Edicion 01 de octubre 2020
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14 Jueves 1 de octubre de 2020
Opinión
Diario Co Latino
Lo que las generaciones jóvenes
deben saber para orientar su futuro
“La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos”.
“Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidos por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias
con que se encuentran directamente, que existen y han sido legadas por el pasado”
El dieciocho brumario de Luis Bonaparte, Karl Marx.
Francisco Américo Mejía
A
las diferentes generaciones les ha tocado
vivir grandes acontecimientos
que han marcado su vida y la historia
de nuestro mundo.
Así, las personas que nacieron a principio
de 1,900 vieron horrorizados, a los 13 años de
edad, el desarrollo de la Primera Guerra Mundial
(1914-1918), fue principalmente una guerra
que afectó a la juventud de Europa (Alemania,
Austria, Hungría, Italia, Reino Unido,
Francia, Rusia, pero también participaron Turquía,
Japón y los Estados Unidos, que se incorpora
a ella en 1917). Las consecuencias: 10
millones de soldados muertos y 20 millones
de soldados heridos, más 7 millones de civiles
muertos. También apareció el fascismo y el nazismo.
Se dio la revolución en Rusia en octubre
de 1917 y nace la Unión Soviética. Además,
como desenlace de la guerra se creó la Sociedad
de las Naciones. A nuestro país le fue bien
con esa guerra ya que la paralización de la producción
en Europa, demandó, especialmente
alimentos, que los países de América Latina
proveyeron. Lo que les enseñó la Primera
Guerra Mundial a las potencias fue que, la que
yor
posibilidad de ganar las futuras guerras.
A las generaciones de la postguerra les tocó
da
de 1920. En nuestro país, luego del asesinato
del Dr. Manuel Enrique Araujo en 1913,
se instauró la dinastía Meléndez-Quiñonez
que agotó la forma jurídico política de la nación
con sus fraudes electorales, esto los obligó
a entregar el poder al Dr. Pío Romero Bosque
en 1927, permitiendo en 1930, elecciones
libres, que ganó el Dr. Arturo Araujo, quien era
un hombre ilustrado y progresista, que proponía
mejoras para la clase trabajadora, lo que fue
mal visto por la naciente burguesía salvadoreña
conservadora, que apoyó el Golpe de Estado
del General Maximiliano Hernández Martínez
contra Araujo. Es de destacar que desde 1924
creció la organización obrera en Centroamérica
y el país. En diciembre de 1930 nace el Partido
Comunista de El Salvador (PCS). La de-
los precios del café, a tal grado que la burguesía
terrateniente no cortó las cosechas de 1930 y
1931; la pobreza se generalizó y ni siquiera a los
empleados públicos se les pagaron sus salarios.
Sumado a la crisis económica, las ideas de la Revolución
Bolchevique (“la revolución es posible
si se unen los obreros, los campesinos y los soldados”),
más la idea zapatista de la Revolución
Mexicana “la tierra debe ser de quien la trabaja”
dieron pie a la Insurrección de 1932 liderada
por Farabundo Martí y el PCS, que se cerró con
el asesinato de cerca de 30,000 campesinos indígenas
y los obreros del PCS por la naciente dictadura;
se inicia el régimen de la Dictadura Militar
en el país.
Para la nueva generación que continuó, le
tocó la Segunda Guerra Mundial; nuevamente
fue la juventud europea la que cargó con los mayores
costos, especialmente la Unión Soviética
que sufrió más de 27 millones de víctimas. El
nazismo y el fascismo se lanzaban a la conquista
del mundo capitalista. Para muchos, se buscaba
que el nazismo venciera a la Unión Soviética,
y luego las fuerzas aliadas (Inglaterra, Francia
y Estados Unidos) acabarían con el nazismo
debilitado. Esta guerra causó grandes penurias
a nuestro país, pero también debilitó a la dictadura
de Martínez; la crisis económica y en parte
por sus simpatías nazi-fascistas, permitieron su
caída, que rápidamente fue sustituida por otro
miembro que asumiría una nueva cara de la dictadura
militar. Para derrocar al dictador -primeramente-
los jóvenes militares se alzaron, pero
Martínez controló la situación y ordenó fusilarlos;
luego, en la juventud universitaria, surgió
la idea de la huelga de brazos caídos, que fue
acuerpada por toda la población y el dictador
huyó del país.
La siguiente generación tuvo la relativa calma
de la postguerra (los baby boomers en Estados
50 donde triunfa la Revolución Cubana, que va
a inspirar a toda Latinoamérica y surgen movimientos
guerrilleros por casi todo el continente.
El imperialismo se preocupó y lanzó la Alianza
cia
cubana. Nace en 1962 el Mercado Común
Centroamericano (MCCA), que nos llevaría a
la Guerra Honduras-El Salvador en 1969. El regreso
de los migrantes desde Honduras aceleró
la crisis; en 1970 nacen las primeras organizaciones
político militares del país.
Esta generación va a enfrentar a la dictadura,
que en la década de los 70s cobraría su forma
más criminal y repulsiva: masacres en el campo
y luego en las ciudades, asesinatos y desapariciones
hasta culminar en el asesinato de monseñor
Romero. La represión comenzó despidiendo a
profesores de ANDES 21 de junio y a trabajadores
sindicalizados, continuó luego con golpizas
y capturas de maestros, obreros, campesinos,
estudiantes, hasta llegar a los asesinatos,
desapariciones y masacres
Esta generación desarrolló la guerra popular
revolucionaria que terminó eliminando la forma
dictatorial de Gobierno. Los costos: más de
70,000 muertos, miles de desaparecidos y cientos
de miles que migraron fuera del país. A esta
generación le debemos nuestra joven e imperfecta
democracia y los logros que nos dejaron
los Acuerdos de Chapultepec, como una Policía
Nacional Civil, alejar a la Fuerza Armada del
control del poder político, una Comisión de Derechos
Humanos, libertad de expresión, elecciones
y pluralismo político.
En la actualidad existe preocupación pues se
están dando los primeros síntomas de carácter
dictatorial, como son, entre otros, los despidos
por el simple hecho de militar en el FMLN; el
Gobierno ha despedido a más de 4,000 personas,
que no son familiares de los antiguos funcionarios,
sino militantes del FMLN, independientemente
de su capacidad técnica.
Algunos con poca formación y hasta quizá
mala intensión no valoran a las generaciones anteriores
y en especial a la generación que hizo la
guerra y las consideran generaciones fallidas; no
cabe duda que existe miopía y nos dice que esas
personas no pueden ser buenos guías para llevar
al país a mejores condiciones de vida, prosperidad
y democracia. La generación actual debe
aprender de las experiencias pasadas, que forman
nuestro acervo cultural, en especial la juventud
obrera y campesina deben atesorar las
riquezas que han dejado las generaciones populares
anteriores.
En este mes dedicado a la patria y durante
todo el año, debemos honrar a nuestros héroes
populares.
¡Que vivan los que nos han posibilitado una
verdadera independencia y justicia social!