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No, la verdad es que me sale la voz de una
manera bastante natural. Y lo mismo me pasa
con la guitarra: no este año 2020 extraño, pero
cuando tienes tantos conciertos y viajes es
muy difícil mantener una disciplina de decir
“voy a estudiar de esta hora a esta hora”. Pero
al fin y al cabo el rodaje lo consigues tocando
en directo, no estudiando en casa. Lo que
necesitas es tocar y tocar para que tu música
vaya fluyendo y tú creciendo como artista.
Hendrix es un gran referente
y fue el que revolucionó todo
el blues, que venía de un estilo
más clásico, más calmado.
Él fue el primer guitar hero y
el que sentó las bases. ¿Qué
guitarrista contemporáneo no ha
escuchado a Hendrix?
Tú además no empezaste a tocar muy
joven.
Sí, yo decidí que quería tocar la guitarra, la
española, a los 18 años. Y lo primero que se me
ocurrió, fíjate, fue apuntarme al conservatorio,
que seguramente hubiese acabado hasta las
narices. La guitarra era el instrumento más
solicitado y me dijeron que era demasiado
mayor para empezar allí.
Menuda vista la del Conservatorio Musical
de Badajoz, ¡qué linces! (Risas).
Así que decidí empezar a tocar por mi cuenta,
una música que no tiene nada que ver con el
blues, compuse alguna canción que no me
gustaría escuchar ahora (Risas). Me llamaba
mucho la atención el flamenco y de ahí me
viene la costumbre de tocar con los dedos, sin
púa, ya sabes que en la música americana se
usa mucho el fingerpicking y alternar dedos y
púa, y el hecho de aprender algo de técnica de
flamenco me vino estupendo.
En el mundo del blues local siempre ha
habido mucho bastardeo con otros estilos,
rollo Raimundo Amador, ¿te tienta meter
elementos autóctonos en tu música o sería
forzar algo que no te atrae?
Para mi estilo o mi proyecto no me atrae, pero sí
que es verdad que, improvisando en las partes
más macarrillas del show, y depende de donde
esté, cuando tocas fuera de España metes un
toque de flamenco y a la gente le encanta. Pero
meterlo en mi música de forma clara y evidente
no me atrae; respeto mucho ese tipo de
música, pero para mi proyecto me llaman más
la atención otros estilos. Como músico siempre
hay que tener los oídos abiertos, y cuantos
más estilos controles, más posibilidades hay
de trabajar y de seguir aprendiendo, que
nosotros somos los eternos estudiantes.
Sí que modernizas un pelín tu sonido en
tu último lanzamiento “The L.A Sessions”,
que sigue bebiendo del blues y el rock
casi sureño, pero con un toque más
contemporáneo ¿Buscabas moverte del
rollo más clásico?
Yo creo que desde “Skin and Bones” y “No
U Turn” se nota lo que te comentaba, que
escucho muchos tipos de música y siempre
hay que añadir algo a tu estilo que se
agradezca porque no es más de lo mismo. Y
además es que para mí es más divertido, si no,
no grabaría más discos, porque me aburriría.
Si te tuvieses que definir, ¿dirías que eres
una artista de blues, de rock, de americana?
¿Puede ser un poco restrictivo el blues?
Me refiero en cuanto a esa repetición de
esquemas.
Sí, sobre todo a la hora de componer canciones,
yo no podría hacer siempre lo mismo, hay
que hacer algo que te refresque los oídos. A
la hora de etiquetar aquí en España parece
que necesitamos siempre categorizar, poner
esa etiqueta. A mí me ha ocurrido de hacer
alguna entrevista en la que las diez preguntas
contenían la palabra “blues” y le pregunté al
entrevistador si se había escuchado el disco,
porque no había ningún blues.
O si había escuchado alguna vez un blues
(Risas).
Esa hubiera sido la pregunta. Es complicado,
te ponen una etiqueta y eso se queda. Y creo
que no deberíamos ser tan cerrados, a no ser
que seas un artista de blues estricto. En los
últimos años como está tan de moda el término
americana, que engloba tantas cosas, desde
grupos de pop con raíces bluegrass, a grupos
de rock sureño, o de soul con un poquito de
country, todos vamos a poder encajar en ese
“american roots”. Y es que además no es justo
para un fan del blues que se pueda pasar por
uno de mis conciertos y que diga, vale ha
tocado solo un blues, o ninguno, depende de
la noche.
Me consta que además del musical tienes
un gran gusto literario y que compartimos
lazos con la sección más canalla del mundo
editorial madrileño; ¿lecturas favoritas de
los últimos meses?
Bueno, supongo que el primero que voy a
recomendar lo conoces, “Letra Torcida, Letra
Torcida” de Tom Franklin editado por Dirty
Works.
Estoy justo ahora leyéndolo.
Te va a encantar, es un libro que te engancha
desde la primera página. Uno de mis momentos
favoritos del día es desayunar con el café y el
libro, y con este libro estaba deseando que
llegase el día siguiente para seguir con él.
También “Una Simple Carta de Amor” de Yann
Moix, editado por Underwood. Y como tercer
título elijo uno de una editorial que también es
amigo y que me mola mucho porque sacan
muchos libros sobre música y que ya veo que
tienes unos cuantos detrás de ti, “Swing frente
al Nazi” de Es Pop.
Terminemos con un deseo para este
incierto 2021.
Que volvamos pronto a funcionar. Cuando
esto pase vamos a tener más ganas de todo,
así que espero un 2019 pero con desenfreno
(Risas).
JSanabria
Rock Bottom Magazine 31