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4 Lunes 7 de noviembre de 2022 Nacionales
Diario Co Latino
18o Aniversario
Colectiva Feminista celebra trabajo en defensa
de los derechos de la mujer salvadoreña
Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
En el marco del décimo
octavo aniversario de
fundación, la Colectiva
Feminista para el Desarrollo
LocaL, celebró, además, que se
ha convertido en un referente a
nivel nacional en su trabajo de
promoción de los derechos de
las mujeres, y que buscan construir
alternativas para sus proyectos
de vida.
Fundadoras y lideresas comprometidas
con el proyecto de
la Colectiva Feminista, no solo
han logrado crecer en su base
organizativa, sino también extenderse
en varios municipios
del territorio nacional. Son historias
de vidas de mujeres que le
han apostado a los “liderazgos
compartidos”, expresó Morena
Herrera, lideresa fundadora.
Morena Herrera ha trabajado
en la memoria y la construcción
de estos “liderazgos compartidos”,
-como lo llama- para
señalar que fue una idea con la
que surgió la Colectiva Feminista,
la que se fue asentando junto
al desarrollo local.
Esto les permitió trabajar
con una visión más amplia con
las mujeres en los diferentes territorios
y a partir de sus propias
demandas, porque eran diversas
experiencias de su cotidianidad.
“La idea fue que necesitábamos
más liderazgos en nuestro
movimiento, pero no necesitábamos
liderazgos únicos sino
-muchos liderazgos- de los cuales
aprender”, dijo.
“Una mujer puede alumbrar
con su luz a otra mujer -entonces-,
ellas dos brillan y las dos
podemos compartir con otras y
haremos una cadena para lograr
estos liderazgo y esa ha sido mi
experiencia y es lo que buscamos
siempre”, explicó Herrera.
En cuanto a experiencias relevantes
de la Colectiva Feminista,
Herrera mencionó que
acumulan “muchas vivencias”,
Integrantes de la Colectiva Feminista se hacen presente para exigir los derechos de Beatriz, una joven mujer rural cuyos derechos
sexuales y reproductivos fueron negados. Ahora, el Estado salvadoreño enfrenta una nueva sentencia de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos para el próximo año. Foto Diario CoLatino/Archivo.
pero dos que guarda por su plenitud
del trabajo compartido es
cuando ganaron la “Consulta Popular
por el Derecho Humano al
Agua” en el municipio de Suchitoto,
Cuscatlán.
“Me dio satisfacción por el trabajo
colectivo, el involucramiento
de mucha gente. Y que luego,
terminó convirtiéndose en una
contribución importante para la
población y la historia del país”,
indicó.
“Yo también me he sentido satisfecha
cuando he visto a las mujeres
o una mujer recuperar su libertad
después de estar procesada
o condenada a tantos años de cárcel
y logramos desde un trabajo
conjunto revertir la voluntad penalizadora
y criminalizadora del
sistema de justicia son cosas que
me dan mucha satisfacción”, agregó
Herrera.
Actualmente, la Colectiva Feminista
litiga en el Sistema Interamericano,
junto a otras organizaciones
pro derechos humanos, los
casos emblemáticos de Manuela
y Beatriz, mujeres rurales en extrema
pobreza que han sido víctimas
del sistema judicial por embarazos
complejos.
Manuela experimentó una
emergencia obstétrica y fue llevada
al hospital público, pero fue tipificada
por el personal de salud
y judicial como “aborto”, por lo
que fue Juzgada y condenada a
más de 30 años de cárcel. Ella murió
del cáncer que padecía y que
no fue atendido su calidad de prisionera.
Mientras, Beatriz, quien padecía
de lupus eritomatoso sistémico,
agravado por una nefropatía
lúpica (inflamación renal) y
artritis reumatoidea, quedó embarazada
(2013) y por su condición
de alto riesgo y un diagnóstico
de un feto incompatible para
la vida, se recomendó la interrupción
del aborto porque elevaba el
riesgo de vida de la madre, pero le
fue negado y tuvo que intervenir
la CIDH, cuyo dictamen fue incumplido
por el Estado salvadoreño
y por el cual, tendrá que rendir
cuentas ante la Corte IDH, el
próximo año.
Preparar a las mujeres rurales
para que cuenten con una voz
global y organizada genera la movilización
real por sus derechos,
consideró, Milagro de la Paz Alvarado,
lideresa y fundadora de la
Colectiva Feminista, en el cantón
San Marcos Lempa, municipio de
Jiquilisco, departamento de Usulután,
es un “fruto de los liderazgos
compartidos”.
Milagro, recapitula de su trabajo
que su compromiso era preparar
a mujeres que enfrentan a
diario y en características muy diversas
al “sistema patriarcal”, por
lo que debía encontrar a mujeres
que no solo participaran en defensa
de derechos o en procesos
de incidencia. Lo importante, era
que estas mujeres estuvieran construidas
y fortalecidas desde un tejido
asociativo, ya sea en el área
urbana y rural.
“Era importante -para mí- contribuir
a que las mujeres rurales,
campesinas o comunidades mayormente
empobrecidas en el país
pudieran tener voz propia y poderse
organizar“, señaló.
“Y no ver propiamente la pobreza
como un fenómeno natural
en sus vidas, si no que pudieran
interpretarla como parte de
un sistema patriarcal que genera
opresión y discriminación en
contra de la mujeres”, comentó
De la Paz.
En cuanto a la esencia de la
Colectiva Feminista, añadió, que
la meta fue siempre crear un equipo
gestor en procesos participativos
y la construcción de propuestas
de trabajo con las lideresas en
diferentes municipios.
“La Colectiva empezó trabajando
en 17 municipios, luego,
se fue ampliando y durante estos
últimos 18 años, ha significado
que participen expresiones diversas
del movimiento feministas.
Y reconocemos las diferentes
perspectivas territoriales lo
que nos ha permitido integrar
otros movimientos y poblaciones
como la LGBTI o juventudes
de cada territorio”, compartió,
De la Paz.
Como mujeres empoderadas
y defensoras, Rosa Lizeth
Ramos Argueta, es un modelo
propio de la transformación
personal y el ilimitado crecimiento
individual de una mujer.
Residente en el caserío La
Laguna, cantón La Guacamaya,
municipio de Meanguera, Morazán,
celebra haber salido del
“círculo de violencia” que vivió
por años y ha acompañado
a otras en similares circunstancias.
“Mi primera experiencia fue
conocer a la Colectiva Feminista,
sabía que existía una organización
de mujeres que estaba
afuera de mi cantón y que
se reunían para hablar de diversos
temas. Y como en mi comunidad
estaban ocurriendo muchas
violencias hacia las mujeres,
tomé la decisión de buscar
auxilio y solventar el problema
que aún es complicado”, recordó.
“Al principio no entendía
que era ser defensora o pertenecer
a una red de defensoras
o qué era la Colectiva Feminista,
nombramos a una representante
y ella nos traía toda la información
y comencé a comprender
lo de los derechos de
las mujeres”, recordó.
Ahora, como fundadora de
la Red de Defensoras de Morazán,
consideró que el apoyo
de la Colectiva Feminista fue
la “base fundamental” que les
otorgó conocimiento y permitió
que algunas mujeres salieran
del “círculo de violencia”
como ella estuvo.
“Soy soltera por mi decisión,
estoy criando a mis hi-
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