribunal de Ética estará integrado por cinco miembros propietarios y dos suplentes. Los miembros de este Tribunal al igual que los demás organismos del partido están obligados a rendir cuentas de su desempeño, a la autoridad u organismo al que le corresponda su elección. No podrán integrar el Tribunal de Ética aquellos y aquellas que formen parte del Consejo Nacional, de la Comisión Política, de las Directivas Departamentales y Municipales, los candidatos o candidatas a cargos de elección popular, los funcionarios o funcionarias públicos y quienes tengan causa pendiente ante este organismo. Art. 52.- Corresponde al Tribunal de Ética: Suscríbete con nosotros Teléfono: Tel. 2222-1009, 2271-0671 Extensión:102 suscripciones@diariocolatino.com a) Elegir dentro de su seno a su presidente o presidenta, secretario o secretaria y tres vocales. b) Elaborar la propuesta de Reglamento Disciplinario y una de Código de Ética, que deberá regir la conducta de las afiliadas y afiliados del Partido, incluyendo la de aquellos y aquellas que se encuentren en ejercicio de cargos públicos, los cuales deberán ser aprobados por el Consejo Nacional. c) Tramitar cualquier solicitud referente al régimen disciplinario; d) Aplicar las sanciones que el Reglamento Disciplinario determine como de su competencia. e) Verificar que el trabajo de la Comisión Especial Electoral se realice conforme al Estatuto y Reglamentos. f) Recomendar a la Comisión Política el otorgamiento de estímulos de reconocimiento a los miembros del Partido que más se destaquen en el cumplimiento de sus responsabilidades. g) Ordenar, cuando lo considere necesario, la realización de auditorías a las instancias del Partido que tengan bajo su responsabilidad el manejo de fondos propiedad del Partido; h) Recibir y custodiar las copias de la declaración jurada del estado de su patrimonio, de su cónyuge, hijas o hijos que rindan ante la Corte Suprema de Justicia los y las miembros del Partido que ocupen cargos públicos. De igual forma rendirán declaración jurada del estado de su patrimonio, de su cónyuge, hijos e hijas, las y los miembros del Consejo Nacional y todas aquellas personas militantes del partido que a juicio del Tribunal considere necesario. Dichas declaraciones tendrán carácter confidencial. SECCIÓN II DEL TRIBUNAL ELECTORAL Art. 53.- Derogado Art. 54.- Derogado Art. 55.- Derogado 28. D. O. Nº 239, Tomo 373, de diciembre 2006 29. D. O. Nº 239, Tomo 373, de diciembre 2006 30. D. O. Nº 239, Tomo 373, de diciembre 2006
Diario Co Latino Opinión Miércoles 27 de febrero de 2019 15 Gobierno dejará cumplidos tres de los objetivos de las ODS 2030 en Salud La ministra de salud, Violeta Menjívar, informó que a diciembre de 2018, el Gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén, había cumplido los primeros tres Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), establecidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la llamada agenda 2030. El 2 de agosto de 2015, las naciones del mundo acordaron impulsar una agenda para el desarrollo sostenible, a través del cumplimiento de 17 objetivos, y se pusieron como meta para su concreción el 2030. Por eso es que la agenda se llama Objetivos para el Desarrollo Social 2030, o simplemente los ODS 2030. Es gratificante que una pequeña nación como El Salvador, que ha estado sometido por todas las fuerzas opositora a diversos entrampamientos, haya logrado el cumplimiento de los tres primeros objetivos, en el área de salud, a tan solo pocos años de haberse adoptado la agenda. Sin embargo, el milagro, si se le quiere llamar de algún modo, fue producto de la reforma de salud que desde el primer Gobierno del FMLN se implementó en el país, que si bien internamente es atacado, internacionalmente es un ejemplo a seguir. Entre los ODS prioritarios establecidos por la ONU y que El Salvador ha cumplido antes del 2030 están: la reducción de la mortalidad materna a menos de 70 muertes por cada 100,000 mujeres; reducir a 12 la tasa de mortalidad neonatal por cada 1000 nacidos vivos y bajar la tasa de mortalidad de menores de 5 años a 25 por cada mil nacidos vivos. En el caso de la mortalidad materna, en 2018 el país ya registraba una tasa de 28.6 por cada 100,000, una cifra inferior en más de la mitad al objetivo plateado por Naciones Unidas para cumplirse en 2030. Claro que, El Salvador no es el único que ha cumplido estos tres objetivos en Centroamérica, pues, ya lo hizo Costa Rica, una nación que por la fortaleza histórica institucional, ha aventajado siempre a las naciones Centroamericanas, pero que, en este tema estamos igual que Costa Rica, es digno de enorgullecerse, y aceptar que la apuesta en la reforma de salud que heredará el nuevo Gobierno, es digno de continuarla y profundizarla. Publicación de la Cooperativa de Empleados de Diario Co Latino de R. L. 23 Avenida Sur No. 225 San Salvador www.diariocolatino.com facebook.com/diariocolatinoderl @DiarioColatino Director: Jefe de Prensa: Coordinadora de Redacción: Editorial Francisco Elías Valencia Nelson López Patricia Meza Teléfonos: 2222-1009, 2271-0671, 2271,0971 Fax: 2271-0822 128 AÑOS INFORMÁNDOTE CON CREDIBILIDAD Sociología y otros Demonios (941) El último ángel de la guarda (2) René Martínez Pineda Director Escuela de Ciencias Sociales, UES Fue entonces que descubrieron el cuerpo de una mujer, de veintitrés años más o menos, que sostenía en la mano izquierda la foto vieja de un niño. Su otra mano estaba fundida uniformemente al timón, como si hubiera cerrado muy fuerte los ojos en el momento de la explosión para no sentir nada. Lo raro del cuerpo era que, a pesar de que el impacto fue bestial y unánime, estaba totalmente ilesa; muerta, pero ilesa; esperando como piedra a alguien, pero ilesa: fría y rígida como cadáver, pero ilesa. Tenía pintada la sonrisa irreal, fija y tierna de la satisfacción que siente un ángel de la guarda cuando protege o libera al amor de su vida; el pelo lucía apenas descompuesto no obstante el interior del auto estaba raído y chamuscado de este a oeste; en la muñeca izquierda tenía una pulsera negra con dos calaveras hermosas con ojos de rubí. Los detectives concluyeron que era la novia de algún guerrillero asesinado que estaba tan triste e indignada que decidió suicidarse de esa forma ruidosamente política. En efecto, ese fue un suicidio anómico y fue una forma altruista de propiciar nuestro escape del hotel y aunque eso último no lo sabíamos, huimos de inmediato, aprovechamos el caos vocinglero y salimos caminando como Juan por su casa, pero siempre bajo la protección fiel y meticulosa de los internacionalistas. ¿Están seguros de que esa es la casa? preguntó, Eurídice, mientras chequeaba y contrachequeaba la calle para asegurarse de que no los habían seguido. La pulsera era un misterio que se agrandó porque la mujer portaba su documento de identidad personal (la cédula), según el cual había fallecido seis años antes, el 14 de mayo de 1980, para ser exactos y tenía sesenta y cinco años de edad, los que no cuadraban con su salvaje y pulcra fisonomía macedónica y con su rostro recién tallado. Tanto la pulsera como la discrepancia en el documento de identidad -atribuida por los detectives a las estratagemas de la clandestinidad subversivafueron datos decisivos solo para mí, pues la seguridad del Estado no averiguó nada específico de ella, ni pudo descifrar los logaritmos irreales de su edadcuerpo. Un día después del escape del asedio, ya en una de las casas de seguridad de la guerrilla -en la colonia Guatemala, casa # 26, a unos trescientos metros del cuartel de la Guardia Nacional, lo cual era una osadía furtiva- vi en El Diario de Hoy (con los muertos de mañana) la foto de la mujer misteriosa, quien incluso muerta lucía hermosa y fue entonces que lo supe todo porque lo recordé todo. La conocí a finales de los años 70, en Arriaga, Estado de Tapachula, comiendo tacos -con doble ración de cilantro y su infaltable café de olla- en un humilde chalet en la entrada de la terminal de los buses que llevan directo, doce casetas migratorias de por medio, hasta el laberinto inenarrable del Distrito Federal. Yo estaba de paso por esa ciudad de la que ni Dios se acordaba, aunque el destino me colocaba bien lejos de ahí, en otro tren, en otra estación, en otra paradoja del tiempo (...) así juega la nostalgia a construir recuerdos sin memoria cuando se juega “mica” con la muerte. Al fondo -justo allá, debajo de aquellas dos filas de árboles doblegados por el sol- los buses aullaban como perros encadenados anunciando que partían hacia lo indecible; y los vendedores ambulantes, niños en su mayoría, se rompían la garganta con tal de vender los restos mortales de sus canastos y canastitos. Yo salí del país huyendo de la represión de la dictadura militar, y como última opción iba, de fiado, rumbo a los Estados Unidos, atravesando valles remotos y detalles simples, y no obstante el sopor feroz de la larga travesía, aún recuerdo la paradójica, fascinante y letal impresión que me causaron sus generosas nalgas de fanática empedernida de Sherlock Holmes, labradas con una fidelidad geométrica al borde de la locura eyaculatoria; su pelo lacio absolutamente negro que, a pesar del calor seco y agobiante, lucía recién lavado en la pila bautismal de sus hombros soberbios como canción de Silvio; y una pulsera negra con dos hermosas y raras calaveras con ojos de rubí soñando el porvenir del ir. Tenía un depurado rostro de alemana culturalista con tenues pero contundentes rasgos latinos, un perfecto acento vasco que podía pasar a acento argentino de una palabra a otra, y su talante, fuera de este mundo y del otro, hacía creer a todos los que estaban con ella que era la única persona en el lugar y que era capaz de vencer al tiempo y jugar con el espacio. Pero no era alemana ni argentina y para ser sincero, nunca supe dónde había nacido ni qué había estudiado, quizá por eso su aura de misterio era casi adictiva. En unos cinco minutos leí en sus ojos almendrados toda su biografía, y me fue tan familiar y tan memorable y tan decodificada como si la conociera de siempre: -¡Hola! ¿qué tal? tenía y tendré mucho tiempo de no saber de ti. Si, verdad, es que he andado salvándote sin que lo supieras. Vivió su infancia y parte de su juventud yendo y viniendo de la Esquipulas de la bisabuela, la Antigua Guatemala del denso misterio clerical, la Ciudad Delgado de la lucha cotidiana de los coheteros, la Buenos Aires del Che y La Habana de Fidel, la ciudad que más amaba y más resentía porque en sus propias palabras, era un antiguo castillo encantado cuya posición ideológica entre el comunismo y el capitalismo, y su posición geográfica más cerca de Miami que de Centroamérica, le daba una personalidad paradójica, erudita y seductora que era acentuada con calles estrechas que obligan al roce solidario, bares bohemios autografiados por Hemingway y García Márquez y al fondo, con un malecón letrado y locuaz por el que vagaban espías insondables, líderes populares asesinados en secreto y personajes mágicos con nombres indecibles y profesiones irreales: afiladores de cuchillos de papel; adivinadores del pasado; sacerdotisas de la lujuria episcopal; reinas hermosas con zapatillas de cristal; besadoras a domicilio; domadores de pesadillas; mensajeras de amantes en riesgo; guardadoras de secretos indecibles; hacedores de milagros cotidianos; enderezadoras de sueños; espantadores del mal tiempo sin buena cara; y ángeles de la guarda empíricas.
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