Revista Visión Ferretera Edic 31

ACTUALIDAD ANÁLISIS
y 6.000 euros. Se debe solicitar una
inspección a un asesor profesional o
técnico autorizado, que examine la
casa: ventanas, calefacción, refrigeración,
o la producción de agua caliente.
El certificado evalúa y califica
la eficiencia energética del inmueble,
otorgándole una calificación en
una escala de la A a la G, siendo A la
más eficiente y G la menos, un sistema
parecido al de etiquetas de los
electrodomésticos de siete niveles.
Primeramente cabe definir los productos
ecológicos que se disponen y crear
una Zona Verde con la escala en cada
tienda, donde dirigir la mirada –y las
compras- de aquellos interesados en
ahorrar y darles la satisfacción de pensar
que hacen algo por el planeta.
Los componentes ecológicos y productos
ahorradores básicamente
son aquellos que ofrecen ventajas
con respecto a las viejas tecnologías
en las siguientes áreas:
Generadores de calor: Calentadores
de agua (calefont) a gas o eléctricos sin
tanque/ahorradores, para el hogar. El
de gas impacta la facturación tremendamente
y el eléctrico, al funcionar
sólo cuando se usa, ofrece ahorros que
promedian un 40%. Existen calentadores
solares basados en la circulación
natural del agua, que funcionan con
termosifón, pero esa tecnología tiene
baja presencia en nuestro mercado.
Promover la elección de pequeños
electrodomésticos adaptados al tamaño
y necesidades de la familia, de bajo
consumo para el hogar, con función
con auto apagado cuando estén sin
uso, cocinas vitrocerámicas que funcionen
a 220 v. Hornos Multifunción
pueden ahorrar hasta 50% de energía
más que un horno convencional.
Iluminación: En los comercios, la
prioridad que adquiere una iluminación
adecuada y moderna es cada
vez mayor. La luz ayuda a vender.
Disponer de una buena y correcta
iluminación, reduce la decoloración
cromática de los empaques y
productos, incrementa el número
de clientes, favorece la ergonomía
del trabajador, la cifra de ventas y,
lo más importante, la permanencia
en la tienda por parte del cliente.
Sugerir la migración de ampolletas
incandescentes a ahorradores
o Leeds es indispensable, el cambio
a balastos electrónicos, el uso de luminarias
empotrables parabólicas
cromadas, inclusive la posibilidad de
instalar techos traslúcidos o modernas
claraboyas de vidrio -que ofrecen
una potente luz clara y blanca- es una
tendencia para recomendar el uso de
la luz natural en nuestro habitat. La
iluminación artificial pasa desapercibida
diariamente, pero su disposición
eficiente genera una reducción tremenda
en la factura mensual, tanto
de los negocios como del hogar. Ob-
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