Edicion 31 de octubre 2020

Por: Álvaro Darío Lara
EL ZOOLOGICO DE DIOS
En una esquina de la amada ciudad en la que habito, me encontré cierto
día con un antiguo compañero de colegio. Cada cierto tiempo, a lo
largo de esos treinta y ocho años transcurridos desde que nos conocimos,
sentados en una banca escolar, nuestros pasos se han cruzado apenas unos
instantes.
La vida de mi amigo no ha sido fácil. Los espectros que se alimentan de
nuestros miedos y temores, lo invadieron durante largas lunas, despersonalizándolo
y lanzándolo a las siniestras calles de la autodestrucción.
siempre entusiasta y alegre con todos, aunque ya el cáncer del fatal extravío
comenzaba a tomar plaza en su futura existencia.
Sin embargo, esta última vez de nuestro fugaz encuentro, la historia ha
dado un giro muy distinto. Mi amigo, se ha recuperado. Cuenta ya con siete
años de libertad espiritual y está reconstruyéndose. En pocos minutos me
relató su tragedia, presa del alcohol, la marihuana y, principalmente, de
la cocaína. La implacable y tiránica droga que esclaviza de la forma más
brutal e imperiosa a todos aquellos desdichados que llegan a consumirla.
Mi amigo me confió como amanecía siempre en el mismo parque, frente a
la misma estatua del prohombre que desde su silla de maestro contempla,
quieto, la vorágine de los vendedores, desempleados y transeúntes que pa-
como en plena adicción, observaba a hombres solitarios llegar en las altas
horas de la noche o en la madrugada, a reposar en las vacías bancas. Bebían
café o fumaban un cigarrillo. Eran los héroes de la dura recuperación, que
aún no podían desconectar su mente del ruido infernal de los fantasmas que
les impedían alcanzar el sueño reparador. Y por fortuna, fueron estos hombres,
quienes motivaron a mi amigo, a iniciar lenta, pero decididamente, el
retorno a sí mismo.
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hispana en los Estados Unidos, nos comparte su estremecedor descenso a
los avernos de las drogas y del abandono total. Pero también nos habla de
su milagrosa resurrección. Una resurrección que es diaria, sólo diaria.
interior, que provenía de lo profundo de mí. Yo pensaba que rodaba mal
En realidad, raras veces el camino está bien. Y no está bien, porque como
algo ajeno a nosotros, es difícil que tengamos poder sobre él.
Sobre lo único que sí tenemos control es sobre nosotros mismos, volviendo
nuestros ojos hacia la chispa divina que mora en nuestra interioridad más
en este mundo. Mundo, al que el Maestro Paramahansa Yogananda -con
rrible,
infernal, pero hermoso lugar.
REQUIESCE IN PACE
Por: Marlon Chicas El Tecleño Memorioso
La Conmemoración de los Fieles Difuntos se acerca,
honrando la memoria de quienes partieron a la Casa del Padre,
a espera del reencuentro que los unirá para siempre en la
eternidad celestial
Es tradición por estas fechas que niños, jóvenes e incluso adultos
mayores, ofrezcan sus servicios a los allegados al campo santo, limpiando, chapodando
y pintando mausoleos o tumbas de los fallecidos, a cambio de unas monedas
para el sustento digno de sus familias
pultadas
personalidades emblemáticas de la Ciudad de las Colinas, así como otras a
las cuales se rinde un merecido reconocimiento a su labor desarrollada en vida, la que
José Dolores Larreinaga: Pedagogo, político, agricultor, gobernador de San Salvador
General Manuel Estévez: Militar, combatió en la batalla de Coatepeque ante la invasión
del caudillo guatemalteco Rafael Carrera en 1862.
Manuel López:
Dr. Eugenio Araujo:
Daniel Hernández: Fundador del Liceo San Luís, del cual surgen los ex presi-
políticos de la época.
Eustaquio Guirola: Hermano del ex vicepresidente de la república y cafetalero
su creencia en la reencarnación.
Alfredo Torres Zelada:
Walter Arthur Soundy: Filántropo inglés, cafetalero y dueño del equipo de fútbol
Margarita Durán:-
escuela que lleva su nombre.
Victimas del Terremoto 2001: En ella están sepultadas más de 800 personas fallecidas
responsable de magna inhumación por parte de la comuna tecleña de ese tiempo.
Sacerdotes y hermanos de la Compañía de Jesús,
naola
entre muchos, que recuerdo con cariño.
En el camposanto tecleño reposan cientos de valiosos ciudadanos y ciudadanas, dejando
un maravilloso legado en nuestros corazones, entre ellos mi amada abuela y herma-
Edición Especial | 31 de Octubre de 2020 |
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