23.12.2012 Views

Roberto González Echevarría - Maria Rosa Menocal

Roberto González Echevarría - Maria Rosa Menocal

Roberto González Echevarría - Maria Rosa Menocal

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

uena letra<br />

308<br />

encuentro<br />

y sus amables afanes. Personalmente, me<br />

identifico con esta alegría que se permite<br />

prescindir de la trascendencia, del consuelo<br />

de la inmortalidad, de cualquier inmortalidad,<br />

y que alguna vez me ha gustado definir<br />

como una «jubilosa desesperanza».<br />

Este espíritu vamos a encontrarlo en la<br />

poesía de Isel desde el principio, desde ese<br />

primer libro, Fantasía de la noche, en que<br />

juega seriamente (valga la paradoja) con<br />

personajes de la Comedia del Arte, hasta los<br />

poemas sueltos que cierran este volumen.<br />

Encuentro oportuno resaltar aquí que al<br />

referirme al principio a La marcha de los<br />

hurones como un libro en el que Isel prevenía<br />

y, de alguna manera, denunciaba el<br />

sesgo totalitario que muy pronto adquirió el<br />

régimen de Fidel Castro, no quise decir que<br />

se tratara de un poemario repleto de claras<br />

referencias o alusiones políticas, como lo<br />

sería, ocho años más tarde, Fuera del juego,<br />

de Heberto Padilla. Es un texto mucho más<br />

críptico en que la autora denuncia el terror<br />

que ya se cierne sobre los cubanos en el cuadro<br />

general de una historia universal aterradora<br />

que acaso entra por nuestra puerta de<br />

manera más definida con ese entusiasmo<br />

moderno —o posmoderno— que se llamó<br />

alambicadamente «la Revolución Cubana».<br />

Tampoco quiero pasar por alto esos dos<br />

hermosos poemas escritos por ella a la muerte<br />

del poeta José Mario, ocurrida en octubre<br />

de 2002, donde su voz se hace mucho más<br />

personal al apartarse, por un momento, del<br />

gran treno por nuestro destino colectivo y<br />

dar salida a la orfandad en que la deja el<br />

amigo que se marcha. Me parece un acierto<br />

que sirvan para cerrar este volumen, no sólo<br />

porque cronológicamente son más recientes,<br />

sino porque ese tono elegíaco más íntimo<br />

los convierte en una coda natural para un<br />

libro como éste. «Hoy sé que parte de mi<br />

juventud / se ha marchado con tu memoria<br />

extinta», dice; para concluir, ese poema, el<br />

penúltimo, con dos versos de una memorable<br />

sencillez: «Pero ya el frío no te amedrenta,<br />

/ ¿verdad José?».<br />

Es también un logro editorial la reunión<br />

de estos libros de Isel Rivero en un solo volumen<br />

donde el lector puede seguir el curso<br />

de sus poemarios publicados en español y<br />

buena letra<br />

darse cuenta de que, en realidad, son capítulos<br />

de una sola obra que nos impone una<br />

reflexión apasionada, si bien un tanto pesimista,<br />

sobre este nuestro mundo y en la que<br />

cualquier lector sensible puede advertir,<br />

sobre todo, la búsqueda constante de una<br />

manera suya de decir, de una autenticidad y<br />

de una lucidez. Ella lo ha dicho aquí muy<br />

bien: «Me comprometo a pesar cada palabra…<br />

me comprometo a una claridad<br />

espantosa». (El Banquete). ■<br />

Teatro del absurdo<br />

Carmen Márquez Montes<br />

Ricardo Lobato Morchón<br />

El teatro del absurdo en Cuba (1948-1968)<br />

Ed. Verbum, Madrid, 2002.<br />

336 pp. ISBN: 84-7962-218-0<br />

El ensayo EL TEATRO DEL ABSURDO EN CUBA<br />

(1948-1968) consta de una introducción<br />

y cuatro secciones. En la primera, el autor<br />

hace un deslinde terminológico para explicar<br />

que utilizará tanto teatro del absurdo,<br />

como teatro absurdista y teatro experimental.<br />

Tras ello señala las diferencias entre el<br />

teatro del absurdo en Cuba y en Europa. Y,<br />

finalmente, expone que los objetivos del trabajo<br />

son: «definir el paradigma del denominado<br />

teatro del absurdo»; «determinar los<br />

fundamentos estéticos e ideológicos sobre<br />

los que se asienta el quehacer literario de<br />

los dramaturgos cubanos»; «establecer la<br />

nómina de dramaturgos y el corpus de dramas<br />

del absurdo cubano entre 1948 y 1968»;<br />

«determinar el lugar que ocupan estas obras<br />

en el conjunto de la dramaturgia cubana de<br />

su tiempo»; «investigar las causas del brusco<br />

declinar del teatro del absurdo en Cuba en<br />

torno a 1968», y «analizar e interpretar los<br />

dramas del absurdo en Cuba».<br />

En la primera sección del trabajo, hace<br />

una aproximación a lo que se entiende por<br />

teatro del absurdo, utilizando ejemplos del

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!