CONCEPT ART RE
En este documento podrás encontrar información exclusiva sobre conceptos, propuestas y registros de la producción y el arte de Rojo Escarlata. Si tienes acceso a este documento es muy probable que hayas sido de nuestros apoyos VIP, lo cual agradecemos infinitamente, tanto por apoyar nuestro corto, como por apoyar el cine emergente colombiano. Disfruta de este documento, lo compartimos con mucho cariño y respeto.
En este documento podrás encontrar información exclusiva sobre conceptos, propuestas y registros de la producción y el arte de Rojo Escarlata. Si tienes acceso a este documento es muy probable que hayas sido de nuestros apoyos VIP, lo cual agradecemos infinitamente, tanto por apoyar nuestro corto, como por apoyar el cine emergente colombiano. Disfruta de este documento, lo compartimos con mucho cariño y respeto.
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
excombatiente paramilitar que camina
hasta donde está Aguilar. Este era nuestro
reto del día cinco, aparte del final y en
menor medida los planos del resto de la
escena 25.
Las complicaciones de ambientación,
escenografía y utilería se debían a
reformas estructurales que había hecho el
dueño del predio poco antes de que
nosotros planteáramos les fechas
definitivas de rodaje. Sin embargo, en una
reunión con Checho (DP) y María Paula
(Arte), determinamos que lugares se
verían realmente, para ambientar y
enfocar el manejo del tiempo
exclusivamente en mejorar esos espacios,
de la misma manera, con Andrés Ferro,
conversamos la coreografía de los extras,
en los diferentes planos, para mantener la
continuidad y también para romper con la
misma, ya que el movimiento de los extras
en algún momento se convertiría en una
metáfora del peligro que significaba
Aguilar para Adela.
Después de estar claros en el proceder y
de haber marcado la escena, empezamos
a rodar el plano secuencia inicial, que
terminamos después de 12 tomas, varios
fallos en foco y una caída de Checho en las
primeras oportunidades, nada grave
afortunadamente. La razón por la que
grabamos primero ese plano es porque su
extensión y la forma en la que la cámara
describía el lugar y sus trabajadores,
dejaba una pauta para el movimiento de
los planos siguientes, especialmente el de
los extras. Al final del día rodamos el
último plano de la película, un plano
complicado por la interpretación, la fotografía y
la coordinación con arte para que cuando la
cámara bajara de la falda de Adela escurriera
una gota de sangre. El plano debía quedar tal
cual quedo en la animación, creo que fue esa la
razón para que, por primera vez en el rodaje,
Checho me ofreciera la cámara y me pidiera
que fuera yo quien grabara directamente con
estabilizador en mano. Se hicieron siete tomas
en total, debo admitir que Checho tiene una
dedicación y una resistencia física admirable, en
esas siete tomas sentí bastante desgaste físico.
Finalmente logramos fotografía y la gota de
sangre de Adela, con su interpretación, lo que
me deja realmente satisfecho con ese final.
El día sexto transcurrió fluidamente a pesar de
ser un día en la locación del Nido. La meta era
grabar los dos sueños, que eran escenas donde
el equipo mantenía dudas respecto a cómo se
desarrollaría la acción (esto demuestra
escepticismo del crew para con los storyboards
animados). Arte entregó la locación y pudimos
rodar los planos rápidamente, a pesar del
escepticismo, el equipo siguió las directrices
mías y de Valentina que adelantaba
emplazamientos mientras yo ensayaba con los
actores. Durante el rodaje de estas escenas,
producción siempre estuvo muy atenta a
mantener el bienestar del crew y los actores,
desde hidratación y refrigerios, hasta asistencia
con el movimiento y traslado de ambientación.
La escena en la que América, interprete de
Lucrecia, sale desnuda, fue sencilla de rodar
debido a que su experiencia le permitía seguir
indicaciones de movimiento sin algún tipo de
reserva respecto a la relación entre la cámara y
su cuerpo, las indicaciones de dirección se
limitaron a delimitar dos acciones puntuales y
un recorrido, a pesar de esto fue una dirección
libre en la que América pudo proponer
partiendo de un verbo dado. La dirección para
Rodrigo fue dirección de hierro, ya que su
movimiento y expresión debían ser muy
concretos. Esto nos permitía obtener un
resultado en el que Rodrigo que era la piedra
angular del sueño, tuviese una actuación fija y
con respecto a ese personaje fijo de Aguilar, los
personajes de Adela y Lucrecia giraran con
cierta libertad en la interpretación.
El día siete parecía ser un día sencillo, quizás el
más sencillo de todos, sin embargo, una lluvia
detuvo por completo la producción hacia las 10
am, momento en el que ya habíamos rodado
una escena, y aún quedaban dos escenas por
rodar. La espera puso nuestra paciencia al
límite, el estrés de encontrarnos en el último día
de rodaje y estar enfrentados a la posibilidad
de rodar un octavo día, no solo ponía el
presupuesto y a los productores en alerta, si no
a mi como director, pues sabía que un octavo
día era un golpe para la moral del equipo, que
sabíamos que habían enfrentado con firmeza la
estadía en condiciones limitadas, pero que
podían decaer si transgredíamos a un día más
de trabajo. Por otro lado, no todos podían
quedarse a un octavo día, pues tenían
compromisos que cubrir.
Eran las dos de la tarde y no había más que
lluvia y neblina, la continuidad lumínica con la
que nos sentíamos afortunados hasta el
momento, nos recordaba que estábamos
rodando en el trópico. Ninguna predicción
parecía funcionar hasta que a las 3:30 p.m. se
despejó por completo y aunque no hizo sol,