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Edicion 18 de Septiembre 2021

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LA VIdA de CAdA CANto

“A la soledad me vine” es el título

de uno de los poemas que más me

impresionó, en mi lejana juventud,

del poeta español Rafael Alberti

(1902-1999). Un poema musicalizado,

cantado por varios intérpretes, entre

los que se destacan, Soledad Bravo.

Escuchemos al viejo Alberti, vital,

marinero eterno de todos los océanos:

“A la soledad me vine /por ver si encontraba

el río/del olvido. /Y en la

soledad no había/más que soledad sin

río. /Cuando se ha visto la sangre, /en

la soledad no hay río/del olvido. /Lo

hubiera, y nunca sería/el del olvido. /

Ya no me importa ser nuevo, / ser viejo

ni estar pasado. /Lo que me importa

es la vida/que se me va en cada canto.

/La vida de cada canto”.

vida intensa, pletórica, llama que arde

en la maravillosa resurrección de cada

mañana, cuando por arte de magia,

abandonamos las sombras y volvemos

a contemplar el cielo.

Difícil es obviar lo vivido, eso siempre

nos acompaña, y por más esfuerzos de

soledad suprema, no hay río absoluto

del olvido, aunque para los griegos

antiguos, las aguas del Lete, eran un

prodigioso consuelo. Por ello, no es el

camino de la negación de lo vivido lo

que nos pueda dar la paz; al contrario,

es asumir que lo que ocurrió, ocurrió,

y nada ni nadie puede evitar lo que el

arcón del pasado encierra.

La soledad es parte de la naturaleza

humana, y vivida conscientemente,

no debe ser causa de infortunio. La

autora metafísica Muñeca Géigel, expresa:

“La persona está siempre sola

físicamente. Nace sola, vive sola y

termina su vida en el tiempo, se transforma,

sola. Cuando vivimos momentos

intensos, ya sean de alegría o de

dolor profundo; nos damos cuenta que

no importa cuántas personas estén a

nuestro alrededor, estamos siempre

solos. Cuando tomamos una decisión,

no importa cuántas opiniones hayamos

recibido de afuera, estamos solos

físicamente”.

No debemos temer esos espacios de

soledad. Habitantes de sociedades

ruidosas que aman el estrépito, que se

refugian en un carnaval de máscaras,

los seres humanos contemporáneos

huimos de la soledad, porque no la

conocemos, porque creemos que es sinónimo

de sufrimiento, porque no deseamos

asomarnos a nuestras propias

profundidades, donde mora nuestra

íntima verdad. Muñeca Géigel continúa:

“La soledad se descubre en el SI-

LENCIO. Mientras más nos conocemos

y reconocemos nuestros valores

esenciales, más espacios de soledad

necesitamos; pues es, en soledad, que

descubrimos nuestra ruta y todas las

respuestas a nuestra vida”.

En su libro “La soledad sonora”, dice

Juan Ramón Jiménez (1881-1958):

“Que el lujo y el rumor se queden

para otros…/a mí me basta con mi fe

en las armonías, /en una estancia plácida,

alejada, callada, /llena de libros

ledad,

el retiro indispensable del auténtico

creador.

Por ello, reitera la escritora metafísica:

“La experiencia de la soledad me

lleva a experimentar la vida y la naturaleza

en sus formas más vibrantes”.

No temamos la soledad, ella es portadora

de inimaginables gozos, que nos

preludian, la luminosa eternidad.

SANtA teCLA

de ICoNIo

Por: Marlon Chicas

El Tecleño Memorioso

Cada 23 de septiembre, la Ciudad de

las Colinas se viste de gala al recordar

la festividad patronal en ho-

de las enseñanzas del apóstol San Pablo,

de la cual se conocen diversas leyendas

sobre su vida y obra.

Santa Tecla de Icono, es patrona de las

ciudades italianas de Este, Mirto, Osimo

y Aciriale, de Sitges y Tarragona España,

Villa de Llandegla, Condado de Denbighshire,

Gales y Santa Tecla El Salvador,

fue una mártir anatólica del siglo I, venerada

como santa por la Iglesia católica e

Iglesia ortodoxa, de ella se conoce poco,

existe un texto apócrifo del siglo II conocido

como los Hechos de Pablo y Tecla,

donde se le menciona como seguidora de

San Pablo.

Considerada modelo de castidad femenina

por los primeros movimientos ascéticos

cristianos, particularmente en Egipto,

Siria y Armenia. Su culto se difundió en

las ciudades de Seleucia (donde fue sepultada),

Iconium (actual Konya) y Nicomedia.

En la iglesia ortodoxa, es venerada

como “Protomártir entre las mujeres e

igual a los apóstoles”, en el martirologio

de Beda, Santa Tecla es recordada el 23

de septiembre, fecha de su festividad en la

iglesia católica. Para las Iglesias orientales

se celebra el 24 del mismo mes.

hasta 1984, por razones de reforma litúrgica

en la iglesia católica “nunca” fue

-

que el santo está en el cielo y goza de la

presencia de Dios, aún se recuerda como

en los cinco barrios de la ciudad: San Antonio,

Candelaria, El Calvario, Belén y El

quienes se encargaban de motivar la participación

de los habitantes en dicha celebración,

en opinión del buen amigo Carlos

Roberto Alvarado Peña, ex monaguillo de

la Parroquia Inmaculada Concepción, en

la época del Padre Manuel Alvarenga,

“Cada barrio se lucía en la elaboración

de carros alegóricos a la Santa Patrona, la

cual era acompañada de cuetes de vara y

música de banda durante su recorrido hasta

la parroquia de Concepción, donde se

realizaba la novena a Santa Tecla, culminando

el día 23 de septiembre con la misa

patronal, a la que asistían autoridades locales

y feligresía tecleña”.

En el marco de la celebración del 150 aniversario

de fundación de la ciudad, surge

la iniciativa de la Asociación Tecleños

de Corazón y su presidente don Ernesto

to

al ex alcalde Óscar Ortiz y su concejo

municipal, el rescate de dicha tradición

religiosa, por lo que la entidad ciudadana

en mención solicitó al Arzobispo de San

Salvador, Monseñor Fernando Sáenz Lacalle

su autorización para venerarla nuevamente,

por lo que se emite un decreto

eclesiástico para tal efecto. Así mismo

se realizaron gestiones ante la Asamblea

legislativa, para llamar nuevamente a la

ciudad con el nombre de Santa Tecla, la

que por años se conoció como Nueva San

Salvador, en dicho marco festivo se desarrolló

la procesión de farolitos desde la entrada

oriente de la ciudad hasta el templo

de la Inmaculada Concepción, presidida

por Monseñor Ramón Rogelio Esquivel,

autoridades municipales 2003-2006, Tecleños

de Corazón y feligresía en general.

En 2009, el Comité de Festejos de Santa

Tecla, presidido por doña Noemí Rivera

de Servellón (+), retoma la tradición

bajo la forma de “Virgen Peregrina”,

recorriendo las parroquias de la Vicaría

Monseñor Tomás Pineda y Saldaña, así

como los santuarios y capillas de la ciu-

su veneración con misa solemne y posterior

serenata a la Santa Patrona, con

presencia de autoridades locales, invitados

especiales y feligresía en general,

culminando con quema de juegos pirotécnicos.

En 2020 debido a la pandemia

por Covid-19, no se realizaron actividades

públicas, solo la misa solemne y alborada,

a espera que en esta ocasión esta

bella tradición propia de los tecleños

continúe vigente por muchos años más.

Muchas felicidades Tecleños y Tecleñas

Edición Especial | 18 de Septiembre de 2021 | 05

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