Historia de Argentina
Si no sabemos quiénes somos ni de dónde venimos, no podemos preguntarnos hacia dónde vamos. He aquí la importancia de la historia. Conocer el pasado nos permite comprender el presente y nos brinda la posibilidad de proyectarnos al futuro. Recorramos a través de estas páginas el proceso histórico de nuestra conformación nacional.
Si no sabemos quiénes somos ni de dónde venimos, no podemos preguntarnos hacia dónde vamos.
He aquí la importancia de la historia. Conocer el pasado nos permite comprender el presente y nos brinda la posibilidad de proyectarnos al futuro. Recorramos a través de estas páginas el proceso histórico de nuestra conformación nacional.
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De la revolución de 1890 a la ley electoral
NUEVAS
FUERZAS POLÍTICAS
Miguel Juárez Celman ejercía un doble poder: era presidente
de la Nación y, a su vez, presidente del Partido Autonomista.
A esta concentración de poder se la llamó Unicato. Allí surgió un grupo
de profesionales –formado por Mitre y Alem– que se opuso al gobierno.
La crisis económica
La crisis comenzó en Europa y
nos afectó, porque dejaron de
comprar nuestros productos.
Bajaron entonces los precios y,
para hacer frente a ello, el gobierno
comenzó a emitir billetes
sin respaldo económico. Esto
produjo inflación: subieron los
precios de la canasta familiar,
perjudicando especialmente a
la clase baja y a los que recibían
un sueldo fijo, ya que estos no
aumentaron. Se acusó al gobierno
de corrupción y el descontento
general llevó a la realización
de huelgas y, finalmente, a
la revolución.
El 1 de septiembre de 1889, se
reunió por primera vez el
Comité de la Unión Cívica de
la Juventud, formado por jóvenes
profesionales, dirigidos por
Alem y Mitre, que estaban contra
el gobierno del régimen.
Lograron el apoyo de algunos
grupos militares y, con ellos, se
desencadenó la revolución del
26 de julio de 1890.
Después de varios enfrentamientos,
el gobierno pudo sofocar
el movimiento pero, de todas
formas, la posición de Juárez
Celman estaba muy comprometida,
por lo que presentó su
renuncia como presidente de la
Nación, dejando en el poder al
vicepresidente Carlos Pellegri -
ni, quien asumió el gobierno.
Después de la revolución, la
Unión Cívica se presentó como
una nueva fuerza política que
enfrentó al régimen y que luchó
para lograr su llegada constitucional
al poder. Contaba con
gran adhesión popular y, sobre
todo, con el apoyo de los sectores
medios representados por
los hijos de inmigrantes.
Las elecciones de 1892
En 1892, al culminar el mandato
de Carlos Pellegrini, el Partido
Autonomista Nacional se encontró
con un nuevo opositor: la
Unión Cívica. Esta nueva fuerza
política se había dividido en dos
bloques: la Unión Cívica
Nacional, liderada por Mitre, y la
Unión Cívica Radical, al mando
de Alem. Esta división fue aprovechada
por Roca, quien logró
un acuerdo con Mitre para impulsar
la candidatura de Luis
Sáenz Peña, que llegó al poder
ese mismo año. El nuevo presidente
debió enfrentar el conflicto
interno entre Mitre y Roca, lo
cual impidió que formulara su
propia política. Sin embargo,
continuó las obras del Puerto de
Buenos Aires y finalizó el
de Rosario. También estimuló la
inmigración y el comercio exterior.
Los problemas políticos lo
obligaron a renunciar en 1895; el
vicepresidente José Evaristo
Uriburu continuó el mandato.
>> Leandro N. Alem, líder de la nueva
fuerza política, surgida en 1890, la
fracción “Radical” de la Unión Civica.
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