You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Jonestown: El sueño fallido.
Jorge Sánchez
La historia de Jonestown y su creador Jim Jones es sin duda una de las más fascinantes de los años 70
y que hoy en día está prácticamente olvidada. No creo que preguntando por cualquier calle de Estados
Unidos mucha gente sepa quién fue Jim Jones o lo que hizo. Han pasado más de cuarenta años desde
el desenlace y aún hoy existen muchas preguntas pendientes. ¿Por qué motivos casi un millar de
personas, embaucadas por un charlatán, son capaces de morir en una extraña ceremonia en mitad de la
Guyana? O incluso… ¿por qué el gobierno no hizo algo más por parar aquello? El templo del pueblo
se ha convertido, en números, en la secta más mortífera de la historia. Inicialmente se crea como una
comunidad independiente de la sociedad en un mundo que consideran imperfecto y como en todas
las utopías, todo surge de elementos positivos como la igualdad racial, la idea de compartir todo lo
material renunciando siempre a todos sus bienes y entregándoselos al sabio líder para que los maneje
a su antojo.
El templo de la gente se convirtió
sin duda en una de las sectas más
dañinas de la historia, los números
lo avalan. Pero empecemos con la
personalidad del líder que lo creó
todo. Jim Jones provenía de una
familia pobre y desfavorecida.
El padre quedó afectado en los
pulmones a la vuelta de la Segunda
Guerra Mundial provocándole
problemas respiratorios y una
incapacidad física que le impidió
volver a ejercer trabajo alguno.
La señora Jones, por contra, era
una mujer fuerte que tuvo que
hacerse cargo de la familia desde
el primer momento. La vida de
Jim se desarrolla en Indiana.
Desde el principio demostró tener
una inteligencia superior a la del
resto. De hecho, empezó a acudir
a la iglesia y allí era evidente su
capacidad para comunicarse
con los demás y su facilidad
para dirigirlos a su antojo. El ya
prácticamente reverendo Jones
con apenas 10 años conducía sus
propias celebraciones con un
lenguaje rebuscado para su edad,
lo que le hizo crecer separado
de los demás niños. Debido a
todo el tiempo que pasaba solo
comenzó a leer en el colegio sobre
el socialismo y a adentrase en sus
ideas. Hablamos de los años 40,
el socialismo y comunismo era
sin duda la utopía del momento,
aunque en Estados Unidos su
simple planteamiento se veía
como un sacrilegio. Se casó a los
18 años mientras estudiaba en
la universidad. Ahí fue donde
comenzó a desarrollar su creencia
de que el único modelo posible en
el mundo era el del socialismo y la
39