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Gastronomía<br />
La cocina<br />
en tiempos de Instagram<br />
En tiempos de Instagram todo cambia, incluso la forma de<br />
alimentarnos y de relacionarnos con la comida. ¿Pero qué dicen<br />
los que saben de la gastronomía en las redes sociales?<br />
El plato llega a la mesa. Es tentador y es díficil esperar a dar el<br />
primer bocado. Sin embargo, alguien de la mesa alza la voz y<br />
pide tomar la foto antes de que nadie pruebe nada. Toma la foto,<br />
no le gusta como queda. ¿Hay que seguir esperando? Sí, toma<br />
otra. Y mientras la sube a su cuenta de Instagram avisa que ya<br />
se puede probar la comida. En las salidas a comer, Instagram<br />
es un comensal más. Por lo tanto, está en la cabeza de los<br />
consumidores que lo usan como catálogo de opciones para salir,<br />
o como testimonio del plato de deleite. Incluso para construir su<br />
imagen virtual como un “foodie” o hasta para su comportamiento<br />
fit (o cuidado), porque, claro, la comida saludable es otra<br />
protagonista de las redes sociales. Hoy, en la gastronomía todo<br />
debe ser “Instagrameable”.<br />
y su Instagram correspondiente. Aunque recién empieza, tiene<br />
sus valores claros: busca transmitir la importancia que tienen las<br />
costumbres, las recetas de generaciones e incluso la comida<br />
callejera, insignias de cada ciudad del mundo. “No me gusta que la<br />
gastronomía se piense solamente en grandes chefs y restaurantes<br />
caros. Sí, tienen su importancia y su aporte, pero amar la cocina<br />
no es solo eso”, sostiene.<br />
Steffi Rauhut es una blogger que lleva adelante un sitio web y un<br />
instagram (Not Only Salad) en el que comparte recetas y consejos<br />
vinculados al mundo de la cocina. Tiene un contacto asiduo con<br />
sus seguidores y dice que muchos le escriben diciendo que se<br />
animaron a probar algo nuevo gracias a sus recetas. “Quizás lo<br />
‘foodie’ siempre estuvo ahí, pero ahora es más aparente”.<br />
“Como en tantos otros rubros, las redes sociales, y hoy<br />
especialmente Instagram, representan un preencuentro, un filtro<br />
casi determinante a la hora de tomar la decisión de ir a ese o a<br />
otro lugar”, afirma Malena del Campo, directora ejecutiva de Pipa,<br />
una agencia de comunicación que ha trabajado con campañas<br />
gastronómicas.<br />
Sergio Puglia opina que las redes sociales instalaron el mundo<br />
de la cocina y la gastronomía. “Eso es indudable. Hoy la gente<br />
se preocupa enormemente, desde el punto de vista hedonista<br />
hasta el punto de vista médico, por cómo se alimenta. Y por otro<br />
lado la oferta gastronómica mejoró, se multiplicó y se hizo mucho<br />
más diversa”. Así Instagram, la red social que juega con retratar<br />
los buenos momentos de la vida, tiene un peso importante en las<br />
maneras de comer. ¿Pero cómo las altera?<br />
Una puerta al mundo<br />
Mauricio Pizard bromea con que nació el 16 de octubre, Día<br />
Internacional de la Alimentación, y que por eso siempre le<br />
importó todo respecto al alimento. Destaca lo fundamental que<br />
le parece elegir comer aquello que hace bien a uno y al medio<br />
ambiente. Además, desde hace un tiempo ha hecho del mundo<br />
gastronómico su emprendimiento y es uno de los organizadores<br />
detrás de Garage Gourmet, feria gastronómica y portal<br />
multiformato, con gran presencia en las redes sociales.<br />
Para él, Instagram “ha mostrado la infinita variedad de alimentos y<br />
preparaciones del mundo. La cocina, como manifestación cultural<br />
propia de cada grupo (desde pueblos hasta familias), es parte de<br />
lo que somos. Soy lo que como, me identifico con tal o cual forma<br />
de preparar un alimento, celebro comiendo esto o aquello. A su<br />
vez, amplío mi paladar conociendo lo que comen otras personas<br />
y probando cosas nuevas. Instagram es como una gran biblioteca<br />
virtual de sabores y técnicas”.<br />
Pizard añade que las series y los reality shows gastronómicos<br />
también han motivado a que se popularice el “buen comer”, y<br />
revaloriza la cocina casera. Rosana Decima es periodista de El<br />
País y desde hace poco administra el blog Locas por los platos<br />
El boca en boca amplificado<br />
Antes, parte de la publicidad de un restaurante estaba en los<br />
medios y sus críticas gastronómicas. La otra parte estaba en el<br />
boca a boca de los visitantes, que compartían su experiencia con<br />
amigos. Hoy las redes sociales (e incluso Google) lo amplifican y<br />
las opiniones que convencen a otros (o no) pueden ser masivas.<br />
Todos aquellos que buscan en Instagram una ventana a nuevos<br />
comensales hablan del “boca en boca digital”.<br />
Para Puglia hay dos problemas centrales en esto. Uno es el de<br />
las críticas destructivas que muchas veces se esconden en el<br />
anonimato. Del Campo, de Pipa, cuenta que entre las dudas más<br />
presentes en sus clientes están, justamente, las críticas negativas.<br />
Pero prefiere ver las críticas como opiniones que pueden ser<br />
revertidas, como herramientas para que el lugar mejore en su<br />
oferta y gestión.<br />
El otro problema con el boca a boca viene desde antes, según<br />
Puglia, porque se confunde el gusto con un valor universal. “Vos<br />
sos la consecuencia de lo que comés de acuerdo a cómo te<br />
educaron y en el medio en el que te desarrollaste. No se puede<br />
estandarizar el gusto”.<br />
30 <strong>Las</strong> <strong>Hojas</strong>