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Diario Co LatinoOpinión Miércoles6 de octubre de 2021 9Sociología y otros Demonios (1076)La estadística de la injerenciaRené Martínez PinedaSociólogoAfectados por eyaculacionesprecoces, los psicoanalistasclásicos dijeron que las ideaspueden ser inducidas por hipnotismo. Muchasdécadas después, esa tesis seduce a los publicistaspolíticos que se han perfeccionado en laestadística de la manipulación. Una estadística políticamás grande que el número que resume alplaneta nos obliga a comer las mentiras que meteen el imaginario para que, empachados, abandonemosel sueño de romper la corrupción e impunidady, por ello, la manipulación es un discursopara la traición, la que –ya consumada- se convierteen el soliloquio de Brutus. Es la estadística de latraición a la palabra y a la utopía de la revolucióncon cambios revolucionarios.Muchos presidentes en el mundo han sido electospor mayoría significativa y típica en eventosmás diáfanos que las elecciones que llevaron a laCasa Blanca a Bush (el padre, el hijo y el espíritusanto), a Obama, a Trump y a Biden, pero nuncase ha puesto en duda su democracia electoral ni sehabla de una dictadura oculta manejando los algoritmosdel escrutinio final. Sin embargo, EE.UU.sí se siente con la autorización de derrocar –o dañar-a los presidentes que no les conviene, acusándolosde dictadores, tiranos, ignorantes… o locoscon el agravante de ser tontos, como lo hacen conMaduro, a quien –más allá de que nos guste o nosu talante- le ponen como universo paralelo a untipo que no ha sido votado por nadie para ser presidente.Los ejemplos vienen caminando desde las frutasenvenenadas que comió Arbenz, pasaron porla Sierra Madre de Castro, tomaron Coca Colaen La Casa de la Moneda mientras le daban unDirector Presidente:Francisco Elías ValenciaVicepresidente:Nelson López Jefa de Información:Gabriela Castellón FajardoCoordinadora de Prensa: Patricia MezaTeléfonos: 2222-1009, 2271-0671, 2271,0971 Fax: 2271-0822130 AÑOS INFORMÁNDOTE CON CREDIBILIDADbeso en la mejilla a Allende, arremetieroncontra Chávez –el dictador sin presospolíticos ni invasiones militares, loque no se puede decir de Obama- y,hoy, afinan su puntería en la espaldade Bukele, el dictador que no le ha disparadoa la oposición (grupo deforme queune a la izquierda con la derecha) que andaen busca de un mártir y un candidato único.En esos casos, la estadística manipulante hadado rienda suelta a las ansias de Golpe de Estadopara restituir -dinero y tweets de por medio- sufrágil hegemonía que no parece hallar el rumbo enun mapa sin lados. Las ansias golpistas no tienennada que ver con los estilos de gobernar ni conlos discursos retadores, sino con las reformas políticasy alianzas económicas (con China, hoy; con laURSS, ayer) que los presidentes que están en el púlpitode los acusados por la Casa Blanca -que tieneuna historia negra- han propuesto y que equivalen–en el discurso injerencista que sueña ser ciudadanoromano- a herejías imperdonables. Los presidentesacusados se atrevieron a tocar lo intocable y aver el dólar como dios pedestre. Al reflejo, los intocables(dueños de medios de comunicación, dueñosde la corrupción e impunidad y dueños de todo loque se mueve) ponen el grito en el cielo de la intervenciónfinanciera y militar.Añorando su papel de Santa Inquisición Políticay estandarte de la libertad (la de ellos, claro) laextrema derecha pregona la muerte de la libertad.En aquellos días, la estadística manipulante hizo sulabor para que se viera a Allende y Chávez comotiranos, autócratas militares o eruditos delirantesque, para terminar de joder, eran amigos de Fidel y,por tanto, enemigos de la democracia sin democraciapopular. Según el discurso injerencista, contralos “tiranos” acusados por la omnipresente embajadanorteamericana está “la ciudadanía”, la sociedadcivil. Con ellos: “la muchedumbre” de ignorantes,los no pensantes, los pendejos que no se reúnen ensedes diplomáticas sino en champas o guaridas.La embajada norteamericana dirige y financia alos que no han sido votados por nadie y, democráticamente,hace de las calles una Sodoma y Gomorraen busca de la represión que haga subir la Bolsade Valores. La prensa local, blasón de la libertad deinformación que se cree sucursal del WashingtonPost, se hace del ojo pacho con aquellos que, cuandoestuvieron en el poder, se pasaron al pueblo porlos huevos –¡así diría Benedetti!- y pregonan que elúnico voto válido es el del silencio de los desmanespasados, el voto del silencio de los votos que les dieronpoder, y ese es el único voto que para ellos tienevalor porque es un voto mudo y, claro está, asíreivindica los votos monásticos impuestos al pueblo:pobreza, obediencia, castidad.La estadística manipulante quiere convencernosde que ser antinorteamericano (no dice ser anti-gobiernonorteamericano injerencista) y anti-oligárquicoes ser dictatorial y terrorista, pero esos adjetivosjamás se le imputan a la Casa Blanca y al Pentágono.Los países intervenidos, directa e indirectamente,por los gobiernos estadunidenses son “paísespor liberar”, concepto elogiado por los tristesmiembros de la Comisión de Derechos Humanosde la ONU que disparan sólo contra el Sur, y lo hacen(patética justificación) para que los tratados delibre comercio los sigan tratando como esclavos;para que los préstamos usureros no dejen de fluirhacia la bolsa de los corruptos.En el diccionario de esa estadística se llama “donaciones”a los sobornos a los políticos y “políticade seguridad nacional” a la traición contra el puebloejecutada por un inesperado Brutus. Las buenasacciones de los gobiernos monitoreados ya no sonlos deseos de desarrollo, sino las acciones que se cotizanbien en la Bolsa, y la Bolsa decide cuáles sonlos valores buenos. La comunidad internacional hasido reducida al papel de testaferro de las grandespotencias en sus guerras de exterminio y usurpación,las que en el límite del cinismo son llamadas“misiones de democratización”. Los “democratizados”son los muertos; los misiles son las “evangelizadorasfuerzas aliadas” contra turbas fanáticas seducidaspor dictadores satánicos e inconstitucionales.Y los santos soldados de la injerencia (los queusan fusiles o transferencias bancarias, da igual) dejana su paso un tiradero de cadáveres civiles graficadoscomo “variables intervinientes sin importancia”en la lucha contra el terrorismo, aunquemuchos de esos terroristas usaban bombas de aguapara calmar la sed de sus pueblos en lugar de misilesy drones artillados.Es obvio que las palabras del poder son gerundiosde la injerencia; que los países imperialistasdepositan en las urnas la sangre de los pueblos;que la Constitución ajena es, para ellos, una normavasalla de los contratos comerciales que (nosquieren hacer creer bajo hipnosis) nos civilizan, asícomo –con la convincente retórica del arcabuz y elmosquete- los españoles nos civilizaron con sangremientras nos ponían a rezar de rodillas –ojos cerrados-por el perdón de nuestro pecado capital de noser imperio. Quinientos años después nos ordenanmeternos en el agujero negro del internet si queremossalvarnos del exterminio de sus guerras santaso, peor aún, nos piden que enterremos la cabeza enla fosa séptica de la historia para que confundamosrevolución con re-traición… si no lo hacemos, nonos darán la visa, y eso sí que es un castigo.