infoPLC++_#17_Enero-Febrero

(en)perspectiva
02 | PROVEEDORES DE SOLUCIONES VERTICALES
¿Qué nueva tecnología marcará un cambio en la industria este 2020?
Edge computing, 5G, tecnologías wireless,
de bajo consumo y sensórica autárquica
En opinión de Maxon, el cloud podría llegar
a su punto de saturación por problemas de
capacidad y latencia. “La esencia de la transmisión
de datos en tiempo real será garantizada
por el impulso del edge computing y el fog
computing antes que el 5G. Será una de las
piedras angulares que haga funcionar las telecomunicaciones,
sector financiero, atención
médica, fabricación, etc.” opinan.
Según la mirada de Trend Micro Ibérica, “la
nueva tecnología que supondrá dar un salto
sustancial será 5G. El despegue de la implementación
del 5G permitirá disponer de unas capacidades
de interconexión inexistentes hasta la fecha.
Tendremos dispositivos conectados a internet (u
otras redes) con un gran ancho de banda y baja latencia
de manera dinámica y sencilla sin necesidad
de disponer de complejas infraestructuras de red”.
Distinta a la valoración de Maxon la opinión de
ProGlove, desde donde aún se le otorga protagonismo
a la nube este 2020: “el establecimiento
de arquitecturas en la nube es, sin duda, algo
que tiene el potencial de provocar un cambio
significativo para muchas organizaciones. Más
aún, ya que su combinación con 5G potencia las
posibilidades que las empresas pueden buscar,
incluyendo enfoques de datos descentralizados
y edge computing.
Desde su área de know-how, VEGA detalla que
gracias a la tecnología radar y el desarrollo de
instrumentos específicos se abre la posibilidad
de medir o monitorizar el nivel en donde hasta
ahora no era posible, ya sea por las dimensiones
del depósito o por su localización: “será una gran
revolución que abrirá nuevas vías de optimización
de la producción, evitando las roturas de stock,
reduciendo el almacenamiento preventivo de
materias peligrosas, aumentando el valor añadido
a los productos de nuestros clientes o incluso
estableciendo nuevos modelos de negocio hacia
la servitización”.
Para Sisteplant la tecnología que marcará un
antes y un después son las aplicaciones prácticas
de la inteligencia artificial, y para Sarenet “no
habrá una tecnología que marque un cambio
significativo... Quizás las redes inalámbricas de
bajo consumo tipo LoraWAN”.
El escenario de disrupción tecnológica que se
viva en 2020 tendrá que ver con la maduración
de tecnologías ya en marcha, en opinión de HMS.
“En la mayoría de los casos la tecnología que
ponemos a disposición de los usuarios está por
delante de las necesidades del momento. De lo
que ya existe y que aún no tiene un alto grado
de penetración veremos un interés creciente en
la información que nos dan las máquinas ya en
parque y ahí las tecnologías wireless y de bajo
consumo desempeñarán un papel importante
tanto en sensórica como en concentradores en
diversos sectores”.
Sobre la madurez del la industria digital, es
generalizada la opinión que el mercado está
avanzando de manera gradual. “En el ámbito
de innovación hay claramente una revolución,
pero en la implantación tecnológica hay más
una evolución más que una revolución. Hay
mucho por recorrer”, comenta José María Borda
de Sisteplant. “Lo importante es no parar
porque, a nivel internacional, se están dando
pasos acelerados y, si no damos pasos firmes,
perderemos competitividad”. “Mi diagnóstico
es que queda muchísimo camino por recorrer”,
coincide Roberto Beitia de Sarenet, de la misma
manera que lo hace Xavier Cardeña de HMS:
“Diría que estamos aproximadamente en la “Industria
3.2”... No existe el contexto económico
ni social para avanzar a toda velocidad, así que
nuestra recomendación es la de abordar los
proyectos por fases minimizando riesgos tecnológicos
y de inversión y facilitando la aceptación
de los nuevos sistemas por parte de todos los
departamentos de la compañía”, explica.
Porque Industria 4.0 no se trata únicamente
de tecnología, sino que implica toda una revolución
a nivel de procesos y operativa empresarial.
“Implementar tecnologías que requieren de
unas redes de altas prestaciones, unos sistemas
cloud fiables y unas inversiones altas, nos hace
reflexionar si primero podemos alcanzar un
business wise con esta inversión”, refleja Jordi
Moré de Maxon. “De manera paralela, tenemos
que evaluar qué efectos a medio y largo plazo
va a tener sobre nuestra empresa no integrarnos
a la Industria 4.0”. En la misma línea se estas
reflexiones es la aportación de Axel Schmidt de
ProGlove: “será crucial para las organizaciones
identificar, determinar y perseguir el potencial
que hay para ellas”, aclarando que ello no significa
“desplegar con frenesí nuevas tecnologías
emergentes”. La nueva “inteligencia” se reduce
(en)perspectiva enero-febrero 2020
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