383071595-Descubrir-el-Arte-El-Bosco-V-centenario-Mensajes-cifrados-del-pintor-de-los-suenos
PINTURA EL BOSCO
PINTURA EL BOSCO
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
cionado tríptico de El jardín ... colgaba
en la Galería de la Infanta con obras de
Bassano. uno de los pilares de la escuela
veneciana. cuya iconografía se basaba
en el Arca de Noé y el Diluvio Universal,
a pocos metros, además, de la
Galería de Batallas, obra de fresquistas
y decoradores del manierismo italiano.
con escenas de la guerra antigua y moderna
y algunas de las victorias más relevantes
de Felipe 11. Y la gran cantidad
de boscos que sabemos se instalaron
en el palacete de El Pardo estaban no
muy lejos del famoso Sueño de Venus
(Museo del Louvre) de Tiziano.
RlOS DE TINTA
La amplia colección de obras del Sosco
de Felipe 11, la mayor de su época,
se trata con más detalle en otro artículo
de este Dossier. El alto número
de pinturas del maestro que reunió el
rey de España ha hecho correr ríos de
tinta acerca de las razones de la pasión
filipina por estas extrañas obras.
sobre todo debido a la ortodoxia católica
y purista que se atribuye, casi
siempre con razón, al rey.
La extrañeza por este gusto ya se
manifestó en su propia época, y el mismo
padre Sigüenza así lo manifestaba
en sus descripciones de El Escorial a
principios del siglo XVII. Y aunque ha
bitualmente se ha explicado el gusto
de Felipe 11 por este autor dotando de
una explicación moralizante a sus tablas,
es posible observarlo desde otros
puntos de vista que, en realidad, no se
contradicen con el anterior.
El interés de la corte de Felipe 11 por
el Bosco tiene tres manifestaciones escritas
de la máxima significación que,
por sí solas, constituyen las mejores y
más amplias críticas a su pintura de
todo el Renacimiento. Son las tres,
además, obra de personajes e intelectuales
muy cercanos entre sí. En primer
lugar hemos de referirnos a Ambrosio
de Morales, cronista y anticuario regio,
profesor en la Universidad de Alcalá de
Henares e inspirador de buena parte
de las ideas culturales de las primeras
décadas del reinado de Felipe 11. Morales
nos describe ampliamente una
pintura como El carro de heno uniendo
a su interpretación moralizante una
muy interesante comparación con una
pintura de la Antigüedad, la Tabla de
TRIBULACIONES DE LA VIDA HUMANA,
PAÑO DE BRUSELAS, 1550-70
Esta basado en el célebre tríptico El carro de heno, del que las colecciones
reales españolas poseyeron dos ejemplares, el del Museo del Prado y el que
se conserva en el monasterio de El Escorial, una obra de arte que también se
puede contemplar, restaurada, en esta exposición.
El paño es una reelaboración muy libre del tríptico, ya que nos presenta
su iconografía en una especie de bola del mundo transparente que
flota sobre las aguas. Tanto este paño como los tres restantes, además
de poseer unos bordes coloreados con extrañas formas abstractas, se
encuentran enmarcados por unas arquitecturas clasicistas a la italiana que,
naturalmente, no existían en Flandes en la época del Bosco, indicando
de esta manera lo tardío de su ejecución. Estos enmarques dan una
cualidad de profundidad y teatralidad a las escenas que constituyen sus
mayores atractivos y que resultan especialmente interesantes de ver en
el marco clasicista de la arquitectura escurialense. Se muestra así la no
contradicción, y aun la complementariedad del estilo de "disparates"
del Bosco y el mundo del clasicismo. Un ejemplo más de lo adecuado de
exponer y contemplar las obras de arte en contextos lo más próximos
posible a los de su creación y primitivo disfrute, como aquí se hace. 6 F. CH.
Cebes, desconocida para nosotros y
también para el siglo XVI, pero cuya
extraña iconografía fue descrita por
este Cebes. Esta comparación debió
de escribirse hacia 1549.
Poco tiempo después, Felipe de
Guevara glosa en sus Comentarios a
la Pintura las obras del flamenco y las
inserta dentro de una historia de los
pintores de la Antigüedad griega -basada
en la que escribió el autor clásico
Plinio-. Se trata de un escrito, el
de Guevara, que no se publicó en su
época. pero que redactó hacia 1 560
con destino a la corte del joven Felipe.
Su autor, de manera retórica,
viene a considerar el arte bosquiano
como un ejemplo más de pintura---7
39