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heavies y los fans de Carnivore
no podían aceptar que le
gustaran grupos como Duran
Duran, Cocteau Twins, The
Cure, o Sisters Of Mercy, mala
suerte, ya se podían dar media
vuelta. Ya le había gritado al
mundo más que suficiente de
su rabia. Ahora iba a bajar
el tono y la velocidad, y nos
iba a regalar esa fabulosa
y profunda voz de bajo con
melodías de las que ya nunca
te abandonan. En agosto de
1993 dejó en nuestras manos
“Bloody Kisses”, el disco que
lo cambió todo. Promocionarlo
no fue sencillo. No era fácil
colar el contenido de ese disco
en la radio y había que hacer
frente a la previsible reacción
de los hasta ahora fans de
Carnivore. Pero el material era
tan potente que era imposible
no creer en él. El primer
sencillo fue una versión de
“Black No. 1”, y el segundo la
enorme “Christian Woman”,
editados en versiones más
cortas que las incluidas en el
álbum, y con Peter regrabando
algunos de los versos originales
con otros ligeramente menos
polémicos, una versión (la de
“Christian Woman”) que sin
complejo alguno subtitularon
“Butt-Kissing, Sell-Out”.
A principios del 94 hicieron
una pequeña gira por clubs, la
primera vez que salían solos,
y todo fue bien. Luego de
vuelta a casa a sus trabajos
habituales. Entonces llegó la
primera llamada de teléfono,
la de Nine Inch Nails.
Acababan de publicar “The
Downward Spiral” y tenían
una gira por pequeñas salas en
la costa oeste. Habían perdido
a sus teloneros a tres días de
empezar la gira y Trent Reznor
decidió llamar a la banda
porque estaba impresionado
con “Bloody Kisses”. Tras esta
gira llegó la segunda llamada,
la de Mötley Crüe, que en
aquel momento estaban con
John Corabi. Fueron los Crüe,
fans también del “Bloody
Kisses”, los que insistieron
en llevarlos. Girar con Mötley
Crüe, un grupo que atraía la
atención de todos los medios,
les puso de repente en el
mapa, y “Christian Woman”
empezó a sonar en la radio. Un
año después de la publicación
de “Bloody Kisses”el disco por
fin empezaba a despegar.
En agosto de 1995 se publicaría
el archifamoso número de
Playgirl con Peter en portada
y un generoso despliegue de
páginas en su interior, con la no
menos generosa anatomía de
Peter al desnudo. Peter cobró
relativamente poco dinero por
el trabajo, parece que 5.000 $,
pero la proyección publicitaria
fue brutal. Elevó su imagen y
reputación de dios del sexo a
niveles estratosféricos, entre
mujeres y hombres por igual.
Años después Peter estaba en
cierta manera arrepentido
de haberlo hecho porque el
asunto se le había ido de las
manos. Para mucha gente el
pene de Peter era el primer y
el último comentario sobre la
banda.
El éxito de Peter con las
mujeres se condensó en su
siguiente disco, “October
Rust”, un disco muy sensual,
con una atmósfera frondosa
y absorbente de principio a
fin de la que era imposible
escaparse.
Josh Silver: “Probamos a
hacer algo completamente
diferente. Era extraño, era
raro, y muy sexual. Funcionó.
Me gusta todo lo que hay
ahí. Hay algunas canciones
que hacen que mis pelotas se
conviertan en ovarios, pero no
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