Juntos Gaceta Mercantil - Mayo 2019

DECISION MAKER
ISRAEL MACÍAS LÓPEZ
Economista, Profesor
Universidad Panamericana en Guadalajara.
Twitter: @Israel_Macias
Una calificadora
nos vigila
Cuando el encargado de distribuir el reporte de Fitch Raitings,
en la que le bajaban dos escalones a la deuda de Pemex, liberó
el documento, provocó que la empresa petrolera del Estado
mexicano tuviera que pagar unos 350 millones de dólares
adicionales por incremento en costos financieros este año.
Algo así como unos seis mil 600 millones de pesos extra que
tendrán que salir de algún lado para poder cubrir los montos de
deuda que se le vencen a Pemex en 2019.
La voz de las calificadoras tiene impactos reales en la vida de las
personas y en el desempeño de las empresas. Estas instituciones
privadas, que califican empresas y países, fueron creadas para
brindar información rápida a los inversionistas, respecto a la
capacidad de las empresas para pagar sus deudas.
Por lo que la única forma de que una empresa o gobierno
pudiera estar fuera de su vigilancia, sería que dicha empresa o
gobierno no tuviera ni un centavo de deuda.
Si tiene deudas, entonces deberá someterse al escrutinio de
las calificadoras y deberá escuchar sus recomendaciones. En el
caso de Pemex, siendo la empresa gubernamental más
importante del país y al mismo tiempo, la empresa petrolera
más endeudada del mundo, es imposible no escuchar lo que
digan estas agencias.
Entre las más importantes encontramos tres: Moody´s, Fitch
Raitings y Standard & Poors. Dos de éstas tienen a la deuda de
Pemex a un paso de perder el grado de inversión, Moody´s y
Fitch. Mientras que Standard & Poors mantienen la deuda dos
niveles arriba de esa frontera.
Las señales que mandan al mercado son vitales para los
inversionistas y los grandes fondos de inversión: muchas de
sus decisiones tienen como soporte dichas calificaciones.
La calificación da información respecto a los riesgos que corren
quienes decidan invertir su dinero en dichas empresas. Una
baja en la calificación refleja un aumento en el riesgo para las
inversiones, por lo que a un mayor riesgo, el mercado exigirá un
premio más alto. Es decir, una tasa de interés mayor que
compense el riesgo.
Y por supuesto, representará costos financieros mayores para
las empresas. Es por eso que las empresas cuidan
celosamente su calificación y buscan mejorarla.
Para el caso de Pemex, una pérdida del grado inversión para su
deuda sería muy costoso, porque encarecería el financiamiento
y contaminaría todas las tasas de interés en el país, por lo que
empresas y ciudadanos ajenos a Pemex, nos veríamos
afectados: pagaríamos tasas de interés más altas.
Es prioritario que el Gobierno del presidente López Obrador
trabaje para evitar esta baja, ya que no sólo pone en riesgo
el desempeño financiero de Pemex, sino reduce la
posibilidad de lograr las metas económicas de su gobierno.
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MAYO 2019
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