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7mo Encuentro de Investigadores de Arqueologia y Etnohistoria

por El Instituto de Cultura Puertorriquena

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cundiboyacense correspon<strong>de</strong> a los dibujos publicados por José Domingo Duquesne (siglo<br />

XIX), cura doctrinero que tuvo acceso a una pieza precolombina (matriz <strong>de</strong> orfebrería),<br />

en la cual se <strong>de</strong>cía estaban dibujados con sencillez diversos signos (hieroglíficos) que<br />

según su versión, representaban los números Muiscas y los períodos <strong>de</strong> la siembra<br />

y la cosecha. En 1850, en el inicio <strong>de</strong> la República se realizaron algunas acuarelas<br />

que incluyeron temas rupestres, incluidos como monumentos indígenas, en el Álbum<br />

Pintoresco <strong>de</strong> la Nueva Granada, que reseñaba también algunos paisajes y tradiciones<br />

étnicas, <strong>de</strong> diversas regiones <strong>de</strong>l país. Las primeras referencias interesadas especialmente<br />

en el arte rupestre correspon<strong>de</strong>n a trabajos <strong>de</strong> finales <strong>de</strong>l siglo XIX y a los primeros<br />

30 años <strong>de</strong>l siglo XX, relaciones que reseñaron la presencia <strong>de</strong> zonas esencialmente<br />

en el altiplano Cundiboyacense y en la Sierra Nevada <strong>de</strong> Santa Marta, constituyéndose<br />

así, en los primeros informes generales <strong>de</strong> sitios (Muñoz-2008, en prensa) y con ello, la<br />

existencia y reseña <strong>de</strong> algunas <strong>de</strong> las figuras presentes en estas zonas.<br />

Nadie imaginaba para ese tiempo que fuera importante <strong>de</strong>tenerse a registrar el<br />

<strong>de</strong>talle, las proporciones y la relación completa y or<strong>de</strong>nada <strong>de</strong> los motivos encontrados<br />

en las rocas. Mucho menos se interesaban por incluir aspectos adicionales sobre el<br />

lugar, la ubicación exacta <strong>de</strong> los hallazgos y recorrer el territorio en la búsqueda <strong>de</strong><br />

nuevas evi<strong>de</strong>ncias. Dispersos estos informes (conquista, colonia y algunos álbumes<br />

<strong>de</strong>l período republicano) en distintos medios, fueron poco a poco reencontrados<br />

por algunos curiosos, que sin consi<strong>de</strong>ración adicional tomaban estos materiales por<br />

ciertos y con ello, generaron en la opinión publica <strong>de</strong> la época i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> tesoros y sitios<br />

<strong>de</strong> antiguos habitantes, sobre los cuales nunca fueron posibles referencias adicionales<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los ya conocidas <strong>de</strong> los cronistas y algunos datos referenciados <strong>de</strong> la<br />

tradición oral.<br />

Cuando se iniciaron los primeros trabajos <strong>de</strong> búsqueda y ubicación <strong>de</strong> sitios<br />

rupestres en los alre<strong>de</strong>dores <strong>de</strong> la Sabana <strong>de</strong> Bogotá y se pudieron comparar los<br />

materiales publicados (acuarelas, dibujos y gráficas) con los originales, resultaba<br />

sorpren<strong>de</strong>nte que los dibujos y las gráficas no parecían <strong>de</strong>rivarse <strong>de</strong>l mural original,<br />

pues normalmente tenían adiciones y olvidos, se <strong>de</strong>sproporcionaban los trazos o<br />

se uniformizaban los mismos. Las Acuarelas <strong>de</strong> la Comisión Corográfica (1850),<br />

las gráficas <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> Isaacs (1880), sobre las Tribus Indígenas <strong>de</strong>l Magdalena, los<br />

documentos privados como el Álbum <strong>de</strong> Antigüeda<strong>de</strong>s Neogranadinas (Liborio Zerda<br />

1890) y finalmente las láminas <strong>de</strong>l álbum <strong>de</strong>l Jeroglífico Chibcha (1922), constituían<br />

las referencias históricas en arte rupestre, una variedad <strong>de</strong> temas y motivos que<br />

parecerían a primera vista, contener todo el conjunto <strong>de</strong> sitios existentes en el<br />

país y contener en graficas o pinturas las representaciones reales <strong>de</strong> los sitios. No<br />

solamente se constató en el proceso mismo <strong>de</strong>l trabajo, que las interpretaciones<br />

eran apresuradas, sino que se pudo confirmar en cada caso, que aquellos mínimos<br />

registros en algunas zonas <strong>de</strong>l altiplano, se apresuraban a resaltar ciertos trazos o<br />

elementos <strong>de</strong> los murales, privilegiando algunos “temas”, y excluyendo aspectos, que<br />

muy seguramente pudieran entorpecer la versión general <strong>de</strong> sus interpretaciones y<br />

en general <strong>de</strong> sus teorías.<br />

7 mo <strong>Encuentro</strong> <strong>de</strong> <strong>Investigadores</strong> <strong>de</strong> Arqueología y <strong>Etnohistoria</strong> 65

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