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EDICIÓN EXTRA Sábado 02 de Julio de 2022
HACIENDO REALIDAD
UN SUEÑO
Mauricio Vallejo Márquez
Escritor y editor Suplemento Tres Mil e hijo de Edgar Mauricio Vallejo Marroquín
Quien no solo se encargó de animarme en el esfuerzo, sino que se convirtió en la
ilustradora de esta publicación como el diseño de contratapa. Hasta la fecha, nadie ha
hecho más diseños y trabajos acerca de mi papá que ella, y quien le estoy sumamente
agradecido por compartir conmigo este trabajo y el resto del camino.
Y ahora, mi tía Marlya Vallejo vuelve a apoyarnos en la gestión editorial para que sea
realidad la obra de su hermano, siempre llegando en el momento justo.
Es gracias a todas estas personas, y las que aportaron económicamente y se encuentran
nombrados en las páginas de agradecimiento que ahora tiene entre sus manos el primer
libro de muchos más que mi padre, Edgar Mauricio Vallejo Marroquín, escribió.
No puedo hablar mucho de él, presentar a ese individuo que me procreo junto a mi
madre, con ese maravilloso amor de juventud y esperanza. Sencillamente porque no
lo conocí. Si compartimos espacio en este mundo no soy capaz de recordarlo, apenas
tenía un año y medio cuando lo desaparecieron aquel sábado 4 de julio de 1981 a las
11:45 de la tarde en Antiguo Cuscatlán.
Así que les presento la historia de cómo este libro, que fue un sueño que parecía imposible
durante mi niñez, ahora es una realidad.
¿Por qué publicamos primero Cosita Linda que sos y no otra de sus obras más esperadas?
Sencillamente porque consideramos que mi papá no habría querido que fuera
otro de sus libros, más que el dedicado a su esposa, a quien dejó viuda junto a un hijo
para terminar de enfrentar la guerra y la vida. Sobre todo, porque es el primero de todos
los que seguirán
Uno de los sueños que más tiempo me ha tomado hacer realidad, y más me ha
costado, es publicar la obra de mi padre. He tenido que esperar 37 años de mi vida
para poder tener listo el material, además de reunir el capital que es necesario para
el proceso editorial.
Durante buena parte de mi vida toque puertas, me enfrenté a humillaciones de parte de
algunos miembros de su generación, tuve que afrontar el muro de muchos que me decían
que no debía de continuar y que lo dejara en el olvido. Sin embargo, hay algo en mis genes
que me hace testarudo. Confieso que en algún momento desistí del esfuerzo. Bregar contra
la corriente no es fácil, sobre todo cuando no se tienen los recursos. De por sí aventurarme
en el mundo editorial era un reto quijotesco, ya no se diga publicar a alguien que a otros
les interesa no mostrar por absurdas rivalidades. Bueno, la parte que me competía a mí
la hice y continuaré haciendo hasta publicar hasta la última página escrita por mi papá.
Debo decir que este esfuerzo no ha sido solo mío. Creo que publicar la obra de mi papá
es un trabajo colectivo, y sin el apoyo de muchos fuera imposible darnos el tiempo de leer
el libro que sostiene en sus manos. La primera persona a la que se debe agradecer es a mi
abuela, Josefina Pineda de Márquez. Si ella no hubiera tenido el valor de guardar los escritos
del joven Vallejo y enterrarlos con las garantías para que no se deterioraran. En aquel entierro
participaron mi abuelo Mauro Márquez y mi tío Luis Manuel Márquez. Se oye fácil
en estos tiempos de paz, pero en esos años era suficiente motivo para amanecer torturado y
muerto. Esa muestra de valor hizo que la historia siguiera viva, y en 1998 tuvimos la hidalguía
de desenterrarlos junto a Godofredo Carranza, Atxil Josa y Tony Alexander Guardado.
Junto a mi abuela pasamos horas clasificando los papeles por género y tema. Luego salí del
país y se extraviaron en la mudanza. Afortunadamente la mamá de mi hijo, Lya Ayala, dio
con ellos y me los entregó.
En toda la investigación para tener más material nos metimos a buscar sus cuentos en los
periódicos salvadoreños de 1976 a 1981 junto a Roberto Escobar y Wilfredo Arriola, tarea
que aún continuamos. En la contamos con el apoyo moral de mi tío Yomar Vallejo y con
quien tenemos varios planes y su comprensión.
Cuando ordenamos los libros entró en acción conmigo, Karen Lara, mi otra mitad.
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Edición Extra | 02 de Julio de 2022 |