7mo Encuentro de Investigadores de Arqueologia y Etnohistoria
por El Instituto de Cultura Puertorriquena
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humanos y el mundo vegetal. La paleoetnobotánica se esfuerza por compren<strong>de</strong>r cómo<br />
los seres humanos han recurrido históricamente a las plantas alimenticias, cómo se<br />
crearon las condiciones culturales-naturales que propiciaron la selección <strong>de</strong> unas plantas<br />
sobre otras para satisfacer distintas necesida<strong>de</strong>s (alimenticias, medicinales, rituales, etc.)<br />
y cómo, en ciertos casos, las plantas fueron modificadas intencionalmente e insertadas<br />
en diversos sistemas <strong>de</strong> producción para el aprovechamiento humano (ver Pearsall<br />
2000).<br />
En el transcurso <strong>de</strong> los procesos antes mencionados, algunas <strong>de</strong> las plantas útiles<br />
fueron investidas con significados mágico-religiosos, supra-terrenales, y se integraron<br />
así en la cosmovisión <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas culturas. Es el caso <strong>de</strong>l maíz en algunas <strong>de</strong> las<br />
muchas culturas mesoamericanas (Bonfil Batalla 2002; Piperno y Pearsall 1998). Las<br />
plantas, en este y en otros ámbitos, <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong> ser plantas estrictamente naturales<br />
para convertirse en seres divinos, en objetos culturales creadores <strong>de</strong> vida. Pero, ¿cómo<br />
nos acercamos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esta subdisciplina, a todas las facetas que estudiamos como son<br />
el uso alimenticio, ritual, religioso y medicinal <strong>de</strong> las plantas?<br />
Recurrimos a un conjunto <strong>de</strong> información que llamamos genéricamente<br />
arqueobotánica para respon<strong>de</strong>r las distintas interrogantes que nos hacemos. Es así que<br />
los contextos arqueológicos, revelados casi siempre por medio <strong>de</strong> la investigación<br />
arqueológica formal, nos permiten generar y aplicar técnicas con las cuales recuperamos<br />
restos botánicos antiguos, agrupados en dos gran<strong>de</strong>s categorías: restos microbotánicos<br />
y macrobotánicos. Los restos macrobotánicos son las semillas, segmentos <strong>de</strong> éstas,<br />
raquis, pedúnculos, frutos y otros fragmentos que muchas veces se pue<strong>de</strong>n ver a<br />
simple vista (Pagán Jiménez 2003). Dentro <strong>de</strong> los restos microbotánicos, por su parte,<br />
se encuentran principalmente los granos <strong>de</strong> polen, los fitolitos y los almidones, siendo<br />
los últimos los que nos han proporcionado información directa y confiable sobre el<br />
uso <strong>de</strong> plantas en los distintos periodos culturales precolombinos <strong>de</strong> Puerto Rico y<br />
otras islas antillanas (Pagán Jiménez 2007).<br />
El almidón, recurso <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l presente trabajo, es el polisacárido <strong>de</strong> reserva<br />
alimenticia predominante en las plantas. Su formación comienza con la fotosíntesis,<br />
cuando la energía <strong>de</strong> la luz solar es convertida en una forma sólida <strong>de</strong> energía potencial.<br />
Este proceso tiene lugar en los cloroplastos, en don<strong>de</strong> la energía <strong>de</strong> la luz inicia una<br />
serie <strong>de</strong> reacciones que transforman el agua en hidrógeno y oxígeno; luego, recombina<br />
el hidrógeno libre con dióxido <strong>de</strong> carbono para formar la glucosa y eventualmente<br />
los polisacáridos. Químicamente, el almidón es una mezcla <strong>de</strong> dos polisacáridos muy<br />
similares, la amilosa y la amilopectina; contienen regiones cristalinas y no cristalinas<br />
en capas alternadas. La disposición radial y or<strong>de</strong>nada <strong>de</strong> las moléculas <strong>de</strong> almidón<br />
en un gránulo resulta evi<strong>de</strong>nte al observar la cruz <strong>de</strong> polarización (cruz blanca<br />
sobre un fondo negro) en un microscopio <strong>de</strong> polarización cuando se colocan los<br />
polarizadores a 90° entre sí. El centro <strong>de</strong> la cruz correspon<strong>de</strong> con el hilum o el centro<br />
<strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> gránulo (ver Gott et al. 2006; Pagán Jiménez 2007). La morfología,<br />
tamaño, composición química y estructura básica <strong>de</strong> los gránulos son característicos<br />
<strong>de</strong> cada especie (Bello y Pare<strong>de</strong>s 1999; Czaja 1978; Gott et al. 2006; Reichert 1913;<br />
Trease y Evans 1986) y sus formas en particular <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la cantidad <strong>de</strong> amilosa<br />
que contienen (Moreno Casasola 1996).<br />
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