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PINTURA EL BOSCO
PINTURA EL BOSCO
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EL BOSCO V CENTENARIO
"EL TRÍPTICO DE LOS ENCANTADOS"
Encuentro
de dos genios
Tres obras del Sosco, Extracción de la piedra de la
locura, Las tentaciones de san Antonio y El jardín de
las Delicias, vertebran el cómic que Max, un clásico
de la historieta española, ha realizado por encargo del
Museo del Prado para conmemorar el V Centenario
JAVIER MEMBA
HA PASADO MUCHO
tiempo desde que Max -junto con
Nazario y Javier Mariscal- era uno de
los historietistas más sobresalientes
de El Rrollo enmascarado. Corría el
año 1973 cuando aquel fanzine. que
la posteridad habría de considerar el
pórtico del cómic underground español,
era leído con avidez por los freaks
patrios -algo parecido a hippies urbanos
para el resto de los mortales-.
que pululaban en las postrimerías de
la España franquista.
"El rollo", en líneas generales, era
esa confraternidad que les unía subliminalmente
tanto como su torpe
aliño indumentario. Obligado o no,
el afán de marginalidad de aquellas
publicaciones era tan grande que
en sus cabeceras escribían "comix"
(con equis y sin acento) para desmarcarse
de la regla ortográfica referida
a la nueva palabra que designaba a
los antiguos tebeos. Quién hubiera
dicho entonces, cuando las colecciones
del Prado solo alcanzaban hasta
el siglo XIX, dejando así constancia de
su desinterés por cuanto tuviera que
ver con la centuria siguiente, que. ya
andando en el siglo XXI. Max sería el
primer ilustrador al que encargara un
cómic la pinacoteca madrileña.
Integrante del equipo que en 1979
fundó la revista El Víbora -otro hito de
la historieta española-. se profesionalizó
a c;omienzos de la década siguiente.
Pero nunca ha olvidado la marginalidad
de sus comienzos. Las aventuras
de Peter Pank, uno de sus personajes
más recordados, eran un recorrido por
las tribus urbanas de los años ochenta
y aún reconoce en Robert Crumb. uno
de los grandes del cómic underground,
a su favorito. Los premios se han sucedido
desde entonces. Entre otros muchos,
en su palmar~s se cuentan dos
nacionales: el de Ilustración Infantil y
Juvenil (1987) y el de Cómic (2007).
Hoy es todo un clásico de la historieta
española. Sin embargo. él es el
primer sorprendido de que "un museo
dedicado al arte antiguo, hasta cierta
época". le haya encargado el cómic
de conmemoración del quinto cente-
nario del óbito del Sosco. El tríptico
de los encantados es su título, y bien
puede decirse que en sus viñetas un
clásico se encuentra con otro clásico.
FAN DE LA PINTURA FLAMENCA
"Lo que ocurre es que, por fin, el cómic
está adquiriendo carta de naturaleza
y empieza a ser considerado un arte
come cualquier otro. A raíz de eso se
empiezan a mover las cosas y la gente
comienza a estimar sus posibilidades.
No es difícil darse cuenta de que,
además de un arte distinto, el cómic '
es un medio de comunicación muy
efectivo". Y dado que también es uno
de los más representativos del siglo XX,
también puede decirse que la centuria
pasada entra en el Prado con el cómic.
Aunque en un primer momento Max
sintió el natural temor ante la dimensión
de la propuesta. la admiración que
desde los días del cómic underground
sintió por el Sosco le ayudó a superarlo.
Destinado durante su servicio militar
en el entonces cercano Museo del
Ejército. descubrió en los ratos libres el
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