Edicion 01 de Noviembre de 2022
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Diario Co Latino
Opinión
Martes
1 de noviembre de 2022 9
La victoria de Lula y la derrota de Perú Libre
Isaac Bigio
Analista, politólogo e historiador
Tras la elección de Lula
como nuevo presidente
del mayor país iberoamericano,
todas las izquierdas
celebran ello. El Dr. Cerrón
hace lo mismo y busca que esta le
ayude a disipar las rencillas y deserciones
internas de PL.
Sin embargo, en la web de PL hay
una entrevista que él hizo donde califica
a los “caviares” como el enemigo
principal contra el cual se pueden y deben
buscar coincidencias con los “neofascistas”.
Como “caviar” caracteriza al
grupo de Pueblo donde está Lula, Dilma,
Evo, Arce, Correa, Boris, Petro, los
Fernández, el FA del Uruguay, etc.
A diferencia del PT de Brasil, quien
ha hecho alianzas hasta con la derecha
“moderada” contra la ultraderecha, el
cerronismo ha hecho lo inverso. Considera
al resto de las izquierdas como
su mayor adversario y constantemente
vota con y tras los fujimoristas.
Es muy contrapuesta la realidad del
PT que acaba de convertirse en el primer
partido de izquierda del mundo
en ganar un balotaje con más de 60 millones
de votos, con la de PL, quien se
ha convertido en el primer partido de
izquierda en haber perdido a más del
96% de los votantes que tuvo 18 meses
antes, cuando ganó un balotaje.
PL reivindicaba tener más de 200
mil militantes, pero ha sacado menos
de 350 mil votos el 2 de octubre. Ello
implica que muchos ya se han desanimado
o han sido incapaces de conseguir
el apoyo de sus propias parejas,
familiares, amistades o colegas de trabajo.
Una ola de deserciones a PL pareciese
haberse iniciado con la renuncia de
8 distritales del sur de Lima, la cual parece
que se va a extender al norte de la
capital y a muchas otras partes del país
(y que incluso puede llegar a la
bancada).
Las quejas iniciales se refieren
a peleas por dineros
y puestos públicos. Los disidentes
reclaman que no hay
una rendición de cuentas de
los millones de soles que PL recibe
para sus gastos por haber ganado las legislativas
y que varios empleos en Salud
son repartidos a los huancaínos del entorno
cerronista.
Esto pasa a 14 años de que PL nació
como un movimiento regional para disputar
electoralmente Junín y Huancayo.
Hoy allí hay una guerra civil abierta entre
perulibristas que se acusan de todo
por el control de recursos regionales y
municipales. E
l resultado es que en su bastión han
perdido el Gobierno regional y todos sus
regidores. De las 9 provincias que tiene
ese departamento, PL se ha quedado sin
ninguna y ha perdido en todas las 5 provincias
que controlaba. En Huancayo,
donde residen los Cerrón, no sacaron ni
el 5% de los votos y se quedaron sin nadie
en el consejo municipal.
El Dr. Cerrón hizo un Twitter diciéndole
al Presidente que él requiere tener
un partido a su servicio. En verdad, con
ello, él le está implorando a Pedro Castillo
para que él le ayude a impedir la disgregación
de su propio partido.
Hace 4 meses, no más, PL le demandó
a Castillo que renuncie a PL si es que
no quería ser expulsado, como pasó antes
con su vicepresidenta, Dina Boluarte.
Hoy Castillo no ha hecho campaña electoral
por nadie en las regionales y municipales
del 2 de octubre y ha dejado que
PL se desplome.
PL se jacta de que ha ganado en 78 municipios,
pero todos ellos son chicos y la
suma de todos representa una mínima
fracción con respecto al 1 400 000 habitantes
que tiene Junín, el departamento
cuyo Gobierno acaban de perder.
La población de las únicas 3 provincias
donde ganó PL suman unas 150
mil personas, la décima parte del millón
y medio que la que tiene la suma
de las 4 provincias donde acaba de ganar
JPP, el otro sector de izquierda que
llegó al Congreso (aunque con solo 5
parlamentarios frente a los 37 iniciales
de PL).
Es PL quien precisa de Castillo, pues,
este le ha entregado el 42% de los 1.582
prefectos y subprefectos del país. (LR,
31/10/2022).
Todas las constantes críticas de “izquierda”
que PL le hace a Castillo es
para tratar de capitalizar descontentos
a su redil y aparecer como “marxistas”
mientras que en los hechos negocian
cupos y transacciones con la mayoría
derechista del congreso y chantajean
también al Gobierno para que les
mantenga en el MINSA y en varias dependencias.
La razón por la cual PL acusa al resto
de la izquierda de “caviar” es solamente
porque esta tiene cuadros que compiten
con sus allegados para fondos y
puestos públicos.
Pese a su fraseología marxista leninista,
PL nunca ha mostrado mayor
interés en ligarse al movimiento obrero
y ser parte de sus luchas. En vez de
seguir los lineamientos de Mariátegui
de luchar por la conquista del poder
para los trabajadores, su lucha es por
más puestos en los poderes legislativo
y ejecutivo. Un partido cuya estrategia
es esencialmente clientelista es uno que
puede ir en cualquier rumbo por interés
arribista.
Lo que pudo haber sido el primer
partido amplio y de masas de la izquierda
peruana, si no hace un cambio
muy radical, puede acabar en estampida
libre.