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audios grabados por sus seguidores, aunque<br />
todo el material es supervisado por un equipo<br />
antes de ser publicado en la plataforma y hay<br />
reglas establecidas muy claras: no hay incesto,<br />
tampoco temas relacionados con menores<br />
de edad y el no consentimiento.<br />
¿POR QUÉ PORNO AUDITIVO?<br />
Caroline Spiegel explica que quiere hacer<br />
de la industria un lugar más ético e inclusivo<br />
para las nuevas generaciones.<br />
“El objetivo general de Quinn, nuestra<br />
gran misión, es ser una guía de intimidad<br />
para la nueva generación”, contó Spiegel a<br />
The Guardian. “Sé que no parece ser así en<br />
la superficie (...) pero estamos tratando de<br />
abrir esta conversación llevando el porno a<br />
un lugar más inclusivo”.<br />
La creadora de Quinn tuvo que dejar la<br />
universidad porque padecía anorexia, enfermedad<br />
que le trajo disfunción sexual como<br />
efecto secundario.<br />
“Comencé a investigar mucho sobre las<br />
curas para la disfunción sexual. Hay alrededor<br />
de 30 medicamentos aprobados por<br />
la FDA para la disfunción sexual masculina,<br />
pero cero para las mujeres, y eso es<br />
un gran fastidio”, señaló en entrevista con<br />
TechCrunch.<br />
Así que buscó atender este problema<br />
por sus propios medios y llegó a la pornografía,<br />
pero ¡sorpresa!, hay muy pocos<br />
productos diseñados para el placer de las<br />
mujeres, básicamente por dos factores: las<br />
implicaciones éticas de la pornografía y que<br />
está hecha desde la mirada masculina.<br />
La industria pornográfica está dominada<br />
por hombres. Y esta disparidad ha dado<br />
lugar a cientos de productos llenos de sexismo<br />
y poco atractivos para las mujeres.<br />
EL PROBLEMA CON EL PORNO<br />
TRADICIONAL<br />
El porno ha creado una cultura sexual que<br />
perpetúa la creencia de que todas, o la mayoría<br />
de las mujeres disfrutan del dolor y de<br />
dinámicas sexuales desiguales.<br />
“Las imágenes exageradas, de gemidos,<br />
gritos, llantos y cualquier forma de amplificar<br />
las reacciones de las mujeres para mostrar<br />
visualmente que se está teniendo un orgasmo<br />
genera expectativas irreales a partir de<br />
las cuales las mujeres miden su propia respuesta<br />
sexual.<br />
La idea tiene un trasfondo social: dar a mujeres y hombres opciones<br />
diferentes para experimentar con su sexualidad.<br />
“Pensando que el orgasmo debe verse<br />
de esa forma, piensan que, a pesar de sentir<br />
rico, no se ve como en porno y por lo tanto<br />
piensan: seguramente no estoy teniendo un<br />
orgasmo. Además, se refuerza la falsa idea<br />
de que un orgasmo explosivo únicamente<br />
se puede lograr con la penetración de un<br />
pene gigante o con la manifestación de la<br />
eyaculación, cuando eyaculación y orgasmo<br />
son dos fenómenos diferentes”, explica en<br />
“El objetivo es ser una guía<br />
de intimidad para la nueva<br />
generación”.<br />
entrevista la doctora y activista Fabiola Trejo.<br />
Así que Caroline Spiegel vio una oportunidad<br />
para desarrollar un negocio que parte<br />
de una experiencia personal, pero que también<br />
tiene un trasfondo social: dar a mujeres<br />
y hombres opciones diferentes para experimentar<br />
con su sexualidad.<br />
EL OBSTÁCULO<br />
Spiegel ha señalado en distintas entrevistas<br />
que teme tener que convencer a las<br />
mujeres para que prueben su estilo de<br />
porno.<br />
“Básicamente, existe la idea de que<br />
para los hombres la masturbación es un<br />
impulso innato y para las mujeres es un<br />
podría prescindir de él o, incluso, podría<br />
hacerlo con él”, dijo.<br />
“El tabú de la masturbación se sustenta<br />
en la reducción de la sexualidad femenina<br />
a la procreación. Todo acto sexual no reproductivo<br />
es castigado social y culturalmente<br />
a través de la historia. La sexualidad femenina<br />
debe ser justificada únicamente en función<br />
del otro, el placer de la mujer por y para<br />
el otro, nunca para ella misma. Con base en<br />
esta premisa se construyen mitos, falacias y<br />
normas para vigilar y castigar conductas sexuales<br />
autónomas como la masturbación”,<br />
concluye la especialista Fabiola Trejo.<br />
NEWSWEEK MÉXICO 55 NOVIEMBRE, 20<strong>19</strong>