La Bocina Nº 369 - Mayo 2019

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Mayo 2019
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Te vendieron un
BUZÓN
Los pibes de ahora se
preguntarán qué quiere
decir esta frase, y quizás
les cueste comprender qué
significó (en 1840) la invención
y aplicación del sello postal
-estampilla- para el correo por previo
pago en Inglaterra, con la
extensión global de oficinas de
correo y buzones de recolección de
cartas.
La Revolución Industrial, centrada
desde el último cuarto del siglo
XVIII en el Reino Unido, ya había
expandido los transportes de carga
de mercaderías y personas (ferrocarriles
con locomotora a vapor -
1830-; veleros) a todo el mundo;
pero aún no se había inventado el
telégrafo (y, mucho menos, el
teléfono).
La invención del sistema de estampillas
de correo de previo pago en
1840 en Inglaterra, para uso de
correos de monopolio estatal, se
inserta en ese mundo, en esa
"velocidad" de comunicaciones.
Esta novedad llega a la Argentina
(a poco de la conformación real de
la Confederación en 1853, cuando
aún es independiente el Estado de
Buenos Aires) en 1856, de la mano
del Correo Provincial de Corrientes
-que continúa su funcionamiento
autónomo hasta 1880-.
Otras provincias que emitieron
estampillas de correo fueron:
Buenos Aires (1856-1862),
Córdoba (1858-1870); la
Confederación Argentina (1858-
1861), y finalmente, la República
Argentina (desde 1862). El primer
ferrocarril en territorio argentino
se inauguró en 1857.
En 1874 se fundó la Unión Postal
Universal, con el objetivo de afianzar
la organización y mejorar los
servicios postales; fijar tarifas, límites
mínimos y máximos de peso y
tamaño, etc.
Con la creación de los automóviles,
y posteriormente los aviones, surgieron
nuevos medios de transporte
de correo (en este último caso, a
veces compañías privadas concesionarias:
Aeroposta Argentina, de
la cual fue piloto Antoine de Saint-
Exupery, autor de El Principito).
Las grandes inmigraciones extranjeras
al país (españoles, italianos,
otros europeos) se vieron comunicadas
con los familiares que quedaron
en su país de origen, mediante
el correo postal. Y lo mismo podemos
decir de aquellos noviazgos
entre un residente en la Capital y
otro/a habitante en provincias,
enviándose "cartas de amor".
Volviendo a la "antigualla" del título:
Los Buzones del Correo Argentino,