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Diario Co Latino
ESPECIAL
Martes 9 de noviembre de 2021 9
Xi Jinping, el hombre que lidera al Partido Comunista de China en un nuevo viaje
Pocos partidos políticos del mundo podrían
presumir de una historia tan larga y
una gobernanza nacional sin interrupciones
como el Partido Comunista de China
(PCCh), que ha sido el partido gobernante
del país durante 72 años. Actualmente, Xi es
el núcleo del liderazgo del PCCh.
Antes que él, generaciones de liderazgo
colectivo central han pasado décadas con
Mao Zedong, Deng Xiaoping, Jiang Zemin y
Hu Jintao como representantes principales.
Desde su elección como secretario general
del Comité Central del Partido Comunista
de China en noviembre de 2012, Xi ha
sido considerado como hombre de determinación
y acción, un hombre de pensamientos
y sentimientos profundos, un hombre
que heredó el legado, pero se atrevió a innovar,
y un hombre que tiene visión de futuro
y está comprometido a trabajar incansablemente.
Bajo su liderazgo, China se está convirtiendo
en un país poderoso y está entrando
ahora en una era de fortaleza, según Channel
News Asia.
CAMINANDO JUNTO AL PUEBLO
Xi se unió al Partido en la localidad de
Liangjiahe de la provincia de Shaanxi en
1974. Tenía sólo 15 años cuando llegó allí
en 1969 como un “joven instruido”.
Durante los siguientes siete años, Xi vivió
en el pequeño pueblo en el campo de la
meseta de Loess. Tras finalizar el trabajo del
día, regresaba a su primitiva casa en forma
de cueva y dormía en una sencilla cama de
arcilla. Tomaría 38 años y múltiples puestos
en varios niveles de la jerarquía del Partido
para ser ascendido al puesto más alto.
Tras unirse al PCCh, Xi se convirtió en el
secretario del Partido de Liangjiahe. Sus colegas
de la aldea recuerdan que Xi “trabajaba a
conciencia, tenía muchas ideas y podía unir
a la gente y a los funcionarios”.
Al recordar su tiempo en la aldea empobrecida,
Xi expresó que lo que más deseaba
era que los aldeanos “tuvieran carne en sus
platos”.
En 1975, Xi fue admitido en la prestigiosa
Universidad Tsinghua de Beijing. Después de
graduarse, trabajó en la oficina general de la
Comisión Militar Central. Luego, en 1982, se
mudó a Zhengding, un distrito de la norteña
provincia de Hebei.
Al recordar el traslado a Zhengding, Xi dijo
que se había ofrecido como voluntario para trabajar
a nivel de base entre la población. Señaló
que quería “amar al pueblo como ama a sus
padres”. Después de Zhengding, la carrera política
de Xi lo llevó a las provincias costeras de
Fujian y Zhejiang, así como a la metrópolis de
Shanghai. Dondequiera que fue, eran notables
sus estrechos vínculos con el pueblo.
La filosofía centrada en las personas de Xi
explica por qué ordenó esfuerzos constantes
para salvar a toda costa la vida de las personas
durante la epidemia de COVID-19, señaló Liu
Jingbei, profesor de la Academia de Liderazgo
Ejecutivo de China en Pudong, Shanghai.
En 2007, Xi regresó a Beijing como miembro
del Comité Permanente del Buró Político
del Comité Central del PCCh y más tarde
como vicepresidente de China. Supervisó diversas
esferas, como la construcción del Partido,
el trabajo organizacional, los asuntos de Hong
Kong y Macao y los preparativos para los Juegos
Olímpicos de Beijing 2008.
A la edad de 59 años, Xi fue ascendido a la
posición más alta del Partido en noviembre de
2012. Cerca de un mes después, Xi desafió el
frío del invierno para visitar a los habitantes
pobres de Hebei. Se sentó con los aldeanos y
les preguntó sobre sus ingresos y si tenían suficiente
comida, colchas y carbón para mantenerse
calientes durante el invierno. Xi expresó
que su corazón se apretó cuando vio que algunos
aldeanos todavía luchaban para llegar a fin
de mes.
FORTALECIENDO EL PARTIDO
Este 2021 es el noveno año de la campaña
anticorrupción más amplia de la historia de
China, liderada por Xi. La misma no muestra
signos de detenerse.
Más de 20 altos funcionarios del sector financiero
fueron sancionados o investigados el
año pasado. Durante los últimos 30 días, un ex
funcionario de nivel ministerial de los organismos
encargados de la aplicación de la ley del
Gobierno central ha sido investigado y otro ha
sido sancionado.
Durante los últimos nueve años, se han investigado
más de 400 funcionarios de nivel ministerial
y superior, incluyendo un ex miembro
del Comité Permanente del Buró Político del
Comité Central del PCCh y dos ex vicepresidentes
de la Comisión Militar Central. Entre
2014 y 2020, más de 8.300 prófugos fueron repatriados
desde más de 120 países y regiones.
“En un momento crítico, Xi dio un vuelco
a la situación”, señaló un editorial de prensa
extranjera.
Como secretario general del Comité Central
del PCCh, Xi ha dirigido los esfuerzos para formular
y revisar unas 200 políticas internas del
Partido. También llevó a cabo cinco actividades
educativas en todo el Partido para fortalecer los
ideales y creencias de los miembros de la organización
y asegurar que actuaran de manera eficaz
y coherente.
Hasta junio de este año, el número de miembros
del PCCh había crecido hasta 95 millones,
10 millones más que la población de Alemania.
Expertos en asuntos chinos aseguran que
el Partido se ha vuelto más disciplinado, puro
y poderoso.
En 2016, la sexta sesión plenaria del XVIII
Comité Central del PCCh estableció el estatus
de Xi como núcleo del Comité Central del
PCCh y de todo el Partido.
En octubre de 2017, el pensamiento de Xi
Jinping sobre el socialismo con características
chinas para una nueva era fue adoptado oficialmente
por el XIX Congreso Nacional del PCCh.
El pensamiento fue consagrado en los Estatutos
del PCCh y la Constitución de China.
Al igual que Mao Zedong y Deng Xiaoping,
Xi ha avanzado en la adaptación del marxismo
al contexto chino y ha mantenido su vigencia,
indicó Xin Ming, profesor de la Escuela del Partido
del Comité Central del PCCh (Academia
Nacional de Gobernanza).
HACIENDO FUERTE A CHINA
Tras la Guerra del Opio de 1840, China se
redujo gradualmente a una sociedad semicolonial
y semifeudal. Fue intimidada por fuerzas
extranjeras y sufrió pobreza y debilidad.
El PCCh se fundó en 1921 para cambiar esta
situación.
Dos semanas después de la elección de Xi
como secretario general
del Comité Central del
PCCh, presentó el “sueño
chino” de la revitalización
nacional. Este octubre,
durante un evento
conmemorativo del 110º
aniversario de la Revolución
de 1911, Xi mencionó
la “revitalización” 25
veces en su discurso de
35 minutos, convirtiéndolo
en uno de los mensajes
más enfatizados.
Xi cree que la revitalización
requiere tanto
de un diseño estratégico
como de un trabajo duro. Tomó la iniciativa
como un hombre de acción. Solo en 2019,
participó en más de 500 eventos importantes.
Su itinerario de trabajo incluyó los fines de semana
de aproximadamente 30 semanas en ese
año. Revisó cada proyecto de los principales
planes de reforma.
“La felicidad se logra a través del trabajo
duro”, dijo.
Para obtener la información de primera
mano, a menudo visita granjas, aldeas de
pescadores, hogares de agricultores, pequeños
restaurantes, supermercados, talleres de fábrica,
laboratorios, hospitales y escuelas, e incluso
inspecciona granjas de cerdos y baños públicos.
Xi ha superado la prueba frente a numerosos
obstáculos y crisis en los últimos nueve
años.
A principios de 2015, cuando Yemen se sumió
en el caos, ordenó a la armada evacuar a
cientos de ciudadanos chinos que habían quedado
varados.
Cuando Estados Unidos inició una guerra
comercial contra China, diseñó la estrategia de
que China no quería tal guerra, pero no tenía
miedo a una y lucharía si resultaba necesario.
También dijo que fortalecer el diálogo y la
cooperación era la única opción correcta para
ambos países. “El vasto océano Pacífico tiene
suficiente espacio para los dos grandes países
que son China y Estados Unidos”, afirmó Xi.
Desde realizar patrullas regulares en las
aguas de las islas Diaoyu, romper el llamado
arbitraje del Mar Meridional de China, y encontrar
soluciones a los conflictos fronterizos
entre China y la India, hasta facilitar el regreso
de los chinos detenidos ilegalmente en el extranjero,
Xi ha encabezado la planificación estratégica
y táctica y, de ser necesario, ha intervenido
personalmente.
En 2019, cuando Hong Kong sufrió disturbios
sociales, dirigió los esfuerzos para salvaguardar
la causa de “un país con dos sistemas”
y detener el intento de incitar una “revolución
de colores”.
En vísperas del Año Nuevo Lunar de 2020,
con la epidemia de COVID-19 nublando las
festividades, Xi pasó una noche sin dormir.
Al día siguiente, convocó una reunión de liderazgo
del Partido para discutir la respuesta del
país. Antes de la reunión, Xi había tomado la
decisión de restringir el movimiento de personas
y los canales de salida en Hubei y Wuhan.
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